Foja de Poesía No. 295: Rodrigo Jara (Thanathos)

Georg Baselitz comodin 1Presentamos un acercamiento al trabajo del poeta chileno Rodrigo Jara (Thanathos). Ha publicado los volúmenes de poesía En los caudales de la memoria, 1997; De la memoria al fénix, 2000 y Dos sur y otros poemas, 2003.

 

RODRIGO JARA

(THANATOS)

 

 

 

De “BARRIO HONDO”, Libro inédito, 2006

 

 

 

 

LAS MUJERES DE CALLE BALMACEDA

 

                                               (A mi abuela que vivió cien años)

 

Las niñas de Balmaceda no arrullan muñecas Barby

no promocionan pañales de papel

ni van a la catedral los sábados

a compartir la hostia de los ricos

Las niñas de Balmaceda mecen a sus hermanos

tejen coronas con ramas de sauce

y son inmensamente felices

tanto que se olvidan del hambre y del olvido

Las muchachas de Balmaceda se casan en abril

con hombres que conocieron en marzo

hombres de manos ásperas

que las doblan en edad y en tristeza

Las mujeres de Balmaceda crían hijos en el polvo

y para el polvo

crían los suyos

los de otras

y los lanzan al mundo como plumas al río

                                         /que va a ninguna parte

Las mujeres de Balmaceda aman a hombres de piedra

aman como van al mercado           en bicicleta

y luego envejecen alrededor del brasero

cebando mates al anochecer

mates que humedecen e iluminan

las historias simples de la cuadra

Las mujeres de Balmaceda no conocen los espejos

se peinan con esqueletos de pescado

y lloran   lloran    lloran

para que sus lágrimas renueven los surcos

                                                /resecos de la cara

Las mujeres de Balmaceda no saben de letras

de  filosofía ni de liberación

se queman las pestañas zurciendo calcetines

son especialistas en química de ollas

y Mesías para repartir un plato vacío

entre veinte chiquillos hambrientos

 

 

 

LAS CALLES

 

1)

Las calles dejaron su antigua morada

su inocencia de polvo y pies descalzos

Abortaron sus alamedas y sus plazas de tierra

donde los enamorados se amaban mirándose

                                                    /a los ojos verdes

no de hambre sino de gozo

Ahora se maquillan como putas viejas

se adornan con semáforos y otras joyas de neón

Ahora los perros orinan sin ganas el cemento

y la lluvia mezquina

no llega a la raíz del mundo

 

 

 

2)

Las calles recogen pasos que pesan y brillan

pasos con la codicia de oficinistas

y sus desmesurados sueños de grandeza

Pasos que pisan a los débiles

a las mujeres solas en casas solas

a los ancianos del abandono

Pasos que delatan a pobres asaltantes

de poca monta

buscadores de tesoros o lo que fuere

Pasos que olvidaron las fugaces calles

terrosas de infancia

la ternura materna en los primeros años

Pasos sin brújula

sin la bulla alegre del clandestino

sin la putita que todos amamos

y hundimos al río oscuro del olvido

 

 

 

3)

Territorio de feriantes

pozo que ahoga los sueños de la tribu

frontera que cierra el paso al soñador de La Mancha

olvido que borra a la usurera y al joven estudiante

Acaso la bella durmiente sea una niña muerta

que nadie besa por temor al contagio

Acaso la Cenicienta quiso vender su inocencia

a las caravanas de mercaderes que asolan los pueblos

 

 

 

 

LA TARDE DEL CLÁSICO

 

1)

Esa tarde se hincha hacia los costados

es brisa que sopla semanas antes

por las esquinas

Voces de vecinos que murmuran y apuestan

los últimos pesos del día

El clásico es marea que inunda con sus nobles

banderas de antaño

es horda maldita para los reaccionarios

y bálsamo para los rebeldes

Aparecen las manos callosas de los fundadores

con sus machetes de tiempo

Nos recuerdan los orígenes en la barbarie

de campos iletrados

Muy hondo en la memoria

los fantasmas de los primeros niños

continúan pateando pelotas de trapo

Acaso descalzos

disfrazados de inocencia

quieren burlar a la muerte insobornable

 

 

 

2)

La tarde que no se olvida es la del clásico

un domingo que bulle en cancha del Quintas

Flamean las banderas del este y del oeste

Vuelan insultos de galería a galería

El hambre      las   traiciones    borracheras

amigos     amores

todo estalla y da bote

y tranca        y corre        y suda

El viento teje remolinos sobre el suelo terroso

y la tarde se arrebola en los ojos

en las gargantas resecas

en las amistades retorcidas por los vaivenes del marcador

y por los ánimos revueltos y esparcidos

en el campo de mil una batallas

 

