Hugo de Mendoza (Guadalajara, México, 1976) es poeta y editor. Ha publicado el poemario Danzarina y Danzar del agua. Mantiene varios libros inéditos de poesía, entre ellos Sebastián, de próxima aparición. Es editor de la revista el golem.
Danzarina
Uno
LA IMAGINACIÓN Y SU ANTESALA
La durmiente bailarina vive que se fuga.
Aparece en una pieza de princesas.
En el arte de su danza
Es un tesoro su reír
Cuando muerde una cereza
Como el “Dulce mundo” entre sus labios.
Dejemos que todos los varones
Se acerquen a besar su trono.
Dejemos
Que avance por la roja alfombra
A tomar los brazos de su padre.
Dejemos.
Las quince velas comienzan a temblar
Y sus linternas son un festín de cada año.
En este instante Danzarina del sueño se deshace
Nos abandona en el banquete y una música barroca.
Curiosea su vestido
Tan largo como la nieve del Iztlazihuatl
El maquillaje de silvestres frutos
Ansiando en el mañana su bailar La magia
El escenario de todo el sueño.
Siete
MITO DE UNA DANZARINA POR EL AIRE
Con tu acto de los velos
Por el portal aéreo saliste.
Toda ave o figura fantasmal
Te recostaste en el cóncavo de luna.
Hay una multitud de corredores lloriqueando
El Laberinto redactando lo púrpura del golpe.
De la sangre y tus ropas bajo tierra
Se desprende otro vuelo accidentado:
Nuevamente De blanca novia
Tu velo se enreda no esta vez entre tus piernas
Sino en el índice de otro disparo solar.
HASTA CUÁNDO
TU ACERCAMIENTO AMOROSO CON EL SOL
DEJARÁ DE HACER NUPCIAS CON LA MUERTE.
Ocho
MILAGRO A TRAVÉS DE LA ESCRITURA
Tú que fuiste polen en jardines de los muertos
Regresas a la escritura que sembré por esperarte.
Ahora en el blanco la clorofila se detiene
Para que avances en ilusiones otra danza.
Te pido que descalza traces una línea
Asumas todos tus aromas
En la fiesta de Noviembre no funeral.
Tan amplios sus pétalos crecen
Que reciben con agrado el espiral de las abejas.
Bailemos sobre un ilusorio mineral
Sobre semillas infinitas del lenguaje.
Sepamos que el sueño es voluntad de la escritura
Sepamos que somos irreales en el jardín Que bien
Teje sus raíces en las bardas del colegio.
Bendigamos los instantes de la no muerte
Las altas revelaciones de nuestra danza
Que no conocen la palabra Fallecer.
Nueve
EN UN MÁGICO JARDÍN
En el recreo
Extienden el mantel las alumnas sobre el césped.
Rescatan frutos del canasto
Menos dulces que la luz
Resbalante de sus cuerpos.
Un nido musical
Extraviado en los meridianos verdes del árbol
Entona las cuerdas de varios instrumentos.
Escuchemos partituras…
Arpegios…
Gitanerías:
Cantos sortilegios de Rumania
Caen de la arboleda cual naranjas
Luego un cítrico flotar reguiletea
Licuando una bebida luminosa con el aire.
Las jóvenes se levantan
Ríen plenitud ante un hombre vegetal.
Conjuros en derredor del árbol
En circunferencia las alumnas
Se les mira ya gitanas.
Sepan que el círculo danzante
Es el ojo del jardín:
Sus hojas Sus nidos Las orugas
Son otra danza en su pupila.
Y crujen castañuelas de las rosas
El violíneo de violetas
Enjoyadas las gardenias tocan bandolinas
Los panderos de geranios entonan Surrealismo.
Es ya inversa la rotación pagana
Es contradanza al rumbo del reloj.
Y el dios Tiempo se enloquece
Y a confundir los siglos con gitanas comienza
Hasta que noctámbulos cipreses pueblen el jardín
Y la fiesta cese de girar.
Las gitanas se abandonan al espectro de la noche
Sólo queda el respirar de marchitos instrumentos.
Si miráramos al Cielo con su amada Magia
Si supiéramos del astrólogo su meditar AY
CONOCERÍAMOS EL CONSTELAR DE LAS GITANAS.
