Poesía de Israel: Amir Or

Presentamos  algunos poemas de Amir Or (Tel Aviv, 1956). Sus poemas han sido traducidos a más de cuarenta idiomas y fueron publicados en 9 libros en Europa y los EE.UU. Por su poesía ha sido galardonado con el Premio Bernstein, el Premio Fulbright para escritores, el Premio del Primer Ministro, y el Premio Eunomi del Festival de Poesía de Tetovo, entre otros. Or también es el director artístico del Festival Internacional de Poesía “Sha’ar” y funge como el Coordinador Nacional de “Poetas por la Paz” (proyecto UPC patrocinado por las Naciones Unidas).

 

 

 

 

 

Los Bárbaros (Segundo Round) 

 

No fue en vano que esperáramos a los bárbaros

no fue en vano que nos reuniéramos en la plaza de la ciudad.

No fue en vano que nuestros grandes hombres lucieran sus trajes de gala

y que ensayaran sus discursos para la ocasión.

No fue en vano que destruyéramos nuestros templos

y que erigiéramos otros para sus dioses;

quemamos nuestros libros como era debido

ya que no ofrecían nada para ellos.

Como auguró la profecía, llegaron los bárbaros

y recibieron las llaves de la ciudad de las manos del rey.

Pero cuando llegaron se vistieron con las prendas de nuestra tierra,

y sus costumbres eran las costumbres del Estado;

cuando ellos nos dieron órdenes en nuestro idioma

ya no supimos cuándo habían llegado los bárbaros.

 

 

 

 

 


 

¨EL LENGUAJE DICE…¨

 

El lenguaje dice: detrás del lenguaje

se encuentra un lenguaje. El lenguaje son rastros manchados

que andan por allí.

El lenguaje dice: escucha ahora.

Tú escuchas: aquí hubo eco.

 

Toma al silencio e intenta estar en silencio.

Toma las palabras e intenta hablar:

más allá de lenguaje el lenguaje es una herida

de la que el mundo mana y mana.

El lenguaje dice: es, no es, es,

no es. El lenguaje dice: yo.

El lenguaje dice: vamos, quiero hablarte,

déjame palparte; vamos,

di que lo has dicho.

 

 


 

Epitafio

 

Apártate del camino, vagabundo,

Siéntate entre moreras y parras

Entre el agua y la sombra cerca de esta piedra blanca

Aquí yazgo, niño y emperador.

 

Mi rostro de frío mármol, mis manos, mis pies,

Vestido de hiedra y hojas caídas,

yo, también, fracasé en llegar lejos,

yo, también, una vez recorrí el mundo.

 

Apártate del camino, vagabundo

aplasta estas moras silvestres en mi rostro.

 

 

 

 

 

 

 

Veo a través de los ojos del mono

 

Veo a través de los ojos del mono,

mientras juegan con mi cráneo en la copa de los árboles.

Me elevo con el águila mientras vuela

porque mis entrañas están en él;

en las entrañas de la tierra

me arrastro con los gusanos

que se comieron mis ojos de sus cuencas;

soy verde, crezco en la grama

que mi carne podrida hace fértil.

 

¡Oh, cuerpo mío!

¡Cuánto has crecido!

 

 

 

 

 

Inmortalidad

 

Tres cocineros

sacan las vísceras,

lo rellenan con camarones y hongos.

Necesitaron dos yemas de huevos,

una botella de vino blanco seco,

veinte dientes de ajo,

sal, pimienta, hierbas,

500 gramos de mantequilla

a pesar de la receta exacta que él dejó

y no un poco de talento e improvisación.

Tres horas en el horno,

un mantel blanco, velas rojas,

ensalada verde, champaña.

¿Qué puedo decir?

Liberó la lengua y prohibió la apología

tal como en vida, él fue carne y sangre,

muerto y delicioso y amado.

 

 

 

 

 

Ciudad 2

 

¡Tel Aviv, mi puta linda,

niñita maquillada,

dame un baño de advocaat,

aliméntame con lenguas de espárragos!

Conforta a tus hijos con besos pintados,

déjalos que chupen de cada hueco.

