Foja de poesía No. 168: Ánuar Zúñiga Naime

Ánuar Zúñiga Naime

Voz emergente de la poesía mexicana, presentamos una muestra de Ánuar Zúñiga Naime (Ciudad de México, 1982). Zúñiga Naime, además de poeta, ha sido productor, guionista y camarógrafo.

 

 

Border Line

 

1

Todo empieza con teléfonos arrancados de la pared,

con maletas hechas de madrugada y platos rotos,

con llorar durante ciertas películas,

tomar café sin azúcar en presencia de más gente

y temerle a las avenidas grandes.

 

 

 

 

2

He sabido de hombres

que pasan las tardes de los sábados

tirando condimentos del refrigerador;

que pasan las noches

raspando los ojos contra el techo.

Hombres que se aferran por años

a la punta de una mujer

mientras dios tira

desde el otro extremo.

 

 

 

 

3

El cielo amaneció astillado.

Reviso la alacena y no encuentro

el frasco con lo poco dios que nos quedaba.

El niño está en su cuna tirando dientes

y tú me sonríes catálogos,

hablamos Fisher Price y listas del súper.

El domingo avanza nadando en brea y las manos

[las nuestras]

no nos tocan sin rompernos.

 

 

 

 

4

¿Tú en cuáles abismos te has caído?

¿En qué pasillos

de luz nublada

jugaste el tazo de tu infancia?

¿En qué charcos fuiste

naúfrago?

¿Máscara

[cáscara]

labios partidos

cerveza tibia

dejada por dios a la mitad?

 

 

 

 

5

Crecimos

como raíces de árbol

que no rompen el concreto.

 

Crecimos

ligeramente abajo

de nosotros mismos.

Hacia la humedad enterrada

hacia los gusanos.

Nos quedamos enroscados en las piedras

    [y los huesos]

y en toda palabra para decir derrumbe.

 

 

 

 

Law abiding citizen

 

Máquina de fumar,

máquina de hacerse pedazos.

Mitad hombre y mitad

ganas de quedarse en la butaca

hasta el final de los créditos.

 

Se dijo de él

que de pequeño se ponía espejos

en los calzones,

que en el jardín de su abuela, sembró

teléfonos que nunca dieron línea.

Que a escondidas

se creía más que Noel Gallager

quien se creía más que John Lennon

quien se creía más que un carpintero.

 

La verdad es que

sólo fue rey de focos fundidos

una noche

en una partida de pócar.

 

Su único talento

fue hablar como caracol,

oficio que ejerció hasta el último cenicero.

 

Los que lo conocieron,

sabían de su afición

a empolvar los muebles

y depredar a las hormigas.

 

También es cierto

que durante su adolescencia

tragó rieles como vagón de metro,

fue semáforo de dos luces

y se vestía de balacera

para salir los viernes.

 

Aquí descansan pues

los restos de Ánuar Zúñiga Naime

probablemente libres

de toda teoría.

 

 

 

 

Tributo a Depeche Mode

 

Empezó hace catorce meses, cuando tu madre amaneció con la mitad del rostro paralizado, con la sonrisa torcida y la mejilla inerte que besabas al despedirte. Empezó con el ojo que no parpadeaba.

Lo siguiente fue envolver las cosas en periódico, ponerlas en cajas, un contrato de renta con tu nombre mal escrito, comprar detergente para trastes, amanecer con una mujer todos los días durante seis meses, un contrato de Cablevisión con tu nombre mal escrito. I know my hands will never be free, I know what it’s like to be in chains.

Y cambias ocho horas diarias de escribir por seis mil pesos al mes; lo barato que cuesta comprarte. Cincuenta y cinco horas a la semana de escribir comerciales, I took the wrong road that led to the wrong tendencies, I was in the wrong place, at the wrong time, electrodomésticos, focos ahorradores, whiskey con tonic a las siete de la mañana del martes, lo difícil que es no tener microondas, lo difícil que es sacarle una sonrisa a la casera.

When you get what you need It’s no way of knowing what you have is another hole to feed, y estirar la quincena es un cliché, dejar de comprar cajetillas de Camel coleccionables-bien-chingonas, cheques que no se pueden cobrar sino hasta el lunes, cheques con tu nombre mal escrito.

