Presentamos los poemas que conforman Petit cahier du grand mirage de la poeta Zingonia Zingone (1971). Poeta, ensayista y traductora. Creció entre Italia y Costa Rica. Y, aunque la lengua poética de la mayor parte de su obra es el español, estos poemas fueron escritos directamente en francés. Incluimos la traducción de Sergio Eduardo Cruz (1994), al español.
Petit cahier du grand mirage fue publicado recientemente por la editorial francesa Éditions de la Margeride con ilustraciones del artista plástico Robert Lobet. Este trabajo se enmarca en la colección llamada Connivences cuyo objetivo es la construcción de un diálogo entre poesía y pintura.
Petit Cahier du Grand Mirage
I.
il y a des choses
qu’on ne peut dire
des moments qui restent
emprisonnés dans l’être
crient
cherchent le chemin
vers une oreille sœur
éclatent de l’intérieur
étincelles qui se perdent
dans la quotidienneté
affrontent le Minotaure
et ne trouvent pas la sortie
trahies par la sourde
sourde Ariane
II.
je connais la théorie
l’inexorabilité
de ses axiomes
les collines qui séparent
cette verte vallée
de la plaine
des forêts
des précipices
la voiture monte
virages devenues rideaux
tu te serres contre moi
et dans la subtile répétition de ta présence
tu démontes
toutes les propositions
III.
tu cherches mes yeux
parmi les bois
et la frontière
l’automne enveloppe
de ses feuilles
une brassée d’émotions
je fuis
entre l’estampillage des passeports
et les bouts de cigarettes en flammes
je m’échappe
de ta main pour retrouver
tes lèvres
IV.
l’inattendu porte ton visage
comme la nuit
entrant sur la pointe des pieds
invisible
aux ombres, à leurs lumières
comme
si tu avais toujours été
celui qui forge la boue
l’argile entre tes doigts
la légère ondulation des formes
comblant la cruche
de rêves éparpillés
comme la vapeur saisie
dans les filets des cheveux
pêcheur qui lève l’ancre
et déplie les voiles
vers l’horizon
sous la semonce
d’une nouvelle aurore
V.
ce matin
quelque chose m’empêche de boire
un violoniste tzigane
accompagne le chant de ma langueur
j’étends les jambes
au-dessous de la table
pour te chercher
le vide
la tasse de café se fait lourde
la mer, calme, paraît en deuil
heureusement
les nuages ont séché
leurs larmes au vent
je confesse
je t’ai rêvé
bouleversement des bouleversements
VI.
je cherche ton nom
dans les chants du Paradis
lorsque les houris
dansent autour d’un arganier
tout près de l’Enfer
VII.
te souviendras-tu de l’enfant
qui te suivait
secouant un tambourin
le vent
ébouriffant ses cheveux
et un sourire
dévorant son visage ?
te souviendras-tu comment
il gravit la montagne
la besace à l’épaule
et un mot
brûlant ses lèvres ?
te souviendras-tu comment
pendant la nuit
il couchait le soleil
dans son peignoir
hébergeait les étoiles
dans la paume de son rêve ?
si jamais un jour
tu ne t’en souvenais plus
penche-toi un moment
au delà de l’oubli
au delà de la cime
de l’Atlas
penche-toi
et tu entendras un écho
qui survole le temps
sommet
de ce désir
VIII.
aujourd’hui la pluie
inonde le terrain
et le vert des feuilles
devient foncé et luisant
miroir qui reflète
les imperceptibles
bruits du cœur
l’humidité pénètre
la salle, trouve refuge
sur ma peau, hydrate
la solitude qui monte
en spirale
en compagnie de la mémoire
tout autour
de mon âme
j’attends
le jour doré
où les mirages
s’évaporeront
laissant ton image
seule, étincelante
sur les hauteurs de la dune
Oasis retrouvée
IX.
il ne s’agit pas de la nostalgie
ni de la caresse
saisie dans la mémoire
ce n’est pas non plus
le baiser ni ta tendresse
sur les fissures
de ma solitude
c’est quelque chose qui se déplace
dans le susurrement
s’installe
dans les cavités de l’instant,
est feu
éclat
candeur lumineuse
c’est le secret du silence
qui se répète
incessamment
X.
