Patente de corso: Max Alhau

Presentamos, en versión de Fabienne Bradu y del poeta peruano Porfirio Mamani Macedo, algunos textos del escritor francés Max Alhau (París, 1936). Es poeta y novelista. Por su trabajo narrativo ha merecido el prestigioso  Grand Prix SGDL de la Nouvelle y, como poeta, ha sido distinguido con el  Prix Antonin-Artaud. Sus poemarios más recientes son Proximité des lointains ( l’Arbre à paroles, 2006 ) y Du bleu dans la mémoire  ( Voix d’encre, 2010 ).

 

 

 

 

 

Desnuda tu palabra,

exorciza el día,

y después sospesarás la lluvia,

subirás el camino

para dar la espalda

a tantas sombras,

a las muchas siluetas diáfanas

cuyo nombre a penas

tiembla en tu memoria.

 

El manantial, es realmente

lo que más anhelas

y que te será restituido

poco después de haberte detenido

sin que te importe el plazo.

 

 

 

– : –

 

 

Partirás

con la ligereza de un escolar

en la víspera de las vacaciones.

Atravesarás los bosques

que manchan el cielo,

los torrentes con sus aguas derramadas.

Solo serás una hierba viva

esbozando otro destino

al margen de esta tierra.

 

 

 

– : –

 

 

Ya no busques entre los arrecifes

el paso más seguro,

hace tiempo descubriste

los territorios enroscados en tu memoria,

las estaciones al alcance del aliento.

De la tierra, iceberg destinado a la debacle,

eres el habitante incierto,

aquel que deserta al amanecer

cuando las raíces se liberan

de un árbol a penas delineado.

 

Tú ya no eres de este país

sino de ese otro

ignorado pos las mapas.

 

Lo nombras sin temor.

Ya te pertenece.

 

 

 

– : –

 

 

Solo avanza si el cielo está despejado.

A lo lejos un camino sin principio ni fin:

afirma su soledad; la tuya, entrégala

a los campos, al claro que se anega

en una luz tardía.

 

No intentes ver hacia atrás:

convivir con las sombras

es perderse para siempre por el camino.

 

Acepta por el silencio en la complicidad

del aire, de un aliento que va menguando.

 

No temas el exilio, el despojo.

Bastaría nombrar lo que te rodea

para saber que durar es inapelable.

 

 

 

– :-

 

 

 

Desecha tu lápiz,

deja la página en blanco,

conformándote con mirar los abedules,

los sauces y demás árboles,

con tomar el agua en su fluir,

con solicitar las praderas.

 

Cuida de las nubes y las colinas,

del fuego y sus cenizas.

Sitia el alba al igual que la noche

para mejor dar la espalda

a lo que fue solo resplandor,

espejismo que tu ojos

han desterrado de su horizonte.

 

 

 

Poemas sacados de Del asilo al exilio ( Vaso roto, 2011 ) y traducidos por Fabienne Bradu.

 

 

 

 

 

 

Te tienes a distancia

de un pontón, de un seto.

No miras lejos

sino hacia el centro del mundo

que no has conocido

tan cerca y sin nombre.

 

Nunca te has ido

sino resistido a todo

has dado media vuelta

a la hora del crepúsculo

cuando el sol presiente

que pronto la noche rebalsará

 

No esperarás más

que un poco de lluvia

llegue a borrar

lo que queda de tu paso

 

 

 

– : –

 

 

 

Siempre serás

el exiliado de un país

sin orillas

sin cesar al encuentro

de un apalabra, de un rostro.

 

Siempre pactarás

con las sombras, los ausentes

tú que tanto les pareces.

 

Avanzarás

más cerca de los precipicios

de espaldas a la luz

la mirada hundida

en la noche

olvidadizo de vendimias

de cosechas de alto linaje

hasta que un rayo

te fulmina a pesar de todo

rama quebrada de golpe

y te libera de tus deudas

como de toda espera.

 

 

 

– : –

 

 

Avanzamos hasta el final de lo inacabado

uno se desprende de sus propios pasos

para continuar el viaje

o aproximarse de sí mismo

pero sin alcanzarse jamás

 

Y cuando se abren las cerraduras

el agua se congela de pronto.

 

 

 

– : –

 

 

 

En este instante, tal vez

se oculta tan solo su nombre

se abre las manos hacia el cielo

para cosechar estrellas.

 

Somos el hielo que vive en su sombra

aquel que advierte al tiempo

contra la eternidad y sus excesos.

 

No somos de ninguna parte sino de aquí

andamos, erramos, volvemos a nosotros

para englutirnos mejor

a las primeras horas del levante

 

 

 

– : –

 

 

 

La odisea acabada, los últimos arrecifes cruzados

son olvidados: Calipso y las Sirenas.

Regresamos a Itaca o a otra parte

no queda sino contar las nubes

a mirar los sobresaltos del día.

 

La memoria almacenada para otros episodios

capítulos sin consecuencia

apenas uno se encuentra al abrigo

en un puerto familiar

donde  caen los últimos fantasmas

que invitan a despedirse

a soplar sobre las brasas

para que al fin el incendio pueda recomenzar

y que no subsista nada más

de lo que fue el camino inicial

ahora enterrado, perdido en la niebla.

 

( inédits ) Traduit par Porfirio MAMANI MACEDEO

 

 

 

 

Datos vitales

Max Alhau ( 1936, Paris ) es Doctor en Letras por la Sorbonne. Fue profesor de letras y encargado de misión para la poesía a la Universidad de Paris X – Nanterre. Ha publicado una veintena de poemarios y obtenido los galardones Antonin Artaud, Charles Vildrac, Georges Perros. La edirorial Vaso Roto ha publicado Del asilo al exilio ( 2011 ), poemas traducidos por Fabienne Bradu. Ha participado en 2012 al Encuentro de los Poetas del mundo Latino.

 

También puedes leer