Jorge Contreras: Reconocimiento de Fomento de la Lectura de la FIL de la UAEH

Presentamos el discurso pronunciado por el poeta Jorge Contreras durante la recepción del “Reconocimiento Universitario de Fomento de la Lectura, Profesor Rafael Cravioto, de la Feria Universitaria del Libro en su edición XXIX de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo”. Poeta, ensayista, editor, promotor de lectura y gestor cultural, Jorge Contreras Herrera (Tizayuca, Hgo., México, 9 de marzo, 1978) es Director de Los Ablucionistas A.C. Salud y Felicidad a través del Arte y la Cultura, y Director General del Festival Internacional de Poesía Ignacio Rodríguez Galván.

 

 

 

 

 

 

 

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Son las 23:44, del 26 de agosto del 2016, es lo primero que observo para comenzar a escribir un discurso de gratitud por el “Reconocimiento Universitario de Fomento de la Lectura, Profesor Rafael Cravioto” y quiero agradecer en primer lugar al Eterno, a esa causa primera que algunos llaman Padre, Pachamama, Madre, Dios, Diosa, el Ser sin nombre, o Teoría o lo que cada quien quiera llamarle. Y Agradezco en lo particular, a cada uno de ustedes, que somos parte del mismo ser y distintos a la vez, en nuestra individualidad. Gracias al Rector de esta hermosa Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, al Maestro Humberto Augusto Veras Godoy, al director de la FUL, Lic. Marco Antonio Alfaro Morales y a directora de Fomento de la Lectura de la UAEH, la Licenciada, Corina Martínez García, a quien especialmente admiro y aprecio por su amor desinteresado por las artes, por la lectura y sus creadores.

Gracias, gracias, gracias, así decía mi hijo cuando comenzaba a hablar, y tendré esa forma de manifestar mi gratitud por toda mi vida. El camino de la lectura en mí ha estado lleno de emociones, deslumbramientos, pasiones,  desilusiones, fracasos, llanto, frustración, locura a veces. Quisiera recibir este reconocimiento lleno de alegría, celebrando como debe ser, pero las cicatrices y heridas del camino, no me dejan. Vengo de una familia que cuando me veía leer, me decía que dejara de hacerme tonto, que me pusiera a hacer algo productivo, como lavar trastes o barrer la casa. Cuando sentía que alguien estaba por descubrirme con un libro, por instinto lo escondía, como si fuera algo malo. En la escuela, no era bueno saber cosas, sufrí lo que ahora llaman Bullying. En la secundaria adquirí uno de los sobrenombres que podrían dibujar un poco mi personalidad, me decían: el científico loco, después el ciencia, eso, porque sabía muchas cosas sobre astronomía, y siempre quería responder las preguntas de los maestros, claro, a mis compañeros, eso les parecía fastidioso. Ahora me dicen el poeta, en el pueblo, me presentan, ya conoce a nuestro poeta, algo que en ocasiones me parece gracioso. Yo quería ser tan malo en los estudios como mis compañeros, pero se me facilitaba aprender, y si sabía las respuestas, a veces también significaban peleas de golpes. Peleé muchas veces. Viví una infancia y juventud que viéndolo en perspectiva, de milagro estoy vivo. Quise suicidarme a los 14 años. Nunca me hallé a la sociedad, hasta la fecha me cuesta trabajo. A los 18 años, entré providencialmente a un taller de análisis poético en la Ciudad de México, a partir de ahí, un mundo nuevo de presentó ante mí. Conocí a muchos chicos que como yo, les gustaba la poesía y los libros no eran algo malo, al contrario, me recomendaban títulos, me prestaban libros, y aunque ya había leído desde niño, la vida de Gengis kan o revisaba incansablemente las enciclopedias de Lo Sé Todo, las de ciencias de McGraw-Hill o que había visto un par de veces la serie completa de Cosmos de Carl Sagan, por primera vez, sentí que había un grupo con el que podía existir. Eso fue en 1997, en ese mismo año, dos amigos y yo, nos íbamos de café en café, leyendo poemas, y todos los domingo en el jardín del arte, invitábamos a otros poetas a leer sus trabajos, y a músicos a acompañarnos.  Para el año 2000, regresé a vivir a mi brava Tizayuca, en Ciudad de México me había involucrado con los libro clubs, y quise hacer lo mismo en Tizayuca. Pensaba que como yo, habría otros chicos y chicas ávidos de leer, que lo que necesitaban, era un poco de acompañamiento y libros para prestar. Así comencé, haciendo reuniones en mi casa, luego me invitaron a formar parte del programa nacional salas de lectura, y abrí una llamada Los Ablucionistas, llegué a tener una concurrencia de hasta 70 personas, mi padre se molestaba que viniera tanta gente y que se tomaran el café y se terminaran el azúcar. Además, todos me preguntaban, qué quién me pagaba por hacer eso, yo respondía que lo hacía por amor, que quería contribuir a acercar la lectura a la gente, no me creían.

