Cesare Pavese: entre la muerte, los montes y los gatos

 

 

Cesare Pavese: entre la muerte, los montes y los gatos

Victoria Montemayor Galicia

 

 

Este agosto fue el 71 aniversario luctuoso de Cesare Pavese, en septiembre  su cumpleaños 113 (claro, son pocos los que llegan a esa edad, pero Pavese ha trascendido con su maravillosa obra). Quien es amante de la poesía italiana seguro conocerá los versos Vendrá la muerte y tendrá tus ojos…. ¿Cómo no recordar a este gran poeta del Novecento italiano? Pavese nació el 9 de septiembre de 1908 en Santo Stefano Belbo, situado en la provincia de Cuneo en la hermosa región del Piamonte. Guiado siempre por una visión trágica de la vida que lo alcanzará el 27 de agosto de 1950 en Turín, paradójicamente el año en que es galardonado con el Premio Strega, uno de los más importantes de Italia, por su novela “La bella estate” (“El hermoso verano”) decide quitarse la vida. Su diario “Il mestiere di vivere”, (“El oficio de vivir”), fue editado dos años después de su muerte.

Traductor, poeta, narrador, periodista, crítico y ensayista. Su obra se caracteriza por un sentido humano atento a la realidad de la vida del campo y del pueblo que lo circunda; la crueldad de la guerra y parte de la realidad fascista se perciben en sus novelas, “Dei paesi tuoi”, (“De tu tierra”), “La luna e i falò”, (“La luna y las fogatas”), “Il diavolo sulle colline”, (“El diablo en las colinas”), “La casa in collina”, (La casa en la colina).

Entre su obra poética quizá el poema más conocido sea “Verrà la morte e avrà i tuoi occhi”, (“Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”) y después “Lavorare stanca”, (“Trabajar cansa”). Pavese está considerado como uno de los grandes autores neorrealistas por su trágica visión de la vida y las problemáticas existencialistas, así como el mito contrapuesto a la realidad.

De La tierra y la muerte he traducido: “Tierra roja, tierra negra”, “Tú eres como una tierra”, “También tú eres colina”, “Tú no sabes de colinas”, “Eres la tierra y la muerte”. Poemas que sin duda llamarán la atención por el eco repetido de la muerte, el eco de la tierra, la vida, la tristeza, y el campo. En estos versos podemos percibir cómo poco a poco tomará forma el poema Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, como si Pavese lo tuviera ya esbozado en la mente días antes de su muerte. De Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, he traducido “Pasaré por Plaza de España”, “The cats will know”, “The night you slept,” “You, wind of March”, “Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”. El poema  “Beata Beatrix” está inspirado en el cuadro del pintor Dante Gabriel Rossetti, quien a su vez se inspiró en la “Vita Nuova” del supremo poeta Dante Alighieri.

 

 

 

La tierra y la muerte

I

Terra rossa terra nera,

tu vieni dal mare,

dal verde riarso,

dove sono parole

antiche e fatica sanguigna

e gerani tra i sassi ‒

non sai quanto porti

di mare parole e fatica,

tu ricca come un ricordo,

come la brulla campagna,

tu dura e dolcissima

parola, antica per sangue

raccolto negli occhi;

giovane, come un frutto

che è ricordo e stagione ‒

il tuo fiato riposa

sotto il cielo d’agosto,

le olive del tuo sguardo

addolciscono il mare,

e tu vivi rivivi

senza stupire, certa

come la terra, buia

come la terra, frantoio

di stagioni e di sogni

che alla luna si scopre

antichissimo, come

le mani di tua madre,

la conca del braciere.

 

I

Tierra roja tierra negra,

tú vienes del mar,

del verde árido

donde hay palabras

antiguas y cansancio en la sangre

y geranios entre las rocas ‒

no sabes cuánto cargas

de mar palabras y cansancio,

tú, rica como un recuerdo,

como la campiña desolada,

tú, cruel y dulcísima

palabra, antigua por sangre

concentrada en los ojos;

joven, como un fruto

que es estación y recuerdo ‒

tu aliento reposa

bajo el cielo de agosto,

las olivas de tu mirada

endulzan el mar,

y tú vives vuelves a vivir

sin estupor, evidente

como la tierra, oscura

como la tierra trituradora

de estaciones y sueños

que a la luna se descubre

antiquísima, como

las manos de tu madre,

la cuenca del brasero.

 

II

Tu sei come una terra

che nessuno ha mai detto.

Tu non attendi nulla

se non la parola

che sgorgherà dal fondo

come un frutto tra i rami.

C’è un vento che ti giunge.

Cose secche e rimorte

t’ingombrano e vanno nel vento.

Membra e parole antiche.

Tu tremi nell’estate.

 

II

Tú eres como una tierra

que nadie ha pronunciado.

