Poesía Guatemalteca: Ana María Rodas

Leemos poesía guatemalteca. Leemos a Ana María Rodas (Guatemala, 1937). Es poeta, narradora, destacada periodista y profesora de literatura y periodismo en distintas universidades del país. Ha publicado, entre otros libros: Poemas de la izquierda erótica (1973), Cuatro esquinas del juego de una muñeca (1982 ), El fin de los mitos y los sueños (1984 ), La insurrección de Mariana (1993). Recibió el Premio de Literatura Miguel Ángel Asturias.

 

 

 

 

 

 
La gramática miente
(como todo invento masculino)
Femenino no es género, es un adjetivo
que significa inferior, inconciente, utilizable,
accesible, fácil de manejar,
desechable. Y sobre todo
violable. Eso primero, antes que cualquier
otra significación preconcebida.

 

 

 

 

 
El más perfecto amor
Podría durar quizás tres años.
Te lo aseguro yo
que ya asistí a varios entierros.

 
Pero todo está bien
si al menos escribiste algunos poemas.

 

 

 

 

 
Dijeron que un poema
debería ser menos personal
que eso de hablar de tú o de yo
es cosa de mujeres.
Que no es serio.

 
Por suerte o por desgracia
todavía hago lo que quiero.

 
Quizá algún día utilice otros métodos
y hable en abstracto.
Ahora sólo sé que si se dice algo
debe ser sobre tema conocido.

 
Yo sólo soy sincera  —y ya es bastante—
hablando de mis propias miserias y alegrías
puedo contar que me gustan las fresas
Por ejemplo
y que algunas personas
me caen mal por hipócritas, por crueles
o simplemente porque son estúpidas.
Que no pedí vivir
y que morir no es algo que me atraiga
excepto cuando me hallo deprimida.
Que esoy hecha
sobre todo
de palabras.
Que para poder manifestarme
uso tinta y papel a mi manera.
No puedo remediarlo.
Por más que trate
no escribiré un ensayo
sobre la teoría de conjuntos.

 
Tal vez más adelante
encuentre otras formas de expresarme.
Pero eso no me importa ahora
hoy vivo aquí y este momento
y yo soy yo
y como tal actúo.

 
Por lo demás lamento no complacer a todos.
Creo que ya es bastante mirar hacia mí misma
y tratar de aceptarme
con huesos con músculos
con deseos con penas.
Y asomarme a la puerta y ver pasar el mundo
y decir buenos días. Aquí estoy yo.
Aunque no les guste.
Punto.

 

 

 

 

 
Asumamos la actitud de vírgenes.
Así
nos quieren ellos.

 
Forniquemos mentalmente
suave, muy suave
con la piel de algún fantasma.

 
Sonriamos
femeninas
inocentes.

 
Y a la noche, clavemos el puñal
y brinquemos al jardín
abandonemos
esto que apesta a muerte.

 

 

 

 

 
Limpiaste el esperma
y te metiste a la ducha.

 
Diste el manotazo al testimonio
pero no al recuerdo.

 
Ahora
yo aquí, frustrada
sin permiso para estarlo
debo esperar
y encender el fuego
y limpiar los muebles
y llenar de mantequilla el pan.

 
Tú comprarás con sucios billetes
tu capricho
pasajero.

 
A mí me harta un poco todo esto
en que dejo de ser humana
y me transformo en trasto viejo.

 

 

 

 

 

 
De acuerdo
soy arrebatada, celosa
voluble
y llena de lujuria.

 
Qué esperaban?

 
Que tuviera ojos
glándulas
cerebro, treinta y tres años
y que actuara
como el ciprés de un cementerio?

 

 

 

 

 

Domingo 12 de septiembre, 1937
a las dos de la mañana: nací.
De ahí mis hábitos nocturnos
y el amor a los fines de semana.
Me clasificaron: nena? Rosadito.
Boté el rosa hace mucho tiempo
y escogí el color que más me gusta,
que son todos.
Me acompañan tres hijas y dos perros:
lo que me queda de dos matrimonios.
Estudié porque no había remedio
afortunadamente lo he olvidado casi todo.

 
Tengo hígado, estómago, dos ovarios,
una matriz, corazón y cerebro, más accesorios.
Todo funciona en orden, por lo tanto,
río, grito, insulto, lloro y hago el amor.

 
Y después lo cuento.

 

 

 

 

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