 

 

3)

Horas desangradas del crepúsculo

los contrincantes a las manos

a los pies

pero los más a las copas

Hordas de sedientos asaltan cervecerías

barcitos y sartenes de sopaipillas

La vecina del Pata de gallo

vende el boliche entero

La cerveza anega calles cubiertas de papel picado

Los muchachos cantan hasta el amanecer

himnos a los héroes de batallas olvidadas

gestas que ni los viejos más lúcidos recuerdan

Los policías beben en sus gorras de servicio

acaso disfrutan y no se atreven

a estropear la fugaz alegría de un barrio triste

 

 

 

 

 

LA TÍA GLAFIRA SE DEJÓ MORIR

 

Un día se recostó y no quiso levantarse

Los ojos se le fueron hacia adentro

y la boca no quiso abrirse más

ni para soplar palabras

ni para tragar alimento

Los médicos hablaron del estómago

los parientes de parálisis y los vecinos

de un mal de ojo

Nadie pensó que una vejez prematura

le comía el alma

El giro mañoso del tiempo

la dejó en la esquina de  nadie

Los rostros no eran los rostros de infancia

las voces no eran las queridas

las calles no sostenían carretas al amanecer

Ni siquiera los recuerdos la visitaban

ni el bastón castigador del padre

ni la madre friendo sopaipillas

ni la lluvia dejando caer sus huestes

inofensivas sobre los tejados

No volvió a sentir la risa de sus hermanos

ni jugó a las escondidas bajo la luna

y entre los limoneros

En una pieza honda

como los pensamientos de personas tristes

la tía Glafira se dejó morir

 

 

 

 

 

 

LA CASA DEL POETA MUERTO

 

1)

Por los tejados tiembla la luna inerte

La helada abrocha su manto

sobre gatos que llaman a los hombres

con voz pintada de astucia

En el jardín secreto

 los árboles cubren la sombra

alargada del poeta que no vuelve

ni volverá jamás.

 

 

 

 

2)

En hondas noches de invierno

persigue muchachas vírgenes

las corretea por patios interminables

por pasillos que suenan a laberintos

y en habitaciones anchas como plazas

prueba a reinventar el mundo

 

 

 

 

3)

La casa se derrite sobre si misma

formando figuras como sueños

que sólo los niños pueden descifrar

A veces los borrachos de oficio

ven al poeta bailar desnudo

encanecido y transparente

Prostitutas o fantasmas de prostitutas

lo abrazan

lo miman

curan los dolores de la muerte

las heridas del fuego redentor

 

 

 

 

4)

Las beatas eternas del barrio

arrojan flores en la puerta

como quien tira un anónimo

o una carta de cobranza

Encienden cirios y piden por el alma

desquiciada del poeta

por su imaginación sucia

delirante

por su cuerpo golpeado por la lujuria

Piden por sí mismas

por la escupidera de sus corazones

por la decepción de no haberlo conocido

ni haberse dejado conocer

 

 

 

 

5)

La casa del poeta sin nombre

luce muros transparentes

muros que dejan ver la historia sucia de la cuadra

pequeños crímenes de barrio

perdidos en la desmemoria del mundo

el niño de ésta con el marido de aquella

el robo de gallinas por hambre y venganza

la vecina muerta en la desidia

de dos hijos paridos como a lobos

En la última choza del callejón “Las ánimas”

el velatorio al asaltante de caminos

apuñalado por la mano filosa de la traición

 

Los muros cedieron a las grietas

caladas por el tiempo

se pierden los cuentos transparentes del vino

El amor dulce de dos homosexuales

que se reconocen en terreno baldío

y se aman como flores abiertas al sol

Dos amigos que compartieron casa    mujer    trago

y la muerte que los sorprendió una noche

                                              /de allanamientos

La hermosa locura de don Pepe anarquista

recibió su herencia y la repartió

como granos al buche de sus amigos

Dicen que murió solo

que de su tumba se desprenden voces como gritos

como alas                                          

hacia los campos de Andalucía

 

 

 

 

6)

