Presentamos la poesía de Aureliano Carvajal (Ciudad de México, 1986). Estudió la carrera de Literatura y Ciencias del Lenguaje en la Universidad del Claustro de Sor Juana. fue antologado en la Colección doscientos años de poesía mexicana del Gobierno del estado de Tlaxcala.
CANTO
He salido creyéndome valiente
estando alguna vez tras la muralla;
de cólera sembrados los tobillos
y bífido semblante refulgente.
―Valiente hombre inflexible
―Resiste y nunca vuelvas
Mas lejos de tu piel yo temo
y todo mi coraje ya he perdido.
¿Cómo enfrentar la terrible estrella?
¿Cómo
humano
luchar contra la tarde?
―Cobarde hombre valiente
―Cobarde y cuánta fuerza
Porque soy Hombre tengo miedo,
y lloro,
y suelto el escudo
porque soy hombre estremecido
y me trago dignísimo la pica.
Vuelto hacia tu espalda extraño;
mi cólera, antes terrible,
busca de nuevo el fondo de tu seno.
―Allá va por delante aquel valiente huyendo
―Allá va, por nadie perseguido
Así tres veces he girado
buscando el rostro de tu espalda,
así vencido ya tres veces
quédome descalzo y abatido
―Heroico y fiel guerrero
―Padece y nunca vuelvas
POEMA QUE PIENSA A FUTURO (PARTES II Y III)
II
Acaso no serás tú serán tus hijas
—que pocas concebiste aunque no importa—
serán tal vez sus nietas
o alguna sobrina entre sus primas.
En todo caso,
no serás tú quien se tope con mis versos;
y aquélla tú perdida —tantas generaciones olvidada—
aquella rama perdida entre tus ramas
vendrá confusa lluvia
a empaparse entre mis poemas.
III
Y esa perdida rama
se encontrará, no sé,
desnuda entre mis manos
y sus ojos serán tus ojos
y su lengua será tu lengua
torrente ardido y fuego
quemando años de lenguas y gargantas.
Y la voz,
el cavernoso aullido
que tú nunca gritaste,
alzará dolorosa mueca sin palabras.
Y todo será silencio.
Y tal vez —y sólo entonces—
puedas por fin sentir mi aliento.
ESTUDIO DEL ÁNGELUS MARINO
Permíteme esperarte, que llevo horas,
que llevo soportando la mañana
y tu anillo me pesa demasiado,
permíteme quejarme ―y ya no puedo―
permite que te busque hasta en las aves:
Por hoy no puedo ser correcto,
quisiera dibujarte con gaviotas
tus cejas, ojos, labios, con gaviotas;
y ese vaporoso pecho
ese sutil almidonado pecho
(apenas musitado por las nubes)
quisiera devorarlo a pinceladas.
Y ahora que lo pienso ya no vengas
que busco colorearte como anhelo
—y voy muy bien en tu retrato—:
Aspiro el horizonte de tu vientre,
el modo en que destila
el agua entre tus muslos,
adoro el encaje de tus piernas
—y la forma en que cambia con las olas—,
adoro imaginar que luego, al final
se podrían trazar tus huellas en la arena,
podrían no sé, calcarse con las mías.
Datos vitales
Aureliano Carvajal (1986, Ciudad de México) estudió la carrera de Literatura y Ciencias del Lenguaje en la Universidad del Claustro de Sor Juana. Su trabajo ha sido publicado en diversas revistas nacionales. Recientemente fue antologado en la Colección doscientos años de poesía mexicana del Gobierno del estado de Tlaxcala.