La independencia de México a través de la significación del lenguaje

 

Hidalgo por SiqueirosEl poeta, ensayista y narrador Mario Calderón (Guanajuato,1951) nos presenta una novedosísima interpretación de la Independencia de México fundamentada en las posibilidades significativas del lenguaje. Esta manera de entender la historia y la realidad se han convertido en el inicio de la exploración de un nuevo lenguaje poético. Calderón ha desarrollado in método para la lectura del entorno (adivinación) fundado en la poesía y el psicoanálisis.

 

 

LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO A TRAVÉS DE LA SIGNIFICACIÓN DEL LENGUAJE

           

            La etapa de la independencia de México, desde la perspectiva de la realidad que subyace, la del inconsciente, al descifrar el lenguaje, como recomiendan Freud y Lacan, se observa de la siguiente forma.

            “Del país de los hombres libres[1]”, que es el significado de Francia, llegaron a la Nueva España las ideas libertarias de los enciclopedistas. Con esta influencia, el Capitán Ignacio María Allende, quizá impulsado por el determinismo de su nombre, ya que Ignacio deriva del ignatius latino, que es una modificación del egnatius celtibérico por la etimología popular que relacionaba el nombre con ignis, “fuego”[2]. María procede del hebreo Miryam, con el significado de rebelión, y el apellido Allende, adverbio que significa “de la parte de allá”[3]. El significado total de nombre y apellido es “fuego rebelde o de rebelión de la parte de allá”. Este personaje participó en varias reuniones en San Miguel El Grande, lugar de donde era originario, para planear la independencia del país. El nombre de ese pueblo tiene el siguiente significado. Miguel: procede de la voz hebrea mi-ka- El: “quién es como Dios”[4].            Allende tomó parte de la conspiración de Querétaro. El nombre de esta ciudad para el inconsciente popular posee cercanía con la significación de “querer”, desear. (En el lenguaje del albur mexicano, por ejemplo, en nuestros días una frase típica del lenguaje de los jóvenes en el D.F. es la expresión “no vas a Querétaro porque se va a Acámbaro”, esto es, “no vas a querer, porque se va a acabar”. En Querétaro, deseando la soberanía nacional, se reunía un grupo de personas en casa de doña Josefa Ortiz de Domínguez y de su esposo el Corregidor Miguel Domínguez. De allí partió la corrección de las estructuras sociales y gubernamentales del país que se realizaron posteriormente. Josefa, en hebreo, es el femenino de Yoseph “la que acrecienta, la que aumenta”[5]; Ortiz proviene del latín Ortún o Fortún: “suerte, fortuna”[6]; Domínguez es patronímico de Domingo. Del latín Dominus: “señor”, “consagrado al señor”.           En el inconsciente colectivo tal vez se pueda relacionar con el concepto de “principio” por el primer día de la semana. El significado completo de nombre y apellidos de este personaje es “acrecentadora de la suerte del inicio”. Efectivamente ese significado fue el papel desempeñado por esta mujer en la historia de la guerra de independencia de la Nueva España. Faltaba un jefe con suficiente prestigio y el Capitán Ignacio Allende (Fuego de Allá) invitó al cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla. El nombre Miguel, como ya se expresó, significa “exhortación a la excelencia”; la palabra Hidalgo connota el concepto de noble o  caballeroso; el apellido Costilla significa “hueso, fundamento”. El significado completo es “llamado caballeroso fundamental”. El significado de nombre y apellidos de este personaje guarda relación con su desempeño en la historia de México, pues su función principal fue convocar al pueblo mexicano a la independencia en el pueblo de Dolores, pues fue fusilado cuando todavía no se cumplía el año de comenzada la guerra, en julio de 1811, sin que se resolviera aún la contienda. La conspiración de Querétaro fue descubierta y el corregidor, Miguel Domínguez, que antes se había hecho disimulado frente al problema de la conjura, tuvo que llamar la atención a su esposa, encerrándola, porque en su nombre y apellidos contenía el concepto de “exhortación del comienzo”.

