Sobre la poesía de Andrea Cote

Presentamos un breve acercamiento a la poesía de la poeta colombiana Andrea Cote (Barrancabermeja, 1981) a cargo del poeta mexicano Mijail Lamas (Culiacán, 1979). Andrea Cote-Botero es autora de los libros de poemas: Puerto Calcinado, Cosas Frágiles y Chinatown a toda hora (Libro Objeto). Obtuvo el Premio Nacional de Poesía de la Universidad Externado de Colombia en el año 2003, Premio Internacional de Poesía Puentes de Struga (2005) y el Premio Cittá de Castrovillari Prize (2010).

 

 

 

 

 

 

En 2009 viajé a Colombia como parte de la representación de escritores mexicanos que participarían en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que ese año estaba dedicada a México. En esa ciudad tuve la fortuna, toda amistad es venturosa, de conocer al poeta bogotano Santiago Espinosa.
Ansiosos por recorrer la cartografía poética de cada uno, fuimos desgranado nombres de autores, desde Salvador Díaz Mirón a José Asunción Silva, de Álvaro Mutis a Octavio Paz, pasando por los marginales Abigael Bohórquez y Raúl Gómez Jattin, hasta llegar a los poetas cercanos a nuestra edad. De esa larga lista de nombres y renombres surgió  el de la poeta Andrea Cote.
La madurez poética que Andrea había alcanzado con su primer libro, Puerto calcinado, la colocaba como una de las voces más interesantes y poderosas de ese país. Hoy por hoy su voz es reconocido en el ámbito de la lengua española como una de las más propositivas.
Muestra de ello es su inclusión en la antología Poesía ante la incertidumbre de la Editorial Visor, que propone la recuperación del dialogo poético con el otro, en oposición a la entropía de cierto neo vanguardismo sobrevalorado.
La poesía de Andrea Cote Botero se distingue por una elaboración formal que privilegia la expresión de imágenes, así como por una búsqueda de tonalidades contrastantes. Su obra va del ámbito domestico de sus primeros poemas y se desliza a la velocidad urbana en los poemas de China Town, su libro objeto. Del lenguaje alargado y doloroso a la velocidad entrecortada y vertical, donde los guiños intertextuales son formas de la crítica de la cultura de consumo.
Podríamos decir que en su poesía se experimenta un doble movimiento, uno que explora la connotación del pathos y otro, que mediante la exteriorización del entorno y sus lenguajes, da cuenta de la sensibilidad de nuestro tiempo.
Al leer la poesía de Andrea Cote nos percatamos que nunca pierde de vista el hecho de que la poesía es una acto que debe dejar impreso, en el lector, una marca perdurable.

 

 

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por Andrea Cote

A las cuatro y cuarto
entre los viajantes de Chinatown
le digo:
Yo sobreviví al terremoto y al agua.
Soy 1979 partiéndose en dos
y lo que usted piensa ahora mismo,
también lo soy.
Soy una muchacha suave
-soy china-
como esa que usted cree
se vería mejor callada
y despeinada
en otra parte
y no aquí,
que se vería muy bien desnuda
y estirada
en un cuadro de Modigliani.
Soy ella,
sí.
Y por supuesto,
señor,
yo soy Modigliani.
Soy la punta de la estrella
y la cosa de papel que cae desde el aire en los aniversarios,
el autor de la teoría
de que el espíritu
es el hueso que no se puede roer.

Soy las ganas de romperse y de decir algo.
No puedo pagar la entrada al cine,
pero salgo en todas las películas
y por eso estoy sucio
y cansado
y más triste que dios.
A esta hora soy el cartón
y la masa,
la esterilla de papel
y la esquina morada
y lo que dejaste en la estación.
En el año de 1979 le doy la vuelta a mi casa
y la hago explotar.

Soy el pie en el estribo
y la última cosa en que pensó Paul
y soy capaz de decir cualquier cosa porque estoy sucio
y no puedo pagarme la entrada al cine.
Soy el autor de la teoría del espíritu,
soy un lado del espíritu,
soy la muchacha ideal.
En verdad,
señor,
yo soy Chinatown,
a toda hora
y en demasía,
tengo una calle en cada esquina del mundo
y soy,
naturalmente,
lo único que nos queda.

 

de Chinatown a toda hora (Libro Objeto)

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