Foja de Poesía No. 389: Enrique Solinas

Presentamos el trabajo del poeta argentino Enrique Solinas (Buenos Aires, 1969). Es también narrador, crítico literario y periodista cultural. Ha recibido distinciones como el 1er. Premio Rotary Club Bienio 1990/1991, 1er. Premio Nacional Iniciación Bienio 1992/1993, de la Secretaría de Cultura de la Nación, el 1er. Premio Estímulo a la Creación año 2000 de la Secretaría de Cultura de la Nación, etc.

 

 

 

 

La casa

 

La casa está perdida en un jardín

o un jardín esconde en su garganta el hogar que vivimos,

lenguaje elemental,

laberinto de piedra,

las ramas de los árboles que abrazan

a ese mundo herido en el costado.

A veces el jardín respira y deja ver

esas paredes que alguna vez fueron de luz.

A veces inventan un mundo sin saber

que no se entra jamás,

que hay que permanecer afuera dela Historia.

 

La casa está perdida en unos ojos que nunca más veré.

La casa está perdida en esa misma casa.

La casa es una pérdida constante

en cualquier jardín.

 

La casa es un jardín perdido

en el lugar de la memoria.

(de El Lugar del Principio, 1998)

 

 

 

 

 

Escrito a fuego

 

Uno va por la vida

como quien regresa al lugar donde se cantan

las canciones de cuna,

a paso de guerrero,

con la lanza quebrada

y una herida que nunca se termina de sanar.

El cuerpo que soporta

las mordidas del tiempo

es el cuerpo dela Historia.

Y uno va

preparado a golpear las puertas dela Casadel Orden

–las manos tan cansadas,

la sangre que corre por la vida–,

bajo el brazo

el tejido de los sueños:

tejer y destejer

los distintos caminos que me nombran.

 

Con un hilo brillante, con un hilo de noche,

con la sombra de un hilo que se incendia.

Así escribiré.

Y aunque caiga sobre mí toda la violencia del mundo,

y aunque la muerte me lleve cada vez más lejos,

y aunque recuerde el nombre perdido del comienzo,

así,

escribiré.

(de El Lugar del Principio, 1998)

 

 

 

 

 

 

Definición


A veces la vida es algo simple:

hay que cerrar los ojos

y que te dejen

lleno de palabras

en ese lugar

donde se piensa demasiado

en la luz.

(de Jardín en movimiento, 2003)






El Pueblo

 

En un pueblo muy chico

donde todos nos conocemos los delitos

y la nieve se cae como pintura fresca,

y la nieve se cae como pintura fresca,

 

vivo.

 

Tengo una casa

con patio, perra y padre,

y un jardín,

y una hermana

que todo el día

se disfraza de noche.

 

Cuando llega la hora de descansar

nos disparamos con gritos,

pero todos somos malos apuntadores

(NADIE QUIERE MATAR A NADIE AQUÍ).

 

Triste es la canción que pasan por la radio

(golpean a la puerta).

Triste es la canción que viene del jardín.

 

Nadie atiende.

Golpean a la puerta.

 

Nos abrazamos

porque tenemos miedo.

 

 

La Noche en el Jardín


Una pequeña música nocturna

en forma de viento.

Los chicos cazan luciérnagas

y ponen las manos

como para rezar.

 

Como si Dios fuera una luciérnaga

y se dejara atrapar

para romper el silencio.

 

Como si el milagro fuera que Dios

sea una luciérnaga

 

para no sentirnos

 

tan solos.

(de Jardín en movimiento, 2003)







San Sebastián

 

Él abre su cuerpo al mundo

como quien ata la voz a un árbol

y la multiplica.

 

Sabemos que es así,

que nada evitará su despedida,

la victoria feroz

del que ha perdido.

 

Si le dan a elegir

entre el silencio o el silencio,

prefiere el estallido

o la mueca

de su representación.

 

Ah, mi querido,

la revolución ya pasó

y no nos dimos cuenta.

Se fue como esta noche,

tratando de entender

por qué él

–tan bello y extraño–

se deja atravesar por nuestras flechas,

por qué abandona su cuerpo a nuestro mundo

y nosotros tan lejanos como Dios.

(de Jardín en movimiento, 2003)

 

 

 

 

 

 

Cambios climáticos

 

Padre,

hoy te vuelvo a encontrar

en esta ciudad desesperada.

Charlemos sobre el tiempo

que es mejor

a conversar sobre otras cuestiones.

Hablemos de la lluvia o el sol

pero no me preguntes

sobre la muerte que nos sucede ahora.

 

La idea de parecerme a Jean Paul Sartre

aun me seduce

como el sonido de un cuchillo,

atravesando la realidad

(y no te lo digo).

 

Toda muerte

primero sucede en las palabras

para luego llevarse a cabo

en los ojos

(y no te lo digo).

