De nuestros lectores v.5

Presentamos algunos textos de nuestros lectores. Esta sección aparecerá los días sábados. Si deseas aparecer aquí, manda tus textos al correo circulo.poesia@gmail.com con el asunto “De nuestros lectores”.

 

 

 

 

Metafísica

por Tecla

 

Purpureo y adiabático: ciclo inconstante que lame herraduras.

Sacudidas y lapsus.

Rivera insolente que remueve el iris de ojos sublimes.

 

Son duros y lo parecen, también son inmensos y no caben en lugar alguno.

Son inconmensurables, inigualables y extrañamente íntimos, ligeros y transportables.

 

Mujeres y sus cabelleras,

Punzantes hilvanadas al viento.

Espuma dibujada sobre la almohada.

 

Música saliendo de un oído: camino escurrido de baba de caracol.

Concavidad es el hueco dejado en la cama,

Lugar es el espacio recorrido por el tiempo. .

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La primera vez

 

por Neftalí Venancio

 

El día que te vi por vez primera

Las estrellas cayeron sobre este planeta,

El cielo se derrumbó tras un gran estallido.

Un cometa golpeó mi cabeza,

Sin causarle daño prosiguió su camino

Llevando consigo lo que en algún momento

Pudo ser mi cordura (o lo que creía tener de ella).

Podría jurar que el universo se puso de gala

También que sacudió todas las constelaciones para

Que pasearas sobre ellas,

Cuando te vi por primera vez

Sabía que algo era distinto,

Las nubes bailotearon al compás del sol,

Y los pájaros decidieron desechar su voto de silencio.

La primera vez que te vi

La mañana brillaba como nunca,

La primera vez que te vi

Quede fulminado por tu mirada.

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Pulsar con acento ciego

 

por Makarena López C.

 

 

Desde el vientre del tiempo

la muerte, el hijo de todos,

el embarazo universal,

espera a nacer..

Sólo en aquel instante

soy el grito del mudo,

encajonado en la súbita urgencia.

Somos un breve parpadeo

que acontece ante la materia

desde el punto ciego de la confesión.

Pero entonces,

en el epílogo de mi cuerpo,

hago nacer la muerte

y la muerte me hace nacer a mí.

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JUSTO FUEGO

 

por Ignacio San Martin

 

Nazco solo y desnudo en el asalto de las simas estañosas de la noche

……….y su fino trasfondo de poterna de parasol sin ojo sin mirilla

a la hora exacta del incendio de las caparazones perfectas

……….portadoras de sombras fundidas y ciclones de plata

a la hora exacta del despiojamiento de los astros errantes

……….y la exaltación de los cielos vermiculares

a la hora exacta en que dios me da vuelta su espalda de gran reptil

y las polillas del alba preñadas de soles intactos se fijan a la corteza lisa y fulminada

……….de todas las bocas orquidales de todas las ciudades inhumadas de todos los rincones abismados

……….del mundo

 

Oh vergonzoso alumbramiento

 

Los días cuentan los días de soles en las esclusas resecas de los canales celestes

toda la materia lactescente recama el flanco campanulario del mundo

……….y cimbra las venas ebrias de los sicomoros

……….las sienes de las costas sincopadas por las riberas hiperbólicas

……….y las fulguraciones opalescentes de los lechos lamosos del mar

 

El oído del mundo se hace sordo bajo el latigazo de los densos temporales

en cuyo seno espero a la mujer de los coros del crisol de los girasoles en boga

……….de los blondos jardines de estío

 

¿Me amará acaso con mis pies de fosforo

mis días incandescentes de noctambulo en el azoramiento ululante del ardor

……….de las enramadas fósiles y su fuego central

mi amor de orillas sin portulanos lógicos besando tímidamente

……….la boca errante del mar

mi soledad de los cuatro puntos cardinales

……….de sus glaucos golfos brotando por los desagües roncos del mundo

……….de sus tibias estaciones del polen

……….de los campos hilándose solos en tendales harapientos?

 

Umbela

y racimos de bocas blandas

mordiendo la escolta de los falsos temporales

 

En el día umbroso saldré al mar como un nadador sin orillas sin huellas de errantes marejadas

y mi débil estela será el embalse donde irá a parar el desove de las rémoras celestes

y pecios hinchados de hedores espesos asumirán el color de las costas despellejadas

……….de todos los abismos perdidos del mar

……….de los parpados de los ángeles de la guarda de los ahogados

 

Ah fraterna luz de cromosomas ictéricos

en tus ocasos secretamente sonoros callan mis andamiajes chirriantes de neurosis

……….¡Soles malsanos del ocaso horadado de afanes y alveolos eléctricos!

