Iniciamos la primera de tres partes de un dossier de poesía italiana contemporánea preparada por la poeta Alejandra Craules Bretón. Esta primera entrega nos ofrece poemas de poetas nacidos entre 1970 y 1983: Gian Maria Annovi, Laura Pugno, Daniel Cundari, Marco Simonelli y Matteo Zattoni. Todos los poemas de la muestra son traducidos por Craules salvo los de Cundari, traducidos por él mismo, y los de Matteo Zattoni, cuya versión es de Esteban Nicotra.
El dossier de poetas italianos contemporáneos se divide en tres entregas, donde encontraremos a poetas con diversos estilos y comprobada trayectoria. Cada uno de ellos, con su particular estilo, nos ofrece una idea general del panorama poético de Italia. Este dossier nos sirve como punto de reflexión sobre los nuevos temas y las nuevas formas de escritura que nacen desde la necesidad de explorar temas y formas que marcan a la nueva Italia, multirracial, multicultural, en cambio continuo, renovado y al mismo tiempo aferrado a su tradición, a su fe, a su naturaleza latina, a su identidad arraigada y celosa. En la primera entrega presentamos a Gian Maria Annovi, Laura Pugno, Daniel Cundari, Marco Simonelli y Matteo Zattoni.
Alejandra Craules Bretón
Gian Maria Annovi
Nació en Reggio Emilia en 1978. Actualmente radica en Los Ángeles donde enseña Literatura Italiana. Debutó con su poemario “Denkmal” (l’Obliquo, 1998), seguido de “Terza persona cortese” (d’if, 2007), “Self-eaters” (Mazzoli, 2007), “Kamikaze e altre persone” (Transeuropa, 2010), “Italics” (Aragno, 2013). Su último libro “ La scolta “, saldrá para le edizioni Nottetempo. Sus poemas están incluidos en las antologías “L’opera comune” (Atelier, 2001), “Parco Poesia” (Guaraldi, 2003), “Nodo sottile 4” (Crocetti, 2004), “Poesie dell’inizio del mondo” (Derive e Approdi, 2007), “Calpestare l’oblio” (Cattedrale, 2010), “Poeti italiani in America” (In forma di parole, 2011),” Poeti degli anni Zero” (Ponte Sisto, 2012).
La pequeña Gloria “La Gloriola”, forma parte de “Italics”. Es un poema que nos habla de la Italia actual, que se enfrenta a un flujo de inmigración que parece interminable, tema de controversia con el que los italianos se enfrentan día a día. Sin embargo, el tópico principal es la lengua Italiana, representada bajo la forma de una recién nacida que no es alimentada, y una anciana que sufre de Alzheimer.
La pequeña Gloria
la recién nacida dentro un cajón
tal vez olvidada en la vitrina
o detrás de la pila de periódicos de ayer
seguramente tiene hambre
(morirá, probablemente)
en cambio tu sobrevives
al caer de troncos de pino
en el leñero
a la lección sobre Dante
en el henil:
la gloria de la lengua
(aparentemente)
no llora para que la nutran
pero si la gloria es gloria
(por lo tanto)
que hable de la gloria de las cosas
por ejemplo
que nombre darle
a la osamenta de las plantas:
maderorsales o maderavircales
o maderaxis o simplemente
una marca grabada en la corteza del cerebro
ilegible si no te descalabran a macanazos
que hable de las cosas nuevas
por ejemplo
el nombre de sus nuevos ciudadanos
el nombre del país con fronteras
de cuerpos ahogados y volcanes:
(este país tiene un nombre
impronunciable)
lengua que cede y cae de las encías
que habla del temblor absoluto
de esta mujer: sobre la barca que vira
de noche con el recién nacido estrujado
entre los muslos: que no respira
la lengua que te recibe en la isla
entre lámparas y turistas y sirenas
no tiene la gracia ni la gloria
de una madre:
dices tu nombre
después dices: water dices
te falta la palabra para decir sed
(habla tu desesperación)
entonces te dan pan te dan
mucha televisión
y aprendes a decir:
mi hija flota en el mar
lengua perdida en absoluta
profunda rabia:
cunîn repite a la polaca
que la cuida: en su dialecto de jovencita
ahora que el Alzheimer le
tiene sepulta la lengua entre las manos:
quiere decir conejo
no sabe del latino cuniculus
y que a Coney conejo es rabbit
algo que se encalla
entre pañales y desechos
feriecita semi-rusa
apéndice péndula y
península en la boca:
lengua incomprendida que entierra
Laura Pugno
