Presentamos algunos textos de nuestros lectores. Esta sección aparecerá los días sábados. Si deseas aparecer aquí, manda tus textos al correo circulo.poesia@gmail.com con el asunto “De nuestros lectores”.
Metafísica
por Tecla
Purpureo y adiabático: ciclo inconstante que lame herraduras.
Sacudidas y lapsus.
Rivera insolente que remueve el iris de ojos sublimes.
Son duros y lo parecen, también son inmensos y no caben en lugar alguno.
Son inconmensurables, inigualables y extrañamente íntimos, ligeros y transportables.
Mujeres y sus cabelleras,
Punzantes hilvanadas al viento.
Espuma dibujada sobre la almohada.
Música saliendo de un oído: camino escurrido de baba de caracol.
Concavidad es el hueco dejado en la cama,
Lugar es el espacio recorrido por el tiempo. .
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La primera vez
por Neftalí Venancio
El día que te vi por vez primera
Las estrellas cayeron sobre este planeta,
El cielo se derrumbó tras un gran estallido.
Un cometa golpeó mi cabeza,
Sin causarle daño prosiguió su camino
Llevando consigo lo que en algún momento
Pudo ser mi cordura (o lo que creía tener de ella).
Podría jurar que el universo se puso de gala
También que sacudió todas las constelaciones para
Que pasearas sobre ellas,
Cuando te vi por primera vez
Sabía que algo era distinto,
Las nubes bailotearon al compás del sol,
Y los pájaros decidieron desechar su voto de silencio.
La primera vez que te vi
La mañana brillaba como nunca,
La primera vez que te vi
Quede fulminado por tu mirada.
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Pulsar con acento ciego
por Makarena López C.
Desde el vientre del tiempo
la muerte, el hijo de todos,
el embarazo universal,
espera a nacer..
Sólo en aquel instante
soy el grito del mudo,
encajonado en la súbita urgencia.
Somos un breve parpadeo
que acontece ante la materia
desde el punto ciego de la confesión.
Pero entonces,
en el epílogo de mi cuerpo,
hago nacer la muerte
y la muerte me hace nacer a mí.
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JUSTO FUEGO
por Ignacio San Martin
Nazco solo y desnudo en el asalto de las simas estañosas de la noche
……….y su fino trasfondo de poterna de parasol sin ojo sin mirilla
a la hora exacta del incendio de las caparazones perfectas
……….portadoras de sombras fundidas y ciclones de plata
a la hora exacta del despiojamiento de los astros errantes
……….y la exaltación de los cielos vermiculares
a la hora exacta en que dios me da vuelta su espalda de gran reptil
y las polillas del alba preñadas de soles intactos se fijan a la corteza lisa y fulminada
……….de todas las bocas orquidales de todas las ciudades inhumadas de todos los rincones abismados
……….del mundo
Oh vergonzoso alumbramiento
Los días cuentan los días de soles en las esclusas resecas de los canales celestes
toda la materia lactescente recama el flanco campanulario del mundo
……….y cimbra las venas ebrias de los sicomoros
……….las sienes de las costas sincopadas por las riberas hiperbólicas
……….y las fulguraciones opalescentes de los lechos lamosos del mar
El oído del mundo se hace sordo bajo el latigazo de los densos temporales
en cuyo seno espero a la mujer de los coros del crisol de los girasoles en boga
……….de los blondos jardines de estío
¿Me amará acaso con mis pies de fosforo
mis días incandescentes de noctambulo en el azoramiento ululante del ardor
……….de las enramadas fósiles y su fuego central
mi amor de orillas sin portulanos lógicos besando tímidamente
……….la boca errante del mar
mi soledad de los cuatro puntos cardinales
……….de sus glaucos golfos brotando por los desagües roncos del mundo
……….de sus tibias estaciones del polen
……….de los campos hilándose solos en tendales harapientos?
Umbela
y racimos de bocas blandas
mordiendo la escolta de los falsos temporales
En el día umbroso saldré al mar como un nadador sin orillas sin huellas de errantes marejadas
y mi débil estela será el embalse donde irá a parar el desove de las rémoras celestes
y pecios hinchados de hedores espesos asumirán el color de las costas despellejadas
……….de todos los abismos perdidos del mar
……….de los parpados de los ángeles de la guarda de los ahogados
Ah fraterna luz de cromosomas ictéricos
en tus ocasos secretamente sonoros callan mis andamiajes chirriantes de neurosis
……….¡Soles malsanos del ocaso horadado de afanes y alveolos eléctricos!
