Acercamiento a la poesía

Héctor Zambrano, alumno de la Licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica de la BUAP, comparte con nosotros un lúdico acercamiento a la poesía hilvanando diversas perspectivas críticas de autores como Huidobro, Paz, Vallejo o Borges, entre otros.

Creé la lengua de la boca que los hombres desviaron de su rol, haciéndola aprender a hablar… a ella; ella, la bella nadadora, desviada para siempre de rol principal acuático y puramente acariciador. Con el lenguaje viene la vida. Del conocimiento práctico nace la investigación desinteresada; los medios para dominar la naturaleza se convierten en métodos para descubrir una verdad abstracta. Y, así, también el arte, que era sólo un elemento de magia y de culto, un instrumento de propaganda y de panegírico, un medio para influir sobre los dioses, los demonios y los hombres, se vuelve forma pura, autónoma, “desinteresada”, arte por el arte y por la belleza. Únicamente el artista puede visualizar el sentido de la vida […]. La poesía dispone a su antojo del dolor y el cosquilleo, del placer y el displacer, del error y la verdad. Hay casos en los que la poesía se crea a sí misma […], y así el contexto crea poesía con esas palabras: palabras que nadie se atrevería a usar hoy porque sólo serian citas. De mí puedo asegurar que lo que no entiendo en un autor de una facultad, lo suelo entender en el de otra que parece muy distante, y esos propios, al explicarse, abren ejemplo metafóricos de otras artes; como cuando dicen los lógico que el medio se ha con los términos, como se ha una medida con dos cuerpos distantes, para conferir si son iguales o no; y que la oración del lógico anda como la línea recta por el camino más breve; y la del retórico se mueve, con la curva, por el más largo, pero van a un mismo punto los dos.

Al preguntarle al poema por el ser de la poesía ¿no confundimos arbitrariamente poesía y poema? […] Hay máquinas que riman pero no de poetizar. Lo poético es poesía en estado amorfo. Qué el “hombre” no es una invención, sino una demanda del espíritu, una eventualidad muy remota, tan anhelada como temible, y que la senda que a él lleva únicamente se ve transitada a pequeños segmentos y bajo pavorosos martirios y éxtasis. A pesar de esta sentencia adversa, los poetas se obstinan en afirmar que la imagen revela lo que es y no lo que podría ser. Y más: dicen que la imagen recrea el ser. Deseos de restaurar la dignidad filosófica de la imagen, algunos no vacilan en buscar el amparo de la lógica dialéctica. En mi lógica. El poeta se muestra siempre como un tierno amigo de todo lo débil, solitario y entristecido; de todo lo huérfano: atracción paternal […], siente el mismo amor por lo que es muy fuerte que por lo muy débil […], la fuerza le fascina y le embriaga […], se ve irresistiblemente atraído por cualquier símbolo del infinito, el mar, el cielo. En su seno se resuelven todos los conflictos objetivos y el hombre adquiere al fin conciencia de ser algo más que tránsito. ¿Por qué? Somos incapaces de definir el saber del café, el color rojo, el significado de la ira, el odio. Estás cosas están tan arraigadas en nosotros que sólo pueden ser expresadas por esos símbolos comunes que compartimos ¿Y por qué habríamos de necesitar más palabras? Porque todo el mundo sabe donde encontrar poesía, uno siente el roce de la poesía, ese especial estremecimiento. Yo estoy ausente, pero en el fondo de está ausencia/ Hay la espera de mí mismo. / Y esta espera es otro modo de presencia/ La espera de mi retorno […]. La palabra, al fin en libertad, muestra todas sus entrañas, todos sus sentidos y alusiones, como un fruto maduro. El representante por excelencia a la vez sujeto y objeto, alma y mundo. Como se ha hecho notar, hay, efectivamente dos motivo diferentes de los que derivan las obras de arte: unas se crean simplemente para que existan; otras para que sean vistas. No creo que un libro sea verdaderamente un objeto inmortal […], sino más bien una ocasión para la belleza. Un poema es una cosa que será/ Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser. /Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser. La única nota común a todos los poemas consiste en que son obras, productos humanos.

