España en su poesía: Raquel Lanseros

En el marco del dossier de poesía española contemporánea, presentamos algunos textos de Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973), una de las voces más significativas de la poesía española contemporánea. Ha merecido distinciones como el Premio Unicaja de Poesía, un Accésit del Premio Adonáis, el Premio de Poesía del Tren 2011 y el Premio Antonio Machado en Baeza.

 

 

 

 

CAYO HUESO – DUBLÍN

 

De espaldas se dijera un hombre hercúleo

manos inabarcables que a fuerza de apretar

se iban deshilachando, pero seguían vacías.

Cuando emigra el futuro, el hambre permanece.

Cansado de zurcir la realidad mugrienta

un día decidió postularse ante un sueño

en una isla lejana, nuestra y nosotros de ella

tan imbricada y húmeda de historia compartida

toda ascendencia fértil,

                               cimiento de esperanza.

En Holguín mi bisabuelo Zacarías Lanseros

pasaba al raso noches de paz junto al bohío

empuñando los astros con ese coraje

de quienes nada tienen y son dueños de todo.

Después vino el brillante regocijo en La Habana

la fiesta del vigor, la guayabera nueva

esta fotografía en sepia desde donde

                       me miras con mis ojos a través de los años.

Las palabras son vínculos y son pesados diques.

Hilvanabas los días debajo de un jagüey

al lado de un anciano a quien nunca entendiste

padre del capataz americano

   al mando del mañana: la línea ferroviaria

           pionera entre Miami y Cayo Hueso.

Regresaban exhaustos girando el cigüeñal

aquellos hombres de tez anochecida:

Come on, Zacariah, come on!

Cuánto habrías deseado poder hablar con ellos.

Ochenta años después, sobre la hierba

de otro país repleto de emigrantes

una chica morena descubre a Seamus Heaney.

Cada tarde a las seis su patrona la busca:

Come on, Rachel, come on!

Bienaventurados los que depositan

su diáfana semilla dentro de la tierra

porque de ellos será el reino de los tiempos.

He venido a decirte que vengué tu memoria

comprendiendo el destino en varias lenguas.

Igual que, de rodillas, postrada ante tu alma

escribo este poema que conjure el olvido.

¿Qué importa que naciese cuando tú ya habías muerto?

La mirada de dios convierte en uno

pasado y porvenir. Hay algo ignoto

que me permite oír llorar a aquellas vías

cuando me quedo a solas. El afán de mi sangre

sigue volviendo a casa cada noche

                                               por las viejas traviesas.

Con una única vida nunca es suficiente.

 

 

 

 

 

ENTONCES ME BESASTE

 

Por celebrar el cuerpo, tan hecho de presente

por estirar sus márgenes y unirlos

                                    al círculo infinito de la savia

nos buscamos a tientas los contornos

para fundir la piel deshabitada

               con el rumor sagrado de la vida.

Tú me miras colmado de cuanto forja el goce,

volcándome la sangre hacia el origen

y las ganas tomadas hasta el fondo.

No existe conjunción más verdadera

ni mayor claridad en la sustancia

                                           de que estamos creados.

Esta fusión bendita hecha de entrañas,

la arteria permanente de la estirpe.

Sólo quien ha besado sabe que es inmortal.

 

 

 

 

 

IN NOMINE LIBERTATIS

 

Si es verdad que el rencor

desgasta y envejece lentamente

        con su rumor callado de piedra de molino

apuesto por ser joven ahora y siempre.

Mi casa está vacía

       de chivos expiatorios y culpables.

Acumulo tan sólo

el valor necesario para seguir viviendo

bajo la protección de la alegría.

No me he inclinado nunca por el ánimo fácil

de tomar y obligar. Incluso lo pequeño

se me ha antojado siempre un mecanismo frágil

                                                 con más de una respuesta.

En mi alcoba no reinan

prohibiciones ni leyes. Mi palabra

es un patio sin llave

donde es bien recibido quien aprecie

la sombra de una higuera y un vaso de buen vino.

No frecuento los presos ni los jueces.

Sentencias y dictámenes les dejo

a aquellos que no dudan. Yo sólo estoy segura

que amo la libertad y sus orillas.

Cuando falte, buscadme entre las alas

de un pájaro que escapa del invierno.

Con las manos vacías se hace mejor camino.

No me pesan los créditos. En este mundo nuestro

toda deuda es de juego.

 

 

 

 

 

 

  CANCIÓN DE LA TRINCHERA

 

Señor Amor, dueño del cielo y de la tierra

tú que puedes batirnos a tu antojo

sobre el eje inicial de nuestro impulso.

Tú que te enseñoreas sobre todo lo vivo

entretejiendo un atlas de destinos cruzados.

Tú que puedes auparte a tu albedrío

 y clavar tu aguijón sobre cualquier entraña.

¿Por qué vuelves a mí? ¿Qué vil capricho?

¿Por qué me arrojas de nuevo tu jauría?

He aquí, amo mío, lo poco que me queda:

mi sosiego de vidrio

la enmienda frágil de una paz absorta

mi mosaico de heridas mal curadas

                               demasiado recientes para ser cicatrices.

Imploro tu piedad desde mi grieta,

donde se han detenido la memoria y el ánimo.

Piénsalo bien: te costaría muy poco

                  concederme una bula de misericordia.

Deja a los que me quieren, esta pasión debiera

maldecirme tan sólo a mí, es lo justo.

Ya he visto antes cómo mi avidez arde

en tu hipnótica pira de dios omnipotente.

Descuida, soy sumisa

tu adiestramiento previo ha prosperado:

quien lo ha perdido todo varias veces

              reconoce el honor de una derrota.

 

 

 

 

Datos vitales

Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973) es una de las voces más premiadas y reconocidas de la nueva poesía española. Ha publicado los libros de poemas Leyendas del Promontorio (Ayto. Villanueva de la Cañada, Madrid, 2005), Diario de un destello (Editorial Rialp, Colección Adonáis, Madrid, 2006), Los ojos de la niebla (Editorial Visor, Madrid, 2008) y Croniria (Ediciones Hiperión, Madrid, 2009). Su libro Diario de un destello ha sido traducido y publicado en Francia bajo el título Journal d’un scintillement (Les Éditions du Paquebot, Paris, 2012). Asimismo, su obra ha sido reunida en las antologías personales La acacia roja (Ediciones Tres Fronteras, Murcia, 2008), Un sueño dentro de un sueño (Ediciones del 4 de agosto, Logroño, 2012) y A las órdenes del viento (Valparaíso Ediciones, Granada, 2012). Entre los galardones que ha recibido por su obra poética destacan el Premio Unicaja de Poesía, un Accésit del Premio Adonáis, el Premio de Poesía del Tren 2011 y el Premio Antonio Machado en Baeza. Licenciada en Filología Inglesa, su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, francés, italiano, holandés, hindi, turco, hebreo y portugués. Asimismo, ha sido incluida en numerosas antologías y publicaciones literarias tanto en España como en otros países como Italia, México, Bélgica, Nicaragua, Colombia, El Salvador, Turquía, Chile, Perú, India, Estados Unidos y Argentina.

 

 

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