España en su poesía: Javier Lorenzo Candel

Presentamos, en el marco del dossier de poesía española contemporánea, un acercamiento al trabajo de Javier Lorenzo Candel (Albacete, 1967). Es poeta y crítico literario. Ha recibido, entre otros, los premios Barcarola, Fray Luís de León, Emilio Alarcos, Antonio Machado y Jaime Gil de Biedma. Colabora como crítico literario en revistas como Cuadernos Hispanoamericanos o La Estafetadel Viento. Ha sido crítico literario de Blanco y Negro Cultural.

 

 

 

 

POEMAS FRANCESES. (inédito)

 

 

 

 

PARA NO HACER PALABRA LA BELLEZA.

 

Aquí no ha comenzado

La palabra ni el mundo,

Pero se ha hecho presente la belleza.

Con el Ródano a un paso,

La lentitud del agua acompañando

La luz de mediodía,

Los coros de los grillos que, como singladuras

Hacia un sonido único, adiestran al verano y lo contienen.

 

Estas son las razones para no hacer palabras

Con todo lo observado

Sino irlo adquiriendo más allá del sentido

Y de la nombradía.

Y dejarse emboscar por la armonía del mundo.

 

Al fin y al cabo el nombre

Que contiene este espacio

No es un nombre de signos y de significados,

Más bien de aromas nítidos y eternas voluntades

Del agua. Al fin y al cabo,

Estamos desprovistos de consignas

Para decir las cosas y acertar con lo dicho.

 

Ahora,

Cuando un viento que crece por pura voluntad de los ocasos,

Toca el mundo que habito, no os puedo decir

Que he gozado y que callo

Para no hacer palabra la belleza.

 

 

 

 

MERCADO DE CONDRIEU

 

Viernes por la mañana: Todo parece ufano,

Nos rendimos al agua que revienta de júbilo;

El rio arriba

Toma la luz del sol, del primer sol, amable,

Estival y, silbando sobre los firmes tejos, su corriente.

 

Caminamos despacio camino de Condrieu

Sobre la misma senda de un camino

Que delimita al Rhone por su lado derecho,

Y llegamos allí para reivindicarnos en medio del mercado.

 

Campesinos de fiesta venden su mercancía al grito de “Mejor

De nuestras manos”, cantan las mujeres el precio de la ofrenda,

Como si nos dijeran que el mundo está habitado

Por su labor de siglos para reconfortar al viajero. Las gentes

Se apiñan en los carros del queso, en las barracas

Que muestran el pescado, la luz

Se va erizando entre las calles.

 

Las diez de la mañana:

Una niña exagera su acento cotidiano, y en el timbre

De su voz suena el premio de este día de Julio

Fijando, en su color, el homenaje.

 

Acompañadme, amigos, al tiempo de renuncia,

A ese espacio cercano donde no retornar es un instante

Que puede ser, al fin, la vida entera.

Y hacedme vuestro ahora o despedidme.

 

 

 

 

 

EL ANTICUARIO YVES.

A Yves y Let

 

El anticuario toca las piezas japonesas

Que decoran la estancia, una sala pequeña

Abarrotada ahora de libros, postales

Desde mundos casi inimaginados

Y concesiones útiles a la nueva cultura de la comodidad,

Como si fueran cosas de honores de la historia,

Platos de hazañas épicas entre sus propietarios,

O la pureza de la porcelana

Acompañando surcos de una edad protegida

Por todos los guerreros.

 

Pone atención a cuanto, con profusión

De adornos y pan de oro,

Decora los objetos, y los hace vivir

En otras latitudes, un viaje que fomenta

El viaje de quien goza de tanta explicación, y lo hace rumbo.

 

Yo, muy atento, escucho la vida que me cuenta

El anticuario Yves, y pongo de mi parte

Lo que siempre viví con extrañeza.

Conmigo está ese mundo, la infancia, los motivos

De una mujer que arrastra su labor cotidiana por los suelos,

La estancia con olor a jazmín y madera,

Y soy, más que el amigo del anticuario Yves,

Más que un común mortal en el pequeño espacio donde habita,

Un hombre que ahora empuja la voluntad de un reino

Y bendice la paz, y sus riquezas.

 

Afuera,

Los amigos comparten vino blanco y Chartreuse.

El anticuario Yves sabe de mi extravío, y. en silencio,

Su entusiasmo traslada hacia la cena.

Cuentan que en un instante yo no era de ese mundo

Y nadie me echó en falta.

 

Un pájaro nocturno

Cruzó conmigo el tiempo y la consciencia.

 

 

 

 

 

POEMAS DE « TERRITORIO FRONTERA »

(Visor, 2012)

 

 

 

 

Quizás entonces, -dijiste-

cuando llegue el otoño, el mismo insecto

que trata de quebrar el cristal del farol

haya cesado de ese empeño tenaz que lo consume.