La palabra es el hombre mismo. Estamos hechos de palabras. Ellas son nuestra única realidad o, al menos, el único testimonio de nuestra realidad. Aquí comienza el campo inexplorado /Redondo a causa de los ojos que lo liman. La belleza siempre nos acompaña […], la belleza siempre nos está esperando. La capacidad para la poesía tiene mucho en común con la capacidad para el misticismo, en la misma que para lo peculiar, lo personal, lo desconocido, lo misterioso, lo que hay que revelar, lo necesario-casual. Esas palabras que ahora son abstractas fueron una vez un significado material. En lo espiritual como en lo natural, el significativo, recíproco, correspondiente […] todo es jeroglífico […] y el poeta no es sino el traductor, el que descifra. La esencia del lenguaje es simbólica porque consiste en representar un elemento de la realidad por otro, según ocurre en las metáforas. Lo que quisiera señalar es que no tenemos que por un significado, por ninguno de los dos significantes. Sentimos los versos antes de elegir una u otra o ambas hipótesis. A semejanza de la percepción ordinaria, la imagen poética reproduce la pluralidad de la realidad y, al mismo tiempo, le otorga unidad. Más bien devuelve el lenguaje a su fuente original natural. Cada lector busca algo en el poema. Lo que nos lleva a: Las metáforas no exigen ser creídas. Lo que verdaderamente importa, es que pensemos que responder a la emoción del autor. La representación del alma, del mundo interior en su totalidad. Ya lo digiere su medio, las palabras, pues son ellas la manifestación externa de aquel centro interno de energías. Y, todo lo escrito se convierte en un encubrimiento, quizás sea mejor que el poeta no tenga nombre. La poesía cambia, pero no progresa ni decae, decaen las sociedades. Sin corromper lo ya hecho. La creación poética consiste, en buena parte, en esta voluntaria utilización del ritmo como agente de seducción. Razón para la imaginación […] como un objeto bello […] placer en las palabras. Al sentido instantáneo de la eternidad/ corresponde/ este encuentro envestido de hilo negro/ pero a tu despedida temporal/ tal sólo corresponde lo inmutable/ tu criatura, tu alma, mi palabra. En la libertad misma. En la expresión de la belleza por medio de las palabras artísticamente entretejidas. En donde: El Universo deja de ser un vasto almacén de cosas heterogéneas. La poesía es entrar en el ser. Para actuar a la izquierda, plasmar: El poeta funda al pueblo porque el poeta retoma la corriente del lenguaje y bebe en la fuente original. Donde el efecto y el sentir es lo único que vale… Estoy desquiciado y sin saber qué hacer, ni para qué vivir. Así paso mis días huérfano lejos de todos y loco de dolor. Y borras el alma adormecida. Ve si cabe extendida en tu extensión. O como la letra que cae al medio del ojo. ¡hay ganas de quedarse plantado en este verso!

Bibliografía

BAUDELAIRE, Charles, Crítica Literaria, España, Visor Dis, 1999
BORGES, Jorge Luis, Arte poética: seis conferencias. España, Crítica, Barcelona, 2005
CRUZ, Sor Juana Inés de la, Respuesta a sor Filotea de la Cruz, México, Éxodo, 2005
HAUSER, Arnold, Historia social de la literatura y el arte I, España, Debolsillo, 2005
HESSE, Herman, El lobo estepario, México, Leyenda, 2005
HUIDOBRO, Vicente, Altazor, México, Coyoacán, 2005
MONTES DE OCA, Francisco, Ocho siglos de poesía en la lengua castellana, México, Porrúa, 2003
NOVALIS, Escritos escogidos, España, Visor Libros, 2004
PAZ, Octavio, El arco y la lira, México, Fondo de Cultura Económica. 2005
VALLEJO, César, Obra Poética, México, UNESCO, 1989
______, Poesía completa. México, axial, 2007

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