……….¡Pesadas vigilias del bórax de las noches hialinas!
Ah dulce icor de sombras hinchadas de níqueles y plomo
hacia tus costas febriles rampantes el sueño lleva
sus proas de pico de cuervo de lucida sangre
y las horas sin nombre del reposo de los hombres
se abren en rotas bocas de trompetas bajo lunas lisas de grandes limaduras
en gruesas crines de hipocampos bajo velámenes de sombras de robles
……….erguidas en robles flamígeros
lento delirio de gargantas orladas de parvas quebraduras
mástiles donde se rizan las fibras del ansia de los hombres
Oh bautismo de guerra
bautismo de balumba
bautismo de arcadas de gargantas de granito y lágrimas de glaucoma
Vendrá el día
con sus asaltos de escolopendra y sus largos espigones de caravanas fúnebres
en que nos sentaran a la mesa de los fusileros de sus bocas de jaurías álgidas
y nuestro pan será el pan negro de las noches salmodiantes y sus sobras serán
el ayuno eterno en el seno de los días lactantes que nos sucederán
Las arenas agoreras del desierto martillaran por siempre la aurora madre acurrucada en sus molidos orientes de palmas desfogadas y los hombres sorberán de sus dedos yermos de la estirpe de lúnulas fulminadas las lanzas que la patria en su paroxismo calle, la tierra rezumara las maduraciones del miasma, los vapores bochornosos de sus roncos catarros, y sus enjambres nudosos pegados de efluvios opalescentes entornaran .las frentes terribles de las boas fantásticas que embridan los cuerpos del ansia de la libertad.
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-ETERNIDAD
por Rosa Lía Cuello
No fue fácil deshabitarme de entregas
cuando la lejanía me inundó el alma
mi paisaje exterior se detuvo entre tinieblas
y fui la que se miró en los espejos de la noche.
La oscuridad me despobló de mentiras
y arrinconé los gemidos en el campanario
donde las palomas inauguran las distancias.
Hoy soy la que florece en la lentitud del invierno
cuando el génesis del tiempo principia los relojes
mientras se vacían mis cuencas
en la infinitud de la lágrima no llorada.
Hoy emprendo el camino de regreso
y fragmento los destiempos del silencio.
He ahogado tantos gritos en soledad y desvelo
he callado por costumbre me he desollado por dentro
he desterrado las sombras en el perfil del exilio
he destejido recuerdos en los remansos del sueño
he lavado mi adentro para evadir las memorias
y me embriago en los eclipses
para soltar las amarras de mi eternidad.
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canto primigenio
por Georgina Mexía-Amador
temerosos a la vislumbre
ceguera —creación interrumpida—
la colmena se llenó de hombres
que olvidaron la penumbra
la sacristía
el altar de la caverna.
como ramillete de pájaros incendiados
buscaron alimentar la palabra,
la sílaba unigénita.
tallaron la piedra, horadando cálices
y memorias de un mundo que se desplegaba
ígneo demasiado pronto.
se regocijaron en la fécula, en el ciervo
en la bronca languidez del bisonte.
cantaron, urdiendo siempre con la flecha
los recovecos del insondable asedio a su conciencia.
no bastó el tambor para iniciar el viaje:
el éxodo de la carne exigía mayor tributo que sólo un escape de sí mismos.
múltiples alientos al ritmo de un tambor en ascenso:
tambor que perturba
tambor que agita
tambor que hiere
tambor que estremece.
el hombre enfrenta su desnudez palpable, tácita
cuando se desprende al fin de su armazón
en un rito que no es posible sin aullidos
no acostumbrados aún al eufemismo.
un viaje a donde el cuerpo —cascarón amorfo—
no precipita
no sumerge
no conduce.
es necesario el vuelo con tambores —ritmo primordial, cardíaco—
para que las sílabas asciendan sin estertores
en el limbo de la caverna y la luz.
los hombres amasan en la cúspide de su éxtasis
—no se rinde el tambor: cada golpe es aliento transitado de lumbre—
el nombre de las primeras deidades.