En los muros de cal

levantó los árboles sin gracia del barrio

las veredas con sus asientos y sus vecinos

a la espera del milagro multiplicador de los panes

dibujó borrachos que adivinan esquinas borrosas

soplones que apagaron las velas del régimen

y ladrones pobres que roban a los pobres

En patios más antiguos que la ciudad misma

pintó mujeres que tienden las banderas de sus ropas

después de conocer la derrota en el amor

o luego de un desastre de la naturaleza

Más allá de la hilera de álamos veloces

una tribu de niños amenazados por el tiempo

patea la pelota de la infancia

justo a la hora del calor

a la hora en que las casas

los habitantes de las casas  

los quiltros      las moscas

y hasta los árboles duermen la siesta

 

 

 

 

 

EL ABUELO PANCHO

 

1)

El abuelo Pancho bailaba tango en casa de putas   

Pícaro el viejo     

les pellizcó el traste a las golondrinas en flor     

Dicen que ganó un campeonato de milonga

y se dio a beber una semana entera        

que le sobraba tristeza en las pupilas

y pasaba tardes y tardes               

oteando el horizonte amargo

 

 

 

2)

Nadó en barriles de aguardiente      

Apostó el dinero que no tuvo

en carreras de caballos que no corrieron    

Se batió a tiros con los gitanos

y cayó de bruces a la leyenda   

Acaso leyenda y memoria sean lo mismo     

una nebulosa que a ratos se confunde con el olvido

 

 

 

3)

Sabemos de su bondad a toda prueba   

de los dulces que llevaba bajo el poncho 

para los niños que no tuvo     

Los que sufrimos su partida

guardamos de él ciertos momentos     

ciertos escupitajos de memoria

como visitas fantasmales o quizá un chispazo

de neurona en la noche tibia del olvido

 

 

 

4)

El abuelo Pancho se movía a velocidad de carreta    

a tranco de caballos que no conocían el galope     

Su espalda curvada

quiso cargar los fracasos de una estirpe         

Dijo que bebía para hacer a un lado las carencias del espíritu     

para huir de las misiones incumplidas     

para olvidar que nunca pudo acercarse

a la imagen perfecta de su padre      

 

 

 

 

NOSOTROS LOS PEORES

 

Los que aplanamos calles jugando a la pelota

y fuimos amigos a morir

los que rompíamos vidrios a los vecinos cuicos

y espiábamos a las muchachas púdicas

los que instauramos la competencia de pajas

premio a quien escupe más lejos

Nosotros          los cómplices

los que luchamos contra el código

y sus dragones custodios

los que hicimos de la noche nuestra aliada

en contra del demonio de la virtud

Nosotros          los peores

los que sembramos las calles de bellas

barricadas sin rostro

los que vomitamos nuestra adolescencia

como tiros o flores de pólvora y acero

Nosotros      los peores

los que amamos la libertad extrema

nos quitamos la niñez como pijama sucio

y ahora somos hombres de bien

La vida nos ganó la mano

sacó los triunfos de la manga

y aquí estamos         

peinando huevos

de porteros en algún motel de lujo

emperifollados y viejos

nos latean las trifulcas de los estudiantes

y la rebeldía de los hijos

nos escupe a la cara nuestros mejores años

 

 

 

 

 

ELHOMBRECITO SIN NOMBRE

 

El tonto Alejo nunca estuvo aquí

no existió su rostro anónimo

ni el sombrero doblado por la lluvia

ni su barba a medio pelar

ni esos ojillos como uvas atascadas

al cuello de un embudo

Soñé que una madre sin rostro lo abandonó

a crecer como planta silvestre

prendada al terruño de la casa grande

Nunca encendió braceros al amanecer

ni lustró zapatos desagradecidos

ni cargó las carretas del agravio

ni cepilló los caballos

ni a los caballeros dueños de los caballos

El tonto alejo no tenía nombre

ni siquiera su cara enrojecida por el agua ardiente

y por cierta vergüenza de estar vivo

le perteneció

Ni siquiera la muerte cirrótica

ni el funeral vacío

ni la familia postiza y ausente

ni la lluvia que imitó a las lágrimas

reconocieron su cara

 

 

 

 

 

De “PIEDRA ERÓTICA”, libro inédito, 2004

 

 

 

RAÍCES DEL AMOR

 

Debajo del asfalto sin estrellas

el vasto futuro nos esperaba

No supimos leerlo desde nuestra burbuja

Se nos metió el mercado entre las ropas

y quedamos con ese olor al hueso de la piel

Quisimos medir los contornos del viento

tasar la esperanza en moneda común

pero las raíces del amor

rompen muros de acero

se cuelan por tragaluces

por los cerrojos del día

y los amantes que habitaban en nosotros

explotaron en chorros de líquido amoroso

limpiaron con sangre las calles untadas de hollín

alimentaron caseríos de fuego

y avenidas de fuego

con su carne.