 

Zachy, a cuya palma le salió una cana blanca como una solitaria

quien se pinchaba con agujas

para asegurarse que no estuviera muerto;

 

Mimi, la que compraba juguetes en Eros

y quien a todos trataba como un helado;

 

Dina, la que bailaba sin música

pero que siempre sabía cuando la melodía había cambiado;

 

Dovi, el que sonreía y temblaba

y hacía sus meditaciones de Gurú Maharaji

frente a bocinas estremecidas

por el estruendo supersónico de Vangelis;

 

La vieja Avia, la que desenterraba huesos del cementerio musulmán

y leía en las cartas viejas los destinos del mundo;

la que se maquillaba frente a nosotros, como novia en la ventana,

en noches de luna llena;

 

Edan, cuyas manos tallaban cuerpos vivientes

en baños públicos de la estación central de buses,

el que durmió en verano cerca del mar abierto,

su carne mordisqueada por peces y pescadores;

 

Iris, la que tragaba Ácido como dulces

y aullaba junto a la abuela encerrada en la cocina

y trataba y trataba de morder los falos erectos

que cubrían las paredes de las habitaciones de Zohar.

 

Ciudad de vástagos quebrados, te alabamos,

buscando desesperadamente la puerta en la pared;

nos perdimos frente a la superficie

interminable del Escher.

 

Mi puta linda,

niñita maquillada,

no laves el olor nocturno de tu carne,

no te abotones tan rápido

ni cubras nuestros mordiscos de amor

con la bufanda de la mañana.

 

Jóvenes réprobos, hermandad de los leprosos,

aquí tenemos fuego y carbón; chivos expiatorios,

nuestra carne cruda se quema en la llama de la parrillada.

Temiendo el laberinto, estamos atrapados en el matorral.

 

 

 

 

 

 

 

Imagen 4:     Lecho de amor

 

En la esquina de la habitación — placer.      Una lengua rosada lame

cada gota de leche       de las venas del gato.

 

Peces nadan en la panza inferior —

es doloroso para ellos

pero no saben nada        nada de nada.

 

El cuerpo ahora está quieto.  Todo es sobras.

El espíritu        respirando suavemente sobre él

lo deja a su reflejo —

 

el pájaro-espejo      extiende, con dificultad,

una sola de sus alas.

 

 

 

 

 

 

Datos vitales

Amir Or nació en Tel Aviv, Israel, en 1956. Ha publicado diez libros de poesía, el último de los cuales es el “Corazón de la Bestia” (Keshev 2010). Sus poemas han sido traducidos a más de cuarenta idiomas y fueron publicados en 9 libros en Europa y los EE.UU., siendo los últimos “Poema” y “El Día” (Dedalus 2004, 2006), “Ilustraciones del Museo del Tiempo” (ArtAark 2009) y el libro bilingüe español –inglés “Milagro/Las Horas” (Urpi Editores, 2011). Or también ha publicado libros traducidos por él provenientes del inglés, japonés y griego antiguo. Por su poesía ha sido galardonado con el Premio Bernstein, el Premio Fulbright para escritores, el Premio del Primer Ministro, y el Premio Eunomi del Festival de Poesía de Tetovo, entre otros. Ha sido merecedor de las becas de la Universidad de Iowa, del Centro de estudios judíos en Oxford, de Literarische Coloquio de Berlín y la Fundación Heinrich Böll Irlanda, entre otros. Or enseñó religión griega en la Universidad Hebrea de Jerusalén y ha publicado ensayos sobre poesía, estudios clásicos y religión comparativa. Igualmente ha dado conferencias y clases de poesía en la Escuela de Poesia Helicón, así como en universidades en Israel, Europa y Japón. En el año 1990 co-fundó la Sociedad de Poesía de Helicón iniciando así proyectos como director editorial de Helicón publicando una serie de libros de poesía. En 1993 fundó y desarrolló la Escuela Helicón de Poesía Hebreo-Árabe. Or también es el director artístico del Festival Internacional de Poesía “Sha’ar” y funge como el Coordinador Nacional de “Poetas por la Paz” (proyecto UPC patrocinado por las Naciones Unidas)

 

 

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