Nueva poesía europea: Paula Bozalongo

Versopolis es un programa europeo de literatura que cuenta con el apoyo de Europa Creativa, el propósito que tiene es el de promover la poesía escrita por los jóvenes poetas europeos a través de una serie de festivales con distintas sedes en Europa como los que dirigen nuestros amigos y colaboradores Ales Steger y Mite Stefoski, directores de los festivales Days of Poetry and Wine, en Eslovenia, y el Struga Poetry Evenings, en Macedonia, respectivamente; en Círculo de Poesía creemos en la literatura que están escribiendo estos jóvenes poetas y hemos decidido presentar a cada uno de los poetas que han sido seleccionados en este programa. En esta ocasión presentamos a la poeta española Paula Bozalongo (Granada, 1991). Poeta. Es autora de Diciembre y nos besamos (2014). En 2017, en México, Círculo de Poesía con su colección Valparaíso México publicó El viento arrasará las autopistas. Ha obtenido el XXIX Premio Hiperión de Poesía en 2014 y el premio Bridges of Struga que conceden en colaboración Struga Poetry Evenings y la Unesco al primer libro publicado de un autor.

 

 

 

 

Diciembre y nos besamos

 

En Corea del Norte ya se ha acabado el año.

 

Diciembre y nos besamos.

 

Fuegos artificiales

en la primera fiesta de sus vidas.

Descubrían atónitos

qué forma tiene el cielo.

 

En el último beso

del primer día juntos

las luces se apagaron.

 

El último cartucho de pólvora festiva

ya ha explotado, preferirán a ratos

no haber vivido nunca un fin de año

cargado de artificios,

ahora todas las noches

les parecen oscuras.

En el amor la pólvora

son gestos entregados

a un miedo que no quema,

si es que la pirotecnia es sólo un juego.

 

Si el aire de la noche nos recuerda

que en el negro no existen los colores

sin un fuego encendido,

vuelve a tomar mi mano,

que el azul se haga rojo,

el amarillo, día

y las noticias traigan la novedad que esperas,

la no verdad paciente.

 

 

 

 

Cicatriz

 

Deja de buscar sombras,

de perseguir tristeza como quien nada quiere

mientras la luz reniega de la vida.

 

Has sido cicatriz tantas batallas

que incluso siente envidia la piel de tu dolor.

Has sido cicatriz tantos recuerdos

que ahora me pregunto

cómo podré olvidar al culpable sin nombre,

quién seré cuando el tiempo

se ponga de mi lado.

 

Prefiero que el olvido se lleve las preguntas

y traiga una certeza:

que nunca lo peor es lo más importante.

 

 

 

 

Hay lugares que sólo conocen el invierno

 

Si el invierno destruye corazones de ébano

y hay ciclones capaces de derribar ciudades

cómo puedo negarte en estas circunstancias

que el calor de esta casa

no esconde los abrazos que me ahogan,

que todavía no sé el modo en que podría

vivir muerta de frío.

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