Presentamos la poesía de Aleqs Garrigoz (Puerto Vallarta, México 1986). Ha merecido el Premio de Literatura Adalberto Navarro Sánchez 2005, otorgado por la Secretaria de Cultura de Jalisco, y el Premio de Literatura 2008 de la municipalidad de Guanajuato.
TE AMO
Se extingue el canario, se abate el bosque,
y la niebla acaba de ofuscarnos el camino
si tu no mano no me confirma su presencia en el terror
de sobrevivir al mundo que nos acosa con manos de exterminio.
Se trastorna el tiempo y puede más que lo imposible.
A veces, a solas con el agua,
nuestra esperanza sueña o alucina.
Grandes praderas parecen murmurarnos
de ese misterio enterrado bajo tierra que es la vida;
y es como si una alta campana de cristal
anunciara el fin de la tribulación,
que El Mal ha sido lavado de la faz del universo.
Tristeza, tristeza derramada de ánforas
como un aceite oscuro y espeso.
La luna es un coagulo de leche en la noche,
las estrellas caen de debilidad
porque los árboles padecen mutismo selectivo.
No debemos seguir respirando un minuto más
un perfume que sabemos no perdurará.
Quisiera ser la enredadera, para ultrajar tu tronco,
y que si de ti me arrancaran,
de raíz fuera dañado.
O que tú te convirtieras, súbitamente, en una hoguera
para así arrojarme a tu melena
y quemarme el pecado de existir.
La garúa no bendecirá el alimento
porque el crisol de todo hechizo está quebrado.
Me recuesto en la era segada del hoy.
Todo sufre un silencio que aturde.
Los cormoranes y otras aves de luto
se posan como centinelas
en la casa que edificó nuestra autocompasión.
Y es que amar es así:
un muerto junto a otro, cenizas sobre el viento.
Y nada más.
EL PRIMO
Desde siempre, hasta siempre
hay alguien semejante a nosotros
en vigilias, pulmones, agonía.
En capacidad de exterminar… o pereza.
Alguien que nos comparte su mirada
para habitar en nosotros
y que nosotros así, le demos vida.
Es un secreto a voces que todos sabemos.
Pero si uno habla de él
se nos vuelve una loza en la espalda,
que si bien, te salva del acribillamiento,
te curva de humillaciones.
A GINA, EN SU LECHO
Abre el libro de la mariposa emparedada
y señala mi nacimiento:
tus manos estrujando mi orfandad
son mi destrucción más hermosa.
Oh bella de las muñecas que sufren,
de los jardines arrasados en lágrimas,
llévame a ese rincón de las pétreas miradas
donde mis anhelos ojivales
alcancen la gloria en su intento.
Nuestra fotografía en blanco y negro
aleteó en la cercana iglesia,
bajo la cruz, frente a la estatua del ángel.
La lluvia torrencial abría como flores
las lápidas del postrero solar.
¿Lo recuerdas tú también?
He desgranado un rosario por tu nombre,
mi hermosa distante, en su féretro de hielo.
He puesto en un cuenco mi amor,
he violentado con campanas el silencio,
he gritado hasta romper los espejos,
he dibujado en los estrechos pasillos
de las catacumbas dos corazones.
¿Hacia dónde huir? ¿A dónde?
DESDOBLAMIENTO DE DOS EN OTRO
Estábamos juntos; unidos como hojas tiernas
en una constelación de verdores:
el nacimiento que en el vecino reconoce su querencia.
Era la plenitud nuestra única señal.
Y no necesitábamos hablar para comunicarlo.
Todo estaba así dicho:
la blandura de nuestros miembros aún en crecimiento,
el aire que jugaba en nuestras vestiduras haciéndonos reír,
una ligereza que llamábamos Primavera,
esa infancia de trinos y reflejos
y la risa, siempre la risa, como única verdad
evidente, inescrutable.
Así fue el principio.
Pero vino la rebeldía.
Quisiste traicionarme, traicionándote.
No, no era maldad. Era nuestra naturaleza.
Esto que es tuyo, yo lo rechazo.
Tu cuerpo que no es mío no sabrá darme cabida, alojamiento.
Así conocimos la intemperie, desgajados
de nuestro sustento primario, viciosos, probando cada uno
astucias de animales que acechan, que persiguen.
No. No supimos lo que hacíamos. No quisimos saber.
Pero el vínculo,
ese vínculo de los orígenes
nos hacía pensar en el otro, no como complemento ya,
sino como escoria que había de hacer a un lado,
para que el otro pudiera alzarse, lograr la claridad cielo.
Cada uno ha conocido a la vez
la hosquedad de los pequeños despojos,
la mentira como madrastra adoptiva,
el sudor del que se adelanta primero a tender la trampa.
Nuestra historia se va escribiendo día a día
con una tinta más abyecta que el lodo.
Y no sabemos cómo habrá de terminar.
Pero si uno escucha de golpe
en el fondo de la savia que transita por sus venas
-como entre sueños- un sonido de agua que cae,
una respiración de niño entrecortada,
un murmullo apenas perceptible;
no atiende, da la espalda;
y se va.
No hay más.
POEMA 14
Esta irrupción es una pista de luminosidad
donde volvemos a patinar de la mano,
bajo los fanales de la apreciación, con el ritmo del candor.
Vive, se revuelve aún en su torre dorada,
lo mejor de mi inclinación hacia ti:
ese sabor a delicada enfermedad,
el beso bajo el puente del último día de la adolescencia,
tu destreza salvándome de pronto de mi mismo,
mi anillo perdido y muchas veces encontrado
en el baúl que compramos a la riqueza, puesto allí por ti
con un gesto de tierna sabiduría.
No saber si volvemos a estar juntos para quedarnos
o si habrá que partir las raciones, decir adiós, viajar otra vez,
hacer la guerra y olvidar traicionando la casa, el nombre,
ese pálido fulgor que llamamos esperanza.
No se me escapa que el amor es una venda
y que en los labios del compromiso estamos pactados.
Vienes desde tu nuevo bosque de floripondios
hasta mi epicentro en el que en trompo estaba a punto de detenerse.
Pero es menos que burbujas de jabón en el aire
todo lo que pueda tener de objeción.
Apareces y hemos de amarnos nuevamente con todas las aristas…
hasta la desgarradura.
Datos vitales
Aleqs Garrigoz (Puerto Vallarta, México 1986) empieza su carrera literaria publicando Abyección (2003). Trabajos posteriores son: Luces blancas en la noche (2004), Perturbación de la mente (2004), La promesa un poeta (2005), Los muchachos (2008), Descargas eléctricas ligeras (2009), entre otros. Premio de Literatura Adalberto Navarro Sánchez 2005, otorgado por la Secretaria de Cultura de Jalisco. En 2006 aparece incluido en la antología Nueva poesía hispanoamericana, a cargo del escritor peruano Leo Zelada. Premio de Literatura 2008 de la municipalidad de Guanajuato. Periodista cultural. Ha publicado poemas en diversos medios impresos y electrónicos de México y Latinoamérica.