Foja de Poesía No. 344: Ernesto Espinoza

Ernesto Espinoza

Presentamos algunos poemas de Ernesto Espinoza (Nueva York, 1980) pertenecientes a “Kayros”, su primer poemario. Esta selección corre a cargo del poeta y crìtico peruano Carlos César Valle. Espinoza está fuertemente influenciado por el pensamiento de Carl Gustav Jung. Vive entre Nueva York y Cholula.

 

 

 

Espera

 

En esta ausencia 

que es toda llama,

te espero en la luz.

 

 

 

 

Vida

 

Tus manos tienen la gracia del casi:

rompen en espuma o musgo.

Entre la muerte y la vejez, me sostienes.

 

 

 

 

Luna

 

Asciendes virgen contra el ocaso, 

novia diáfana y solitaria,

espejo de un horizonte en llamas. 

Tu piel revela cicatrices de otros.

De tu vientre nacerá mi hijo único,

madre tierna y devoradora.

 

Entra a mi cuerpo por la ausencia: 

camino de antorchas, umbral herido.

Reuniremos la materia del mundo

en este abrazo que no termina: 

mitad muerte, mitad resurrección.

 

 

 

 

Presagio

 

La noche arrastra una tormenta,

se escucha batir un toro en el cielo. 

En las costillas de una montaña,

una familia de viajeros se guarece; 

adentro palpita un corazón viejo. 

Juntos preparan el fuego nocturno. 

La nueva llama revela un misterio:

sobre la pared, una figura grabada. 

 

El menor mira fascinado el emblema:

una espiral contenida en un círculo,

dos cuadrados cruzados la encierran;

alrededor, un anillo lo protege.

El niño cae en su forma oscilante,

logra ver otra tempestad en su centro:

la marea choca contra el muelle, 

inunda la ciudad arrastrando a miles; 

Un anciano trepa la montaña,

en la cima eleva sus manos al cielo.

De momento, las nubes se disipan, 

las aguas se relegan al océano. 

En el valle vuelva reinar la bondad.

 

El joven viajero sale de su sueño, 

se da cuenta que nada ha sucedido: 

los suyos se preparan para el rito;

afuera, la tormenta se dispera.

Ahora conoce el juego de los dioses.

 

 

 

 

Ser

 

Escucho tu respiración 

fluir a través de dos mundos. 

La noche y el día 

se entrelazan en tu garganta. 

Por tu ventana cósmica,

dos rostros se miran frente a frente.

 

 

 

 

Vislumbres

 

Las puertas se entreabren.

Espero el llamado innegable.

Adentro 

un duende repica campanas,

rasga la corteza de un fresno.

Adentro

no hay recuerdos sino jardines,

y un cuerpo que siempre será.

 

 

 

 

Kairós

 

La hora se quebranta,

el instante se revela: 

vuelvo al origen.

Despierto 

en medio de la noche fija.

Los astros no cesan,

configuran nuevos nombres.

 

El silencio se quebranta,

el diálogo se inicia: 

soy eco de mil voces.

Mi cuerpo 

es otro cuerpo 

en el suyo.

Hablamos 

en un lenguaje de pájaros.

 

Miro la noche 

antes de volver al sueño.

Reconozco las pisadas 

de el-que-todo-crea.

Y en esta hermandad 

que nos permite,

invento de nuevo

el universo.

 

 

Datos vitales

Ernesto Espinoza (ERES) es poeta nacido bajo el signo de Piscis y Aries. Sus animales totémicos son el Mono y el Jaguar. Su misión está marcada por el sello Luna Magnética Roja. Su carácter está definido por el símbolo Dos Veces Viento. Su destino está trazado por el número tres y nueve. Sin embargo, nada de esto lo condiciona. Mexicano nacido en EE UU (1980), ERES vive entre Cholula y Nueva York.

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