De nuestros lectores

Presentamos algunos textos de nuestros lectores. Esta sección aparecerá los días sábados. Si deseas aparecer aquí, manda tus textos al correo circulo.poesia@gmail.com con el asunto “De nuestros lectores”.

 

 

De versos y bancos

¿Qué haría un verso en las bóvedas de piedra y metal de un banco?

Que el dinero hace de verdad mentiras, y de mentiras verdades, dijo el Archipreste de Ita.

La poesía, ¿Qué hace?

De mentiras hace mentiras, de verdades hace milagros.

¿Cómo sería un mundo cuyo valor de cambio fueran versos?

Los bancos guardarían en bóvedas los libros de cantos milenarios.

En las casas de bolsas, tendríamos corredores de sonetos, décimas, octogésimas.

En lugar de metales, circularían por el mundo títulos, un “Altazor” por una “Piedra de sol”

calibrados por la potencia de su galope rítmico, ilusión encabalgada y otras destrezas de la

palabra.

Los cargamentos de riquezas se transportarían por el ancho océano de la palabra.

Los niños irían a las escuelas a prepararse para una vida y futuro de canto y verso.

Y entonces el alimento, vestido y techo, serían solo eso: alimento, vestido y techo.

Herederos de lenguaje y música, iríamos por la vida haciendo pan-pan y vino vino.

Los poetas queremos bancos.

Los llenaremos con monedas de a verso,

jardines con pétalos redondos de palabras

¡porque sabemos que la vida

vale el brillo sonoro guardado en la cuenta de los días!

 

Datos vitales

Tania Hernández Cervantes nació en Culiacán, Sinaloa, México. Sus primeros poemas aparecieron en una colección llamada “Antes de los veinte” publicada en su ciudad natal. Estudió licenciatura y maestría en economía y actualmente realiza un doctorado en Estudios Ambientales en la Universidad de York, en Toronto, Canadá. En Toronto ha sido invitada para leer poemas inéditos en el Festival of Images and Words, organizado por el Glendon College de la Universidad de York y en el foro Casa Maíz. El Intercultural Forum Diálogos con base en Toronto, ha publicado y traducido algunas reseñas literarias y poemas de su autoría.

 

 

Por el camino de la ascesis

Ha llegado el momento de la firme convicción

de que el amor todo lo mueve y de que somos

más que un cuerpo, un andante pulso en busca

de aire, donde poder sentirse libre como las olas.

Somos andariegos latidos en un mar de sombras

y de luces, buscamos la armonía como un sueño,

necesitamos recrearnos en el verso que palpita;

crecernos y creernos que cuanto nos rodea, vive.

Buscamos la poesía que no hallamos en el diario

del camino, perseguimos el silencio que no es,

y, sin embargo, huimos de nuestra propia mística,

como si el espíritu no conviviera con nosotros.

Ceded a la soledad, tomadla como compañía,

vivid los abecedarios del alma, retened el tiempo

con el sigilo preciso para reencontrar la paz

consigo mismo, en armónico orden con la vida.

Estamos llamados cada día a dejarnos moldear

por las profundidades interiores de cada uno,

por el aliento celeste que agita nuestros pasos

para cruzar el umbral de lo visible e invisible.

Hacia esas cimas del gozo más sublime vamos,

renunciemos a ser objeto, anunciemos darnos

y no quedarnos con nada, tan sólo con el yo,

para ser consuelo en el tránsito de las almas.

 

Víctor Corcoba Herrero

 

Los signos del alba (1)

El alba crece

vertical, indemne,

desde los pensamientos,

desde la superficie…

Su mano en mi hombro

pacta con mi muerte;

da nombre a mi día

—ora fractal, ora rizoma—

con ventanas abiertas

hacia el afuera del ahora.

La pared en la mano: camino

perpendicular; la lámpara

en la escena:

hoguera de hoy en más;

en adelante el alba

me cura de recuerdos

y acaricio en el ya

la fragancia, la luz blanca,

el ruido blanco

de su dulce locura clarividente.

 

Luis Fernando Ortíz Rodarte

 

 

 

 

 

El lobo

 

Yacía postrado, cual alma perdida;

Entre las paredes fúnebres aquella pieza

-O se le escapaba la vida-

O se le perdía la cabeza.

 

Acechado por la tos,

De un arcano fantasma

Se le iba la voz

Perseguido por el asma.

 

Entre falsas dudas quiméricas,

Y recuerdos de tiempos lejanos;

Gastaba sus horas en polémicas,

De por qué el no era humano.

 

265 años desde que vio al mundo,

-Por vez primera en un otoño-

Dilucidó por un segundo,

Que tras toda su grandeza;

No era más que un retoño.

 

-Neptuno Heise.

 

 

Datos vitales

Mario Barriga. Nací en el pueblo de Coronel ubicado en Chile el 1 de Julio del año 1995

para luego vivir mis primeros años en Lota donde empecé mis estudios básicos.

Tras un tiempo de vivir con mis abuelos mi padre encontró trabajo en Santiago y nos fuimos a vivir ahí con el, actualmente entré a estudiar derecho a la universidad de Chile, soy miembro de poetas por el mundo y escribo un blog bajo el pseudónimo de Neptuno Heise.

 

 

 

 

 

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