Doce
NARRACIÓN DE UN CHARCO
AL ESFUMARSE LA TORMENTA
…Y la lluvia producía efectos milagrosos.
La llovizna Adolescente majestuosa
El zaguán tocaba con hechizos de gota.
El deseo de untar sus brazos a mi cuello
Arrancarme la sombrilla
Humedecer mis labios con su tacto de agua
Arrebatarme el alma
Hacerla un viaje en su temporal tormenta.
EL VESTÍBULO SE ABRIÓ
Fui cautivo al gris de sus entrañas
De su mortal amorío
Fui bailarín de su líquida danza.
Entonces fueron los siglos vastas gotas
Interminables las texturas de sus besos
Era inmenso su cabellar a mi espalda dibujado
Que en el instante no existía el verbo Delirar.
Así entero me convertí en agua
Escurriéndome aceite por su cuerpo manantial
Cayendo delicadamente
Hasta estrellarme con la blandura del asfalto.
Ahora que soy el Charco, que mi pecho es óleo verde, ahora que en mí sólo habitan axolotes, la Adolescente misma corre al patio del colegio, clavando sus pies de danzarina, cual martirios en mi corazón de musgo.
Sufrí la tormenta de su baile, ahora la transformación a piel y ojos de hechicera. Deliro en el ritual de su reflejo sobre mí, el sortilegio y brujería; infernal quemando mi voz de ULTRACHARCO.
Serán gases mis cabellos atrapando moscas, mi enlamada carne reunirá todos los reinos descompuestos: vivirán mis ojos el calcinar de un sol mortuorio, me hare fuga y seré un vapor errante en los salones, un cataplasma herido en las ventanas, un embarrado insecto en el estanque, en espera, si es que alguna vez me hice uno con el agua, de la próxima llovizna.
Final danzarino
DANZARINA
QUIÉN BAILARÁ CUANDO DESPIERTE
Habite tu memoria
Tu Danzarina arquitectura QUÉ SERÁ
EL VIENTO Y SU ABANDONO SU DESIGNIO.
Te recuerdo con la sencillez del hada
Tu cuerpo vistiendo sueños de todo el sueño.
Pensé tus pies desnudos por mi cama entrando
El danzar de tus caricias por mi piel entera.
Pensé entre la sábana tu bruma
Concluyendo y comenzando el rito.
Pensé la finura de tus labios
La imantación de nuestras bocas
El escenario de tu vientre sagrado como el copal.
ADVERTÍ LA DETONACIÓN DE UNO CONTRA OTRO.
Ahora que el sueño es la pesadilla
Y ambos estuvimos cerca de estallar
Acuchilla mis párpados el sol.
Se mata nuestra danza
Te marchas por la entonación del gallo
Navegas por las intangibles turbulencias
De los mares y las voces que Yucatán anuncia.
Salgo del colegio y me repliego en una barda.
Acepto el envestir de los anuncios
Las ráfagas de smog
El enjambre de vendimia fraudulenta.
Comunican los periódicos una fantasía en el agua:
ACUÁTICA O DANZARINA
FABRICA CASTILLOS EN LA PLAYA.
Parto a tu danzar en el Atlántico
A las escritura de nuestros puertos.
Cierro la escotilla del poemario.
Lector viajemos
Allá donde dicen
Que su inmensidad
Es más inmensa
Que sus sueños.
Acuática
INTRODUCCIÓN ACUÁTICA
Tu hábito es la libertad del cisne.
Deslizante
Tus alas extienden lo ya reflejado
En la entera longitud de lo marino.
Te muestras en lagos
ACASO MARES DE ANTIGUAS ERAS
Tu nado es entre direcciones Brújulas
Un índice donde el lector
Te reconoce con una fe de agua.
Te diré algo:
En estos mis próximos naufragios
Notaré tu gesto siempre en la líquida alborada.
Todas las páginas serán amanecidas
Presencias de barcos en este siglo.
Todo fue Será
Una familiaridad con las corrientes
Sus olas
En el milagro del tifón y su colapso
Hecha letra en las costas de papel.
ACUÁTICA:
Con más siglos en la marina transparencia
Ya regresas con los nados todos y desvelo
Al mismo cauce de mi tinta.
PISCINA SIRENARIA
Al parecer
Con su limpia densidad
La piscina atrae a las muchachas.
