Nueva poesía europea: Tom Schulz

Versopolis es un programa europeo de literatura que cuenta con el apoyo de Europa Creativa, el propósito que tiene es el de promover la poesía escrita por los jóvenes poetas europeos a través de una serie de festivales con distintas sedes en Europa como los que dirigen nuestros amigos y colaboradores Ales Steger y Mite Stefoski, directores de los festivales Days of Poetry and Wine, en Eslovenia, y el Struga Poetry Evenings, en Macedonia, respectivamente; en Círculo de Poesía creemos en la literatura que están escribiendo estos jóvenes poetas y hemos decidido presentar a cada uno de los poetas que han sido seleccionados en este programa. En esta ocasión presentamos, en versión de Gustavo Osorio de Ita, a Tom Schulz. Poeta y traductor alemán. Nació el 18 de agosto de 1970 en Großröhrsdorf. Creció en Berlín del Este y desde 2002 trabaja como autor independiente. Antes de eso, se ganaba la vida haciendo diversos trabajos en la industria de la construcción. Desde 2008, se desempeña también como conferencista para Kreatives Schreiben (Escritura Creativa) y como Jefe del Taller de Poesía open poems en el Literaturwerkstatt. Schulz ha publicado sus textos en varias revistas y antologías. Además, participa activamente como traductor para poetas españoles, estadounidenses y holandeses, y también como editor. Recientemente publicó el libro de poemas Lichtveränderung, en la editorial Hanser.

 

 

En un día caluroso en julio

 

padre fue empacado en una bolsa de plástico,

solo un paquete de huesos que ardieron demasiado rápido–

antes, apenas dijo una palabra

mientras yacía moribundo

 

los rayos del sol se dispararon sobre las paredes–

ningún reino para recibirlo o para darle la bienvenida

o llamarlo a casa

o descifrar la escritura infantil del alma

 

a mi lado, un perro con ojos vivos tomó su mano

y cruzó al otro lado de la calle

se escucharon disparos pero solo era el escape de un Sedán

nuestros cuerpos viven más que nuestras mentes

 

somos las piedras de la fruta

o conservas en las noches en las que soy sonámbulo

y sueño con el interior de una pequeña recámara

fragante con pan de pasas

 

a veces cuando me detengo

nuestras uñas de los pies se tocan frente al fregadero

mi cabello una conmoción de amarillo

una bocanada de verano, humo de golondrinas

 

 

 

 

An einem heißen Juli-Tag

 

wurde der Vater in einen Plastiksack gepackt,

ein Bündel Knochen noch dass rasch

verfeuert wurde – er sprach

zuvor, als er in seinem Sterbezimmer lag

 

kaum mehr ein Wort, Sonnenstrahlen

schossen die Wände hoch – kein Reich das kommen

würde, das ihn zu sich rief

nicht zu entziffern die Kinderschrift der Seele

 

in mir ein Blindenhund nahm seine Hand

und wechselte die Straßenseite, Schüsse fielen dabei röhrte,

röchelte nur der Auspuff eines Käfer

wir leben länger als wir denken können

 

Steine in Früchten sind wir, oder Eingewecktes in Nächten,

in denen ich durch Schlaf

und Traum bis zu der Kammer wandle

voll duftendem Rosinenbrot

 

manchmal wenn ich stehen bleibe,

berühren sich unsere Zehennägel vor der Waschkommode

mein Haar ganz gelb – ein Hauch von Sommer

weht durchs Zimmer, Schwalbenrauch

 

 

 

 

Praga, Después

 

Vi demasiado en cuatro días. Debo protegerme los ojos.

Vi la lluvia antes de la lluvia. La vi después.

Vi las nubes dentro de las nubes. Vi el cielo vacío.

Vio abundancia y desolación. Crear

algo que fuera impotente. Si yo no fuera dos, no sería nada.

Lo que escuché fue hablado. Lo que dije, fluyó.

Vi los movimientos en el río. Sentí la corriente en todo.

Todas las corrientes El crujir de vasos de plástico. La promesa.

En parejas. Ser iguales. El schnaps y la colza. Y la maduración.

Las articulaciones crujen. Las rayas. Las vetas. El ahora.

Vi y dije. Vi demasiado en cuatro días. Demasiado colapsó

sobre sí mismo. El día se rompe y adentro, un grupo de rameras. Las peras podridas

En frente de las plazas. Alguien audicionó. Y dijo. O las palabras aparecieron.

El fracaso. En todo, el encanto de lo dicho. Velas y anclaje.

Levanté el vaso de plástico en comunión. Mientras tanto había oscuridad.

El entorchado. Para ser recuperado. Brazos y piernas. Lo tuyo lo mío lo de nadie.

Vi demasiado. Luz y sombra. Dolor

y el estancamiento. Cada uno fue. Ninguno mejor que el otro.

 

 

 

 

Praga, danach

 

Zu viel was ich sah in vier Tagen. Ich muss die Augen dimmen.

Ich sah den Regen vor dem Regen. Ich sah ihn hinterher.

Ich sah Wolken inmitten von Wolken. Ich sah den Himmel leer.

Sah Fülle, die einem Gesetz folgte, zu entbehren.

Etwas in die Welt zu setzen, das hilflos war. Wäre nicht zweimal ich, wäre nichts.

Was ich hörte, war gesprochen. Was ich sagte, war geflossen.

Ich sah im Fluss die Bewegungen. Ich spürte in allem Regungen.

Alle Regungen. Das Brechen von Plastikbechern. Das Versprechen.

Zu zweit. Gleich zu sein. Der Schnaps und der Raps. Und die Reife. Die Steifheit.

Der Glieder. Die Streifen. Die Schlieren. Das Hier.

Ich sah und ich sagte. Zu viel was ich sah in vier Tagen.

Zu viel was in sich versank. Es tagte und drinnen tagten Dirnen. Birnen faulten.

Vor den Plätzen. Jemand sprach vor. Und sagte. Oder ein Vers hob an.

Das Versagen. In allem war Sagen. Waren Segel und Ankerplatz.

Ich hob den Becher auf den Segen. Inzwischen war Dunkelheit.

Ein Schatz. Zu bergen. Arme und Beine. Deine meine keine.

Zu viel was ich gesehen hatte. Licht und Schatten. Schmerz.

Und das Stillen. Keines war besser als das andere. Jedes war.

 

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