ça me fatigue
parfois
le destin d’être seule
voir ces chimères
penchées à ma fenêtre
ouvrir au vent avec prudence
le laisser
chahuter l’air tranquille
de mon foyer
prêter mon sourire
à la solitude des autres
alléger la charge
d’autres ailes
et voir de loin
penchée à ma fenêtre
comme
revivifié se lève
ce vent triste
qui, hier, seulement pour les toucher
répandait
les verres cassés de mon destin
XI.
peut-être avant
dans mon ancienne vie
parmi les vides du monde
étais-je une juive errante et sans remède
ou bien
une païenne
très assoiffée, assise
toute loin du puits
nue
sans l’abri de l’espoir
peut-être aussi l’amour
n’était-il qu’un mot doux
à suivre jusqu’au bout d’une phrase
sans ponctuation
sans la puissance d’un regard diaphane
où j’ai cru voir
ton beau corps pendu
au-dessus du chant des oiseaux
ta douleur
souriante
m’élevant
au-delà du vol
de l’oie à tête barrée
là
où le frisson devient
une immortelle naissance
à l’amour
XII.
ce mirage
traverse les territoires arides
reverdit les déserts
fait rêver les pierres
réveille l’automne endormi sur la peau
et tous les sommeils de l’âme
c’est un bonheur intime
la retrouvaille
d’un amour ancestral
qui nous habite depuis toujours
Cuadernillo del gran espejismo
Zingonia Zingone
Versión al español: Sergio Eduardo Cruz
I
existen cosas
que no podemos decir
momentos que quedan
presos en el ser
sollozando
buscando el camino
hacia un oído hermano
explosión del interior
chispas que se pierden
en lo cotidiano
que enfrentan al Minotauro
sin hallar salida
destrozadas por la sorda
sorda Ariadna
II
conozco la teoría
la inexorabilidad
de sus axiomas
las colinas que separan
a este valle verde
de los llanos
de los bosques
de los abismos
el automóvil sube
rodeos que se vuelven cortinas
te abrazas a mí
y en la sutil repetición de tu presencia
desmontas
todas las proposiciones
III
buscas mis ojos
entre los bosques
y la frontera
el otoño envuelto
de sus hojas
flama de emociones
huyo
entre sellos de pasaportes
y colillas ardientes de cigarro
escapo
de tu mano para encontrar
de nuevo
tus labios
IV
aquél que no ha llegado porta tu rostro
como la noche
entra sobre las puntas de los pies
invisible
en la sombra, cargando su luz propia
como
si tú siempre hubieras sido
quien amolda el barro
arcilla entre tus dedos
ligera ondulación de las formas
rellenando la vasija
con sueños esparcidos
como vapor disperso
entre mechones de cabello
pescador que levanta el ancla
y despliega las velas
rumbo al horizonte
hacia la profecía
de una nueva aurora
V
esta mañana
algo me impide beber
un violinista gitano
acompaña el canto de mi languidez
extiendo las piernas
bajo la mesa
para buscarte
el vacío
la tasa de café se hace pesada
el mar, calmo, como si sufriera en duelo
alegremente
las nubes han secado
sus lágrimas al viento
confieso
haberte soñado
desencajamiento entre desencajamientos
VI
busco tu nombre
entre los cantos del Paraíso
mientras las huríes
bailan alrededor de un erguén
tan cerca del infierno
VII
recordarás al niño
que te seguía
tocando un pandero
el viento
haciendo revolotear
sus cabellos
y una sonrisa
devorándole el rostro?
te acordarás de cómo
escalaba la montaña
mochila en su espalda
y una palabra
quemándole los labios?
te acordarás de cómo
durante la noche
hacía recostar el sol
dentro de su bata
daba albergue a las estrellas
en la palma de su ensueño?