            Ignacio Pérez, es decir, “fuego básico”, porque Pérez procede de piedra y una piedra es la base o el cimiento de una construcción, corrió a Dolores para dar aviso a Hidalgo de que la conspiración había sido descubierta. Hidalgo convocó al pueblo mexicano a insurreccionarse y éste así lo hizo mediante el grito de Dolores: En el significado de este pueblo existe coincidencia entre el consciente y el inconsciente colectivo, pues en realidad, se estaba dando el grito por los dolores causados por la esclavitud y el hambre. De Dolores, los insurrectos marcharon al pueblo de Atotonilco, donde Hidalgo adoptó como bandera un estandarte con la virgen de Guadalupe. De esta manera, en este sitio Hidalgo involucró, mediante la fe en la religión católica, a los timoratos para que se incorporaran en el movimiento. En ese lugar se encendió el ánimo del pueblo porque la palabra Atotonilco se deriva de Atotonilli “agua caliente” y la posposición locativa “co”[7]. Es necesario recordar que el agua, según La interpretación de los sueños de Freud, para el inconsciente significa vida y, en este contexto, se trataría de vida caliente. De este poblado los insurgentes se dirigieron a San Miguel El Grande “exhortación magna” porque ya el movimiento contaba con treinta mil hombres. Hubo entrega del pueblo sin resistencia. De allí, los insurgentes se dirigieron a Celaya, cuyo significado es “lugar de pastizales”[8] y tal vez por eso, en ese sitio, los rebeldes se dedicaron al saqueo, a pastar. Enseguida, avanzaron a Guanajuato. Ahí fue necesario asaltar la Alhóndiga de Granaditas, porque ésta era la casa donde se guardaban las semillas; sólo así germinó una nueva vida. Sobre esa fortaleza se desbordó el incontenible torrente humano. La bodega estaba defendida por un amigo de Hidalgo, el intendente Riaño, cuyo apellido significa, en latín, “rincón del río”[9]. La categoría río, para el inconsciente, según Freud, significa “vida que fluye”. Guanajuato, para el movimiento de independencia, representó “un salto de rana”, que es el significado de la palabra en purépecha. Después, los insurgentes se dirigieron a Valladolid. Esta ciudad contiene el significado de vallado “cerrar con empalizada”[10]. Precisamente ahí donde la represión era mayor se abolió la esclavitud el 19 de octubre de 1810. Enseguida los insurrectos se dirigieron a la ciudad de México, decididos a tomar la ciudad. En Indaparapeo, Hidalgo se entrevistó con José María Morelos y Pavón, uno de sus antiguos discípulos. Hidalgo le dio el encargo de que insurreccionara el sur del país sobre todo de que se apoderara de Acapulco, para que los rebeldes tuvieran una salida al mar. El discípulo cumplió cabalmente con lo encomendado pues el significado de su nombre y de sus apellidos era “acrecentador de rebelión de oposición ostentosa o impresionante” ya que José es “acrecentador”, María procede del hebreo Miryam: “rebelión”[11]. Morelos, tal vez, se derive de moro o maurus, con la connotación de “negro o de oposición”; Pavón procede del latín pavonis: “pavo real”[12]. La connotación de este animal es de “impresionante y ostentación”.

            En el cerro de las cruces, que ya tenía ese nombre en aquel momento, los insurgentes libraron una batalla contra los realistas. En ella fueron los vencedores quizá porque un monte sea la connotación de “lo sublime” y el objeto cruz es probable que connote muerte. Así como el dirigente del ejército realista, Torcuato Trujillo, significa: Torcuato: “el que lleva collar”, latín. Posiblemente llevar collar significa ser dominado.

            Los insurgentes no entraron a la ciudad de México. Basados en ese detalle importante, el ejército realista también considera que esa batalla fue exitosa para ellos, pues suponían que la entrada a México era el objetivo perseguido. Esto lo afirma el historiador de la época Lucas Alamán que, conforme al significado de su nombre, nos da luz sobre la independencia. Lucas. De la raíz indoeuropea Luz: “ser luminoso”, iluminar[13]; Alamán procede del germánico “all”: todo y “man”: hombre. Lucas Alamán: ser luminoso, iluminar todo hombre.

            Hidalgo no entró a la ciudad de México a pesar de que Ignacio Allende, el capitán experimentado, lo exigió e incluso se disgustó con Hidalgo por la retirada. No se entró a México seguramente porque el nombre de este lugar se compone de las raíces ametz (tli) “luna” y xic (itli) “ombligo” y “co”: en. Metzxicco, hoy México “en el ombligo de la luna”. Ombligo puede ser metáfora de “centro” y luna, para el lenguaje del inconsciente puede ser equivalencia de “ternura y sensualidad”. Si analizamos las motivaciones inconscientes por las que Hidalgo se retiró de la ciudad de México, hallamos que Hidalgo le tuvo miedo al placer, al abandono de la austeridad y la autodisciplina para quedar a merced de la represión y la censura representadas por el ejército realista.

            Los insurgentes retrocedieron y se dirigían al norte buscando la ayuda de los Estados Unidos. Al llegar a Chihuahua fueron aprehendidos y fusilados. La palabra Chihuahua en el español de México es una interjección que se usa para mostrar ira e inconformidad frente a cualquier situación desagradable. En este caso el término funciona como expresión para manifestar rechazo y furia por la aprehensión y el fusilamiento de los primeros insurgentes. En ese momento, el sacerdote José Antonio Torres acrecentaba la rebelión y se erigía como líder o cumbre de la defensa de Guadalajara ya que representaba el siguiente significado: José: “acrecentador”; Antonio. Del griego Anteón: “el defensor”[14]; Torres: “cumbre”. El significado completo al unir esos elementos es “cumbre o torre acrecentadora de la defensa”.

            Mariano Matamoros fue también uno de los participantes en la lucha de independencia al lado de José María Morelos. Este insurgente distinguido, en su nombre y apellidos tiene el siguiente significado: Mariano. Del latín “hombre marcial”, “guerrero”[15]. Matamoros. De mata, forma del verbo matar y moros. Al descifrar esta palabra como metáfora, resulta “el que no es del mismo género”; el que es moreno. Mariano Matamoros: “hombre marcial que mata o aniquila a los que son de bando distinto”.

