Foja de poesía No. 065: Roger Santiváñez

Róger Santiváñez

Una muestra de la obra de Roger Santiváñez (Piura, Perú, 1956), una de las voces más interesantes de la poesía peruana contemporánea. Diez poemas de la serie Roberts Pool Crepúsculos.

 

 

 

 

ROBERTS POOL CREPÚSCULOS

 

 

 

1.

Cooper River Park

 

& el destello del brillo del río

Contemplo inmóvil en la verde orilla

Suavísimo repliegue acuático mi

 

Niatura dibujada por la diosa in

Visible oculta tras la fronda  ce

Leste que a la bóveda se funde

 

En mi dolor terrestre como la

Nube majestuosa desaparecida

Recién al formarse & ser deli

 

Cuescente presencia frágil nada

En la silente extensión flotante

O suspenso suspiro de incomprendida

 

                     Rosa

 

 

 

 

2. 

Refulgen ninfas sobre las aguas pardas

& las hojas susurrantes hacen su son

La floresta divina a la brisa estival se

 

Entrega es una solitaria rosa perfecta

Entre nubes perla quemada & azul por

Los arrecifes del cielo encendido & ya

 

Crespuscular plomizo en el fondo de sí

Mismo constelado algodón-azúcar en su

Boca deliciosa derretida incomputable

 

Allí donde su luz fue el secreteo de las

Horas ondulantes forma del anhelo en

Extinción que sin embargo aún canta su

 

                  Canción

 

 

 

3. 

El atardecer mientras lo vivo en el jardín

Va cayendo en la instantánea resolana fugaz

Es una luz que viene & va capricho del

 

Solsticio entre la rosa más amada

& las bellotas abiertas en sus labios

Cardinals sobrevuelan el antiguo esplendor

 

Entre las dos aguas memoria almendrada

Con el dulce blancor en terrazas azulado

La noche se aproxima gimen unas voces

 

Divina edad de senos pequeños desliza

Delicada tu delicia mental sobre este calmo

Agonizar lejano en el césped inconforme

 

 

 

 

4.

Los  arbustos son perfectos danzan

Solitarios ante mi susurrada canción

No me dicen sino dulzura enhiesta

 

En la floresta destinada a su infinito

Vaivén inescapable a esta hora mori

Sólo el sonido de las ramas cruzadas

 

Por el viento se percibe en el adviento

De una noche más en el verano del

Confín tan olvidado presto a la sola

 

Despedida que es mi canto fúnebre &

Sin embargo feliz hasta la sonrisa de

Una rimense monalisa tiempo intocada

 

 

 

 

5.

Se va la luz se va la forma

Amada sólo el azul inmóvil

Se queda arriba se torna

 

Celeste sin que nadie se de

Cuenta ahora es albo humo

O un estallido de plata

 

Un reburbujear semejando hielo

Seco en la lejanía desvaída &

Vuelta a crear la rosa más tierna

 

Por un instante desbordado de

Perlas en la tersa piel ingrávida

Perfección solar cuya belleza me

 

    Ensimisma & se desaparece

 

 

 

 

6.

En tal suavidad surca la noche clara

El sueño de tu cuerpo puttino & desasido

Despierta bañado en lágrimas sonoras

 

Viento respirado en tu flotante cabello

Era mar con su oleaje envolvente

O neblina de Lima a la hora más húmeda

 

La orilla tintinea de burbujas solares

Serena soledad cual gaviota planeando

Contra la cresta más verde de las olas

 

Estabas tú con uvas italia entre las manos

Ofreciéndome el paraíso porque en tu cuerpo

De diosa portabas a Dios blancura de rosa

 

                En la playa soñada

 

 

 

 

7.

Formas femeninas en la mar de la piscina

Ondulación alfombrada intermitente acuática

Donde el canto fraseo es de tu alámbrica voz

 

Ennobleciendo las sílabas notables pacíficas

A través de continentes continuados ofrecidos

A la destrucción del amor que no se vence

 

En las quimeras dictas sol yaciente lunar

Ya te aproximas sobre la grama nebulosa o

Navegar de mi sueño por el pórtico de tu

 

Rosada risa infalible pétalo en tu bahía

Inquieta submarina que sólo calma el cielo de

Tus muslos deslizándose en las aguas claras

 

 

 

 

8.

       Sea Isle

 

Remolinos rubios sobre estallido insomne

Escalas albas grecas salpicando la

Silueta de un amor ajeno recordándote

 

Robo del sol es la belleza de una niña

Feliz saltando entre la espuma fiel

A su lindura mojada con órfica sinrazón

 

Ahí viene azul en sus pasos preciosos

Curvas núbiles  a un ritmo esculpido

Por los dioses infinitos formando su

 

Inocencia frente al poema que sólo aspira

A retratarla invicta jugando con la

Arena húmeda & las conchitas recogidas

 

            Por el océano a sus pies

 

 

 

 

9.

La planicie empinada posee tres espumas en línea 

Niveladas rutilantes avanzan para acá paracas del

Atlántico las convierten en tapiz brillante nímios

 

Destellos de un solar agonizante redivivo brillos

Pequeños instantáneos en la dulcísima piel rosada

Manda la diosa desde el fondo hasta la orilla

 

Una canción fugaz como la ola que fallece

Solita en su esplendor magnánimo a la hora

De las brisas calladas & su estallar plac roar

 

Ese resonar no cesa never ever se ex

Tiende en el tiempo que me resta para re

Vivir su son aquí en la página que escribo

 

 

 

 

10.

Volviste a aparecer niña diosa de las

Olas refrescantes ahora con celeste re

Zumar & dorada bliss en tus pechitos

 

Revoloteando al viento tus castaño cabello

& la blusita marina traviesa como ninguna

Deja tu ombligo sonreir desde imaginadas

 

Romerías playeras por el borde en que

Deslizas tu forma divina sobre la onda

Suavizada hasta rendir la pátina & su

 

Sed de ti conspirando conmigo por

Dibujarte  corriendo cada tumbo cur

Va  pronunciada en cada verso d’esta

 

                       Canción

 

 

 

Collingswood, New Jersey. Agosto 2009.

 

 

 

Datos vitales

Roger Santiváñez nacio en Piura, costa norte del Perú (1956). Estudió Literatura en la Universidad de San Marcos, Lima. Participó en ‘La Sagrada Familia’ (1977), militó en el Movimiento Hora Zero (1980) y fundó el estado de revuelta poética denominado Movimiento Kloaka (1982-1984). En 2006 publicó Dolores Morales de Santiváñez. Selección de Poesía (1975-2005). Amastris (2007) y Labranda (2009). Hizo un Ph. D. en poesía latinoamericana en Temple University, Filadelfia, USA. Actualmente trabaja en Saint Joseph’s University, también en Filadelfia.

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