Tú no esperas nada

sino la palabra

que brotará del fondo

como un fruto entre las ramas.

Hay un viento que te alcanza.

Cosas secas y muertas

se interponen y se van con el viento.

Miembros y palabras antiguas.

Tú tiemblas en el verano.

 

III

Anche tu sei collina

e sentiero di sassi

e gioco nei canneti,

e conosci la vigna

che di notte tace.

Tu non dici parole.

C’è una terra che tace

e non è terra tua.

C’è un silenzio che dura

sulle piante e sui colli.

Ci son acque e campagne.

Sei un chiuso silenzio

che non cede, sei labbra

e occhi bui. Sei la vigna.

È una terra che attende

e non dice parola.

Sono passati giorni

sotto cieli ardenti.

Tu hai giocato alle nubi.

È una terra cattiva ‒

la tua fronte lo sa.

Anche questo è la vigna.

Ritroverai le nubi

e il canneto, e le voci

come un’ombra di luna.

Ritroverai parole

oltre la vita breve

e notturna dei giochi,

oltre l’infanzia accesa.

Sarà dolce tacere.

Sei la terra e la vigna.

Un acceso silenzio

brucerà la campagna

come i falò la sera.

 

III

También tú eres colina

y sendero de rocas

y juego en los cañedos,

y conoces la viña

que calla de noche.

Tú no pronuncias palabra.

Hay una tierra que calla

y no es tu tierra.

Hay un silencio que permanece

sobre las plantas y los montes.

Hay aguas y campiñas.

Eres un silencio cerrado

que no cede, eres labios

y ojos oscuros. Eres la viña.

Es una tierra que espera

y no pronuncia palabra.

Fueron días

bajo cielos ardientes.

Jugaste en las nubes.

Es una tierra mala ‒

tu frente lo sabe.

También esto es la viña.

Volverás a encontrar las nubes

y la caña, y las voces

como una sombra de luna.

Volverás a encontrar palabras

además de la vida breve

y nocturna de los juegos,

Más allá de la infancia encendida.

Será dulce callar.

Eres la tierra y la viña.

Un silencio encendido

incendiará la campiña

como las fogatas a la tarde.

 

IV

Tu non sai le colline

dove si è sparso il sangue.

Tutti quanti fuggimmo

tutti quanti gettammo

l’arma e il nome. Una donna

ci guardava fuggire.

Uno solo di noi

si fermò a pugno chiuso,

vide il cielo vuoto,

chinò il capo e morì

sotto il muro, tacendo.

Ora è un cencio di sangue

e il suo nome. Una donna

ci aspetta alle colline.

 

 

IV

Tú no sabes de colinas

donde se esparció la sangre.

Todos huimos

todos arrojamos

el arma y el nombre. Una mujer

nos miraba huir.

Sólo uno de nosotros

se detuvo con el puño cerrado,

vio el cielo vacío,

bajó la cabeza y murió

debajo del muro, callando.

Ahora es un paño de sangre

su nombre. Una mujer

nos espera en las colinas.

 

V

Sei la terra e la morte.

La tua stagione è il buio

e il silenzio. Non vive

cosa che piú di te

sia remota dall’alba.

Quando sembri destarti

sei soltanto dolore,

l’hai negli occhi e nel sangue

ma tu non senti. Vivi

come vive una pietra,

come la terra dura.

E ti vestono sogni

movimenti singulti

che tu ignori. Il dolore

come l’acqua di un lago

trepida e ti circonda.

Sono cerchi sull’acqua.

Tu li lasci svanire.

Sei la terra e la morte.

 

V

Eres la tierra y la muerte.

Tu estación es la oscuridad

y el silencio. Nada vive

más allá de ti que

esté remota del alba.

Cuando pareces despertar

eres sólo dolor,

lo tienes en los ojos y en la sangre

pero no sientes. Vives

como vive una piedra,

como la tierra cruel.

Y te visten sueños

movimientos de sollozos

que ignoras. El dolor es

como el agua de un lago

trémulo y te circunda.

Hay círculos en el agua.

Tú los dejas desaparecer.

Eres la tierra y la muerte.

 

 

 

De Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

I

Passerò per Piazza di Spagna

Sarà un cielo chiaro.

S’apriranno le strade

sul colle di pini e di pietra.

Il tumulto delle strade

non muterà quell’aria ferma.

I fiori spruzzati

di colori alle fontane

occhieggeranno come donne

divertite. Le scale

le terrazze le rondini

canteranno nel sole.

S’aprirà quella strada,

le pietre canteranno,

il cuore batterà sussultando

come l’acqua nelle fontane ‒

sarà questa la voce

che salirà le tue scale.

Le finestre sapranno

l’odore della pietra e dell’aria

mattutina. S’aprirà una porta.

