Poesía colombiana: Diana Marcela González

Presentamos una muestra poética de Diana Marcela González (Bogotá, Colombia). Es Ilustradora, ensayista y poeta. Insobornable fanática de la saga Star Wars ha tomado talleres de poesía en la Casa de Poesía Silva. Estudios en Ciencias Sociales, Trabajo Social, investigaciones sobre patrimonio cultural Inmaterial. En Mayo 2016 Primer puesto en el concurso de ensayo crítico en el marco del II Encuentro Internacional y VII Institucional Ciencias Sociales con el ensayo titulado: Qué significa construir pensamiento crítico en América Latina hoy, en septiembre de 2016 participa en el 7MO Salón de Ilustración Imagenpalabra con la pieza Le Pequines Fantôme en la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

 

 

 

 

 

La poesía de John Coltrane

 

Por las calles de Harlem y de Haight-Ashbury se extiende el espíritu

de tan hermosa libertad que es ofrenda y entrega

lo más semejante a la muerte.

 

 

Acknowledgement

 

Se sirvió del jazz para hablarnos de la destemplanza del  tiempo

del camino hacia el milagro.

sus acordes se elevaron para alcanzar el amor supremo

su izquierda, la sangre que corre por un saxofón místico, frenético

que florece en luz, en fuego, en amor,

que a los mares impone el mantra de su voz, evitando el hundimiento

adentrándose en la máxima perfección de lo divino.

 

 

Resolution

 

Como el profeta iluminado que desciende de la montaña

recibe por revelación toda la música

su propósito

mantener encendida la tea de la vida

Impone un ritmo cósmico: Improvisaciones eternas,

Rompe la línea de la temporalidad de las alas del pájaro en el vuelo que es su sonido.

Con la esperanza de subir al cielo,

hizo del jazz

acordes estridentes

hojas de sonido  que rasgan el universo

vibraciones inexorables

que  sacuden al firmamento conmovido.

 

 

Pursuance

 

Errante, horadando el fulgor del mundo en los montes arcanos

Derribó estructuras para adentrarse en las laderas infatigables

de improvisaciones que son semejantes

a la espiral de fuego.

freejazz

Para ampliar el horizonte de la vida

De tal forma que el vuelo sea mayor

de alas de águila

de rayo infatigable que es rosa del sonido.

 

 

Psalm

 

Bajo su saxofón, todo

Plegarias que suben, sonidos hondos, fundidos

Furias insospechadas

de astros, de cielo.

Su saxo se alza y observa al creador del alma

Crece

de luz, vuela.

Ha encontrado la unidad que es poema

Poema que es jazz.

 

 

 

En Nombre de la Miseria

 

Fue hombre con la facultad y la potestad del arte,

Poderoso Charlie Bird Parker

La locura siniestra y agazapada en un oscuro pozo le encontró,

Será porque era un maestro con un saxo de plástico y  solo con el caos de la  improvisación.

En todo caso hablo en nombre de la miseria,

de la pequeña miseria que al final trituro los huesos de su vida,

Y aunque en Nueva York encontró el esplendor de su carrera,

la locura diestra como los ejércitos del implacable corso

hasta allí lo siguió y colgó en la horca de los días solitarios.

Bebop

Las  poderosas notas agudas de sus acordes,

Serán porque quiso corregir con intensas progresiones armónicas

La durísima opacidad del mundo.

será porque sus obras existieron solo para el futuro.

Será porque hizo una larga fila en las puertas de la muerte,

Será porque quiso ser vencido que invoco a la heroína que lo acompaño toda su vida.

Un quemado Prometeo visitado por negros cuervos que le susurraron antes de obligarlo a

suicidarse:

-No tiene caso, la miseria nunca terminará  –

y se lo hicieron creer, y lo forzaron a repetírselo,

más no lo consiguieron.

Esta frase maldita quedo como símbolo

del soberbio pájaro que venció a Dizzy  Gillespie

De la personalidad hundida y frágil,

del perseguidor de Cortázar.

será porque era divino,

Que con la habilidad de sus obras nos dejó como obsequio a la posteridad

las melodías más hermosas que el entendimiento del jazz haya llorado.

Será porque era sublime,

Que en nombre de la miseria hizo de la sordidez de las esquinas del ghetto

 y las habitaciones paupérrimas una obra purísima y honda de belleza.

 

 

Cartografía

 

Si mi vida fuera un mapa donde estuvieran trazados los ríos y las llanuras con los poemas de Federico García Lorca no me aterraría levantarme cada mañana,

La sombra de la vida se alimentaria del susurro de los gitanos que cantan en las noches

– el poeta no ha muerto-,

Si  mi vida fuera un mapa de la poesía de Lorca,

tendría una casa grande habitada por cinco hermanas, una luna de sangre que iluminaría el patio,

Calles cargadas por los recuerdos de la guerra que un poeta quería olvidar en Nueva York.

Si los días de mi vida estuvieran hechos de flamenco y duende,
laberintos de poesía habitarían el poema en las noches

Si los poemas de la noche habitaran las horas con cartografías de flamencos eternos y no con fusiles oxidados…

-La Poesía  tendría el poema-,

-La poesía tendría al poeta-.

 

 

 

 

 

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