Foja de poesía No. 283: Reneé Acosta

Reneé-Acosta[1]Presentamos la poesía de Reneé Acosta (D.F., 1976). Ha publicado El jardín del vértigo,  Milésima de segundo por la muerte de Pablo Ochoa, Moebius, El sentido de las horas. Mereció el Premio internacional de poesía Gabriela Mistral 2011. Fue becaria del FONCA, en el área de poesía, 2009-2010.

 

 

 

El verano de Jane Marie River

 

en el verano de 1963

Jane Marie River de New Island

miraba las ballenas en las playas

sentada de frente al Golfo de Cortés

y escribió una canción por la muerte

del asmático Tom Wieland

 

no miró las gaviotas escapando entre las olas

que se rompían en los farallones rumorosos

tampoco miró a un metro por debajo de la arena

el anillo de bodas del matrimonio San Miguel

perdido en el naufragio del veintitres

ni tampoco miró el cardumen

brillando en los corales

de las generaciones

de peces del setenta y seis

ni se quedó a mirar a Don Isidro

a trece kilómetros de la playa

luchando contra la explotación

 

tampoco miró cuando en el sesenta y siete

su canción sonaba en la radio de un cadillac

comprado con afán de hotel por un muchacho

de New Island, que en el asiento trasero

arrojaba al universo una posibilidad

nadando en la inmensidad del vientre

de una muchacha

 

 

Jane Mary River, de New Island

jamás regresó a la playa de México

después de aquel verano de 1963

 

 

 

 

 

En la biblioteca de Tokio

 

En la biblioteca de la escuela imperial de Tokio

hay un libro donde un niño dejó en 1958

una mariposa muerta en uno de los poemas

de Saito Mokichi por la muerte de su madre

 

En 1962, una estudiante pidió de préstamo

ese mismo libro y colocó una flor junto

a la mariposa, dos días después de la muerte

de su madre

 

En 1968, un profesor de literatura japonesa

del siglo XX, pidió el libro para impartir

su clase

leyó solamente las primeras páginas

porque tenía prisa y devolvió el libro

 

Ese mismo año un estudiante pidió el libro

encontró la mariposa y  se llevó la flor

mientras que la mariposa permaneció

otros años más en los libreros

indescifrada con los signos

 

 

 

 

 

Historia de la importancia

 

Toda la memoria de los pastos se imprime

en cada movimiento de los aconteceres

 

La memoria de los ríos se vuelca sobre las casas

y las hormigas son testigos de mi revelación

 

Los pulgones son un procedimiento más alto para la

conveniencia de los hechos irrelevantes o

importantes de la mínima existencia

 

¿Por qué habrían de ser menos importantes las gotas

de lluvia cayendo como hecatombe sobre los hormigueros?

¿por qué habría de ser más importante

mis problemas que sus problemas?

¿por qué habría de ser más importante el movimiento

de los autos que el movimiento de las estrellas?

¿por qué no habría de haber una relación entre todas?

 

Cae una gota de lluvia enorme sobre el hormiguero.

otra gota redonda cae sobre mi nariz

 

me quedo callada…

 

 

 

 

 

Reiteración de las cosas

 

los mismos ojos

los mismos labios

el mismo guiño

 

el padecimiento no tiene medida

ni las gratitudes del amor son cuantificables

 

somos las mismas ecuaciones repetidas

 

nadie en el acontecer de las cosas ve

como sus gestos, sus labios, ese guiño

pudieran ser los signos indescifrables

que determinen cruzar el rubicón

o tener tres divorcios

 

-ese hombre tiene algo fascinante- dice la mujer

ese algo, esa fascinación es la lectura anticipada

de las señales repetidas en los signos invisibles

 

Sócrates creía en los signos

la mujer que murió de amor creía en los signos

don Isidro el pescador conocía los signos de las aguas

y las nubes

yo creo en la perseverancia de las redes

en la insolación del águila, en los vagones perdidos

en el tren de los actos y circunstancias

en lo no dicho

 

 

 

 

Posibilidad

 

pudo haber sido, pero no fue

las cosas son lo que son

 

pudiera haber tomado la izquierda

en lugar de la derecha

pero tomó la izquierda donde

la virgen negra le dio dos palomas

un águila y un niño muerto

 

pudo haber sido lo mejor

viajar a la India o viajar

a las playas de México

o no ir a ninguna parte

 

pero estar tiene también su propia

reverberación en la telaraña de las cosas

 

habría sido mejor no comprar esa motocicleta

pudiera entre los altos techos celestes, darse

una mejor combinación de los acontecimientos

la exactitud del mundo y la lectura de sus mutaciones

indescifradas

pudieran… pero no

 

