QUIÉNES SOMOS

En 1490, como respuesta a la masacre de ochenta mil sacrificados en la inauguración del Templo Mayor de Tenochtitlan acontecida tres años antes, el príncipe y poeta Tecayehuatzin, señor de Huexotzinco, convocó al primer encuentro de poetas en América: la reunión de los tlamatinime o sabios del mundo náhuatl. El motivo del encuentro era dar respuesta a la pregunta ¿qué es lo verdaderamente importante en la vida del hombre sobre la tierra?  Acudieron los poetas desde todos los puntos del Anáhuac o mundo conocido. Reunidos ahí, bajo los ahuehuetes, y después de haber fumado tabaco bizarro y bebido de la flor del cacao, instalados en cómodas esteras, iniciaron el diálogo.

Concluyeron que por encima de los placeres, de las riquezas y del poder, las flores y los cantos, es decir, la poesía, es lo único que realmente logra trascender la existencia. La poesía como el bien más preciado; la poesía como escudo para resistir la violencia y la muerte.

Así como Tecayehuatzin, Señor de Huejotzingo, en 1490, reunió a los tlamanitime, a los poetas y sabios del mundo náhuatl, para definir la presencia del hombre sobre la tierra, hoy, para hacer frente al tiempo de pobreza, incertidumbre, violencia y deshumanización que vivimos, proponemos una nueva manera de ser revolucionarios, un nuevo modo de organizar el pesimismo. Proponemos otra forma de protesta creativa, proponemos la militancia poética: leer poesía, escuchar poesía, escribir poesía.