si no te acuerdas
siquiera un solo día
piensa por un momento
más allá del olvido
más allá de la cima
de Atlas
asómate
y escucharás un echo
que sobrevuela los tiempos
víctima
de aquél deseo
VIII
hoy la lluvia
inunda el terreno
y el verde de las hojas
se vuelve espejo
ágil y luminoso que refleja
los imperceptibles
tumbos del corazón
la humedad penetra
la sala, busca refugio
por mi piel, hidrata
la soledad que se agolpa
en espiral
en compañía de la memoria
alrededor
de mi alma
contemplo
el día dorado
donde las imágenes
se evaporan
dejando sola
tu imagen, chispeante
sobre las cimas de la duna
Oasis reencontrado
IX
no se trata de la nostalgia
ni de la caricia
saciada en la memoria
y tampoco es
el besar ni tu ternura
entre las fisuras
de mi soledad
es todo lo que se desplaza
dentro del susurro
que se instala
en las cavidades del instante,
fuego
esquirla
candor luminoso
es el secreto del silencio
que incesante
se repite
X
me fatiga
a veces
el destino de estar sola
de ver sus quimeras
atadas a mi ventana
de dejar pasar al viento, con prudencia
permitirle
desordenar la tranquilidad
de mi fogata
prestar mi sonrisa
a la soledad de los otros
aligerar la carga
de otras alas
y ver de lejos
cómo
aquél viento triste
atado a mi ventana
regresa
a su vuelo
que, ayer, sólo para tocarlos,
hacía escurrir
los vasos hirvientes de mi destino
XI
quizás antes
en mi anciana vida
entre los vacíos del mundo
haya sido judía errante y sin remedio
o quizás
una pagana
sedienta, inmóvil
muy lejos del pozo
desnuda
sin el abrigo de la esperanza
quizás el amor
no haya sido más que una palabra dulce
que siguió al borde de una frase
sin puntuación
sin la posibilidad de una mirada diáfana
donde creí ver
tu hermoso cuerpo colgando
por encima del canto de los pájaros
tu dolor
sonriente
elevándome
más allá del vuelo
del ganso que se dirige
hacia allá
donde el espasmo se vuelve
inmortal eclosión
hacia el amor
XI
este espejismo
atraviesa los territorios áridos
hace que los desiertos reverdezcan
que sueñen las piedras
despierta al otoño dormido sobre la piel
y a todos los sueños del alma
es una dicha íntima
la reconciliación
de un amor ancestral
que nos habita desde siempre
hasta siempre
Datos vitales
Zingonia Zingone (1971). Poeta, narradora y traductora (español, italiano, inglés, francés). Creció entre Italia y Costa Rica. Es licenciada en Economía. Escribe en castellano y vive en Roma. Ha publicado los poemarios Máscara del delirio (Perro Azul, 2006; Lietocolle, 2008), Cosmo-agonía (Perro Azul, 2007), Tana Katana (Perro Azul, 2009), y L’equilibrista dell’oblio (Raffaelli Editore, 2011), The Acrobat of Oblivion (Poetrywala, 2011), Equilibrista del olvido (Editorial Germinal, 2012), Marethu Hoda Dombarake (Aharnishi Prakashana, 2012). Los Naufragios del Desierto (Vaso Roto Ediciones, 2013), además de la novela en Italiano Il velo (Elephanta Press, 2000). Su obra ha sido incluida en numerosas revistas literarias y ha sido traducida a varios idiomas como inglés, chino, hindi, kannada, malayalam y albanés. Al español ha traducido Alarma de Virus (Ediciones Espiral, 2012), del poeta marathi Hemant Divate y La Cruz es un camino (Edizioni della Meridiana, 2013) del poeta italiano Daniele Mencarelli. Es integrante de la junta organizadora del festival internacional de poesía “Kritya” (India). Desde el 2007 ha participado en numerosos festivales internacionales de poesía en América Latina, Europa y Asia.