Decirle a la gente que acabas de bostezar cuando preguntan por qué lloras, pasar la noche de año nuevo viendo Volver a futuro 3. Now I’m not looking for absolution, forgiveness for the things I do, no querer coger por masturbarte frente a la pantalla de una computadora.

Fingir que te quedas dormido en la sala para que las visitas se vayan, cuatro muelas distintas que se turnan para doler, you can run but you can not hide y no dormir por las noches, dejar la televisión encendida. It’s just a question of time before they lay their hands on you.

Fumar en la azotea del onceavo piso en horas de trabajo, desprender capas de impermeabilizante con las uñas, pasar el día esperando la hora de salida para ir a casa y dormir y empezar todo de nuevo. Precious and fragile things need special handling y aprendes que ya no eres el bebé de nadie, things get damaged, things get broken y tiemblas y buscas en los supermercados, los aromatizantes que compraba tu madre cuando eras niño y los destapas para olerlos, para sentirte un poco en casa. There are flies on the windscreen for a start reminding us we could be torn apart.

Y una noche las cosas de ella están en bolsas de plástico. Porque tecleas hasta las cuatro y duerme sola, porque dejas enfriar la cena que tardó dos horas en prepararte, porque nunca estás, aunque estés.

My little words are going to sting. Haven’t you heard the pain and joy they bring? y vuelves a las cajas, a los sillones de amigos, a la comida que no necesita refrigeración, a lavar la ropa en la regadera.

Haces buches con Bacardí a las tres de la madrugada para aplacar el dolor de muelas y vas al espejo y empujas la encía con la lengua y piensas en abscesos de pus, en piel enrojecida apunto de reventar, en las palabras pérdida total.

Regresas al sillón prestado y pasas la noche.

Subes nueve pisos en elevadores que huelen a perfume de Avon y durante quinientos cuarenta minutos, eres el copywriter más mediocre que ha trabajado en una agencia de publicidad.

Apologies are all you seem to get from me.

Y los días caducan como periódicos, se amarillentan. Tus ojos son jaulas sin pájaros y te gustaría ser como esos personajes de la TV que diario salen a perder una batalla y por las noches se acuestan sonriendo. Pero tú eres tú y no hay remedio. Weeks turn into months, months turn into years.

Sales a buscar mujeres, love seems something like wanting a scar but I could be wrong, contienes la respiración en los orgasmos y fumas y te quedas callado.

Porque no hay nada que decir, por que te gusta escuchar los autos.

Y gastas la noche en mirar el logotipo de DVD que rebota interminablemente contra los bordes de la pantalla. In your room where time stands still or moves at your will, will you let the morning come soon?

Te cortas las uñas en los vagones del metro y usas los mismos pantalones hasta que se ensucian de mostaza.

Te levantas con el ruido de los motores, break the silence, come crashing in, into my little world, con el carbón de los anafres.

Finges dormir en los autobuses para no ceder el asiento.

 

 

 

 

Wireless

 

Te quiero porque tienes los dientes

de un blancor doloroso.

Porque tus pechos caben

exactamente en mis manos,

porque siempre llamas

cuando estoy en la regadera.

 

Te quiero porque fuiste mi herida más temprana

y tienes la risa de los trapecistas

que saben

que van a caer.

 

porque eres más contorno

que mirada en el espejo,

porque eres boca toda humo

y hueles a ti.

 

Te quiero porque octubre nos quedó chico.

Porque eres

la mentira más grande que me he dicho.

 

 

 

 

We name our children after towns

 

LADO A

Aprender desde la cuna

que lo único importante

es cuidar de los insectos pequeños

saber de memoria

ciento treinta y cinco frases de Homero Simpson

pasar catorce minutos al día

recargado contra paredes

pintadas con anuncios de clases de kick boxing

 

LADO B

Guárdame una navaja de papel

una nube de plomo

la palabra motor

 

Guárdame el susto de una niña

con una abeja en el pelo

una argolla en la lengua

un sueño que no recuerdas como termina

 

Guárdame un desierto sin fondo

guárdame arena

 

Guárdame la luz de un foco justo antes de fundirse

canciones que no te recuerden nada

 

 

 

 

Bautizamos a nuestros hijos como ciudades

 

LADO A

En la primera fotografía que me diste

Traes puesta una camisa de hombre

no sonríes

líneas negras de cabello te hacen alacranes en los ojos

y miras como los niños

que ensartan animales con alambres.