 

 

 

 

TU CUERPO Y MI LOCURA

 

Qué puedo hacer con tu calva

 con tu pecho

con esas formas que llenan de vacío las sábanas

estampadas con tu nombre

Qué puedo hacer si no logro tragar tu presencia mitológica

si me empeño en desmantelar los monumentos de ti

como si no supiese que hasta el aire está salpicado de tu cuerpo

como si no hubiese mordido la mentada manzana

tu carne materializando los sueños de cualquier macho

poético por equivocación

Y prefiero esta suerte de tono irónico

Y descreo de tu cara detrás de todas las puertas

Y apuesto a la vigilia porque el sueño te ha elegido

Y reniego de la fe hermana de la esperanza

Y pongo grillos al deseo cuando cae en idolatría

Y todo esto para hundirme en un cuarto de nadie

en la fascinación de tu rostro

clavado a las cuatro esquinas de mi locura

 

 

 

 

CONDENSACIÓN

 

El amor dejó de ser halo

se condensó en ojos

en pezones que miran y no ven

en nalgas de luna

en marea

en muslos que abrazan

ahogando el ímpetu de las embestidas

 

 

 

 

 

CLARIDAD IMPURA

 

Despertar atropellado por tu vientre.

Besar las flamas de tu espalda sin quemarse

tirándolo todo al mar vacío del morir

donde las ventanas del sueño se quiebran

y la noche mellada de los amantes

rompe en claridad impura

 

 

 

 

 

AMÉMONOS BAJO LOS PUENTES

 

Amémonos bajo los puentes

sobre el agua flotante de la dicha

amémonos, amémonos

sobre todo bajo los puentes sin nombre

como si los sueños fuesen todavía posibles

como si el agua fuese la materia prima del sueño

y nosotros formásemos las dos mitades de un madero

arrastrado por el cauce

Amémonos como si no te hubieras ido

y yo tuviera tus senos envueltos

en mis manos derramadas

y tú me tomaras como el madero que siempre fui

mientras naufragabas por el mar del mundo

ese mar donde finalmente te perdiste

 

 

 

 

 

AMANTE PERFECTA

 

                               Con las piernas al aire, como una mujer lúbrica

                               ardiente y sudando los venenos.

                                                                              Ch. Baudelaire

 

Va por el mundo liviana

desprendiéndose del alma así de fácil

como quien se quita un par de calzones

Es peligrosa y pelirroja

su cuerpo se traga la memoria de sus amantes

y no sólo la memoria

Les deja vagando en la estupidez

Modorra propia de los enamorados

que persiguen mariposas en la metrópolis

y terminan atropellados por la oruga

o la micro según la jerga de turno

Para amarla dicen los entendidos

hundámonos en la ceguera más honda

al pantano del sueño

donde habita el uno indivisible de los idiotas

 

 

 

 

 

EVASIÓN DE LA SOLEDAD

 

                                               Nos educaron para atrás padre

                                               Bien preparados sin imaginación

                                               Y  malos para la cama.

                                                                              D. Maqueira

 

El hombre del abrigo lleva un edificio en los ojos

una escalera

un ascensor y una puerta con el número quince

clavado en la frente

Detrás del candado amarillo canario

la falda también amarilla

el cabello en caos primitivo

y unas medias de seda gris

El hombre empuja el tranco

no puede ganarle a su deseo

que vuela entre los pisos

transparentes

sin respetar murallas ni cerraduras

El muy fresco se mece con la amada

tiende en el lecho su carne de espíritu

y entra en la muchacha con su verga de espíritu

El hombre del abrigo con lentitud de hombre

corre a sorprender al traidor

y se queda desnudo en el vacío de su cuarto

donde nunca hubo nadie más que él

 

 

 

 

 

EL FALSO QUIJOTE

 

Lleva su corbata en ristre

espada que raja las hojas de las puertas

y abre los pasillos como lonjas de pan

Con su apariencia de lobo

busca carne tierna para el banquete

Añora el descanso del guerrero

del defensor de Troya asediada

y sólo trae aromas amargos de oficina

tres o cuatro billetes y el humo

compacto de mil cigarrillos

No sabe de grietas mutilando los muros

ni de puertas que abren al dorso de lo real

Busca la mujer del sueño con los ojos

amargos de lo cotidiano

Gritan las aves de carroña cuando la toma

del brazo como a las señoras de bien

le sopla al oído

le canta con mariposas y pétalos

La muchacha le dispara el precio a los ojos

y nuestro héroe tambalea             trastabilla

y cae muerto de muerte verdadera.