Sentadas Hunden sus tobillos.
En un grito caluroso
De un ambiente primavera
Tal vez comience el alborotar de nadadoras.
Una pequeña -Apenas con diez años-
Se acerca al zafírico vitral.
Su trenza de materna artesanía
Es un lirio
Que hace táctil el matiz radiante.
La niña viene con sandalias Salta
Y al caer a la sábana turquesa
Estalla una pirotecnia de cristales;
Añicos de marinos astros
Festividad toda en el pecho del agua.
Yo le miro. Ríe mucho.
Cual infantil sirena
Nada en el rectángulo del mar. Canta.
Su canto es la transparencia más fina.
En su nado silencioso
Como cuando se oculta una medusa
La travesura es mojar a las jovenzuelas.
Quiere diluir sus maquillajes
Hacerlas niñas
Que sientan aletas verdes Rojas
Que al sumergirse
El hundimiento sea un pliego
De naturaleza viva.
Las adolescentes en cólera
Rabian un lenguaje torpe.
Frunciendo el ceño la niña Se aleja.
Sólo el agua le acompaña
Sólo el agua le simpatiza.
Y en un consuelo
La piscina crea una artificial marea.
Su ensoñación es reconvertirse en sirena.
La pequeña Flota dentro de azulejos.
Entonces se precipitan las muchachas.
Arrojan sus peinetas
Sus espejos.
Recordando que alguna vez
Soñaron ser sirenas.
DESPUÉS DEL HUNDIMIENTO
Me asomo a la superficie.
Las sombras amarillas por el sol
Se acumulan a las arenas de la playa.
Preguntan:
QUIÉN SERÁ AQUEL NÁUFRAGO EN CAMINO.
A mi tacto con la orilla
Se arrastran las cabelleras de las olas
Su promesa de una vida en calma.
No me izaré en la muerte
Otro mar no permitiré
No otro ciclón en mis pulmones.
Así Que al núcleo del mar regreso.
QUÉ HACER DONDE SU CENTRO ES ILIMITADO.
Miro cómo esquivas los despojos de la balsa
Cómo te saludan los fantasmas extraviados
De un barco del siglo dieciséis.
De mi frente limpias los residuos de la sal
Sacas una escama de mi oído
Un pescado de mis ojos
Un anzuelo de mi boca.
En el hostal
Desatas el azul de tu cabellera
En él se perciben los ecos de las olas
Un cantar de ballenas surge de tus labios.
Y los piratas del barco cuelgan como sueros
Y los vencidos de otro barco en quirófano respiran
CUÁNTOS MÉDICOS ADVIERTEN LA PRÓXIMA INYECCIÓN
Y todos ellos en rezo delirante dicen:
Sabes a mar Sabes amar te digo
Cuando entiendo que tu vaho
Anula las aguas de la muerte.
EN EL AGUA
DELIRIOS DEL OCIOSO
Seguro el agua es refugio de la balsa.
La Mar en calma
La Paz que se zambulle.
La Mar… La Paz:
Es resonancia semejante
A las horas en flote como barcos.
No abandonaré la balsa
Prefiero el acariciar del tiempo
Prefiero esperar Esperar
A que tú me hagas una seña.
Pasan el Índico El Antártico El Pacífico
Pasa una peregrinación de climas
Entre hombres navegando los restos del Titanic.
He remado todos los mares
He conocido su añil ilimitado.
Crece lo plateado de mis barbas
El enmarañar de mis cabellos
Es una isla de infección
NO PUDE RETENERTE.
NO PUEDO EN EL AGUA RETENERME.
Escribo con la sal que me perfora los oídos, una prosa de salitre con agujas
insoladas. Pienso dibujarle un tiburón de estaño, para que conozca la depredación,
la gula de mi asesino. Ella imaginará un museo de naufragios, por si sobrevive algo
de mi cuerpo. Voluntades no tendré, para los que me esperen en la playa.
AH ROMANTICISMO INÚTIL
El cristal asfixiante de la ducha
Ha creado una cómica trama de suicida.
El agua burbujeante Perfumada El jacuzzi
Sólo alberga mi cansado cuerpo sin salitre.
El teflón celoso de la tina
Me deposita en la textura de la toalla.
