A continuación presentamos una muestra de la poesía de Carlos Castañeda Desales (Huajuapan de León, Oax., 1979). Estudió la Maestría en Estética en la UNAM. Algunos de sus textos como ensayista son: Emil Cioran o el pensador diletante. Revista el Tabique, 2005; El Tao. Un camino del deseo. Revista el Tímpano, 2006.
Café de invierno
Esta tarde el café sabe a tristeza,
a un beso de mujer envenenada
que laceró mi cuerpo con sus labios
y los nombres perdidos de la muerte.
Sabe a días aciagos del otoño,
a la ausencia rotunda de palabras,
donde bebimos como animales de carroña
la última mirada de los astros.
Sabe a la sal del trópico,
a las batallas ásperas del amor
que van trazando pliegues en la carne
y en las genealogías de los huesos.
Sabe al lugar baldío del recuerdo,
ahí, donde lo amargo echa sus raíces
y a veces el desorden nos devora
con sus intemperantes remolinos.
Ecos
Creímos que las cosas durarían por siempre;
que el almendro donde reímos estaría intacto
–como si la formas del tiempo fueran inocentes-
y las palabras un refugio a la memoria.
Todo parecía eterno en aquella casa de penumbras;
la luz que se hundía en muebles y paredes,
el pasillo donde rodaban los mangos de la huerta,
ese sabor dulce de las mañana en los labios
con el que aprendimos a tejer miradas
y a desdoblar nuestros cuerpos en la lluvia.
Pensamos que así sería por siempre
y que al volver no sólo hablaríamos con espejos y fantasmas.
Tarjetas postales
I
A ella la habitan tres nardos azules,
tres corazones desmembrados al alba,
el amor mudo de un hombre sin rostro,
las sombras de una mujer ausente;
y una estación de verano que nunca fue.
II
Vuelvo a esta soledad de insomnes
con tu nombre perforando mi garganta,
repitiendo su infinito eco de cigarras,
su constante trepidar entre mis huesos.
Vuelvo, a la comunión de nuestra guerra.
III
Ella me mira como un extraño,
cree que he perdido el mapa de su cuerpo,
el jardín amortajado
donde dejamos una palabra rota;
la certidumbre de que no hay vuelta atrás.
IV
Ahora sé de mi ceguera enfermiza,
de esos besos que se dan al vacío
porque nos hemos quedado solos
en medio de los sonidos de la noche
y el canto adolorido de los perros.
V
Ella besa mi tristeza y se va.
Tiene los labios marchitos
de tanto ir a contraluz
y someterse al silencio de la tarde;
de creer que todavía existen las auroras.
VI
Tu ausencia cae en la ventana
de esta casa que se inunda en recuerdos;
en las grietas de mi piel fragmentada
donde hiciste un refugio a la infancia;
en las mañanas que tienen tu nombre.
VII
A dónde se va el otoño de tus ojos,
el claroscuro del día sombrío,
la mariposa que nace en la yedra.
Hacia dónde se va el rostro de la vida;
todo aquello que dimos al amor.
VIII
Ella guarda en su vientre cometas,
constelaciones de invierno
bajo las cuáles se embriagan los amantes;
laberintos sin retorno
que iluminan el lenguaje del tiempo.
IX
Cada mañana confirma nuestro adiós,
su inevitable herida entre las cosas
que alguna vez tocaron el deseo;
las caravanas de espectros opalinos
donde encuentro tu mirada fugaz.
X
Si supieras de esta tierra de exiliados,
de sus infranqueables noches
que pesan en mis ojos de nostalgia;
de cómo se transfigura la lluvia en tu rostro
y se desnuda la tristeza de los días.
En este lado del páramo
Aquí todos aprenden a mirar la ausencia,
a tomar las tinieblas en sus manos
y coserse el insomnio en la nuca;
a guardar el dolor en los bolsillos
como si fuera un diario de galera
donde se quedan nombres desterrados.
Aquí, el corazón se llena de rocas,
de promesas que nunca se cumplen
pues sólo se clavaron en desdichas
y en el manto celeste del desierto.
Aquí se va al recuerdo con los muertos,
se aprende de sus rostros,
del invierno que llevan en el cráneo
y su largo trotar de espantapájaros.
Aquí, precisamente aquí,
un sol negro se adueña de los hombres solos.
Datos vitales
Carlos Castañeda Desales (Huajuapam de León Oaxaca, 1979). Tiene estudios de maestría hechos en la Universidad Nacional Autónoma de México en el área de estética. Ha publicado los siguientes escritos: Emil Cioran o el pensador diletante. Revista el Tabique (publicación trimestral) Trimestre Julio-Agosto-Septiembre del 2005; Sexualidad, Capitalismo y Estado. Revista Tabique (publicación trimestral) Trimestre: enero –marzo del 2005; El Tao. Un camino del deseo. Revista el Tímpano (publicación mensual) Febrero del 2006; Voces animales. El poder en la fenomenología de Elías Canetti. Revista el Tímpano (publicación mensual) Junio del 2006; A ojo de pájaro. La literatura de Héctor Gally. Revista el Tímpano (publicación mensual) Diciembre del 2007; Georges Bataille o la experiencia del instante. Revista el Tímpano (publicación mensual) Junio del 2008; Alquimia. Revista el Tímpano (publicación mensual) Abril del 2008; Poema sin título. Revista el Tímpano (publicación mensual) Julio del 2008; Poema sin título. Gaceta y ahora qué sigue… (publicación mensual) Octubre del 2008. En proyecto está la publicación de una antología de jóvenes poetas morelenses en la que participa.