Abrimos otros espacios, quisieron vincularlo a la política, no dejé que esto se ensuciara de esa forma, y seguí, después me invitaron a encargarme del Programa Estatal de Fomento de la Lectura con mi amiga Gilda Noguerola, de quien aprendí mucho, y formamos el Equipo de capacitación y seguimiento de Salas de Lectura, hicimos el primer diagnóstico en todo el país de las condiciones del fomento de la lectura y la lectura en el Estado de Hidalgo, Junto con Armando Gómez Posos, QEPD, Oscar Monter Fuentes, Nereo Romero, Ricardo López Jiménez, y con los consejos de otros grandes amigos, como Jorge Antonio García, o Verónica Escamilla, todos maestros en la promoción de la lectura. Hicimos, el primer Plan Estratégico Para La Formación De Lectores, Para El Uso Y Disfrute De La Palabra Oral Y Escrita, documento que nunca se publicó, por el cambio de gobierno. Durante ese tiempo, también, abrí un club de lectura para invidentes, les leía en voz alta novela y poesía, algunos usuarios, encendían sus celulares o prendían sus grabadoras para compartir esas lecturas con otros invidentes que no iban a las reuniones, o para repasarlas más tarde. Pasaron muchas cosas hermosas, mientras tanto, en Tizayuca, el promedio de suicidios era de una persona por mes, eso, durante siete años, yo creía, y escribí un ensayo al respecto, sobre la relación que existe entre los suicidios, y la falta de espacios de arte público, no sólo de espacios de lectura, sino formas de abrir las válvulas de escape de la sociedad.

En el 2006 renuncié como encargado del área de Fomento de la Lectura, para regresar a Tizayuca, que sentía tener una misión con ella y con Ignacio Rodríguez Galván, el primer poeta romántico de México que nació o pocos metros de donde vivo yo. Por supuesto, mis intenciones igual eran muy románticas. Soñadoras dirían algunos. Proyectos tras proyectos, Radio en atril, cine en comunidades, foro de políticas culturales, etc., pero en todo eso, yo no he querido formar parte de ningún partido político, y eso ha tenido su costo, como las claras intenciones de boicotear los proyectos culturales, por parte de algunos funcionarios que no saben que la Cultura también requiere de profesionalismo, por comentar alguna anécdota, un director de cultura llegó a decirme, que nada más porque estaba como funcionario, sino me agarraba a golpes, o soportar escuchar como algunos funcionarios se refieren a los creadores como holgazanes y con todo eso, insistir en que es valioso hacer un libro, compartir una lectura, mostrar una pintura. En el 2005 visité el domicilio de una Sala de Lectura, los que están familiarizados con el programa, saben que una Sala de Lectura tiene un acervo de al menos 100 libros de literatura dirigida a lectores iniciales y a lectores independientes, el cual será coordinado por un mediador de lectura, el cual es voluntario, en dicha sala, habrían pasado unos cinco años de recibir el acervo, un niño como de unos diez años me recibió, le pedí me mostrara los libros, y me dijo que sólo tenía los de la escuela, le expliqué que había una caja, al verla le dije, es esa, estaba cerrada aún, y la abrimos juntos, en esa casa, no se había abierto la sala, pero el niño ese día descubrió que había más libros que los gratuitos de la SEP. Había un debate si recogíamos ese acervo o no, yo insistí en la idea de dejarlos ahí, pues no sabemos en qué momento, esos libros van a provocar la experiencia estética, o literaria.

