Poesía de Hidalgo: Ana María Vázquez

Ana María Vázquez

Presentamos, en el marco del dossier de la poesía del estado de Hidalgo, preparado por Jorge Contreras, la poesía de Ana María Vázquez Salgado (Tulancingo, 1969). Ha publicado el libro de poemas El penúltimo Astrolabio (2010). Mereció el Premio Efrén Rebolledo 2009 por el libro de cuentos Como nacer del fuego (2006). Fue beneficiaria del Estímulo a la Creación Artística y Cultural, emisión 2005 y 2007 del FOECAH.

 

 

 

I

Esta noche

sola

en silencio

me voy juntando entre mis ruinas

argamasa piel cubre mis huesos

y nada entiendo de mañanas

 

 

 

 

 

II

 

Quiero dejar mi voz acodada en la ventana

saltar al vacío

y en silente vuelo surcar la oscuridad

 

 

 

 

 

III

 

En este mar de sombras

qué lámparas quedan encendidas

 

 

 

 

IV

 

El día me pone su mordaza de luz

camino pensando en nada

escucho el tañer del reloj

cruzo la calle

me descubro.

 

 

Coluro

 

II

 

La tarde se precipita sorda y gris

una gota cae y revienta sobre mí

estatua que se derrumba  junto a los sueños

convertida en niebla.

 

Todo comenzó con la lluvia  proclamando el final de mi preñez

en que con cuánto gozo te vi brotar maíz sangre mariposa.

Sin lágrimas surcamos las primeras palabras de mar y viento

crisálida anidada en nuestros nombres.

 

Investida con designios de pasado y jirones de tu sombra

palabra a palabra

fui tejiendo alas

para que la voz fuera

risa palpable y olorosa

espíritu y ojos

bálsamo y herida

vuelo de palomas

danza de cortejo

espejo imperturbable

huella en el tiempo

aguacero acallando la nostalgia.

 

Soy quien habita tu sangre

y no quiero mirar cómo te desvaneces

cómo la lluvia me inunda en lamentos al verte partir

avasallado por un sueño de cúmulos y estratos.

 

Estás aquí comején en la memoria

rasgas implacable la noche en vigilia

te acuno con cantos

con lluvia

con aullidos.

 

Te seguí en el exilio dejando atrás el fuego, la ceniza

fue páramo y espina el templo en que nos refugiamos

con los ojos colmados de huellas miramos las paredes

bebimos del silencio un licor de amnesia y lejanía.

Fue julio y la hora feroz de la huida

 

Pero debía volver

contemplar desde la ruina el añil de un cielo cansado de mirarnos

la desnudez de la roca, la herida que los días hicieron a tu casa

pero debía volver

y extraviar el colibrí que forjamos.

 

Desde tu sangre, desde mi sangre

alzaste la voz para abjurar de nuestro vuelo

del hambre de beber el mar y llenarnos los ojos de horizonte.

 

Escuché el eco de tu llanto

los gritos con que negabas la palabra

como oigo la lluvia golpeado la ventana.

 

Mírame

aquí estoy

con alas de lechuza atravesando el tiempo y el asombro.

 

Mírame

aquí estoy

cazando tu imagen en mi espejo.

 

El penúltimo Astrolabio, CECULTAH 2010

 

 

 

 

Te miro como se ven partir los barcos.

Hay tantas palabras que se detienen al borde de mi boca

cuando mis ojos se llenan de sal y de distancia

desde la calle el silencio musgo tapia las ventanas

y tus pasos dibujan la soledad que seguiré mañana

 

No arribarás a mi playa, ni rondarás mis sueños

no vendrás para habitar mi gruta oceánica

ni te irás satisfecho pensando que has ganado la partida.

Soy tormenta avivada de nostalgia

 

A la sombra del naufragio

acuno tu recuerdo

mi voz es oleaje arrullo de quimeras

mi cuerpo embravecida ola que rompe y se desgaja

en el último trecho de tu ausencia.

 

 

 

 

 

Datos vitales

Ana María Vázquez Salgado. Tulancingo, Hgo. 1969. Ha publicado el libro de poemas El penúltimo Astrolabio (2010) Premio Efrén Rebolledo 2009, el libro de cuentos Como nacer del fuego (2006), Escritura creativa: Antología de poetas tulancinguenses (2010). Beneficiaria del Estímulo a la Creación Artística y Cultural, emisión 2005 y 2007 del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo FOECAH. Coordinadora de talleres de Creación Literaria para niños y adultos.

 

 

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