 

 

 

 

 

REFLEXIÓN DEL AMANTE DESPUÉS DEL AMOR

 

¿Qué fue de los amantes que fuimos?

¿Dónde están esas tardes de caricias y refriegas?

Ahora que lo pienso después del desayuno

gastamos todos los besos y las posturas posibles

Se mojaron nuestros petardos con la humedad de las disputas

Palabrotas que de lado a lado

atraviesan nuestra historia

Ese amor por lo práctico

que te brotaba de los poros y mis sueños

como barcos a la deriva de la ciudad

Lograste lo que querías

una casa

un empleíto y dos o tres hijos

Un par de guindas en la torta de la vida

Qué más pedirle a los santos

Acaso un guiño desde la eternidad

Te acusarían de tráfico de influencias

eso que tu sabes pasar por debajo de la puerta

sin que nadie lo note

Amor

perdóname por destapar la olla de otro tiempo

no te olvides de mi afán memorístico

y de esta costumbre de escribirlo todo

Eres un error de la naturaleza

me decías con dulzura y no te faltaba razón

tampoco te sobraba

Siempre he pensado que arrastro fallas de fábrica

la neurona del cinismo por ejemplo

Dios se olvidó de ponérmela

o la guardó para los guardianes de los templos

A cada uno lo que necesita

¿no te parece?

 

 

 

 

De “DE LA MEMORIA AL FÉNIX”, 2000

 

 

 

DESCUBRIMIENTO

 

Qué tempestad es esta, me pregunto.

Qué zumbido de rebaños remotos nos reclama.

Ese sonido seco de los cerros, mi sonido.

Esa resistencia de plantas desérticas, la mía.

Soy piedra que apretadamente aparece

Sólo para tus ojos que son ojos entrañables

Sólo para tu beso silencioso y cargado de duda.

Sé que la piedra no sabe de besos

sé que la piedra no sabe del hombre

de sus tempestades interiores

de sus cuerpos combustibles

un día recién encendidos

otro día cegados para siempre.

 

Adivino con sorpresa tu sangre en movimiento

adivino tu muslo en vez de la luna

y esa arboladura subterránea

y esa ventolera que no cede

y ese estremecimiento que al fundirnos

nos estremece.

 

 

 

 

 

De “EN LOS CAUDALES DE LA MEMORIA”,1997

 

 

 

ENEMIGO CÓSMICO

 

Mi enemigo no tiene brazos

ni manos escamosas

ni cuerpo objetivo

Se disfraza

puebla mi mesa de manjares

deambula por libros y periódicos

se instala en mis zapatos

en mi camisa importada

Monstruo ambiguo

multiforme

 

Obsoleto quedó mi heroísmo de barricada

mi desayuno frugal

mi abstinencia de computadores

mi metralla de palabras

mi piedra veloz

seducida en amables negociaciones

Sólo resta disolverse en impotencias oscuras

envejecer en alguna plaza sin palomas

ni regresos

 

 

 

 

 

BOYERUCA

 

Sombra de pescadores petrificados

sus naves y sus redes del abandono

Pasan fantasmas de hombres fríos

con manos frías y huesos fríos

Niebla

polvo de conchas soportando la mañana

almas ciegas de ciegos aborígenes

desaparecidos

Me hundo en tus callejones Boyeruca

como los mariscadores hunden sus vidas

en los roqueríos

 

 

 

 

Datos vitales

Rodrigo Jara Reyes (Talca-Chile). Hizo estudios superiores en la Universidad de Talca, donde obtuvo el título de Profesor de Estado. Publica los libros de poemas En los caudales de la memoria, 1997; De la memoria al fénix, 2000 y Dos sur y otros poemas, 2003. Además, publica cuentos, artículos y ensayos en revistas nacionales e internacionales.  Trabaja en el equipo editor de Iridec, en donde construye y corrige libros de capacitación a distancia. En el año 2006, auto-publica el libro de cuentos El extravío y otros relatos. Es recogido en las antologías Travesía por el río de las nieblas, 2000, Faluchos, treinta poetas maulinos, 2003; El lugar de la memoria, 2007. Mantiene dos libros inéditos de poesía (Piedra erótica y Barrio hondo), un volumen de cuentos (Hombres de niebla) y una novela breve (Los delirios de Gabriel Santillán).

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