Poesía lituana: Benediktas Januševičius

En el marco del dossier de poesía de Lituania preparado y traducido por Dovile Kuzminskaite, en colaboración con María Sebastià-Sáez, presentamos la poesía de Benediktas Januševičius, quien es poeta, prosista, crítico y traductor. Nació el 2 de febrero de 1973 en Vilnius. Ha publicado 8 poemarios. Desde 1993 colabora en la prensa cultural lituana, traduce literatura rusa contemporánea, ayuda a organizar festivales de poesía. Asimismo, hizo algunas antologías de poesía lituana. En Vilnius ha hecho numerosos recitales. Desde 2010 se dedica a fotografiar y grabar eventos vinculados con la literatura lituana y publica el material que obtiene en la página web Tekstai TV (http://tekstai-tv.lt/naujienos). La obra del autor se caracteriza por cierta experimentalidad visual y sonora. Ha creado poemas–objeto, una serie de objetos de uso cotidiano que llevaban incorporados poemas, de esta manera intentando investigar si un poema podía ser útil y usarse en la vida de día a día. Ha hecho aproximadamente unas 15 exposiciones de poesía visual. En esta publicación aparecen textos de su nuevo poemario „Žodžiai“ (´Palabras´), publicado en 2016. Son poemas que reflejan la actualidad de la vida lituana y están destinados a ser leidos en voz alta. Desde 2016 vive en el campo y observa los pájaros que vienen de visita.

Foto: Vilma Fiokla Kiure

 

 

 

sobre la libertad

 

la libertad no existe, – afirman los optimistas

devolved la libertad, – demandan los escépticos

 

hoy no es fácil hablar sobre la libertad,

parece que la libertad es como un cometa, preparado para un viaje largo

o un río que serpentea por el lado,

la libertad es como una piedra lanzada a la frente de un amigo,

la libertad para saber que nadie va a ser responsable de las consecuencias,

que él mismo es culpable de todo, porque estuvo fuera de lugar,

se despertó en mala hora y se levantó,

pensó lo que no se debía, miró de mala manera,

quizá a su alma le faltaron vacunas,

 

la libertad es un árbol talado, todavía un poco vivo,

cuando se vaya, podría ser útil,

la libertad es una fiera herida de muerte,

dentro de poco los buitres clavarán en ella sus garras,

esta palabra, que era tan dulce hace mucho,

hoy se ha hizo amarga, se gastó, se volvió vagabunda,

 

a menudo se parlotea sobre la conveniencia de la esclavitud,

muchos dicen: al carajo con tal libertad,

nosotros solo queremos vivir tranquilos

/iba a sustituir la palabra ¨carajo¨ por otra pero se me ha olvidado/

 

la libertad ahora es tan transparente que es casi imposible notarla,

el pajarito echado del nido tiene el derecho de revolverse,

libre es el tiempo, no puede parar,

la libertad de mentir por alguna razón se llama justicia,

eso será libertad, pregunto, y no tengo nada que responder,

porque hoy es difícil hablar sobre la libertad,

todo lo que diré puede ser usado,

puede ser llevado y reciclado,

 

¨soy libre¨ son solo dos palabras de mi idioma,

estas palabras ya no tienen sentido,

demasiadas personas se preocupan por mi libertad,

la observan, la palpan y la pesan, constatan, describen,

formulan y especifican,

imprimen y sellan

y dejan que se asfixie

 

¿seré libre? – me pregunto

¿podría ser libre? – dudo

¿estoy detenido? – todavía no

 

 

 

quizá todo ya esté escrito

 

una vez Mary Shelley escribió ¨frankenstein¨,

Bram Stoker escribió ¨drácula¨,

Dostoyevski sin ton ni son creó ¨los demonios¨,

y Borges ¨el libro de los seres imaginarios¨,

Chejov les ofreció ¨la sala número 6¨,

 

a Tolstoy no le complacían estás naderías, así que se propuso algo más grande:

concibió ¨guerra y paz¨,

Remarque se fue a la guerra para aclararse qué y cómo

y entendió que la guerra era una mierda,

Hašek también estuvo en aquella guerra

y también entendió que la querra era una mierda,

y que la paz era mucho mejor. Y la cerveza.

