Presentamos, en una nueva entrega de Pleamar, un poema inédito de Rubén Márquez Máximo (Puebla, 1981). Márquez Máximo escribe poesía y ensayo. Es autor del poemario “Pleamar en vuelo” (Ediciones Alforja, 2008). Es coordinador de la serie editorial Ifigenia cruel de poesía iberoamericana del Tecnológico de Monterrey campus Puebla. Es miembro fundador de Círculo de Poesía.
El mar y sus instantes
Para Branka Vinaver
Me inclino sobre tu mar que tiembla sobre el fuego
visito las islas griegas en el tejido de tu ausencia
el almanecer que hilvana la luz y el agua con el día
cuando todos callan y el mar florece.
Miro el mar encrespado y presiento tu mirada
las olas que de ti me llegan como lejanas islas que habitan lo innombrable
mientras un barco de agua se enciende en el aire de tus playas
con la alegría de las voces que tejen el manto del alma.
Eres la marea donde prenden el vuelo las gaviotas
sus tristes redes que iluminan el día
cuando la tarde se asoma como agua inquieta desbordada
espuma salada de azules silencios.
Descalza me recuerdas un puerto de la infancia
la orilla del mar que alberga la llegada y la partida
las tardes que persisten cuando dos caminan
sobre la soledad de la arena con la luz del viento.
Tu boca en altamar disuelve la tormenta
cuando la vela que hincha su blancura toca el fondo de ti misma
y el naufragio es la única manera de estar a solas
con tu mirada que dibuja constelaciones infinitas.
Vienes del mar y hacia tu mar nos llamas
como el silencio llama la luz del faro entre la lluvia
como la ola que murmura la presencia de otra ola
mientras profundamente las noches nos vigilan.
Tu arena de agua oscura es un presagio
una manera de mirar el tiempo
la luz de los astros que encienden el instante
sigiloso recuerdo del porvenir de los días.