A continaución un recorrido por la poesía de Neli Córdova Neli. Entre sus libros podemos mencionar: Cinco regresos y un siempre, 1980; Estatuas fugitivas, 1988; Origen, 1993. Actualmente es Delegada para Asuntos Internacionales por la Directiva de la SEDE.
(De Abismos en los ojos de eva, enero 1998)
1
ojos nieve
puedo ver en tus ojos nieve
nieve profunda
nieve del altiplano que en este abismo mío cabe
nieve afilada que forma cordilleras
bajo mi gen y aroma de mestiza
nieve
nieve profunda
en escalada vuelo crucial de andinista
sin refugio
en el coma de los siglos
nieve andina
se requiebra a iris luna
oye
vayámonos al norte
hallaremos el risco de nieves errantes
en ritual tú cóndor
yo águila
y el Ande ojo de fuego y leche
raíz de noche y día
2
hasta la última molécula
y el mar
abriéndonos caminos en la carne
certeros en nosotros cohabitando de ojo a talón los siglos
3
Almanta
la fecunda anciana inacabable
a sí misma se parió de fuegos da de lactar sin pausa
a malignos y a sacros
y chorrea la vida
de infinitos y guerra se levanta con osamenta viva
chispea ojo de eternidad
le ordenaron botar por sus oídos espesores hirvientes
creación gozos y genital transmutan
Almanta nos cubre de amatistas el milagro
se reparte en frutales redime
metal de tu metal progenitora lúcida
no condena a lobos que fueron arrojados del camino
los silba la mundana los vuelve a su jauría les da críos
les perfuma la garra y amamanta
como a ibis cocodrilos y a malvas
de la fruta caída no hay hijo malnacido
a la perdiz al buitre en primavera al lirio
al sándalo a la víbora los dio a luz la mundana
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errante
lo besé con mi memoria
me resbalé royendo el alfabeto de las minas
para que ellas me digan qué son y para qué las catacumbas
ellas
las tentaciones de los vivos me mostraron las llaves
de quienes nos olvidan
II
voy traduciendo pasos en transformación de insectos
veo a la carcelera tras mi ventana del recuerdo tísica
se empluma de basura y de dolores
me dejaron llamarla desde el silencio dije
una deuda de ajenos es la vida
a quién le gusta ser
melancolía emparedar a muertos
o a vivos
III
nadie me oyó ni yo misma me oí
vi a la carcelera en otra celda a un juez
juzgándose a sí mismo
emanación de mundo en la ventana
el juez un nubarrón ella una cicatriz era yo un ave
5
profetas
profecías
la bestia
la inicial
el candelabro
toda profundidad tiene placenta de soledad
ley tormenta del mar
el niño afuera mientras mis ojos se entiesan en la tarde
es libre quien se muere más libre es quien no nace
más feto es quien nunca ha de ser libre
II
recién nacido el tiempo se hace viejo recién nacido el niño
se hace antiguo
frescura caricia gloria expiran ante ojo del espía
en la primera vez en la penúltima el amor echó flor
el vello fue cortado cerca a pubis
III
el talador se irá con ese árbol
feliz
donde en sus alas los niños fueron aves
muerte sin libertad alumbramiento
(De La encarnada, agosto 2009)
1
añejar besos entibiar rosas trigos mares
nos pertenece ‒ nada
ni altares dentro del cuerpo
encantado pedestal luz diamante
coloración mágica de piel
ni el recuerdo
busca el verdugo nuestro cuello como si aún
estuviéramos colgados
en viejas rocas en secos árboles
2
pierden su tiempo entierran sus lunas
admirando por siempre a monumentos
que ni se miran entre sí para sus sienes no hay
otros bellos seres que sus ídolos
en este suelo quienes echan espuma
no saben quiénes son entre nieve y ternura de sombra
han regresado de ciénagas a castillos de mundo
con acusadora mirada
3
van por ranura blanca hacia quien esconde sus brazos
no acogen a niña inválida
junto a onírico balcón lianas goteado azul
un fantástico
unas y otras un roedor
y otras fantásticas y otras roedoras
dan señales
que a submundo hemos caído
esperándonos nadie
4
durante la gira acampamos en última flor
besar epitafios de luz reconociéndonos no vueltos
a la vida
por playas y acantilados de la carne
o por membrana incógnita del ser
sueños sin edad
sin estrella fugaz la idea vuelve a sangrar
nómada que anda descalzo
sobre clavos
riza su rizo
en arcoiris
clavado en aventuras
junto a soledad en otra soledad
5
dulces caras se han cambiado de cara
cuando el mar se parte en cadáveres
seduce a rastrear nostalgias volver a vivir repartiendo espuma
lagrimar poesía en puñado de recuerdos
gruesos anillos de luz con palabras de sangre
sin regreso el único suspiro
6
a cada paso
un circo
uvas muñecos
comeybebe
baila una ciudad poeta
muge la vida
cortejan a todo mundo
estrellas
cambalaches
címbalo
catarata de besos
abrazan
madreselvas sueño
espíritus
que no beben llanto
7
donde empieza y termina el verbo
solemne oración el mar
cómo saber cuál esfera es la nada
qué reloj marca el minuto de pensar y no entender
por decreto infinito pincel redondeó la carne
cabezas picoteadas por águilas inventan inmensa puerta
casa soledad para la encarnada la que regresa
la que respira aún fruta vana la única sin nombre