He vuelto a reencarnar con todos mis recuerdos
Me reconozco dulcemente en los ojos de otra agua
De otra agua que se detiene al paso de la proa
Y en la sala de baño me embalsama de vapor.
LEYENDA DE TUS TIEMPOS EN LA PLAYA
Una tarde pasa volando.
De sus alas intangibles
Caen todos los tiempos de tu ausencia.
Han llegado al pozo del mar:
Flotan como musgo
Como veleros que se inclinan
Al beso de la brisa.
Parece que se ahogan Patalean
Parece que logran un conjuro Un hechizo
Y ya las sales de la espuma Los arrastran
A las arenas cocinadas por el mismo mar.
Ahora que leemos la bitácora
De “Golbraid Almirante”
Fumamos cigarrillos
Levantamos una botella de Malbec
Y entristecemos la llanura de los tiempos
Apareces:
Como buscando un castillo mineral
Como buscando una batalla de tritones
En las rocas pulidas por un escultor de espuma.
Encuentras los derrumbes de la arena.
Entonces celebras con nosotros FUMAS TANTO
Que al retirarnos de la ficción de este castillo
Alquilamos las alas de las tarde
Y nos extinguimos en lo grisáceo de sus plumas.
Al mar regresan los tiempos de tu ausencia
Al mar regresan y se ahogan con la frente ardiendo.
En la playa cuentan
La fantasmagoría de sus tiempos.
Dicen que un cigarro llevan
Clavado en sus tristísimas frentes.
HACIA LA TIERRA PROMETIDA
Ya no escribiré con la letra
Del abatido o del derrumbe
Del doliente o del aterrado.
He muerto en despertar.
D
I
O
S
HA LEÍDO HA LEÍDO
N
U
E
S
T
R
O
MAL SUEÑO
QUE INÚTIL MUERTE.
Mis ojos se abren en página distinta
Aquello los que fueran mis naufragios
Son indiferentes para todos los lectores.
Mejor escapemos de éste tu poemario
Con el índice Un punto pintaré en el mapa
Un abismo donde los mares se diluyan.
Renazcamos nuevamente en la ciudad
Abandonemos la tripulación de nuestra hazaña
Es preciso despertar
Reconocernos
En la alcoba número diez
Del edificio Campeche.
Fundámonos con los días y sus noches
Inventemos un nuevo calendario Ahora
Que al besarte ya no eres la ilusión:
Y te traspasas hecha carne
Hecha un andar a la cocina
Totalmente cubierta en luz
Como un río que de mi sueño nace
Y zigzaguea por los muebles de la sala
Con un platillo de pulpo y calamar.
FINAL ACUÁTICO
Abrir la puerta.
Con la imaginación cerremos
La gran tormenta que se aproxima.
No es tiempo de decir Te quiero:
TE AMO
Como el segundo donde el sol y la luna
Se mezclan y se tienden en el charco de la esquina
Y de la alquimia De los galácticos rituales
Surge una Andrómeda gateando.
Hoy es una fecha especial
Esta fecha es eterna. Hoy
Todas las mitologías con sus augurios
Todos los seres de luz y la penumbra
Nos permiten caminar en este espacio blanco.
Nos extinguimos
Nos desintegramos
Seremos parte de un vapor que viaja de labio a labio, de una tormenta que ya no se aproxima a los ojo del lector, somos ya su olvido. Nos aproximamos a la gran tormenta, somos la gran tormenta que por el arco-iris de agua se resbala, que al recostarse se transcribe en otro blanco del “Amor y su doctrina”.
Ahora que hemos concluido el índice final
Ya que hemos andado por el danzar del agua
Nos hemos empapado del elixir de los mares.
Ya estamos “Más allá del amor”.
Datos vitales
Hugo de Mendoza (Guadalajara, México, 1976) es poeta y editor. Ha publicado el poemario Danzarina y Danzar del agua. Mantiene varios libros inéditos de poesía, entre ellos Sebastián, de próxima aparición. Algunos de sus textos han sido traducidos al portugués. Ha sido publicado en diarios y revistas de divulgación cultural, y participado en diversos eventos literarios, entre los que destacan Feria del libro del Zócalo y Feria del libro del Palacio de Minería. Fundador del colectivo Literajen. Actualmente dirige la revista literaria “el golem”.