 

 

 

Canción por la muerte de Tom Wieland

                                  

     I

que el cielo se detenga, que detengan sus barcas

los pescadores, que nadie pueda ahora levantarse

que dejen de brillar las anémonas y se apaguen

los faros celestes, porque ha muerto Tom Wieland

 

pero las barcas no se detienen

ni las olas arrancan de las rocas los percebes

porque ha muerto Tom Wieland

 

nadie detiene su paso, nadie despierta ni duerme

la causa de la navaja no es la herida

pero juntas rasgan las cuerdas que escriben

la canción por la muerte de Tom Wieland

 

siguen los cangrejos su marcha retrograda

como estrellas rojas cavando en la arena

nadie se inmuta por la muerte del muchacho del norte

y nadie se inmutará ante la muerte de todos

los que ya adelante vienen, con su cuerpo

cifrado de signos que hablan de su devastación

 

pero todo sigue su rumbo…

no importa si hablamos del destino

 

 

 

 

II

 

todo ocupaba su lugar

todo en su momento, formó parte

de un vaivén de nubes

nadie tocará sus bajos deslaves

de muchacho pecoso sobre las ladera

 

habrá quien llore por sus labios

la última saliva, pero nadie

nadie volteará a los tactos

de sus dedos, ni tomará sus recuerdos

por bandera de iluminación

 

las barcas siguen su pesca

las mujeres van a trabajar en las cafeterías

pensando en sus hijos que quedaron en casa

las negociaciones en Hong Kong proseguirán

a menos que una ráfaga gélida las detenga

nada será diferente

 

quienes lo amaron dirán:

si aún viviera Tom Wieland

 

no cantará bajo los cielos septentrionales

con los indios de sienes fractales

no cantarán los mismos hippies, buscando

el Nirvana, con hierba y alcohol

a la Jim Morrison, protestando en Tlatelolco

 

no estará cuando niños rubios pecosos

festejen frente al televisor por la llegada

del hombre a la luna

no estará para besar a Jane Marie River

a la puesta del sol en las playas de México

 

no vivirá, en conclusión

las sombras de las marmotas presagiando

el hielo sobre las viejas calcetas olvidadas

en el fogón

 

no se quedará, sin embargo, a mirar

la devastación de su pueblo el once de septiembre

ni tendrá un departamento de alquiler

para rentar jóvenes orientales con ansías

de cocaína en el estupor de las madrugadas
no tendrá ojos vasos circunspectos

para quedarse a la luz de la imaginación

a ver llegar las señales del Big-bang

en el telescopio Hubble, ni mirará

el descubrimiento de las nuevas tecnologías

cibernéticas

 

pobre Tom Wieland, débil, asmático

pecoso

 

sin embargo su muerte provocará

una canción para seducir a una muchacha

en el asiento trasero de un cadillac en

New Island, y nacerá un niño que tendrá

la vida que él no vivió

 

 

 

Datos vitales

Reneé Acosta (D.F., 1976) ha publicado El jardín del vértigo. Ed. AZAR. Chihuahua. 1999; Milésima de segundo por la muerte de Pablo Ochoa. Ed. Chihuahua ARDE. 2003; Moebius. Fondo Editorial de Tierra Adentro. CONACULTA. 2006; El sentido de las horas. Ed. UACH. Colección Flor de arena. 2008. Mereció el Premio internacional de poesía Gabriela Mistral 2011, Premio Agustín Melgar de la Juventud en áreas artísticas. Gobierno del Estado de Chihuahua. 2002; Concurso latinoamericano de publicación en antología “Los ángeles también cantan”. Casa del poeta Peruano. 2006. Graduada con honores de la carrera de Filosofía con mención de Honor al Mérito Artístico 2006. Universidad Autónoma de Chihuahua. Premio María Edmée Álvarez 2009. Otorgado por el congreso del Estado de Chihuahua dentro de la convocatoria Mujer chihuahuense destacada en el área de Literatura. Medalla José Saramago, otorgada por la ASOLAPO internacional de manos del embajador de Perú en México. Beca del FONCA 2009-2010, en la categoría Jóvenes Creadores.

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