 

Padre,

hoy te veo

y al mismo tiempo veo al que seré,

pero distinto.

 

Ya nada se puede hacer.

Es necesario.

Mejor,

charlemos sobre el tiempo.

(de Jardín en movimiento, 2003)






Ejercitación

 

Todas las noches

un hombre nada en la oscuridad.

Su cuerpo desnudo

recorre el cuerpo del cielo.

Ninguna cosa se espera de él

y al mismo tiempo él espera

terminar su rutina

para volver a comenzar

la noche siguiente.

 

Como un cirujano,

el hombre nada en la noche de la memoria.

Es un bisturí.

Sabe

que la prolija autopsia que realiza

es para que se abran

todas las puertas de la luz.

 

Entiende el mundo

y por eso exige:

De ahora en más y para siempre

el perdón

no se convertirá en olvido.

(de Jardín en movimiento, 2003)





La que no está


Veníamos a reclamar

la transparencia nuestra de su cuerpo.

Hablaba tanto la difunta

que su silencio nadie

podía callar.

Qué tristeza,

los pájaros cantan la mañana.

Su cuerpo de nosotros tan perdido,

tantas veces perdido en nosotros.

 

Qué tristeza:

ser tan difunta

justo cuando veníamos

a reclamar su corazón.

(de Jardín en movimiento, 2003)







Rutina

 

El muchacho cabalga hacia la aurora

para abrir y cerrar el mundo.

Es el aliento de la infancia el que lo obliga

a cortar su corazón.

Es el aliento de la infancia el que lo obliga

a coser su corazón con aire.

 

Tantas palabras, tantas,

que ya no hay

qué decir.

 

Es el aliento de la infancia la aurora.

El sol es rojo.

Acerca del Rigor de la Muerte


Para no morir uno empieza a escribir por la mañana

con un cigarrillo en la mano

y esa paciencia de absoluto

que nadie es capaz de ejecutar.

 

Nos queda la escritura y el silencio

para cuando llega la tarde

y el humo del cigarrillo en la piel,

y otro cigarrillo más.

 

Qué oscura es la ciudad cuando anochece,

pero su oscuridad nos muestra una certeza.

Ahora sabemos

que con buena voluntad también se muere

y que uno es capaz de morir como cualquiera.

Se deja la vida a medio hacer,

se piensa en todo aquello

que jamás sucedió

y a nadie importa.

 

A veces se pierde y está bien.

La inmortalidad es algo demasiado alto,

demasiado pesado, demasiado lejano.

 

A veces se pierde y está bien.

 

Estoy listo,

estoy listo.

 

Por lo menos,

habré intentado mis palabras para no morir.

(de Jardín en movimiento, 2003)







Magnificat

 

Hoy desperté y mi cuerpo

tenía olor a flores,

a perfume de orgasmo y alegría.

Los animales obedientes acompañaban

el transcurrir violento y ciudadano.

El tráfico en las calles se partía en dos

cada vez que deseaba cruzar

hacia la otra orilla.

Voces diversas escuché

y entendí todas las palabras del mundo.

Dos marcas rojas en mis manos

anunciaron la transformación.

“Soy santo”, me dije, “soy santo”.

Entonces comprendí

que en el exceso de la vida

y la muerte

está la redención.

(de Noche de San Juan, 2008)

 

 

 

 

El Doble

 

Ese hombre que está sentado frente a mí

es apenas un reflejo

de lo que soy.

Tiene mi voz atrapada en su garganta

– y sé que es personal –

como si alguien lo hubiera autorizado

a dejarme mudo.

Transcurren sus días en mi contemplación.

Sabe más

de lo que yo comprendo.

Ese hombre que está sentado frente a mí

sonríe, acomoda su pelo

y espera a que me duerma de una buena vez

para ocupar mi historia.

 

Ahora

observo que se aleja, sin mortificaciones.

Ahora:

parte como quien regresa

de un largo sueño.

Y es tan simple,

tan vacío de significación,

tan elegante, tranquilo y eficaz,

que da gusto verlo cada vez,

regresando hacia mí,

abriendo

las puertas de la muerte.

(de Noche de San Juan, 2008)







Bucólica


El olor de tu cuerpo, amigo mío,

me recuerda al color de la infancia.

Una pradera con demasiado sol

cuando no estoy triste,

cerca del río

en donde alguien dibuja mi ciudad.

 

Nada es tan importante ni inocente

como pensar en un día perfecto:

vaca y pasto,

los pájaros que nos sobrevuelan

como a San Francisco;

algunas flores,

sendero de amapolas;

el cielo quieto y azul

de utilería.

 

Sé que pronto ya no estarás aquí.

Todo es inmediato.

Sé que pronto

te ocultarás detrás del sol.

