Un cuento de José Luis Prado: El amor o la metáfora de la incertidumbre

José Luis Prado

A continuación un cuento de José Luis Prado (Puebla, México, 1981) en el que se exploran las posibilidades de narrar a través de una secuencia de entradas de blog, cuyo tema de fondo es una relación amorosa. 

 

 

No se puede amar a alguien sin comprensión imaginativa,

sin empezar a ver el mundo desde otro punto de vista.

Julian Barnes.

 

Reviso la página de Luis Gondo amorentiemposdeincertidumbre.blogspot.com Los post están sueltos uno a uno como una idea quebrada del amor. El personaje narrado en tercera persona: cada vez más alejado. Además se puede rastrear la idea del cuerpo no sólo como espacio físico y biológico, sino pensado a través de informaciones, imágenes. Más que el sujeto parece que lo que importa es el objeto. Se trata de una lógica de la refracción. ¿Producen los media un exceso de verdad? ¿Se trata acaso de vencer a la muerte con una simulación total? Dice Baudrillard que habitamos “una incertidumbre totalmente nueva, puesto que ya no procede de una falta de información, sino que procede de la propia información.”(Baudrillard, Jean. Barcelona: 1977)

 

Lunes 13 de Julio de 2009

Post

Mariela entró a trabajar al Sixty-nine. Saber de ella le da un par de empujones a mis pasos: ver cómo ha mejorado en su trabajo me incita a correr hacia la calle para llegar treinta minutos antes.

La he observado toda la noche. Su vestido ajustado, los pechos que parecen escaparse por debajo de la tela lisa. El color azul matiza el detalle en las uñas de sus pies. Su pelo suelto cae por la cara una vez que ella agita el cuerpo frente al tubo de baile. Sus pechos, otra vez, delicados moviéndose con sincronía musical.

Un hombre pide que la lleve a su mesa, lo miro fijamente mientras grita que me dé prisa. Mariela sabe cómo actuar con sus clientes. Lleva varios años en este negocio.

Pienso mientras veo a Mariela en la mesa con el tipo alto y bien vestido, que el sexo funciona como para aligerar la inmensa idea de la soledad. Los hombres que uno a uno van entrando a este lugar lleno de sexo en bandeja; yo mismo admito que me interesé por el trabajo para cubrir esa parte de mi existencia. El amor, está de más decir que no creo en eso: cotidiano, comprometido, incluso habría que llegar a ser como un asesino serial: cubrir minuciosamente la infidelidad. No, no estoy para eso.

Publicado por Luis Gondo

Etiquetas: No Love song

 

Lunes 13 de Julio de 2009

No había nada

Nos movemos con impulsos instantáneos…

algo así destruirá el inconsciente y quedaremos en el aire

Roberto Bolaño 

Sé que ella se encuentra en la parte privada del lugar.  ¿El joven alto? me dice el empleado de guardia del establecimiento. Asiento, mientras me señala las escaleras. Observo cómo mete las manos por debajo del vestido de Mariela. Ella sabe que estoy ahí, pero no me mira. Es como mirar en privado una fotografía que guardo de ella en mi PC. Forcejean.

-¡No te daré un peso! ¡Muévete para ganarte algo de dinero, perra!

Mariela intenta soltarse del tipo, pero él la golpea en el rostro. -Puta estúpida.

-Pechos pequeños, ¡qué porquería! Malditos simulacros. Tu ropa es un maldito engaño. Pechos demasiado pequeños.

-Paga aunque sea por ver. Por favor.

Luis G. entra. Lentamente desliza sus pisadas por el cuarto. Lo empuja y mira fijamente intentando intimidarlo.

-Ah, otra vez tú. No deberías interesarte por esta puta. Pierdes tu tiempo muchacho, todas son iguales.

-Simulacros de ropa.