Il tumulto delle strade

sarà il tumulto del cuore

nella luce smarrita.

Sarai tu ‒ ferma e chiara.

 

I

Pasaré por Plaza de España

Será un cielo claro.

Se abrirán las calles

sobre las colinas de pinos y piedra.

El tumulto de las calles

no cambiará aquel aire inmóvil.

Las flores salpicadas

de colores en las fuentes

mirarán con deseo como mujeres

divertidas. Las escaleras

las terrazas las golondrinas

cantarán al sol.

Se abrirá aquella calle,

las piedras cantarán,

el corazón latirá brincando

como el agua en las fuentes‒

será esta la voz

que subirá tus escaleras.

Las ventanas conocerán

el olor de la piedra y del aire

matutino. Se abrirá una puerta.

El tumulto de las calles

será el tumulto del corazón

en la luz desvanecida.

Serás tú‒ inmóvil y clara.

 

 

II

The cats will know

 

Ancora cadrà la pioggia

sui tuoi dolci selciati,

una pioggia leggera

come un alito o un passo.

Ancora la brezza e l’alba

fioriranno leggere

come sotto il tuo passo,

quando tu rientrerai.

Tra fiori e davanzali

i gatti lo sapranno.

Ci saranno altri giorni,

ci saranno altre voci.

Sorriderai da sola.

I gatti lo sapranno.

Udrai parole antiche,

parole stanche e vane

come i costumi smessi

delle feste di ieri.

Farai gesti anche tu.

Risponderai parole ‒

viso di primavera,

farai gesti anche tu.

I gatti lo sapranno,

viso di primavera;

e la pioggia leggera,

l’alba color giacinto,

che dilaniano il cuore

di chi piú non ti spera,

sono il triste sorriso

che sorridi da sola.

Ci saranno altri giorni,

altre voci e risvegli.

Soffriremo nell’alba,

viso di primavera.

 

 

II

The cats will know

Todavía caerá la lluvia

sobre tus dulces adoquines,

una lluvia ligera

como un hálito o un andar.

Todavía la brisa y el alba

florecerán ligeras

debajo de tu paso,

cuando regresarás.

Entre flores y ventanas

los gatos lo sabrán.

Habrá otros días,

habrá otras voces.

Sonreirás sola.

Los gatos lo sabrán.

Escucharás palabras antiguas,

palabras cansadas y vanas

como los disfraces abandonados

de las fiestas de ayer.

Harás gestos también.

Responderás palabras–

rostro de primavera,

harás gestos también.

Los gatos lo sabrán,

rostro de primavera;

y la lluvia ligera,

el alba color jacinto

despedazan el corazón

de quien ya no te espera,

soy la triste sonrisa

que sonríe sola.

Habrá otros días,

otras voces y amaneceres.

Sufriremos en el alba,

rostro de primavera.

 

III

The night you slept

Anche la notte ti somiglia,

la notte remota che piange muta,

dentro il cuore profondo,

e le stelle passano stanche.

Una guancia tocca una guancia ‒

è un brivido freddo, qualcuno

si dibatte e t’implora, solo,

sperduto in te, nella tua febbre.

La notte soffre e anela l’alba,

povero cuore che sussulti.

O viso chiuso, buia angoscia,

febbre che rattristi le stelle,

c’è chi come te attende l’alba

scrutando il tuo viso in silenzio.

Sei distesa sotto la notte

come un chiuso orizzonte morto.

Povero cuore che sussulti,

un giorno lontano eri l’alba.

 

III

The night you slept

También la noche te asemeja,

la noche remota que llora muda

dentro del corazón profundo,

y las estrellas pasan cansadas.

Una mejilla toca una mejilla‒

es un frío escalofrío, alguien

se debate y te implora, sólo,

perdido en ti, en tu fiebre.

La noche sufre y anhela el alba,

pobre corazón que se estremece.

Oh rostro cerrado, oscuridad angustiosa,

fiebre que entristece las estrellas,

hay alguien como yo que te espera al alba

escrutando tu rostro en silencio.

Estás extendida debajo de la noche

como un horizonte cerrado muerto.

Pobre corazón que se estremece,

un día lejano eras el alba.

 

 

IV

You, wind of March

 

Sei la vita e la morte.

Sei venuta di marzo

sulla terra nuda ‒

il tuo brivido dura.

Sangue di primavera

‒ anemone o nube ‒

il tuo passo leggero

ha violato la terra.

Ricomincia il dolore.

Il tuo passo leggero

ha riaperto il dolore.

Era fredda la terra

sotto povero cielo,

era immobile e chiusa

in un torpido sogno,

come chi piú non soffre.

Anche il gelo era dolce

dentro il cuore profondo.