 

Disfrutemos ahora de este día,

que el mañana no es cierto.

 

Brillemos como el agua en la noche,

tan sólo para la memoria.

(de Noche de San Juan, 2008)

 

 

 

 

 

La patria

 

Triste canción, pequeña,

tan fugaz,

herida abierta a las ciudades,

pueblo,

corazón sin rumbo.

 

Reina plateada de corona ausente,

sumergida en las aguas

que ocultan la razón.

La pastilla de la felicidad

es un barco que navega

el territorio mudo.

 

Todos los padres te golpean

y no piden perdón.

Todo tu cuerpo es un gran río

que cambia de discurso.

 

Y entre el asfalto y las estrellas y el desorden,

nos queda la canción,

callado sueño vacío

bajo el barro de la desesperanza.

 

Y nuestro rezo,

única y amordazada voz,

temblorosa,

desnuda.

(de Noche de San Juan, 2008)






Cumpleaños


Niño en oscuridad,

el sueño ha regresado:

una madre ausente

se presenta

y sopla las velas

del barco

que te conducirá

hasta su entierro.

 

Es tan extraño el mundo

como la ceniza que vibra

en tu corazón.

 

(Pide tres deseos.)

 

Es tan extraño el mundo

que la mujer

bebe de tu cuerpo

 

hasta olvidarte.

(de Noche de San Juan, 2008)

 

 

 

 

 

 

El Rostro de Dios

a mi madre, in memoriam

 

Esa mujer

extendida hasta nunca debajo de la sábana

no muestra signos de respiración.

Apenas es el resto de una imagen,

el personaje principal en bastidores

no disponible para despedidas.

Hacia los costados,

sus brazos se alargan y tocan el infinito.

Las manos se apoyan en oriente y occidente

sin ganas ya,

sin intención.

 

Descorro la sábana y al mismo tiempo

vuela una mosca como ninfa sorprendida.

He aquí la cuestión:

sus labios entreabiertos y la piel extraña

contrastan con el gesto de una sonrisa,

y el único signo de vitalidad

es la mosca

que ha bebido toda su respiración.

 

Si la mujer sonríe es porque sabe algo

que nunca terminó de decir.

Si la mujer sonríe

es porque nos ha engañado

y nunca sabremos el motivo.

Pasa el tiempo como la vida pasa,

como pasa lo bello y lo triste.

Luego la abrirán en dos

para saber la causa de su fallecimiento.

Luego,

su rostro cambiará y será otra,

alguien desconocido.

 

Ahora sé que éste es el rostro de Dios:

una mujer que se va y la mosca que sonríe,

compartiendo la misma despedida.

Tan sólo nos queda

cubrir el cuerpo de la desesperanza

y contemplar el aire de la noche,

fatal y divino.

(de Noche de San Juan, 2008)

 

 

 

 

 

Datos vitales

ENRIQUE SOLINAS nació en Buenos Aires el 11 de Julio de 1969. Es  Profesor en Letras y Ciencias de la Comunicación y Licenciado en Letras (UCA). Desde 1989 colabora con publicaciones de Argentina y del exterior,  es docente y forma parte de grupos de investigación (CONICET y SIPLET), especializándose así en poesía argentina y latinoamericana, y en literatura y mística. Publicó en poesía: Signos Oscuros (1995), El Gruñido (1997), El Lugar del Principio (1998), Jardín en Movimiento (2003), Noche de San Juan (2008), El gruñido y otros poemas (2011) y en colaboración Invocaciones –cuatro poetas en la voz del mito– (2012). En narrativa: La muerte y su conversación (cuentos, 2007). Por su labor literaria obtuvo numerosos premios, entre ellos, el 1er. Premio Rotary Club Bienio 1990/19911er. Premio Nacional Iniciación Bienio 1992/1993, de la Secretaría de Cultura de la Nación, el 1er. Premio Dirección General de Bibliotecas Municipales de Buenos Aires 1993Mención en los Premios Municipales de la Ciudad de Buenos Aires a la Producción 1994/1995Subsidio Nacional de Creación de la Fundación Antorchas, Concurso 1997 de Becas y Subsidios para las Artes, el 1er. Premio Estímulo a la Creación año 2000 de la Secretaría de Cultura de la Nación, el 1er. Premio de Cuento Fantástico 2004 de la Fundación Ciudad de Arena y la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos AiresMención Especial Concurso Dorian 2007, por la Promoción de la Diversidad y la Cultura, Lima, Perú, etc. Su obra forma de parte de antologías nacionales e internacionales, siendo traducido al inglés, al italiano y al portugués. Actualmente, su actividad incluye la narrativa, el periodismo cultural, la crítica literaria y de artes plásticas, y la investigación. Es asesor literario de Ediciones Ruinas Circulares y dirige la Colección Crítica en dicha editorial.

 

 

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