Zang Di: Encuentro Internacional de Poesía CDMX

Presentamos una breve semblanza, traducción de poemas, notas críticas y una entrevista del poeta chino, Zang Di, invitado al Encuentro Internacional de Poesía CDMX 2015, a celebrarse del 26 al 29 de noviembre de 2015 en la ciudad de México.

 

 

 

 

#poesíaCDMX

 

 

Entrevista en video (subtitulada al inglés)

 

 

Zang Di es el pseudónimo de Zang Li, poeta Chino nacido en 1964. Es considerado uno de los mejores poetas contemporáneos en China. Ha publicado libros de poesía y editado varias antologías, traducciones y revistas de poesía. Su trabajo combina la literatura china e internacional de manera ingeniosa. Sus textos complejos, de varias capas, son frecuentemente descritos como poesía Avant garde. Es uno de los primeros poetas en alejarse de la tradición sentimentalista y la crítica social abierta de la poesía de los noventas en China, al tomar un enfoque experimental posmoderno.

 

 

 

Para mí, el lago Weiming es más que un lago: ha sido parte de mi vida por 30 años y es una especie de templo, una iglesia en la que rezo, en la que mi mente y mi cuerpo se juntan.

Zang Di

 

 

 

 

 

 

 

“Uno de los más prominentes y dinámicos poetas que escriben hoy en China.”

-Cha, periódico de estudios culturales.

“Un vistazo a una tradición poco conocida y encantadora.”

-The Guardian

“Quizás el poeta y crítico más influyente de Asia en nuestros tiempos.”

 -Amazon Books.

 

 

 

 

 

James Baldwin está muerto

 

Nevaba muy poco-signo de soledad

que duró muchos años, silencioso,

como una misteriosa angustia

 

cuando una nevada enorme

aparezca la muerte tendrá

que ser ofrecida como cuerpo

contradictorio

 

constituirá un gran obstaculo. Lo

que más desea la muerte

es el cuerpo que tuvo que soportar

 

el cuerpo de James Baldwin

perdura, en el trasfondo de la nieve,

como algo más impresionante

que la muerte

 

Víctima lujosa

se volvió negro, negro, en la nieve

así como la nieve en su alma.

 

James Baldwin Is Dead

It snowed very little—a sign of loneliness

that lasted many years, quietly,

like a mysterious contempt

When a heavy snow bursts

death will have to be offered

as a body that contradicts it

and constitutes a great obstacle.

What death desires most

is the body that it had to endure

James Baldwin’s body

is qualified, in the background of snow

He looks more impressive than death

A luxurious victim

he turned pitch-black in the snow

and so did the snow in his spirit

 

 

 

 

Algunas razones por las que amo a Rimbaud

 

Su nombre leva olas azules,

un extraño amor-odio

que no duele. Leves olas suben y bajan

como fenómenos estereoscópicos.

Al menos, me gusta esta manera

extraña en que nos lo presentaron.

Destinado a vivir en el sur de Francia,

a ir a Paris, a Bruselas, a Londres,

a la África salvaje

en busca de arena. La gente

lava cosas con agua, pero él

lavaba con vastas dunas. Entiendo

todo eso, y amo la parte brillante

de todo. No sé, sin embargo,

si lo llevaría como a un hermano

poeta si yo hubiera nacido

hace cientos de años. Pero sé

que me cae bien, porque

decía que cualquiera era artista.

Razonamiento claro: él,

siendo un genio, veía genialidad

en todos, potencial o desconocida.

Su encanto simple y complejo: “Quoi?-L’Éternité.”

Curioso que, cuando duermo, a veces,

pienso que él sólo decía estupideces,

pero cuando despierto, me baño,

y vuelvo a la luz del día,

me doy cuenta

de que tenía ojos

de profeta.

 

 

A Few Reasons Why I Love Rimbaud

 

His name carries blue waves,

a strange love-hate

that doesn’t hurt. Slow waves that rise and fall —

like a spectroscopic phenomenon.

At least, I’m fond of this odd way

he was introduced to us.

Destined to be born in southern France,

then to go to Paris, to Brussels,

to London, to wild Africa

to find enough sand.

People wash things with water, but he

washed things with vast quantities of sand.

I understand all this, and love

the glittering part of it.

I can’t be sure though, if I would take him

as a poetry brother had I been born

a hundred years earlier. But I know

I like him, because he said

everyone was an artist.

His reasoning was very straightforward:

being a genius himself, he saw genius

in everyone, either potential,

or unknown. His appeal,

simple but complex. “Quoi?—L’Éternité.”

It’s funny that when I sleep at night,

I occasionally think he was talking nonsense,

but when I wake up in the morning, bathed

in the freshness of early light, I realize

he was certainly foresighted.

 

 

Traducido por Sergio Eduardo Cruz a partir de las traducciones al inglés de Ming Di y Neil Aitken en New Cathay: Contemporary Chinese Poetry, editado por la Poetry Foundation.

 

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