Nació en Roma en 1970. Ha publicado tres libros de poesía: La mente paesaggio (Perrone 2010), Il colore oro (Le Lettere 2007) y Tennis (NEM 2002). La plaqueta Gilgames’ (Transeuropa 2009) y los textos teatrales de DNAct (Zona 2008). También ha publicado cuatro novelas, La caccia (Ponte alle Grazie 2012), Antartide (minimum fax 2011), Quando verrai (minimum fax 2009), Sirene (Einaudi 2007). Recibió el Premio Libro del Mare 2008 y el Premio Dedalus 2009. Publicó un libro de cuentos: Sleepwalking. (Sironi 2002). Recientemente publicó, junto con otros autores, en la plaqueta Nos habita, (Meninas Cartoneras, Madrid 2013). Está incluida en varias antologías de poesía y prosa, entre las cuales Nuovi poeti italiani 6 (Einaudi 2012). Ha participado a numerosos festivales de poesía y prosa en Italia y en el extranjero. www.laurapugno.it
se lleva años, después sucede,
lo vez en ésta mañana de diciembre
mira y mirarás,
luego la bufanda y los brazos se te congelan. Nadie
baja a las pistas,
hay niebla hasta la forma más pequeña, el deshielo
***
con calma
cumples todos los gestos,
recuerdas a quien has visto realizarlos
es tanto tiempo,
desde hace tanto tiempo que sucede,
sus manos rozaron tus manos, sus cabellos
***
donde estaba el blanco de los dedos,
o entre las clavículas
la piel más clara. Irán adelante,
se hará de noche
una vez y otra más, las noches en la cocina
y todo eso que es animal está
vivo, está vivo
Daniel Cundari
Daniel Cundari (1983) es un poeta comprometido que escribe su obra en italiano, dialecto y español. Reparte su tiempo en contradictorias actividades. Es autor de los libros: Cacagliùsi/Balbuzienti; Il dolore dell’acqua; Geografía feroz; Istruzioni per distruggere il vento; y de los Cuadernos: Prótesis del alma y Poemas para delinquir. Compone también teatro, letras de canciones y novelas. Vive en diferentes ciudades y publica bajo varios heterónimos.
1.
Tampoco tengo miedo
si venís por la noche.
Si preparáis más hondos y más negros
los surcos.
Si pedís matarme o matar
al terco fantasma
que llena mis sienes de mallas y poemas.
Tampoco tengo miedo
si disparáis como locos
a cristaleras y ventanas
mientras duermo.
Sin palabras mortales
sin versos vitales
asustarme no puedo.
2.
Te espero bajo un diluvio.
Te he esperado tantos años. No me importa.
Te espero para verte aparecer, secreta en el gentío,
y sonreír a los semáforos, con el bolso de piel,
el pelo al viento, procurando entender
si es sábado o domingo
si ha cambiado la hora
o bien sigue todo como antes,
y tengo que comprarme
un libro que no leo
para matar al tiempo.
Estás desnuda.
Tigre carmesí de pasiones breves.
Bosque insondable de árboles dorados.
Tu perfume desvanece como un humo.
El aguacero se consuma.
Escapamos amor.
Vámonos a morir.
3.
En un momento me iré.
Pero antes de que me vaya,
empezamos:
ahora que todo se aquieta
y nadie nos juzga
ahora que algo se ilumina
y no se apaga
ahora que ninguno es alguien
y tú eres este ninguno
ahora que nuestro amor empalidece
como una cebra blanca
dispárame
apedréame
mírame
he de morir de cosas así.
Marco Simonelli
Marco Simonelli, poeta, traductor y performer. Nació en 1979 en Florencia, donde actualmente vive. Se dio a conocer con el cuento en verso Memorie di un casamento ferroviere del ’66. Escribió en el 2004 el poemita dramático Sesto Sebastian – Trittico per scampata peste rescritura homoerótica del martirio de San Sebastian: del texto se extrajo una performance vocal. En el 2007 salió Palinsesti – Canzoniere Catodico. En el 2009 ganó el premio Russo – Mazzacurati con Will – 24 sonetti. Para Massimo y Pierce di Black Sun Productions ha escrito los texto de Hotel Oriente, poema para voz y electrónica. En 2011 publicó L’estate sta finendo y en el 2012 Firenze Mare apareció en Poesia Contemporanea, Undicesimo Quaderno Italiano.
ELOGIO FÚNEBRE A SUPERMAN
[de la raza de quien resta en la tierra]
La silla de ruedas
con la cual desde hace años te movías
soplando a duras penas dentro un tubito
está triste, vacía y planetaria
Volabas en el aire, tiempo atrás
dejando en el espacio
un cometa de infinita brillantina-
con el puño adelante, el movimiento acelerado,
custodiabas el universo:
¡que nadie estropeara esas orbitas incoherentes ¡
Tu tos a menudo movió los continentes.
En una cabina telefónica
inventaste un personaje trivial:
periodista perdedor que adonde valla
se pierde por la calle inevitablemente
mito desenmascarado del mentecato
Para salvar al mundo es obligatorio el camuflaje,
hay que disfrazarse, parecer un vagabundo,
un distraído torpe cuatro ojos.