 

LADO B

Tendremos días de besarnos pedazos de vidrio

hilos de saliva y después

las horas que casi fueron,

decretar el caos,

no sentir frío,

 

llorar porque la culpa es algo

que se pega en la garganta

y se encostra

y hace grietas en la voz

y la apaga.

 

 

 

 

Wir taufen unsere Kinder als Städte

 

LADO A

La pesadilla es la piel,

el pelo negro en la raíz

y las puntas

como aceite en un charco.

 

La pesadilla es el olor a nuevo,

preferir las historias cortas,

el timbre del elevador.

No mover un dedo ante una casa en llamas

 

La pesadilla es humo

 

La pesadilla es una niña de 14 años

con un vestido de twister

 

LADO B

Tienen los ojos negros y los pantalones rotos

van a los billares

juegan a que son vampiros

y se ríen para adentro

o escuchan a AC/DC

 

Hacen ojos de plomo cuando se miran al espejo

comparten los audífonos

o los cigarros

o los lentes de contacto

pero no lloran

porque se les corre el maquillaje

 

 

 

 

街のように私たちの子供たちを命名します。

 

LADO A

Alfileres plateados como antenas

como cuerpos

que despiertan ensartados

en lo frío de las mañanas

 

Alfileres en los ojos, en los labios,

en una fotografía con amarre

para el mal de amor

Alfileres para que no se nos caiga la piel

 

LADO B

Escuchar canciones en idiomas que no conoces

Imprimir docenas de hojas con símbolos

que nunca serás capaz de leer.

Saber que –igual que las puertas de madera–

terminarás desvencijándote.

 

 

 

 

Batizamos os nossos filhos como cidades

 

lado a

Pegar envolturas de condones con imanes

en la puerta del refrigerador.

Vivir en casas

que se construyeron a partir de grietas

Dejar un cigarro

sobre una caja de cerillos

sobre un galón de acetona

y esperar

 

No aceptar nunca

que la piel hace frontera con el mundo

 

lado b

La ciudad también es los hombres

que miran un cigarro apagarse

dentro de una botella de dosesquis ambar,

película muda,

gente que no cree en el alma.

 

 

 

 

Zapping

 

Canal 19

Siempre nos quedamos dormidos con la televisión encendida.

Cuando está apagada no soportamos nuestro reflejo en la pantalla.

Antes cogíamos cuando el silencio se volvía incómodo, ahora hablamos diálogos de Los Simpson y vemos las características especiales en los DVDs para no tener que escucharnos.

 

c o m e r c i a l e s

Inicia con el primer plano de un muchacho en el interior de un baño; su espalda está llena de cicatrices.

La luz del edificio vecino le pega de costado.

Tiene la cara húmeda de sudor y los pómulos brillan; en la mano trae el jumper de la gasolinera en que trabaja.

Sobre el tanque del escusado hay un frasco de aspirinas que se recorta contra la pared de azulejos.

 

Canal 95

Teníamos once años y habíamos atravesado las doce casas de los Caballeros del zodiaco.

Sabíamos que cambiarle la voz a Alf era un beso de muerte,

Sabíamos que Remi nunca encontraba a su madre.

Peleábamos a golpes para decidir quién de los dos era Kevin Arnold y quién Paul Phiffer.

Teníamos once años y nos cortamos el entrecejo con cutter para tener una cicatriz como la del Fénix.

 

c o m e r c i a l e s

Se desarrolla en el interior de una tienda de mascotas. Una niña carga una iguana. La sostiene con los brazos extendidos hacia el frente, la cabeza echada hacia atrás. Trata de sonreír a la cámara pero su expresión es más bien de asco, los ojos se pierden más allá del lente.

La respiración del animal se adivina lenta e insoportable.

 

Canal 8

La imagen de Bruce Banner con una mochila del ejército, alejándose a pie por una carretera siempre me hace pensar en mi padre, en su camisa de cuadros roja y en su olor cigarros Comander.

Mi madre en cambio es Wilma Picapiedra y mi padrastro, Homero Simpson pero sin gracia.

Yo sóy Kevin McCallister fantaseando con defender la casa de dos ladrones que no existen.