perenne sin perdición tiene estrías guardadas
en estío
(De Lengua profana, agosto 2008)
1
profanas lenguas
palabras en completa mudez
sonido sin sonido brasa y nieve
tras negrísima piedra
una copa de árbol dice adiós a mi entraña
una mano trayéndome
desde un fondo de ojo a la ciudad
la vida se me aparece
de agua en agua tu ausencia
de sequía en sequía mi cuerpo
no aguaceras
2
aún soy esta ciudad
aprendiendo pininos baños en jerez paseos de amante
dentro y fuera de la piel
de eclipse en eclipse construido el rayo
primer día esplendor en tierra equinoccial
altísima autoestima deambula centellea
benéfico mar ilusiones
sale del socavón la noche
pedrones pedradas domestican al gentío
fantasmas
lengua de muertos endiosando a vivos
3
donde cayó el cuchillo palabras
río turbulencia genocidio
sílabas sintagmas mundos letras se dan muerte entre sí
lenguas por todo velamen poesía
creciéndome
decreciéndome ruinas que fueron ojos me devoran
salen raíces por cada sexo del mar
me regresan al principio
mi cuerpo es selva habito en ella
granos de mi sangre circulan por extraño silencio
4
impasible cabeza despacito da sus primeros pasos
al vernos abatida retrocede
5
sus pasos llegan a mi ser
alocándose
entre cielos e infiernos
el mar mi sed un miedo desprendía
estrella negra celándome
ojeándome
interpone su cuerpo
evidencia su poder sobre la carne
todo es corpus mortal mortum
una palmada fría quebrándome la palabra
(De Estatuas fugitivas, 1988)
#1
anochecí diez veces este día
a media curvatura un rayo me partió
aquella espera larga larga espera
mientras olía tu huella
en mi abultada carne extendida tras mi cáscara
# 2
instante
es nuevamente tu cuerpo entre mis manos
la manzana de adán
la tierra prometida en puñado
de apariciones
por la vida y por la muerte
beso el continente descubierto en tus espacios
por la muerte ypor la vida
transito por ondulaciones que resuellan
mientras de mis fuentes se resbalan
peces
que te bebes tentado
por ese término
que azulea
(De Penúltimo laberinto, mayo 2007)
XXIII
esta obsesión por tenerte adherido a mi carne
me exhuma entre duendes lascivos
XLV
como todos
en camino a tientas
improvisando caras
mimos
éxtasis tras el ojo del olvido
IV
se oye el llamado del abismo
es la succión que el tiempo hace en los cuerpos
XL
nadie huirá
este cuerpo penúltimo
se cansó de exhibir para el polvo sus encantos
(De Origen, 1era edición octubre 1993)
1
verde mi pueblo en mí
oh tierra única tierra
rojo cielo única razón de mi destierro
huracán piedra barrio vegetal
dilatado tú húmedo en mí tentador total mi pueblo
me incita me toca me excita
da un salto torcaz entre mis ojos y aletea la vida
sin residencia yo
sin paz
nada más tengo
que una condensación de ti por todo el cuerpo
este canto de monte subrayado que me pinta la boca de granizo
tú
estás conmigo sobre este mismo rostro sin espejos
en esta misma pose de quien ninguna vez
aprenderá a callar ni a estar postrado
tú
haciendo regresar de mis océanos
la nieve proletaria la cuesta sin bajada donde asomé de pie
donde contigo soy donde no existe el nunca
tú
haciendo reventar en mi garganta el cántaro y el vientre
el vientre desde el cuajo
el cuajo desde el yo hervido a suelo limpio
rotos ríos y bosques
garzas sobrevivientes
tú y yo
del mismo mineral del mismo ojo
con intacta expresión de quien no muere
en pose terminal del condenado
2
porque es día de feria
que te venda
que te venda mi fibra mis afanes mi cardo mi camisa estera y
manta
mi arado mi aire y agua mi guacho y mis raíces
que ahora sea yo quien ponga precio
porque es día de feria
que mida por pulgadas mis fatigas
por onzas que te pese mis mañanas que en pondos para vos
madure lunas
que quién soy cómo soy
cómo y qué para qué
que cuánto valgo yo en pocas palabras
si te vendo mis cargas mis costillas a qué espaldas iría
este cansancio
a qué otra cicatriz iría mi insomnio
a qué ojo mi barranco
a qué fiesta mi tiesto mis bostezos mi taja de zapallo
yema yo yuca yo yuyo yo
ajo ají ya te vi no te dí sí te dí
¡que está mi pueblo en feria..!
que ahora sea yo quien ponga precio
a mi costal de cosas
no mezcladas
3
hombre maíz
granero amenazado
hundido en orín entre cadenas cuándo podré volver
y ser la misma
contigo en cada siglo en cada vena
(fragmento)
4
mente y monte deshuesados vienen cordillera abajo
así vine No
no vine
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Datos vitales
Neli Córdova Neli es escritora, crítica, conferencista, educadora. Ha ejercido la cátedra de Letras. Su obra ha sido traducida al alemán, inglés, portugués, kichwa. Fue Presidenta de la Sociedad Ecuatoriana de Escritores SEDE (2001-2003). Actualmente es Delegada para Asuntos Internacionales por la Directiva de la SEDE. Ha publicado entre otros: Cinco regresos y un siempre, 1980; Estatuas fugitivas, 1988; Origen (en español y kichwa) dos ediciones, 1993; Abismos en los ojos de Eva, 1998; Penúltimo laberinto, 2007; Lengua profana, 2008; La encarnada, 2009.