Tra la vita e la morte

la speranza taceva.

Ora ha una voce e un sangue

ogni cosa che vive.

Ora la terra e il cielo sono

un brivido forte,

la speranza li torce,

li sconvolge il mattino,

li sommerge il tuo passo,

il tuo fiato d’aurora.

Sangue di primavera,

tutta la terra trema

di un antico tremore.

Hai riaperto il dolore.

Sei la vita e la morte.

Sopra la terra nuda

sei passata leggera

come rondine o nube,

il torrente del cuore

si è ridestato e irrompe

e si specchia nel cielo

e rispecchia le cose ‒

e le cose, nel cielo e nel cuore

soffrono e si contorcono

nell’attesa di te.

È il mattino, è l’aurora,

sangue di primavera,

tu hai violato la terra.

La speranza si torce,

e ti attende ti chiama.

Sei la vita e la morte.

Il tuo passo è leggero.

 

IV

You, wind of March

 

Eres la vida y la muerte.

Viniste en marzo

sobre la tierra desnuda‒

tu temblor permanece.

Sangre de primavera

‒anémona o nube‒

tu andar ligero

violó la tierra.

Vuelve el sufrimiento.

Tu andar ligero

abrió de nuevo el tormento.

Estaba fría la tierra

debajo del pobre cielo,

estaba inmóvil y cerrada

en un tórpido sueño,

como quien no sufre más.

También el hielo era dulce

dentro del corazón profundo.

Entre la vida y la muerte

la esperanza callaba.

Ahora tiene una voz y una sangre

cada cosa que vive.

Ahora la tierra y el cielo son

un fuerte temblor,

la esperanza los tuerce,

los trastorna en la mañana,

los sumerge tu andar,

tu respiración de aurora.

Sangre de primavera,

toda la tierra tiembla

de un antiguo temblor.

Abriste de nuevo el tormento.

Eres la vida y la muerte.

Sobre la tierra desnuda

pasaste ligera

como golondrina o nube,

el torrente del corazón

se reavivó e irrumpe

y se refleja en el cielo

y refleja las cosas‒

y las cosas, en el cielo y en el corazón

sufren y se contorsionan

en la espera de ti.

Es la mañana, es la aurora,

sangre de primavera,

violaste la tierra.

La esperanza se tuerce,

y te espera te llama.

Eres la vida y la muerte.

Tu andar es ligero.

 

V

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi

questa morte che ci accompagna

dal mattino alla sera, insonne,

sorda, come un vecchio rimorso

o un vizio assurdo. I tuoi occhi

saranno una vana parola,

un grido taciuto, un silenzio.

Cosí li vedi ogni mattina

quando su te sola ti pieghi

nello specchio. O cara speranza,

quel giorno sapremo anche noi

che sei la vita e sei il nulla.

Per tutti la morte ha uno sguardo.

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.

Sarà come smettere un vizio,

come vedere nello specchio

riemergere un viso morto,

come ascoltare un labbro chiuso.

Scenderemo nel gorgo muti.

 

V

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

esta muerte que nos acompaña

de la mañana a la noche, insomne,

sorda, como un viejo remordimiento

o un vicio absurdo. Tus ojos

serán una vana palabra,

un grito taciturno, un silencio.

Así los ves cada mañana

cuando sola te inclinas

en el espejo. Oh querida esperanza,

aquel día también nosotros sabremos

que eres la vida y eres la nada.

Para todos la muerte tiene una mirada.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.

Será como dejar un vicio,

como ver en el espejo

aparecer un rostro muerto

como escuchar un labio cerrado.

Descenderemos en el abismo mudos.

 

 

Beata Beatrix

 

Tenue, velata dal sogno divino

che gonfiò l’anima del suo poeta

angosciosamente una segreta

passione mostra sul volto supino.

Sorge dall’ombra ed un lento mattino

le piove tra le mani una quieta

luce che il cuore pianamente acqueta

e le imbianca il volto alabastrino.

Assorta in un pensiero ella l’amore

del pauroso giovane non sente,

abbassa gli occhi sul volto rapito,

sul volto che protende a un infinito

dolore, muta rassegnatamente

e un colombo le posa in grembo un fiore.

 

Beata Beatrix

 

Tenue, velada por el sueño divino

que insufló en el alma de su poeta

una secreta y angustiosa

pasión muestra su rostro supino.

Surge de la sombra y una lenta mañana

le llueve entre las manos una quieta

luz que el corazón tranquilamente aquieta

y emblanquece su rostro alabastrino.

Absorta en un pensamiento ella el amor

del temeroso joven no siente,

baja los ojos el rostro raptado,

el rostro que tiende a un infinito

dolor, cambia resignadamente

y un palomo posa en su regazo una flor.

 

 

 

 

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