Poesía mexicana: Raúl Ríos Trujillo

Presentamos una muestra del poeta Raúl Ríos Trujillo (Chiapa de Corzo, 1973). Poeta y periodista. Fue merecedor del Premio Estatal de Poesía Juan Bañuelos en 2003. Es catedrático en la Universidad Autónoma de Chiapas donde también labora como editor de la gaceta universitaria y coordinador editorial de la revista estudiantil Orgullo UNACH, como periodista fue reportero y corresponsal de la agencia alemana de prensa en la etapa posterior al levantamiento armado zapatista en 1994. Ha sido publicado en la revista Este Sur y Cortijo de Locos. Sus textos además han sido publicados en el suplemento Yuria del Expreso de Chiapas, entre otros. Ha sido antologado en los libros: Cardo, 6 años de poesía (2007) y Universo Poético de Chiapas (2017). En la actualidad se desempeña como jefe de publicaciones de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), docente en materias de periodismo y Tecnologías de la Información y la Comunicación.

 

 

 

Interciso 1

 

La rama en su detalle de clorofila

Viaja por tus venas

Mi saliva es la savia

 

Soy el desnudo de una sombra

 

Que penetra tus huesos transparentes

Que mancha de fuego

 

¿Qué mancha de fuego?

 

 

 

 

Interciso transparente

 

Con tu cuerpo dices la vigilia

 

La bestia corre herida

Con una flecha en el costado

Mancha la tarde con su sangre.

 

 

 

 

Interciso 2

 

Dictas el tono de las estaciones

Con tu índice

Tocas con la punta de la lengua mi espalda

 

*

 

Aquellos ángeles con el miembro erecto

No descansan en la música

Abren persianas rabiosas

De lluvia franca

Sobre la ciudad recién fundada de tu cuerpo

 

*

 

Líquenes son tus huellas

Abiertos los pequeños muslos de las flores

Nuevos mares transparentes remontan del centro

De tu ombligo

Miel y leche debajo de tu lengua

 

 

 

Del equilibrio

 

X

 

A deshoras

El descenso de los soles de tu cuerpo

Se desata

Sola en su ala fatal

 

¿Será algún salto al vacío?

¿Será la sed de las olas?

 

El sudor del mar

 

/que resbala del silencio a tu saliva espesa en que me hundo

 

¿Qué cercos de savia virgen

Son estas horas sumergidos los dos

 

indisolubles

en tus muslos?

 

 

 

 

Para Ma. del Rocío

 

Amenaza la lluvia desatarse desde tu cuerpo

Acecha desde tu pecho el animal del diluvio

 

¿En qué sitio de la luz quedaste?

¿A donde que no me escuches desamparada?

Eres una cicatriz de gaviota.

 

Golpeo tu vientre para que me nazcas a tu muerte

 

Desnudo y sin ombligo

Golpeo las paredes para que me digas a donde caminar descalzo

 

Mientras me vigilas desde el polvo.

 

 

 

Fragmentos

 

Y Solo me importan los ángeles

Y los dialectos del paraíso

Oswaldo Lamborghini

 

*

Imagino

al viejo Konstantin

al griego Kavafis

adorando deidades homosexuales

desnudándose en la mitad del interludio

como a punto del Itaca

y la voz de Bõrj en el ambiente

 

**

Baudeliere atacó cuanto pudo

al invento de la fotografía

la llamó en su condición de irreverente

arte para flojos, aberración del progreso,

vaticinó su muerte en poco tiempo

En una placa de plata y coloidón sin embargo dejó su sonrisa

enferma

para la eternidad

antes de morir de sífilis en 1867.

 

***

Asiste a la inundación de la luz

Como aquel Kerouak del beat

Ramifica y espera la fatalidad

(Allen Gisnberg loco por quedarse callado,

estuvo en las ruinas mayas de Bonampak: ahí fumó marihuana e intentó hablar maya-lacandón)

 

Dice Ginsberg en el aullido “Yo vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura”

 

Asistimos a la inundación nosotros de la locura entonces

Pero tu cuerpo sigue tibio y en mis manos perdura el olor de tu sexo.

 

Patti Smith cantará por siempre)

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