En el 2009, me invitaron a dar una conferencia sobre vida y obra de IRG en Santiago de Cuba, y comencé a realizar el festival músico literario IRG, en el 2010, sin participación del ayuntamiento, al año, pedí ayuda, y fue creciendo, al mismo tiempo, abrí un centro cultural con sala de lectura de nombre imaginantes*, con el apoyo del escritor José Gordon quien apadrinó el proyecto. Con este proyecto de manera individual, he visitado de salón por salón todas las primarias de Tizayuca, una labor que ha llevado años, sin pedirle un peso a nadie.

En cuanto al Festival Internacional de Poesía Ignacio Rodríguez Galván, ha crecido, en este 2016, ha sido uno de los mejores, el prestigio de la Presea al Mérito Literario Ignacio Rodríguez Galván, lo entregan las máximas instituciones del Estado y se han entregado a poetas como a Mario Bojórquez, y a Marco Antonio Campos, y a los novelistas, Rafael Carralero, y Mario Trejo González. Este año, se ha celebrado el bicentenario de nuestro poeta, a quien yo considero, el más importante del siglo XIX de quien se instaló un busto de bronce conmemorativo frente al Ayuntamiento Municipal gracias al apoyo del presidente municipal, Juan Núñez Perea, asimismo, se decretó en Cabildo, se le nombre al Boulevard más importante de Tizayuca, con el de nuestro poeta, este acto oficial, será en el siguiente Festival de Poesía.

Alguna vez de visita a Actopan, visité a mi amigo (qepd) Ramsés Salanueva, platicábamos de estas cosas de hacer festivales. Le decía, me ha costado lágrimas, sudor, y él remata “y sangre poeta, y sangre, porque se te revientan vasos sanguíneos,” y sí, después de una festival, estuve gravemente mal. Muy mal. En el discurso de ese año, le decía al presidente municipal, en la entrega de la presea IRG, nadie me pide que haga esto, nadie me paga por hacerlo, pero sé, que nuestro poeta se lo merece, y por eso lo hago. En este 2016, pasaron cosas mágicas. Vinieron todos con el corazón en sus palabras. La atención fue magnífica, se involucraron varias instituciones, como la UAEH, el Congreso del Estado, la Secretaría de Turismo, el CECULTAH, El Consejo Cultural del Valle de Teotihuacan A.C., el Ayuntamiento de Tizayuca otras organizaciones y yo. El evento correspondiente al sábado 19 de marzo, en Real del Monte, hubo una lectura en Casa Grande que administra la UAEH, la mesa con manteles, micrófonos, y un audio impecable. Sillas y un ambiente altamente digno. No había duda que quien coordinó ese espacio, era profesional de la cultura, y contrastaba con algunos lugares en Tizayuca, en los que el audio llegaba tarde, las sillas las debíamos acomodar los mismos invitados, y a veces se tenía que buscar donde conectar un audio que además no se oía bien. Esa vez en Casa Grande, comencé a llorar, pues sentía que eso es lo que yo quería, y que por más esfuerzo, a veces uno está de manos atadas en los ayuntamientos, que cuesta mucho hacerles entender la dignidad que se merece cualquier ciudadano, no solo en donde están los altos funcionarios, sino cualquiera, y por supuesto, lo eventos de cultura.