 

c o m e r c i a l e s

Una mujer con un cepillo de cerdas gruesas que chorrea jabón. Limpia el interior de una jaula vacía. Hay una pared en el fondo de la que cuelgan tres relojes de Estéreo Joya. El de la izquierda marca las siete y cuarto.

 

 

Canal 14

Televisión me mira llorar y Donald P. Belisario es el último nombre que aparece en la pantalla cuando termina Viajeros en el tiempo.

Sam Becket tiene el mejor trabajo de la tierra:

Sam Becket es boxeador, rock star, pistolero de la mafia.

Sam Becket nunca llora.

 

c o m e r c i a l e s

El viejo está sentado en la banca de un parque. En una mano sostiene un cerillo de madera, la otra descansa sobre su regazo. A sus pies hay más cerillos, ya consumidos.

En el cartón que cuelga de su cuello, alguien escribió: Diabético. Rey del danzón. Estatua de la libertad.

 

Canal 27

Me quito las lagañas de los ojos,

mi mano pasa de largo el despertador y toma el control remoto.

Televisión me dice la hora,

pronostica lluvias,

dólar a la alza,

llame ahora y recibirá completamente gratis un juego de ganchos.

Hace 23 días que no hablo con nadie.

Tras el sonido del cepillo de dientes eléctrico,

Televisión dice que con el nuevo Ab-machine,

tener un vientre perfecto es posible.

Mientras lavo los trastes con agua caliente,

pienso que no estoy solo,

que en algún lugar del mundo

hay una operadora

esperando para tomar mi llamada.

 

 

 

 

Imágenes de muestra para una tienda de portarretratos.

 

Un hombre oriental secándole el cabello a una mujer en la silla de una peluquería.

El rostro de un niño después de nueve horas de ver televisión.

Una mujer de ciento setenta kilos sentada sobre una pelota de playa.

El cadáver de un gato con los ojos abiertos a la orilla de una superautopista.

Un hombre decapitado sobre una banqueta con un letrero: No puedo trabajar. Una ayuda.

Un camión de basura tirando hojas de papel mientras se aleja.

Cuatro líneas de cocaína sobre la superficie negra de un piano de cola.

Una dentadura postiza junto a un cenicero, junto a un vaso de whiskey, sobre la Rolling Stone de febrero.

La fachada de un hotel garage en la que al nombre Hotel Las Flores le falta la letra R.

 

 

 

 

El nombre de este poema es el mismo que el de una canción de Gloria Trevi

 

Empacar la última caja es terminar

de cruzar un puente

o l v i d a r

la textura

de la otra lengua

 

Esta es tu ausencia:

una sandalia debajo de la cama

un paquete de toallas femeninas

una revista Vanidades de octubre

 

Ahora contengo las colillas

los sobres de chocolate Quik;

me pongo ropa para dos semanas.

 

 

 

 

American sitcom

 

Se nos esconde algo

detrás de lo que no decimos

debajo

del aliento

 

Elijo amanecer solo.

Elijo las noches destrabadas del tiempo;

creer que en la cama rige la crueldad.

No leer el instructivo.

 

Desde hace días

somos

más acotamiento rojo

que súperautopista

 

Elijo que en mi película pierda el héroe,

que no haya final feliz.

Elijo teclear los viernes en la noche.

 

Durante la comida

escuchamos los cubiertos

la televisión sedante

 

Elijo los ceniceros desbordados,

elijo las seis de la tarde con la lluvia lamiendo los cristales.

No ser espectador,

no mirar desde lejos.

 

De noche

te miro dormir y sé

que parpadeamos al momento de la foto

que no tuvimos momento Kodak

 

Elijo no despertar Gregorio Samsa un día

 y mover las ocho patas hacia Insurgentes,

no reptar hacia la oficina.

Elijo masticar vidrio.

 

 

 

 

Abuelo

 

[para Alfredo Naime in memoriam]

 

bajaste

(compresa húmeda

sombrero puesto

en la cabeza de la fiebre)

la escalera

 

eras animal cansado

negociando tu muerte

sin equipaje a esas horas

piel toda costillas

y bata de hospital

con el dolor

comiendo de tu plato y abuela

quitando telarañas

polvo de tu ceguera

 

llorábamos

 

granizo y dios

te jugaba una mala broma

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