Amado Nervo: Delicta Carnis

Presentamos, con motivo de su aniversario luctuoso número 98, Delicta Carnis de Amado Nervo, quien fuera un importante poeta modernista. El poema es el antecedente fundamental de un procedimiento en la poesía de Eduardo Lizalde: la mutilación de la belleza, como bien señala Mario Bojórquez en el prólogo de El tigre en la casa, que publicó Valparaíso México.

 

 

 

Delicta Carnis

 

Carne, carne maldita que me apartas del cielo;

carne tibia y rosada que me impeles al vicio;

ya rasgué mis espaldas con cilicio y flagelo

por vencer tus impulsos, y es en vano, ¡te anhelo

a pesar del flagelo y a pesar del cilicio!

 

Crucifico mi cuerpo con sagrados enojos,

y se abraza a mis plantas Afrodita la impura;

me sumerjo en la nieve, mas la templan sus ojos;

me revuelco en un tálamo de punzantes abrojos,

y sus labios lo truecan en deleite y ventura.

 

Y no encuentro esperanza, ni refugio ni asilo,

y en mis noches, pobladas de febriles quimeras,

me persigue la imagen de la Venus de Milo,

con sus lácteos muñones, con su rostro tranquilo

y las combas triunfales de sus amplias caderas.

.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..

¡Oh Señor Jesucristo, guíame por los rectos

derroteros del justo; ya no turben con locas

avideces la calma de mis puros afectos

ni el caliente alabastro de los senos erectos,

ni el marfil de los hombros, ni el coral de las bocas!

 

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