O haya, luego de esta energía, descreído de todo

cuanto encierra la lámpara.

 

Es obstinado el modo con que, consecutivamente,

pone a prueba su frágil

naturaleza, vida

que parece vivida para quebrar, más que el cristal,

la voluntad de un material más fuerte que su empeño.

 

Si lo observas, -me has dicho- verás que no vacila. Guarda

un objetivo único

ante el que, poco a poco, languidece.

 

Ya casi de mañana nos hemos retirado.

pero, al instante, he vuelto

a aquella luz que aviva los lances del insecto en el cristal

y he visto, puedes o no creerlo,

un prodigio animal luminiscente

que ha hecho del obstinado

un ave blanca dotada de belleza y de aniquilación

 

 

El único argumento, alejadas conjuras y pronósticos,

es pensar que ha vencido finalmente.

 

En su perseverancia – te dije a mi regreso-

estaba contenido todo el triunfo.

 

 

 

 

 

 

 

Si pudiera ofrecerte

la eternidad, lo haría.

He adquirido valor, conocimiento,

libertad e indulgencia,

y, por así decirlo,

algún hallazgo

más o menos valioso.

 

Pero yo también sufro

-aligerado de años por vivir-

este dolor del hombre

abriéndose a la duda.

Y espero, sólo espero.

 

 

 

 

 

 

 

Detén el paso cerca y espera todavía.

No dejes que el recuerdo te agrande la razón tan de inmediato.

No es demasiado tarde para vivir de nuevo

los olores, el manantial de luz que te ofrecen las puertas de la casa,

el olvidado azul del suelo del jardín,

la mirada mayor que te acompaña.

 

Detente todavía, y dale un tiempo nuevo a la memoria

para vivirte dentro como el hombre que eres,

con tu llegada última no con aquella

encerrada en los largos trastornos de la edad.

 

Ve al recuerdo provisto de aquello que acarreas

pues sus profundidades pueden ser de armonía o de traición.

Y busca lo que fuiste sabiendo que has llegado a lo que eres.

 

 

 

 

 

 

POEMA DEL LIBRO “AMORETTI O LAS TRIBULACIONES DE JOHN THOMAS FARWELL”

(Biblioteca Nueva, 2010)

 

 

 

 

VII

 

Si el cuerpo de él reposa bajo tierra sagrada,

El de ella duerme cerca, y entrambos desconfían

Pues cada miembro busca al otro y su cuidado,

Y no halla más que un túmulo pertinaz en servir

De muro inquebrantable. Ella le dicta amor

Y él no escucha su acento y es difícil decirle

Él a ella su pena, pues la aflicción más grande

Es que, tras de la muerte, el rito de los hombres

Los separa. Llamad al fiel sepulturero

Y que los cuerpos vuelvan cada cual a su antojo,

Y que ella a él lo abrace; y que él a ella diga

Como en susurros: “Quiero hacer de nuestra muerte

La eternidad dichosa“. Y luego de besarla,

Sin condiciones den sus cuerpos a la tierra.

 

 

 

 

 

POEMA DEL LIBRO “ECOSISTEMAS”

(VISOR, 2006)

 

 

 

 

NO CONFÍES

 

No confíes en los caballos blancos,

ni en sus jinetes, sobrios

y perfumados encima de la grupa;

no confíes en los buenos propósitos

de la equina conciencia,

ni en las riendas que,

sujetas de las manos de amazonas,

sostienen todo el ímpetu

de las bestias más blancas.

Ellos también acusan la fuerza de su estirpe.

 

Si es pequeño tu espíritu

y no elevas tu condición humana

por encima del brillo de todas las espuelas,

no confíes en los caballos blancos

ni en la apuesta destreza de quien guía

el brío de sus crines.

 

 

 

 

Datos vitales

Javier Lorenzo Candel (Albacete, 1967), es poeta y crítico literario. Entre su obra cabe destacar los libros de poemas: “Visiones al costo” (Barcarola 1997), “Hotel Central” (Sial, 2002), “Juegos de Construcción” (Visor, 2004), “Ecosistemas” (Visor 2007), “Amoretti o las tribulaciones de John Thomas Farwell” (Biblioteca Nueva, 2010) y “Territorio frontera”, de reciente aparición en la editorial Visor. Ha recibido, entre otros, los premios Barcarola, Fray Luís de León, Emilio Alarcos, Antonio Machado, este último convocado porla Fundaciónde Ferrocarriles Españoles con “La tierra que persigue” (FFE 2006), y Jaime Gil de Biedma. Como ensayista ha publicado en colaboración el libro “El milagro de Cervantes”, y ha editado y prologado el libro de artículos de Antonio Martínez Sarrión “Preferencias”. Colabora como crítico literario en revistas como Cuadernos Hispanoamericanos o La Estafetadel Viento. Ha sido crítico literario de Blanco y Negro Cultural.

 

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