Poesía argentina: Tony Zalazar

Presentamos algunos textos del poeta argentino, Tony Zalazar (Chaco, 1980). Es Profesor en Letras y fundador del sello editorial Ananga Ranga Taller. Ha publicado: Ser De Ruido (2006) y Quherencia (2009). Realizó las antologías “Ida y Vuelta (Poesía actual de Chaco y Corrientes)”, “Poemas con Famosos”, “Parrincestos —reescrituras poéticas—” e “Hijo e pluma”. En la colección Mulita publicó su libro de cuentos “Carece de Madurez” (2013). Con El Teje Animal, proyecto que coordina con Aymará Yulan, publicó los libros-objeto “Diario íntimo de un Chancho” (2014) y CroniCanino” (2015) tejidos a crochet. Actualmente coordina el taller literario Paraná-Dar y ejerce la docencia en colegios de la ciudad de Corrientes.

 

 

 

 

 

 

 

Tópicos

 

Ayer se intentaba hablar de patria,

la utopía de hoy es la familia.

 

Hablar –bien o mal- del linaje

no es más que ostentar

un lujo vetusto.

 

 

 

Mea culpa

 

 

Buena orina buen color,

y tres higas al doctor.

                Luis de Góngora y Argote.

 

 

Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

en el rincón oscuro del patio

suelta al galope su tordillo líquido

shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

sobre el ardor del pan que la ilumina

con su estridente canto de espantar

shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

catarata infinita y cantarina

que encalla en el silencio su secreto

shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

arrullo inmoderado de la boca

que un día dijo: sal y sé mi amor

shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

sifón sin fondo, inagotable don

de diluirle a los grillos el deseo

shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

empedernida culpa que galopa

en desbocada fuga hacia el placer

shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

desleído el pan se apaga la cascada

y cada gota en paz expande el charco

 shhhh            shhhh            shhhh

fin de señal, comienzo ya del sueño

measte hermoso mamá en la oreja shh

encendida de dios shh que es la luna

shh llena.

 

Alzá bombacha, replegá silletas

y llevame a dormir. Te quiero mucho.

 

 

 

Mamá en mi pecho

 

 

 

I

 

Llovía y la tos se fijaba en mi pecho,

yo no me fijaba

más que en terminar bien la jugada

y mamá

-fija tras la línea de cal-

sólo se afligía por su hijo,

porque la tos no nos resulte

un tremendo gol en contra.

 

 

III

 

Con fuego rojo derretía

la dulce luz del azúcar

y al caramelo elástico

le acoplaba en bollitos

hojas del ambay,

revolvía ambarino

el mejunje, lo alentaba

y cargaba después

agüita burbujeante

miel y limón,

elementos que hacían su pogo

en el jarrito de aluminio

y que en trance entregaban

lo mejor de sí.

 

Sólo el ardor desata la energía

esencial de los seres.

 

De la situación la sabia

salía reluciente

y mamá

inclinando el pocillo

en vaporosa descarga

rezumaba en mí

su fusión de poderes.

 

Quemadillo,

el té que acompasaba latidos

y luchaba contra la tanta tos.

 

 

 

 

Ebria luz con hidrofobia

Señalando su estrella mamá dijo

rescató de la calle un perrito

uno blanco y canela

que le lamía la mano con amor

que daba saltitos pomposos

y que un día -llena la boca

de espuma- le mordió la mano.

 

Espinitas blancas los colmillos

inyectan con cariño

la ponzoña

el destino oscuro

del diminuto amor que mata.

 

había cura sí, pero su única vacuna

siempre fue de vino.

 

Dipsómano de manos atadas

en la cama de hospital

echando espumas por la boca

acaba coherente el abuelo,

y hecha estrella

su difusa alma

alza vuelo al cielo

muerta de rabia.

 

 

 

Duelo

 

Sufría frente a mi abuela

y su fría frente

en el besito adiós de mi infancia.

 

Después las lágrimas de estaño

el entierro y la novena.

 

 

 

Naufraga papá

 

 

Allí se curva la Tierra / y la boca del Estrecho

se traga la espuma / de los naufragios.

                                  Miguel Ángel Molfino

 

 

Amarillos sus ojos naufragaban

en un mar de morfina

y lo único que supe hacer

fue leerle un poema de Molfino,

un poema en que el poeta ve

con los ojos del -niño

que luego será su- padre

los glaciares del sur, el fuego

helado en los cielos de Ushuaia,

las piedras, los lobos marinos

el limo que le supo encantar

también a mi padre

en sus días de navegante.

