En el marco de la serie “Poesía argentina actual”, preparada por Nicolás Pinkus, presentamos la poesía de Martín Moreau (Ayacucho, 1981). Con La malcogida -zamba de doble sentido- incursionó exitosamente en el folclore, pero la consagración definitiva le llegó de la mano de Foucault y su verdad de milanesa, donde refuta al autor de Las palabras y las cosas sin haberlo leído.
Campera de jeans
Me volví antes y puse la tele.
La campera de jeans quedó
abrigando el respaldo de una silla.
No podés vivir la vida así,
con ese miedo a mancharla romperla
como si fuera una campera prestada.
PreTexto
La lectura y escritura como tomar mate solo.
O sea, si el mate no es más que
un pretexto para el diálogo,
en el hecho de tomar mate solo
se da esa paradójica conjunción
de elementos que, en mi caso,
conforman la experiencia
literaria: lenguaje y soledad.
Así, entre uno y uno mismo,
la comunicación está pero
incompleta y a la vez cumplida.
En ese contexto, mi escritura
podrá ser entendida como
una mancha más de mate
que se me cayó en la hoja.
a Cristo mi precursor
Cuando la Tierra era
plana como el mapa
de la llanura pampeana
y la historia antigua
descontaba sus años,
los átomos que me componen
andaban dispersos por ahí.
¿No te tocó un chicle bazooka
anunciando mi advenimiento?
Echada la cuenta de los planetas
los entonces y las caras,
en esta anatomía
mis átomos se complicaron.
Que salten las alarmas de los autos,
que los celulares se queden sin señal.
Incontenible. Inalcanzable.
Allá del planisferio y los relojes
y de los espejos, soy el desconocido
que chau a tu pasar.
No vengo a tocar timbre
los domingos a la mañana,
redimirlos de ese odioso dios
es el mandado que tengo.
Levanto los puchos tirados
y le doy una pitada, así
voy siguiéndole el rastro.
Con tal de un probar de ajenos secretos
también supe empinarme su vino divino
y en el fondo si Cristo
le hubiese visto
la cara a cara a Dios,
jamás habría ido a la Cruz.
Desconocido pero inconfundible
soy algo más que el número
de átomos míos. Mi nombre
completa los crucigramas.
No hay mapa que me pueda contener
ni los cronómetros pueden alcanzarme
los espejos no pueden reconocerme
los espejos. Dios está en todas partes
no puede huirme.
La llorona
Mi vieja era medio rara,
le rezaba a la estampita
esa de Perón y Evita
antes de acostarse para
que a mí nunca me llevara
la llorona me decía.
Por eso que me ocultaba
abajo la cama mía
cada vez que se escuchaba
la sirena de policía.
Copyright
Haz siete (7) copias
de este libro y repartilas
entre tus seres más queridos.
que en una semanita a más
tardar serás gratificado.
¿ATROPOS SALTA O ATLAS SOPORTA?
Como decir nudo al revés, un nudo desnudo,
ciego como los girasoles
como un pan con edad de piedra
como un centauro con cara de caballo
como un puto cuadrúpedo
ayudín ayudín
lima limón
es fauna pero
NO EL LEON ¿O como Analía
ARROZERES SERÉ ZORRA?
nunca un palito de la selva
¿perro ladrón, bagre sin afeitar?
¿quién se cree que es para ser eso?
bueno como el pan pero no engorda
como el pampero habla solo
como él solo ¿es o se hace?
Cuentan las malas lenguas malhabladas
Que el gremio de domésticas empleadas
lleva hoy como bandera a la victoria
cinco nubes a media asta anudadas.
No habrá nunca gorilas en la gloria.
Como una vieja más chusma la Historia
barriendo las veredas repasadas,
sin pensar que a esta altura tu memoria
nos vendió cantidad de horas usadas.
Patria que sangra como un cielo herido,
¿la JP o el PJ disidente?
– dos negros renegados del partido.
La guitarra te acuerda al siglo veinte.
Cómo va haber lugar para el olvido
donde sólo el pasado está presente.
POXI-ran
¿Nunca viste un eclipse de sol
con careta de soldar?¿Viste cuando
prendés la radio y se te pega
el reguetón que están pasando
y no te lo podés sacar de encima?
¿Te estás quedando pelado o es
una ilusión óptica? ¿Viste
que los desaparecidos son todos
re parecidos? ¿La luz pestañó
o fuiste vos? ¿Nunca te bañaste
con el calefón enchufado?
¿Estás OK ¿Estás OK
o estás KO? o estás KO?
Datos vitales
Martín Moureu es un autor inédito, nació en Ayacucho, Buenos Aires en 1981. Con La malcogida -zamba de doble sentido- incursionó exitosamente en el folclore, pero la consagración definitiva le llegó de la mano de Foucault y su verdad de milanesa, iracunda diatriba donde refuta al autor de Las palabras y las cosas sin haberlo leído. A su fértil imaginación le debemos los siguientes títulos sin escribir y/o escritos: Góngora o el antílope, Lo que se va por el agujero del trapo de piso, Cada mes es una boleta de la luz, Frases para ALMANAQUE 2005 (selección inconclusa). Sin Tácticas es lo más parecido que ha hecho a un libro…