Este imbécil debería atender más las ideas que expresa. La vida es un simulacro. Nos creamos con pedazos de vida, con fragmentos de deseo, piensa Luis mientras lo arrincona en la pared.

-¡Qué me sueltes muchacho! ¿No sabes quién soy?

Hace tiempo que Luis G. no se preocupa por la identidad de los clientes, como tantas cosas le importa un bledo.

-¿Qué pasa, no le gustó? ¿Acaso esperabas tratarla como a tu mujer? Ella no te traerá la cena, ¿es eso lo que esperabas?-pregunta Luis con toda calma e insiste en mirarlo fijamente.

El joven se siente frente a un loco. Sabe que pocas personas actúan de manera tan calmada. En otros lugares lo habían golpeado por situaciones similares. Frente a Luis no sabía que esperar. Su tranquilidad lo atemoriza. Salen del cuarto y le pide al guardia que acompañe al cliente hasta la salida. –El señor se va, ha pasado un rato agradable, pero tiene que ir a probar la cena que le preparo su esposa.

Luis regresa a su puesto. Detrás de la barra toma el cuchillo afilado que refleja la luz neón del lugar y corta unos limones para un coctel. Mariela le mira a lo lejos y levemente sonríe.

Mariela pide que la espere. Salen juntos y comparten el taxi. Dejan el lugar que a esta hora parece un hotel deshabitado. La diversión se ha perdido como el sueño de un borracho que duerme. Empieza a aclarar. La noche también empieza a disminuir, se aleja.

-¿A tu casa Luis?

Gondo empieza a cansarse del falso compromiso. No le debe nada. Aunque sabe que dormir con Mariela en las últimas noches ha sido buena opción.

En el departamento Luis enciende la computadora y busca la carpeta de fotos de Mariela desnuda, bailando, -aunque prefiere las fotos en las que actúa con sus clientes. Mientras, ella va quitándose la ropa como si con en ese acto fuera perdiendo uno a uno los besos y las caricias de sus clientes. Se acerca a Luis y alcanza a ver la carpeta que contiene sus fotos. Se pone en cuclillas frente a él. -Ahora no, debo revisar unos archivos, tú descansa.

Como una fotografía más, Mariela sonríe con tristeza y miseria en el cuarto de Luis Gondo. Sólo se ve la luz que refleja la pantalla de la computadora en una lágrima que cae en la mejilla de Mariela. Se siente caída al borde del escritorio, quizá sea la sensación de haber estado siempre al borde de algo más grande e inexplicable.

Publicado por Luis Gondo

Etiquetas: No Love song

 

Viernes 24 de Julio de 2009

Uncertainty    

Mariela hace que duerme mientras espera a que me recueste a su lado. Es suficiente para ella que pase el brazo por debajo de su cuello. Aunque para eso, antes crea que lo que debe darme esta noche es placer ¿placer?  Mientras esto ocurre, en mi pantalla se descargan imágenes de chicas nórdicas. Ah esas teenagers! Y disfruto bajándome la bragueta del pantalón, acaricio mi miembro suavemente. Extendiendo mi deseo mientras el porcentaje de descarga casi llega a cien y entonces puedo desplegar el catálogo y empezar a estallar.  Después, claro, Mariela seguirá en la cama, desnuda.

Publicado por Luis Gondo

Etiquetas: No Love song

 

 

 Datos vitales

José Luis Prado (Puebla, 1981) egresado de la Facultad de Filosofía y letras BUAP. Perteneció al taller de cuento con Guillermo Samperio en Casa del Escritor, en 2003. Fue integrante de los talleres de cuento impartidos por Gabriel Wolfson “Solitarios, emigrados y salvajes” y “Excéntricos, furiosos y exaltados” en Profética, Casa de la Lectura, en 2004. Colaborador del periódico Intolerancia con la columna “Designios de las notas”. Ha colaborado en diferentes suplementos culturales. Actualmente pertenece al consejo editorial  de Broca.

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