Poesía griega actual: Dimitris Angelís

Presentamos un texto del poeta griego Dimitris Angelís (Atenas, 1973). Angelís es  también ensayista, Doctor en Filosofía y director de la revista literaria Φρεαρ  (frear.gr). Su libro “Aniversario” ha sido premiado por la Academia de Atenas (Premio Porfyras).

 

 

 

 

 

EL TEMA DEL RECONOCIMIENTO Y UN DISFRAZ

 

 

Esperaba árboles a mi regreso, encontré serruchos oxidados,

tizones y a un perro viejo de río, al que llamaban Laertis,

nadando desfallecido en el fango.

«No me reconozcas», me alcanzó a decir, «porque entonces tendría que

morir de inmediato». Mejor

que en mi lugar se pierda Argos, de todas formas nadie se va

a dar cuenta

puesto que ya no existe Agamenón y acabamos como ingrata

villa

llena de oscuros bares de copas y desolladeros

en los que las alcantarillas riegan sangre contaminada».

 

Entonces comprendí que algo había sucedido y que el mito había cambiado,

Argos se había convertido en ciudad desdentada, Laertis en perro

callejero

y yo había regresado sólo para anunciar la soledad de ambos,

poniéndome de manera fatalista en las mismas manos indignas

(las mías), acechando casas mudas

con lavabos llenos de colillas, cuadros acuchillados en

las paredes y estatuas destruidas en los atrios,

con la fotografía de una tal Circe guardada en la cartera

y teniéndome que enfrentar a los pretendientes

que tramaban conspiraciones contra mi vida.

 

Por eso, esta noche he prometido tu cabellera al río Esperqueo, sensible

hija mía,

y te he bautizado, delante de los iconos, Telémaco. Y mañana

pasearemos juntos por los barrios de peor reputación para que

conozcas tú también

cuán triunfalmente silba como víbora el silencio

en los laberintos y en las insaciables tumbas derrotadas

donde crecí.

Qué injustificado sería mi regreso

si no existieras.

 

El duelo que nos hace hombres.

 

 

 

 

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