Tres poemas de Ludwing Varela

Presentamos algunos poemas de Ludwing Varela (Tegucigalpa, Honduras 1984). Su obra ha sido recopilada en periódicos y revistas de su país y también en revistas de México, Uruguay, Turquía, Guatemala, Argentina y Marruecos. Varela egresó del taller de Poesía “Edilberto Cardona Bulnes”. Ha ganado los premios anuales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en las ramas de poesía, cuento, fabula y fotografía.


 

 

 

Consejo de un hombre herido a la paz


 

Cuando naciste y nos dejaste ciegos

Dudamos que el tiempo te guardara

En sus paredes infinitas.

El mundo es sucio-

Decía mi padre

Y recordé las blancas palomas

Que mueren con el alma negra.

Es por eso que no confiamos

Que te quedes entre nosotros

Animales de dientes blancamente afilados.

No es que somos pesimistas

Ni amemos estrujar las rosas

Por amor a las espinas.

Paz, es mejor que mueras antes del día triste

Para que no te quedes

Con la conciencia negra

Para que cuando partas

Con tus mil alas blancas

No veas ensangrentada

Tu pulcra bandera.

 

 

 

 

Peregrinación

 

Ven

Lamentémonos pues caen nuestras horas

Y los ojos del mundo

Son ciegos a nuestros pasos.

-¿Y adónde van los que se han perdido a plena luz del día?

Dame la mano

Seguí mis pasos que se agitan entre los abismos

Seguí la voz de temblor que me arropa

Y no cerrés los ojos

Que caerás en la amargura del paso que viene

Y no podrás guiarte por el canto del pájaro

Que se alejó para siempre.

Hay una luz que parece abrirnos el camino a la locura

Procura no separarte de ella

Que es la única agua que nace en el pozo de nuestras manos

-¿Entonces adónde vamos con estos pasos que se quiebran de cansancio?

Vamos al fin último del camino

Vamos a nosotros mismos.

 

 

 

 

 VI

 

Me siento a leer espinas. Tengo que atragantarme la noche para que la luz sea. Me dijeron profeta y supe que era cierto cuando mi único alimento fue una plaga de langostas. Entonces dije que el  hombre regresaría a su mismo vómito y así fue. Que el amor era el verdadero suicidio de los hombres. Amaron y murieron. Iban deshilachando la fauna para regalarse cadáveres de flores marchitas. “¡Asesinos!” Grité. Y me hirieron con su mirada, con su semblante de rígido acero. Me encerraron en la habitación del silencio para no escuchar mis reclamos. Siguieron amando y siguieron muriendo. Entonces supe que mi máscara de profeta era verdadera como la vida y el llanto. Cerré mi libro.

 

 

Datos vitales

Ludwing Joel Varela Aguilar, Tegucigalpa Honduras. Nace el 17 de Noviembre de 1984. Egresó del taller de Poesía “Edilberto Cardona Bulnes”. Es miembro del grupo literario “Máscara Suelta” y de la U.E.A.H (Unión de escritores y artistas de Honduras) Sus poemas han sido antologados en “Caballo Verde” 2007, “Honduras, sendero en resistencia” 2010 Y “Antología de poesía Honduras-Chile” 2011. Entre su obra narrativa se encuentra “Autobiografía de un hombre sin importancia” 2012 y en imprenta los “Poemas de la Piedra en el Zapato”. Su obra ha sido recopilada en periódicos y revistas de su país y también en revistas de México, Uruguay, Turquía, Guatemala, Argentina y Marruecos. Ha ganado los premios anuales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en las ramas de poesía, cuento, fabula y fotografía. Actualmente estudia literatura en la Universidad nacional de Honduras y trabaja en el proyecto “Bocas Sagradas” en conjunto con Distrito M, Trabajo que recopila 10 video-artes de los poetas vivos más representativos del país.

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