 

Leí el poema de a pedazos

con la voz en tirita y la esperanza

no de salvarlo sino de hundirlo

lento en un mar de amor.

 

Que la poesía pueda más que la morfina

quizás de esto también se trate la poesía,

de alejar de los ojos a Morfeo,

de alojar en la imagen mejor

el alma del que amamos.

 

Un pasaje al paisaje más querido

quise que sea el poema para él,

un paseo en paz.

 

O ya no sé que quise hacer

tal vez el poema sólo fue mortaja

manta para dejar de verlo

y despejar de mis ojos

los manotazos desorbitados

que daban los suyos.

 

No sé

por rescatar un gesto en la catástrofe,

me aferré al libro con la fe

de mantenerlo a flote

de soplar con poesía

las velas del recuerdo

de llevarlo en la memoria

como en una embarcación sin aprietos

no sé

y aun desde el naufragio

del inevitable hundirse

Está bien dijo

con la voz destruida

está bien, es lindo el poema.

 

 

 

 

                La vida     rota

Sobre el tortuoso      y único renglón

del patio iba leyendo    yo el destino oscuro

de mi casa. Las hor     miguitas negras en su lomo

arrastraban de a pe    dazos el paraíso,

en incesante vaivén    imprimían un designio.

Ladrón que roba a       un ladrón…

cien veces soportan    su propio peso

decía el envoltorio     de los palitos de la selva.

Y con esa fuerza      socavaban mi casa;

jardín, cimientos      y tirantes, lentamente

marchaban al vien    tre del hormiguero

como si la tierra      arrepentida nos quitara

todo lo puro que    nos supo dar.

Y es que somos     también nosotros

hormigas chorras   de la naturaleza.

Tras ese hurto ca    bizbajo iba esa siesta

hasta que lo vi:      el murito caído y

bajo ladrillos PAPÁ como amortajado

hasta la cintura por una sábana insoportable

(Cómo termina uno aplastado por escombros

es un absurdo más del ocurrente destino).

 

No se podía mover y sonriendo me pidió ayuda,

sonriendo. No sabía cómo usar la fuerza

dónde empujar para que el dolor no crezca

cómo quitarle de encima esa presión.

Él sólo sonreía, prisionero de la edad

cincuenta años tardó en concebirme

y yo con mis siete años ahí

parado frente a él

haciendo fuerza para que la mortaja

de ladrillos lo suelte.

Por fin tuvieron sentido los alimentos

los ejercicios y el aliento

que papá puso en mí,

sus noches enteras de servir a los demás

y sus regresos tempranos

con las venas exaltadas por las bolsas

y bolsas repletas de mercadería.

 

Y juntos levantamos el murito derrumbado.

Por primera vez vi sus piernas

tan de cerca

las limpié con suavidad

los granitos de arena calcificados

las varices, los pelitos aislados

las venas sobresalientes

y el raspón,

todo era un mapa de los destinos

habidos y por haber.

Las piernas de papá libres y yo también.

Fue como hurtarlo de la muerte

enterito por suerte, porque la vida

siempre rota.

La vida rota y yo puede ser

por primera vez

su héroe, y crecí de golpe.

Y me hubiese gustado como Eneas

cargarlo en hombros

y a los tumbos

llevarlo hasta los brazos de mamá

Pero me quedé encaramado ahí

sobre los escombros

mirando el cielo y

zapateando un sapucai.

 

 

Noche

 

A sorbos beben

mis ojos en tu pecho

un té de estrellas.

 

 

 

 

 

 

 

Datos vitales

 

 

Tony Zalazar (Chaco, 1980). Es Profesor en Letras y fundador del Ananga Ranga Taller, sello editorial con el que publicó varias obras de autores regionales y propias, entre las que se destacan Ser De Ruido (2006) y Quherencia (2009). Realizó las antologías “Ida y Vuelta (Poesía actual de Chaco y Corrientes)”, “Poemas con Famosos”, “Parrincestos -reescrituras poéticas-” e “Hijo e pluma”. En la colección Mulita publicó su libro de cuentos “Carece de Madurez” (2013). Con El Teje Animal, proyecto que coordina con Aymará Yulan, publicó los libros-objeto “Diario íntimo de un Chancho” (2014) y CroniCanino”(2015) tejidos a crochet. Participó en varias antologías: Los Poetas Interiores, Círculo de poesía y Panorama InterZona, entre otras. Actualmente coordina el taller literario Paraná-Dar y ejerce la docencia en colegios de la ciudad de Corrientes. Su e-mail es chukidelmal@hotmail.com

 

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