en cambio, Apollinaire murió en esa guerra y no escribió nada más,

 

Vonnegut también fue enviado a la guerra, pero le tocó la otra,

ya la segunda y lo detuvieron los alemanes,

él vio como los aviones de los estadounidenses y los ingleses bombardearon Dresde,

allí fallecieron miles de personas,

¨qué se puede hacer¨ marcó Vonnegut más tarde,

Orwell pasó toda la guerra en su casa y no tardó en experimentar

que a todos los está observando el gran hermano,

Bukowski tampoco estuvo en esa guerra,

él simplemente bebía y escribía, escribía y bebía,

beber pues es más divertido que morir en la guerra,

él hasta escribió así: ¨entonces yo me tomé…¨

¡no! estas son las palabras de Venedikt Yerofeyev,

él escribió así: ¨entonces yo me tomé…¨

y se tomó

/luego hubo una pausa que ocupó todo el capítulo/

Bulgákov, por su parte, chutó algo de morfina, luego completó su bibliografía

con el cuento ¨morfina¨,

al Burroughs lo hizo famoso ¨younqui¨

y ¨la novela con cocaina¨ no hizo famoso a nadie,

por mucho tiempo ni siquiera se sabía quién era su autor,

se predecía que quizá era una obra de Nabokov, pero los que creían así

recibieron unas cartitas amenazantes de la viuda del escritor y se callaron la boca

 

los personajes de Sorokin en ¨norma¨, en cambio, parecían bastante normales

y no usaban alucinógenos, pero periódicamente se tragaban

lo que ya una vez había sido tragado,

no se sabe qué usaba el personaje de Jarms, pero se le olvidó

qué iba primero: 7 u 8, 8 o 7

hasta teniendo muchas ganas, Dickens hubiera podido ayudarle muy poco,

ya que solo contó ¨una historia de dos ciudades¨

Dumas  tampoco tuvo más suerte con ¨los tres mosqueteros¨

Ilf y Petrov llegaron a un resultado bastante bueno, un libro

lo llenaron con 12 sillas, pero al personaje de Jarms no le dijeron nada a posta,

así que este se murió sin aclarar qué iba primero: 7 u 8, 8 o 7,

entonces Julio Verne decidió enseñarles lo que vale

un peine y su sumergió a ¨20.000 leguas de viaje submarino¨

 

Romain Gary, que no era indiferente a las profundidades del océano, se hizo piloto

y subió al cielo,

luego se pegó un tiro,

Kerouack se fue y no volvió,

Mayakovsky se pegó un tiro,

Platón murió de tuberculosis,

Hemingway se pegó un tiro,

Pushkin no quiso hacerlo, por lo tanto hubo que rematarlo,

 

qué más se puede añadir

 

 

 

un poema minusválido

 

Los poemas en cualquier momento pueden ser intercambiados por otros.

Micheal Augustin, ¨Sobre los poemas¨

 

este texto no tiene fin y quizá tampoco tiene comienzo

es solo un texto y nada más

 

este texto no puede salvar el mundo

es solo un texto y nada más

 

este texto no tiene finalidad

es solo un texto y nada más

 

este texto podría ser de nadie

es solo un texto y nada más

 

este texto no tiene corazón que pueda dejar de palpitar

es solo un texto que

 

no puede morir por la patria

es solo un texto y nada nada más

 

este texto no es sobre amor

es solo un texto y nada más

 

aquí tampoco se escribe

sobre el sexo, o las enfermedades mortales

un texto porque sí y nada más

 

en este texto no se ha dicho nada sobre los malos hábitos:

fumar, emborracharse, drogarse

 

aquí no encontrará respuestas a las preguntas que le inquietan,

por ejemplo si su conyuge le es fiel,

¿de dónde sacar un buen trabajo? ¿cómo hacerse con más dinero?

 

así que – me preguntaréis – ¿para qué sirve un texto así?

un texto así y nada más

 

¿para qué un texto así si no duele nada?

¿para qué, si de todas formas todo está claro?

 

es difícil decirlo, ya que este texto no tiene boca

no puede hablar

 

este texto no tiene manos, así que no puede saludar,

este texto no tiene piernas, así que no puede ir

 

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