Poesía mexicana: Adolfo Castañón (Foja de poesía No. 476)

1

 

 

Poema en lluvia

Mil ojos

armadillos

flotan en tu recuerdo

lunas menguantes

en el cielo matutino

dejan en la piel

vagabundo aroma de naranjos

te envuelven en su manto

de ojos asombrados

abren unared libélula

para atraparte

(¿por qué soy tuya ? )

 

 

 

 

 

2

Como quien quita piel a un fruto

Si eres fruta

come los labios que te comen

y dibujan rombos entre dos lenguas

que se trenzan en su bóveda boca

 

Al adentrarme en ti

me abro y estrellas

al ir hacia tus brasas yelo

 

Mis ojos te oyen ulular

mientras te agito como una bandera

tiembla en su fuego:

tus dientes se hacen ojos

 

Soy polvo bailando

al compás de tu soplo

cicatriz enamorada

llaga cantarina

 

De tanto que  muero muerdes

Caigo desaliento

de tanto subirte

(El placer juega

a los palos chinos)

 

Nos ahogamos uno al otro

Delfines surcando espumas

ángeles de hielo en vilo

espejismos entre rocas

riscos altaneros

 

Apenas cierro los ojos

llega tu eco quitándose

la piel como una fruta

 

Este alfabeto se escribe

y lee desde ambos lados del espejo

sus letras rasguñan instantes entredientes

No hay pausa no

Dime que ya no

 

 

 

 

3

En las páginas del tiempo

se  esboza  el  instante

La  luz  empieza  a teñir  cielo

canta  un   pàjaro

sale una  estrella

de  su  baño  oscuro

canta otro como  su  eco

zumba un  grillo

quizá  son  varios

trazan  contra el  silencio

un  horizonte  fosforescente

aùlla   perro

maulla   gata

tañe  campana

algarabía

asombra   follajes

viento de  voces

voz sin  eco

Lo  percibido

es la raíz

atenta

al  fruto de algo

se  alza  el  viento

como un  pregón

a  lo  lejos    ecos  de un motor

cerca el manso  tic-tac

envuelve un  reloj  despertador

ecos  de un  avión  lejano

se acercan

gotea quietud

el  tiempo

–y tú  tardas tantas tardes

en  llegar

 

 

 

 

 

4

 

Escena invernal

 

En el jardín de una casa abandonada, entre las hojas húmedas y yertas, algo brillaba con raro fulgor.: el cráneo diminuto de un pájaro muerto hacía tiempo. Intacto, su pico hacia mucho no se abría para cantar. Limpié la casi transparente y frágil osamenta y busqué donde darle sepultura. Elevé una plegaria muda por la canción nunca oída. Entre mis dedos sólo queda el recuerdo tacto de una esfera que alguna vez algarabía envuelta en plumas de polvo…

 

 

 

 

 

 

5

Pequeño mapa para llegar  a Oku

 

 

Una silla y una mesa

ante el jardín

¿Una terraza con sombra?

Es un alto balcón

hecho de años y atención

adornado por algarabías

gorjeos, cantaves

Desde esta altura

miro la ciudad

como un lago petrificado

En lo alto de la montaña

soy montaña

El sol quema la superficie

de mis piedras

el zumbido de las chicharras

hiere el oído demoniaco del mediodía

No hay reloj

Las horas se miden por la luz

a la luz las nubes le van poniendo grados

Sube el calor como el humo de un incendio

aislado en las montañas

Llegan hasta aquí los ecos de las noticias

con su olor a yesca recién quemada

Mañana -me anuncia con su carcajada

un pájaro—

vendrán unos amigos

Ayer nos visitó una pareja

de aves azules con largas colas brillantes

Miro la tierra en el sonido del viento

que pasa entre las ramas del bambú

A lo lejos el motor de una avioneta

pone al cielo de esta tarjeta postal un timbre

Ayer viajé tinta adentro

por  un  antiguo  mapa  venerable

La maleza de la caligrafía japonesa

no me impidió visitar lugares y santuarios

Iba siguiendo a un par de hombres :

uno le abría paso a otro

como si fuese un maestro

–lo era

Los vi recoger como guijarros

vistas instantáneas del camino

A cada trecho

se detenían a saludar

aquí un insecto

allá una gota trémula

posada como mariposa

sobre una hoja

Abrían sus cuadernos

de vez en cuando

y volaban hacia adentro

con pesadas alas de tinta negra

Yo los seguía en su camino

En aquel bosque fanstasma

entrevisto desde el balcón de mi terraza

no veía ni oía yo a nadie

salvo el canto sordo

de los acentos

sobre las vocales

Un pájaro canta

detrás de otro

jugando a las escondidas

Los troncos gimen

No me siento ajeno

al canto del gallo

que saluda en la madrugada a la tierra.

