Nuevos poetas de El Salvador: Wilfredo Arriola

Presentamos algunos textos de Wilfredo Arriola (San Salvador, El Salvador 1988). Miembro del taller de letras de la Universidad Evangélica de El Salvador (TLUEES). Su obra ha sido publicada en el único suplemento cultural del país; Suplemento 3000, fue incluido en el festival internacional de poesía San Salvador, El Salvador 2010 y 2011 en la celebración del Bicentenario. Tiene publicado el poemario “Sueño Inverso” por la editorial La Fragua.

 

 

 

 

 

RUMORES

 

Nunca un rumor había sido tan visible

como la huida de dos pájaros en vuelo

los que se van usurpan los paisajes

meten su caminar herido, su leña en medio del frío.

La tarde es un niño de mirada insistente en la nada.

Este rumor sigue siendo de labios en medio del vacío

un tiempo intangible de nostalgias

una decisión de días confusos.

La historia es un número impar contra el olvido

sin saber que lo perdido

sucede para siempre.

 

Una sombrilla con sombra de llamas

cobija una década de interrogantes

en una casa donde no se sabe contar las hebras de tu nombre.

Hay rumores tan fuertes que pocos saben contar

por más que llegue la  noche

como la poesía

como el poeta,

que sabe domar al silencio con palabras,

y a la noche con sus huellas.

El dolor es un lienzo entre las garras de un águila

como las gaviotas son sobres con cartas para los muertos

manchando con su estela un cielo distante de agosto.

¿será ese otro rumor?

¿será que tus pasos saben olvidar mi camino?

no lo sé

hay dudas que pesan más que una verdad.

Sé que la llave de tu cuerpo

no sabe abrir más que puertas sin destino

mares sin luz, ríos sin corriente.

Ahora

tu ropa anda puesta en cualquier cuerpo

en respuesta de que

nadie huye dos veces de su destino.

Volver al pasado es atender trenes que nunca llegan

al puerto donde sólo zarpa el olvido.

Es que hay rumores secos, silentes, intempestivos

que desembocan en el mar

este puerto sabe de mi dolor,

más contarlo todo

es decir que nada fue cierto.

Quienes cuentan todo de su vida

aprenden a vivir de las respuestas…

Y ese no es un rumor

es mi verdad.

 

 

 

LA LLUVIA DEBAJO DE UN POEMA

 

Los que esperan la lluvia debajo de un poema.

Quienes hacen de la tristeza una libertad

que cabe solo en un nombre.

La paz juega a comprometerse adonde no la llaman

por eso estoy tan deforestado

impropio, como el dogma de los desesperados

lleno de ropa del pasado

sin cuerpos, sin manos para quitarlas, simple, llano.

Soy la brújula en el tiempo de nadie.

Otra forma de auxilio crece en la página en blanco

también las letras se crucifican

en el puente de los enamorados.

Algo muere en medio de la frase:
Confieso que te he amado

Si se te da por quebrar las copas.

Hazlo.

Que los faros del olvido encienden

al contrario de quien los necesita.

Riega las flores con vino

toca en el piano, si es posible
La canción de los desesperados

La angustia mueve más que la capacidad

por eso somos un paisaje hecho a manos rotas.

Cuando nos desploman las letras del final de la película

e inundan la casa de un silencio de voces prestadas

y uno no es uno

sino un impostor en primera persona.

Luego el sax no perdona el lado blando del alma

me toca, nos toca; algo debe de estar herido

porque la sangre y las lágrimas no se equivocan.

De aquí me marcho porque la usura

arremete siempre en  noches de frío malintencionado

y no tengo más que un escudo, un verso, una bandera

y los ojos dilatados del gato que no esta.

Supongo las estaciones de tu piel

como brazas de invierno

dándole a tu mente el luto de una promesa sin cumplir.

Me resumo, por no contarme en ti

la bastedad solo se encuentra en quienes

conocen la inmensidad de lo preciso.

Por eso, por todo eso

me bastará tu última verdad

aunque recuerda compañera

en el infinito

lo más

y lo menos

están

de más.

 

 

 

 

DECIR ADIÓS

 

He conocido dolores que mienten cuando sonríen.

También he llorado como forma desequilibrada de la mirada

intimo aguacero de la pupila

pasión sin plomo

vértigos de mar adentro

historia de vacíos; todo eso dentro de una lágrima.

Quedan mis manos tocando

el cristal donde te marchas

agarro el puñado de intenciones

y pasan al cesto de los pasados sin futuro.

Todo tiembla.

La tristeza son cien hombros ocupados

donde no se puede llorar

las calles tienen un ritmo de fuga cuando no estás.

Así me pueblas, empapas de abandono todas las horas

y los días pasan a ser uno más en la muerte.

Te marchas

decir adiós es un pequeño acto suicida.

 

 

 

 

INFORME

 

Me informan que ha muerto el poema:

ha muerto llana,

en una esquina

conjurando la legitimidad de la angustia.

Su sombra se ha convertido en el listón de luto del tiempo

solemne

gótica

ha muerto una parte de la voz

de las letras

la palabra poeta ha perdido el alma

los libros se convierten en procesiones

los títulos son ramos que conmemoran lo fallecido.

Todo como una gran plegaria

funesta la pasión del herido

los caminos se manchan de lo vulnerable

las tormentas orquestan ese murmullo de lo intangible.

Ha muerto el poema:

se desgrana

nadie cree en la impostura del final

porque donde dejo de existir

lejos de su soledad

se ha poblado de vértigos

de relojes a su inversa

de todos sus cataclismos retóricos.

Las banderas desconocen la media asta

el minuto de silencio se grita

no hay lagrima

ni ojo que la derrame

ni historia que la cuente

ni tiempo para poner su deceso.

Me informan que el poema firma en lo eterno

que no conoce el fétido de las tierras aradas

que la diplomacia destruyo su mensaje de aliento

que lo ha cambiado por un silencio

aunque el silencio sea el verso más conciso del poema

el punzante

elocuente hasta cuando calla.

Informo que no nacerá en la muerte

que con su letra abrazara al desconsolado

le dará con su tesón

la palmada de las noches tristes

censurara al odio,

curara el vinagre de los minutos

donde no pertenecemos a nadie.

Ese tiempo de armas

donde el desamor es una elegante forma de violencia

que solo lo curara el preciso antídoto

llamado poesía.

 

Me informan que acá se ha escrito un poema.

 

 

 

 

Datos vitales

Edgar Wilfredo Arriola Flores nació en San Salvador, El Salvador en 1988. Miembro del taller de letras de la Universidad Evangélica de El Salvador (TLUEES). Su obra ha sido publicada en el único suplemento cultural del país; Suplemento 3000, fue incluido en el festival internacional de poesía San Salvador, El Salvador 2010 y 2011 en la celebración del Bicentenario, También ha recitado en escuelas, universidades y en eventos artísticos. Tiene publicado el poemario “Sueño Inverso” por la editorial La Fragua.

 

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