Corrías el riego de ser desenmascarado.
Las estrellas con poco caen:
el juego adverso del destino
el escalón que cede bajo el peso
el azar que desboca tu corcel
un sendero accidentado
el camión que aparece al improviso
y los frenos que fallaron.
La colisión potente con la kryptonita
De Will – 24 sonetos
Estaciona tu boca en la mía.
Extrae de la cartera una monedita
Reenciende el motor. No cambies carril.
¿Seguro de haber puesto la gasolina?
Con esto tu motor parece trucado.
Engancha o bien desengancha los cinturones.
Vuélcame cual camión capotado.
Apaga. Para. Después igual parte de nuevo.
Mil millas y kilómetros y encrucijadas.
Un cuerpo como casa del guardavía.
Con la ventanilla abierta aquí me abordas,
con pantalones de mezclilla y camiseta.
Yo me dedico anónimo a un vicio
admisible en área de servicio.
¿Pero tú cómo me ves? ¿Creerías?
¿Que después las palabras son papilla
de leche azucarada?¿ Me verías
pan bañado que hierve en la hornilla,
sobre el azul fuego de la cocina?
¿Quién me defenderá de tu boca
que se abre toda esparza de llovizna
cual pez rojo que con un cebo aboca?
Blando puré, te resbalo por la garganta
te coso la tripa adornada
para empastar la vetusta fábula
en el libro que contiene el amor y la carnada.
O visión famélica sabrosa:
tú me ingieres cual vaina venenosa
Matteo Zattoni
Matteo Zattoni nació en Forlimpopoli en 1980 y actualmente reside en Forlì. Graduado en Jurisprudencia, está finalizando un Doctorato en la Università Statale di Milano.
Ha publicado los poemarios: Il nemico (Il Ponte Vecchio 2003, 1er lugar empate por opera prima al Giuseppe Giusti 2003), Il peso degli spazi (LietoColle 2005), L’estraneo bilanciato (Stampa 2009, 1er lugar en el concurso “Tra Secchia e Panaro 2010”, y Premio al joven autor “Guido Gozzano” 2009) y la plaqueta Promesse vegetali (L’Arca Felice, 2010).
Sus versos han sido publicados en varias antologías y revistas entre las cuales: Nuovissima poesia italiana (Mondadori, 2004), “Nuovi Argomenti” (Mondadori, 2008), “Almanacco dello Specchio” 2009 (Mondadori, 2010) y La generazione entrante (Ladolfi, 2011).
Podría morir en cambio no…
Podría morir en cambio no, viviré,
por eso sufro como un tronco
en que los otros graban y después vuelven
llorando a ver su misma incisión,
la tuya es apenas más profunda
porque elegiste un lugar más blando
sin decírmelo, pronto volverás
tú también a verla, y yo te espero
se vive también por esto.
del libro “Il nemico”
Recuerda si puedes…
a J.B.
Recuerda si puedes si quieres este día
y las plantas que susurran y yo
y tu separados para siempre por este rayo de sol,
sólo un poco más intenso que los otros, un poco más dulce,
nos despertaremos, quizás, con los ojos encandilados
de tanto estupor, de que hayan pasado
sobre nosotros, invisibles, el futuro y los años
en que todavía las cosas pueden tener la vida la forma
que quieras, pero ya rebota como un pelota
el mañana y no la puedes dominar, se te escapa
y no sabés dónde irá a parar
entre espinas o a un cantero, sin embargo
nadie lo sabrá mejor que tú,
entonces, recuérdalo
cuando tengas una familia, tuya, una hija
que llamarás Sofía con decoro de sabiduría griega,
nunca mires atrás para verme
mira hacia abajo ¿no ves el humus de la tierra?
mezcla oscura de sustancias orgánicas de algún
animal que se pudre para renacer, yo estaré allí
para preguntarte ¿valió la pena? ¿lo volverías a hacer?
y te lo preguntará toda la tierra
que pisotees sin darte cuenta, si harías de nuevo todo tal cual,
igual, desde el principio
si has, tal vez, si no hemos
cortado, quizás, aquel día de julio la última
ramita de un árbol quebrado.
del libro “Il peso degli spazi”
La desesperación de mi padre
La desesperación de mi padre es también la mía,
me lo repito, no inventa nada
también esta vez, mi cabeza aferrada
como una bola por mis manos incapaces
de hacerla rodar en la pista de los bolos
terminé en la canal y palpita el fotograma
gorro calado y bufanda subida
mientras sale balbuciendo uno piensa
llegar tranquilo a la vejez, en cambio…
la injusticia está allí evidente, pero el ángel
vengador que hay en mí
permanece en un rincón, acurrucado
aún aferrado en comprender el mundo, él.
del libro “L’estraneo bilanciato”
Traducción: Esteban Nicotra