Wislawa Szymborska: Antología poética en Visor Libros México

Visor Libros México ha publicado recientemente la Antología poética de Wislawa Szymborska (1923-2012), Premio Nobel en 1996. traducida por Elzbieta Bortklewicz, este volumen además de reunir los mejores textos de la poeta polaca, presenta un texto introductor que ubica a Wislawa Szymborska en su tiempo y en su tradición. Consigue el libro en todas las librerías Gandhi del país y en nuestra tienda en línea.

 

 

 

 

LA LLAVE

 

Había una llave y de pronto no hay llave.

¿Cómo entraremos en casa?

Quizás alguien la encuentre perdida,

la mire. —¿para qué va a quererla?

Camine haciéndola saltar en la mano

como un trozo de chatarra.

 

Si con el amor que te tengo

ocurriera lo mismo,

no sólo para nosotros sino

para el mundo entero

se perdería este amor.

Llevada en una mano ajena

no abriría ninguna casa

y sería nada más que una forma,

que la herrumbre con ella se ensañe.

 

Ni de las cartas, ni de los astros, ni grito de pavo

este horóscopo nace.

 

 

 

 

LA HABITACIÓN DEL SUICIDA

 

Seguramente pensáis que la habitación estaba vacía.

Pero había allí tres sillas con un buen respaldo.

Una buena lámpara contra la oscuridad.

Un escritorio, sobre él una cartera, periódicos.

Un Buda alegre, un Jesús pensativo.

Siete elefantes de la buena suerte, en el cajón una agenda.

¿Creéis que no estaban allí nuestras direcciones?

 

¿Pensáis que faltaban libros, cuadros y discos?

Había allí una vigorosa trompeta en unas manos negras.

Saskia con una cordial flor.

Alegría, la chispa divina.

Ulises en la estantería durmiendo un sueño reconfortante

tras las fatigas del canto quinto.

Moralistas,

nombres escritos con letras doradas,

sobre los lomos bellamente cincelados.

Los políticos al lado se mantenían erguidos.

 

Tampoco parecía una habitación sin salida,

tenía puerta,

o que no tuviera vistas, al menos desde la ventana.

 

Las gafas para lejos estaban sobre el alféizar.

Zumbaba una mosca, aún estaba viva.

 

Pensáis que al menos la carta explicaba algo.

Y si os dijera que no había carta,

y tantos de nosotros, amigos, y todos cupimos

en un sobre vacío apoyado contra el vaso.

 

 

 

 

 

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