Presentamos la poesía de Yuri Zambrano, editor y gestor cultural activista. Coordina el Frente Poético Mundial en Defensa de los Derechos de la Mujer (WM) con un estratégico despliegue a nivel global a partir del Festival Mundial de Poesía (WFP), http://poesiaworldfest.wix.com/wfp11 realizando encuentros a nivel submarino, en globo o alas delta, en lugares etnoantropológicos como Marrakech, o en oníricos espacios semilunares como Uyuni- Bolivia o Nazca, Sierras Nevadas, archipiélagos filipinos, concibiendo que los poetas lean desde planeadores-cometa en Río de Janeiro, en Machu Picchu, o con dioses avatáricos hindúes, cumpliendo con actividades filantrópicas de salud y Médicos sin fronteras propagando cultura en cada festival, con propuestas de preservación ecológica, demandas activistas para la UNESCO, ONU y entidades gubernamentales que atienden dichas solicitudes. Con un proyecto internacional por día, se debate entre la vida y la muerte a cada segundo, entre la poesía y su lirismo desbocado creyendo en utopías a veces poéticas, a veces un poco más fáciles de concretar. Actualmente investiga en las redes neuronales asociadas a la Toma de decisiones en conflictos cognitivo-emocionales entre dos o más cerebro (Theory of Mind) y lo que le sucede a los cerebros durante los estados de meditación.
Gilgamesh e Inanna
Toro de tempestad hecho nube de esperanza.
Un sueño inmortal por la paz
se siembra despacio
y el sol viaja cada noche
recordando aquellas utopías del hombre por el hombre
donde Gilgamesh busca tristemente la inmortalidad.
Dos seres escorpión
paridos por la diosa de las ovejas
custodian hierbas abisales.
Una serpiente vuela en el agua
hurtando un no sé qué de juventud
tan valioso como el olvido.
El descenso y ascenso a los infiernos es inminente.
Dumuzi, un rey del pastoreo corteja sin piedad
delinea los ijares de su amada
mientras ella sueña con reinas del inframundo,
con frutos del Huluppu que tallen su trono.
Catorce veces se ha alzado la copa.
En Abzu, el abuelo Enki así lo ha decretado
le ha heredado la sabiduría en el arte de hacer el amor.
La muy sagrada Inanna,
reina de cielo y tierra
sacerdotisa embriagada de amor
se pierde en los Zigurat de Uruk
La luna da cuenta de eso…
Los sabios de Efesos
los ladrones de Bagdad
las putas de Babilonia
las semillas en Nippur y Eridu
recordarán por siempre
las tormentas de gran estruendo,
el beso del falo:
¡la alegría de Sumeria en siete himnos !
Tibieza
cuando los pétalos de una mujer
tocan los labios del poeta
el universo de las sensaciones
se convierte en océanos de ternura.
Sólo la tibieza de sus pechos
calma la sed
y la locura del escritor
cuando los pechos de una mujer
bautizan la lengua del poeta
no solo de bondad se riega la tierra
¡No!
el milagro indescifrable ocurre
exactamente en el preciso instante
en el que las sombras delatan
la complicidad del envenenamiento frugal
cuando te beso.
Ahí, hay más que amor.
Es un portento de la naturaleza,
segundos de arenas invisibles
médanos de nube acariciando tu piel
incendiando el símil
de una psicodelia indescriptible.
Todo eso pasa cuando te beso amor mío.
Todo está dicho
todo…
Tengo los labios llenos de ti,
de tu tibieza.
Biblioteca ecológica
Ayer quemé tu último rastro de DNA
en el planeta tierra.
Me aseguré de ello
al ver convertidas aquellas braguitas rojigualdas
como diría el primo de las Izas, las Rabizas y las Colipoterras,
mascado en las pupilas de Camilo José Cela,
en ángulos sintéticos policromáticos obsidiánicos
por el carbón que alguna vez albergó nuestros fluidos.
Pensé en ecología
en la limpieza del cosmos devastado,
pensé en desaparecer del mapa
a todo efluvio impertinente.
Me aseguré de calcinar
hasta el último resquicio de tu existencia,
creyendo que en el chasquido ardoroso de tus pantys
se esfumaría también
tu respiración y tus gemidos al alba
retando a la luna en cada beso prometido.
Vi como las hebras sintéticas de Lycra
se confundían con vellos púbicos
otrora
invencibles implacables
y
indestructibles inmaculados
Vi como el petrolato se convertía en ojos brillantes azabaches
restos de Adenina-Timina industrial libidinosa
confundiéndose con las hebras de DNA
que tanto hicieron perder al sueño a Watson y Crick.
Me asegure de quemar
el último rastro de lo que los científicos llamarían
el DNA del amor que algunos utópatas han visto
incluso desaparecer en galaxias astro-fractales
antes de perder la razón
e ir al psiquiatra a dar quejas de su desasosiego infinito.
Me aseguré de todo
entre llamas de arder sintético
Excepto de que,
con el último suspiro de aquel incendio
quedara entremezclado
tu aroma embriagante en mi memoria.
Habría que estudiar entonces,
El DNA de los recuerdos cuando tu olor,
no quiere irse.
Utopatías
Dícese de aquellos enfermos de utopía crónica
que creen en la inmarcesible esperanza de una fe soñadora
y que por causas ajenas a la evolución humana
se convierten en chips iterofractales del cosmos
regando su confianza en los demás humanos
con la esperanza inverosímil de amar al prójimo
y soñar que sueñan al unísono con los demás.