            Otro caudillo de importancia en esta lucha fue Nicolás Bravo. Tal vez se hizo acreedor al significado de su nombre y apellido haciéndose notable por su valor y, sobre todo, por su magnanimidad con el enemigo en el acto sobresaliente de perdonar a trescientos prisioneros realistas condenados a morir. El significado de su nombre y apellido es el siguiente: Nicolás. Del griego “victorioso en el pueblo”[16] y Bravo: “valiente”. Completo “valiente victorioso en el pueblo”. Apareció también en el Estado de Michoacán Ignacio López Rayón continuando la lucha de independencia y justificando su significación: Ignacio: “Fuego”; López. Del latín lupus: “lobo”[17], que puede ser connotación de agente; Rayón: “chispa eléctrica de gran intensidad”. Significado total “fuego, agente o lobo, chispa eléctrica intensa”.

            Cuando el movimiento independentista parecía debilitarse, en abril de 1817, llegó a México Francisco Javier Mina. Francisco significa “libre”, de Francesco, gentilicio de Francia, país de los francos, o sea, de los hombres libres[18]; Javier. Vasco, Etcheverri, de etche: “casa” y berri “nueva”: “casa nueva”[19]; Mina: “yacimiento, filón”. Significado total: “mina o yacimiento de libertad en casa nueva”. Este caudillo luchó contra el rey de España únicamente por el determinismo de su nombre, ya que constituía una mina de libertad en la casa nueva que era el naciente país, México.

            La guerra de independencia se había prolongado ya más de una década cuando Agustín, (nombre derivado del latín agustinus: augusto[20]) de Iturbide (voz del vasco “en el camino de la fuente”[21]), es decir, “augusto en el camino de la fuente” (y esta última palabra posee la connotación de poder), aconsejado por la Güera Rodríguez, a cambio de una corona, abandonó el bando realista para pactar la independencia mexicana con Vicente Guerrero. El apellido Rodríguez, de la Güera, tiene el significado de “príncipe o princesa gloriosa”[22]. Vicente Guerrero se descifra como “guerrero vencedor” ya que Vicente procede del latín vincens: “el vencedor”[23]. La relación entre nombre y obra de este personaje radica en el hecho de que, con Agustín de Iturbide, consumó la independencia mediante la proclamación del plan de Iguala (igualdad, trato entre iguales de los dos bandos) el 24 de febrero de 1821. Posteriormente, el 27 de septiembre de 1821, el virrey don Juan O’Donojú reconoce la independencia de México debido a que posee el siguiente significado: Juan significa “Excelencia benéfica y misericordiosa”[24]. O’Donojú es apellido irlandés naturalizado en España. Procede del gaélico “hijo o descendiente de Donahue”, “hijo o descendiente de batallador moreno”[25].

            El significado completo sería “Excelencia benéfica y misericordiosa con los descendientes de batallador moreno”. Esta última palabra se puede tomar de manera literal o como significado cultural de moro u opositor. Hay nexos muy claros del nombre con la obra pues Juan O’Donojú, General liberal, al ser nombrado virrey de la Nueva España por la monarquía constitucional de España, sintió simpatía por la independencia de México y en 1821, con Agustín de Iturbide, firmó los tratados de Córdoba, reconociendo la autonomía de México.   

 


[1]  Gutierre Tibón, Diccionario de nombres propios, FCE, México, 1986, p. 106.

[2]  Guido Gómez de Silva, Breve diccionario etimológico de la lengua española, FCE, México, 1988, p. 366.

[3]  Joan Corominas, Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Gredos, Madrid, 1987, p. 46.

[4]  Gutierre Tibón, op. cit., p. 169.

[5]  Guido Gómez Silva, op. cit., p. 399.

[6]  Gutierre Tibón, Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos, FCE, México, 1992, p. 98.

[7]  Raúl Guerrero Pérez, Toponimia náhuatl del Estado de Puebla, Gobierno del Estado de Puebla, Secretaría de Cultura, 1997, p. 56.

[8]  Gutierre Tibón, Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos, p. 65.

[9]  Ibid, p. 208.

[10]  Ibid, p. 247.

[11]  Guido Gómez de Silva, op. cit., p. 439. 

[12]  Gutierre Tibón, Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos,  p. 187.

[13] Gutierre Tibón, Diccionario de nombres propios, p. 153. 

[14] Ibid, p. 31.

[15]  Ibid, p. 163.

[16]  Ibid, p. 177.

[17]  Gutierre Tibón, Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos, p. 138.

[18]  Gutierre Tibón, Diccionario de nombres propios, p. 106.

[19]  Ibid, p. 136.

[20]  Ibid, p. 18.

[21] Gutierre Tibón, Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos, p 105.

[22] Ibid, p. 210.

[23] Gutierre Tibón, Diccionario de nombres propios, p. 238.

[24] Ibid, pp. 140-141.

[25] Gutierre Tibón, Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos, p. 173.

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