……….¡Pesadas vigilias del bórax de las noches hialinas!

Ah dulce icor de sombras hinchadas de níqueles y plomo

hacia tus costas febriles rampantes el sueño lleva

sus proas de pico de cuervo de lucida sangre

y las horas sin nombre del reposo de los hombres

se abren en rotas bocas de trompetas bajo lunas lisas de grandes limaduras

en gruesas crines de hipocampos bajo velámenes de sombras de robles

……….erguidas en robles flamígeros

lento delirio de gargantas orladas de parvas quebraduras

mástiles donde se rizan las fibras del ansia de los hombres

 

Oh bautismo de guerra

bautismo de balumba

bautismo de arcadas de gargantas de granito y lágrimas de glaucoma

 

Vendrá el día

con sus asaltos de escolopendra y sus largos espigones de caravanas fúnebres

en que nos sentaran a la mesa de los fusileros de sus bocas de jaurías álgidas

y nuestro pan será el pan negro de las noches salmodiantes y sus sobras serán

el ayuno eterno en el seno de los días lactantes que nos sucederán

 

Las arenas agoreras del desierto martillaran por siempre la aurora madre acurrucada en sus molidos orientes de palmas desfogadas y los hombres sorberán de sus dedos yermos de la estirpe de lúnulas fulminadas las lanzas que la patria en su paroxismo calle, la tierra rezumara las maduraciones del miasma, los vapores bochornosos de sus roncos catarros, y sus enjambres nudosos pegados de efluvios opalescentes entornaran .las frentes terribles de las boas fantásticas que embridan los cuerpos del ansia de la libertad.

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-ETERNIDAD

 

por Rosa Lía Cuello

 

No fue fácil deshabitarme de entregas

cuando la lejanía me inundó el alma

mi paisaje exterior se detuvo entre tinieblas

y fui la que se miró en los espejos de la noche.

La oscuridad me despobló de mentiras

y arrinconé los gemidos en el campanario

donde las palomas inauguran las distancias.

Hoy soy la que florece en la lentitud del invierno

cuando el génesis del tiempo principia los relojes

mientras se vacían mis cuencas

en la infinitud de la lágrima no llorada.

Hoy emprendo el camino de regreso

y fragmento los destiempos del silencio.

He ahogado tantos gritos en soledad y desvelo

he callado por costumbre me he desollado por dentro

he desterrado las sombras en el perfil del exilio

he destejido recuerdos en los remansos del sueño

he lavado mi adentro para evadir las memorias

y me embriago en los eclipses

para soltar las amarras de mi eternidad.

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canto primigenio

por Georgina Mexía-Amador

 

temerosos a la vislumbre

ceguera —creación interrumpida—

la colmena se llenó de hombres

que olvidaron la penumbra

la sacristía

el altar de la caverna.

como ramillete de pájaros incendiados

buscaron alimentar la palabra,

la sílaba unigénita.

tallaron la piedra, horadando cálices

y memorias de un mundo que se desplegaba

ígneo demasiado pronto.

se regocijaron en la fécula, en el ciervo

en la bronca languidez del bisonte.

cantaron, urdiendo siempre con la flecha

los recovecos del insondable asedio a su conciencia.

no bastó el tambor para iniciar el viaje:

el éxodo de la carne exigía mayor tributo que sólo un escape de sí mismos.

múltiples alientos al ritmo de un tambor en ascenso:

tambor que perturba

tambor que agita

tambor que hiere

tambor que estremece.

el hombre enfrenta su desnudez palpable, tácita

cuando se desprende al fin de su armazón

en un rito que no es posible sin aullidos

no acostumbrados aún al eufemismo.

un viaje a donde el cuerpo —cascarón amorfo—

no precipita

no sumerge

no conduce.

es necesario el vuelo con tambores —ritmo primordial, cardíaco—

para que las sílabas asciendan sin estertores

en el limbo de la caverna y la luz.

los hombres amasan en la cúspide de su éxtasis

—no se rinde el tambor: cada golpe es aliento transitado de lumbre—

el nombre de las primeras deidades.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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