 

 

 

 

 

6

 

POEMA INÉDITO

 

Me estremezco

frio el estómago

vértigo mareo

como Darwin en la selva

nausea

crisálidas o mariposas

en la boca del estómago

raspan campanas

llueven cascabeles

tanto frio tanto calor

tanta sed de tanto mar

de tanta mar tanta sed

se pone la carne

de gallina de Guinea

tiemblo como un

periquito australiano

no puedo dejar de temblar

al viento un estandarte

se duerme en el asta

no sé si despierto

o si tiemblo

cráneo cortado

cerebro llaga

adentro estallas estrellas

arcoíris tiembla

se iluminan los sonidos

el mundo tiembla en mi sismo

se abisma abismo

el cielo se abre desaparece el cielo

no se a dónde vértigo

llueve deja de llover

en cada pájaro cantan muchos pájaros

se les caen las plumas a los sacerdotes

se me ponen de puntillas los pelos

y vienen descalzos los versos sin pie

siento que ya llegué

siento que ya me puedo ir

—al pensar en ti.

 

 

 

 

7

‘‘El jardín de los dos cuentos…”

 

Había una vez un gigante egoísta al que no le gustaba ni que los niños fueran a jugar a su jardín —cosa que en última instancia toleraba— ni mucho menos que hubiese otros gigantes o gigantas que le hicieran competencia en eso de atender a niños sin jardín de niños. Eso realmente lo ponía furioso y era capaz de acabar por ello con todos los jardines, con todos los otros gigantes e incluso con los juegos mismos, aunque no se atreviese demasiado a mirar al espejo para preguntarle quién era el gigantes más egoísta, pues era tan desconfiado que hasta sospechaba de los espejos, sobre todo si habían pertenecido a un peluquero, como lo había sido el abuelo del gigante que, gracias a lo bien que cortaba el pelo, se había podido comprar un jardín para heredarlo a sus nietos gigantes que tendrían todo el derecho de que los niños no fueran a jugar a su jardín….¿Quieres que te lo cuente otra vez?

 

 

 

 

 

Datos vitales

Adolfo Castañón (Ciudad de México, 1952). Es  autor  de  diversos  poemarios  como por  ejemplo ”El  Reyezuelo”,  ”La otra  mano  del  tañedor”,  ”Había  una  voz”,  ”Cielos  de  antigua” ”Recuerdos  de  Coyoacán” y  ”Tránsito  de  Octavio  Paz”,  recogidos  en  ”La  campana  y  el  teimpo”  (Lima. México ….),  ”La  tercera  mitad  del  corazón”  ,  su  cosecha  más  reciente  de poemas  fue editada por  el  CNCA  en  2012….Es  autor también  de  libros  de  cuentos  y  de  ensayos. reunidos en la  serie  de  Paseos. ”Lluvia  de  letras ”  se  titula  la antologia  de  poesia  iberoamericana  que  publicó  en  la  UNAM…El más reciente  ejemplo  de  su  tarea  crítica  es  el libro  de  ensayos  sobre  poetas  hispanoamericanos  publicado  por  en  2014  por el  Sello  de  la  Unviversidad  Veracruzana  y  donde  se r ecogen  textos  sobre  José  Moreno  Villa,  Fina  Garcia  Marruz, Octavio  Paz,  Gonzalo  Rojas,  Rafael  Cadenas,  Gabriel  Zaid,  entre  otros,  Como  traductor, se  le  debe  la  versión  al  español  del  libro  de  George Steiner,”Después  de Babel .  Aspectos del  lenguaje  y  de la  traduccion”-  Con  su  libro  ”Alfobnso  Reyes,  caballero  de la  voz  errante” ,  la Universidad  Autónoma  de  Nuevo  León lo  distinguió  con  el  reconocimiento al mérito  editorial.  Colaboró  varios  lustros  con  el  Fondo  de  Cultura  Económica  donde  participó  en  la  edición de  obras  de  muchos  autores  y,en  particular,  de  las  obras  completas  de  Octavio  Paz. Es  miembro  de  número  de la  Academia  Mexicana  de  la  Lengua.

 

 

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