No hace mucho presenté un proyecto para realizar un seminario de creación literaria en Tizayuca, para becas. Escritores de reconocida trayectoria vendrían a dar sus cátedras, y al leerlo el director de cultura entre discusiones lo arrojó al suelo. Cómo, con qué ánimo puede uno solicitar apoyo. Por eso, este reconocimiento lo recibo con mis lágrimas que no lloro, con los cosas que he empeñado para poder ir a una ciudad y saludar a escritores, con lo poco que tengo para estar en un lado u otro o para regalar o comprar un libro. Qué nos hace hacer esto, y es la vocatio, es decir, el llamado, la vocación. La vocación de ser.

Sé que a estas alturas no podría ser carnicero o carpintero, tengo consagrada mi vida a las letras, principalmente a la poesía, y la promoción le acompaña. Eso es todo. Eso es lo que soy, más allá de eso, sólo la muerte, el olvido o el camino a seguir.

Muchas gracias.

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Datos vitales

Jorge Contreras Herrera (Tizayuca, Hgo., México, 9 de marzo, 1978) Poeta,  ensayista, editor, promotor de lectura y gestor cultural. Compilador de la Antología Tributo a Sabines: he aquí que estamos todos reunidos; es autor de los libros de poemas: Inventario de Caricias, ¿Quién Soy Otro sino Tú?, Poemas del Candor, Otro que fui, y el más reciente es El espejo adecuado, editado por la Universidad Autónoma de Querétaro y Simiente ediciones. El espejo adecuado, segunda edición por Los Ablucioniistas press. Ha sido publicado en las antologías: El Sol desmantelado W.H. Auden revisitado; Homenaje a Bukowski; Un mundo y aparte; Bukowski a quince años de su muerte; Atlixco: La palabra escrita en el agua; Somos poetas y qué; ha sido traducido al portugués en la antología: Tenho tanta palavra meiga alguns poetas mexicanos, entre otras antologías de México y el extranjero, le han traducido poemas al árabe y al italiano. Colaborador en: La Revista de la Universidad de México, ha traducido poesía de Robert Graves, la cual se ha publicado en la revista, Círculo de Poesía, editor del dosier Poesía de Hidalgo, para la misma revista; colaborador de la gaceta: Los hijos del alebrije; Colaborador de Timonel, revista de la Secretaría de Cultura de Sinaloa, entre otras. Organizador y fundador del Encuentro de Poetas de Isla Mujeres, en el marco del festival del Caribe Maya, fundador del WORLD FESTIVAL OF POETRY -Punta Sur, Isla Mujeres, Quintana Roo- y de los Santuarios Poéticos; Director y fundador del Festival Internacional de Poesía Ignacio Rodríguez Galván, en Tizayuca, Hgo, Méx. Es miembro de la Unión Latinoamericana de Escritores, UlatE A.C. y ha participado en encuentros literarios en Tijuana, Sonora, Puebla, Quintana Roo, Hidalgo, D.F. Santiago de Cuba, Buenos Aires, Argentina, Colombia, entre otras ciudades de México. Como promotor de lectura, fue encargado del departamento de Fomento de la Lectura del Estado de Hidalgo, 2004-2006, fundador de la sala de lectura imaginantes*; escribió por dos años una columna semanal sobre fomento de la lectura en el estado de Hidalgo. Ha sido asesor de proyectos culturales y de investigación, en el que destaca, el Plan Estratégico para la Formación de Lectores del Estado de Hidalgo y la Vida y Obra de Ignacio Rodríguez Galván. Ha sido jurado en el premio estatal de poesía de Tabasco, José Carlos Becerra, y en el Premio Nacional de Poesía Joven, Josué Mirlo. El festival de poesía que organiza en Hidalgo, en colaboración con instituciones académicas y gubernamentales así como de sociedad civil, atienen a más de 40 instituciones educativas considerando la comunidad estudiantil, llevando a los propios autores de diversos países a realizar acciones de fomento de la lectura, especialmente de la poesía.

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