Foja de poesía No. 162: Olga Leiva

Olga LeivaA continuación presentamos una mirada al trabajo de la poeta Olga Leiva (lund, 1981). Ha publicado en antologías de poesía uruguayas y paraguayas y sueca. Actualmente está escribiendo su libro la lengua del viento. Es coescritora-coeditora de Bagre Japonés, de próxima edición en Argentina editorial MILENA CASEROLA, y en Uruguay editorial XXXXXXX.

 

 

epifanía del trigo

 

las piernas de trigo buscan el centro de la tierra. ahí está el amor asemillado. las flores sangrientas. el tumor estupefacto. en el centro de la tierra

en el centro de las trompas de falopio acogotadas. sin rostro tenaz. como pinza de tela. comisura del sexo de trigo. beso hondo en la lengua de viento. beso canto desgarrado. soplado. sobre una cama de barro

volando con los pulmones. apreto el paladar mecánico a la lengua del viento. volar dice el pájaro quemado. volar dice el trigo degollado. volar dice la secretaria triste. volar dice la mente del científico. volar dice el agua femenina. volar grita el corazón herrumbrado. el corazón del que se ha dormido.

 

 

***

 

me deslizo desde el amanecer hasta el altiplano. el sexo responde. los otros surgen de las grutas con los ojos a punto. los dedos arden como velas encendidas bajo lluvia. el paisaje expande. pájaros y fibras retumban en el cuerpo de la tierra. los hombres se alimentan de éter. sus antenas nerviosas encantan. las pupilas dilatan los cantos del aire. las venas del parque. el eco resplandece. el sistema riega con cantos. un humano despierta rodeado de maquinaria. una fábrica grita. un cuchillo de mirada corta la herida. sangre detenida. semen del diluvio. el hombre toca todo lo que crea. su mente es un espacio circular. una esfera en movimiento. un rayo vacío.

 

***

 

mandibulada recorro la tierra de los hombres. sus dagas acaban en mi boca. sus trampas devoran. me refugio en el vientre del viento. en la barriga del sielo. la guarida está en la madera. en el paladar de las membranas sin piel. la pleura se expande. una begonia quemada retorna a la planicie del mar. su cama de clavos ya no comulga conmigo. la he comido lentamente en su plato de hierbas y hormigas. lo demás me ha condenado mientras navego dentro del barco del espanto. mientras lamo sus pétalos de éter. mientras me alejo del aroma fabricado en la palma de mi mano. en la fauna del humano cantan las lenguas del viento. el sielo fatuo. la aurora hambrienta. los dedos retornan a la mar desoladora. el canto sopla y aturde. el silencio saturado febril encanta y copia. la vena del viento: encanta y copia.

 

 

 

 

ancestraux

 

el túnel de la noche está sobre mi espalda. me mira recorrer los pergaminos. me mira coger al enemigo sagrado. cabalgo sobre la trampa del viento. están los otros construyendo la barca. la lápida divina. la llama que palpita bajo mar. están todos invitados a la fiesta. a la fiesta del comienzo. raza de diamantes de barro. raza de regreso al horizonte. las frutas crecen en los juncos. las madres rezan a los pájaros silvestres. silvestres regresan dominando las especies de la aurora. flotan. retoman lo que antes otros ahogaron en el ocáno padre. océano padre. levanta tus membranas a los hombres y muéstrales tus brazos poderosos de hastío. hemos dormido. hemos dormido. el túnel de la noche recorre nuestras camas. y las levanta con violencia. con delicada violencia. certeza de que las llagas se abrirán en nuestros ojos. y veremos. en lo oscuro.

 

 

 

antroposofario

 

las escalinatas emulan el sexo de un pájaro expandido sobre los omóplatos del sielo. hay alguien ahi? preguntan sus alas. hay alguien hilvanando el silencio entre las palabras? el plexo tirita un amargo recuerdo de eras congeladas en la mar del arriba: allí ya no hay nadie. el cuenco en su pecho oscila. rocía un anochecer líquido. membrano. camufluo. asexuado y albino. cresta que se le para porque allí ya no hay nadie. manos o pelos. pupilas ni vómitos. no hay silencios humanos. rompen su plexo. obstruyen sus comisuras con hierbas. pero son distintas manifestaciones del vacío. la ascensión se hace descalzo. en silencio y con el morral repleto de sangre. se moja cada escalón. se deja la marca. y se sigue.

 

 

 

 

Tercer Arquetipo Celeste

donde  dios es numero

 

la máquina no trivial habla. dice: éste órgano soy. y te señala. lamiéndote la espalda con ceros y ochos. pero en su trayecto al futuro se desarma. te nombra sielo. te incorpora en su programa divino. y te devuelve al desorden. mi ojo es un mapa. dice en polen sagrado en llamas violetas. soy bueno te grita. soy malo te llora. ceros después de su caída. miembros fragmentados. los conserjes lo levantan. le dicen la hora: jueves. pero la máquina no trivial se documenta y lapida: mañana resucitaremos! ni boletines de última hora ni biblias ni cantos. mi sexo es el texto. léeme, te pide, hasta hacerme acabar.

 

Extractos de La lengua del viento, Editorial CATAFIXIA, Guatemala, Enero 2010

 

 

Datos vitales

Olga Leiva (lund, 1981) ha publicado en antologías de poesía uruguayas y paraguayas y sueca. desde el año 2008 participa en  diversas lecturas encuentros y performances en el circuito artístico de montevideo, a destacar: el encuentro de poesía experimental organizado por el mec con la obra nadie vino por casualidad, donde investiga el poema collage;  en el evento boliches en agosto, organizado por el mec donde lee su libro inédito poema incendio;  en museos en la noche, organizado por el mec donde realiza una lectura performática de su libro de naipes nadie vino por casualidad; en toll con tierra en la boca que es también una investigación multidisciplinaria que funde la plástica, el collage y la poesía. actualmente está escribiendo su libro la lengua del viento a editarse en enero 2010 en Guatemala, editorial CATAFIXIA. Coescritora-coeditora de Bagre Japonés, de próxima edición en Argentina editorial MILENA CASEROLA, y en Uruguay editorial XXXXXXX.  

blog: www.tierraenlaboca-o.blogspot.com

contacto: galileova@gmail.com

 

 

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