Poesía mexicana joven: Francisco Barraza Alonzo

Presentamos una muestra poética del joven autor Francisco Barraza Alonzo (Ciudad Juárez, 1991). Es poeta y narrador. Estudióla licenciatura en Economía y actualmente estudia la Maestría en Escritura Creativa en la Universidad de Texas en El Paso. Ha publicado su obra literaria en revistas mexicanas y estadounidenses.

 

 

 

 

 

¿A ESTO TE REFIERES CUANDO HABLAS DE MÍ?

 

Para Lilia Hernández

Vas

llena de páginas líquidas,

errante sobre versos que escribí

en gotas de otoño,

limitada a preocuparte

si las hojas que te cubren

caerán sobre mí.

 

Mientras

me detengo en tus pómulos desiertos

a rezar porque la noche seque

sobre tu cuerpo

y sientas la oscuridad

en el espacio olvidado

de tu cuello.

 

Bogo por el mapa de las grietas

y los ríos de tu espalda:

cree que mi boca estaría seca

sino por ti.

 

 

OLVIDO

 

Se acerca una tormenta,…………….dicen,

sin nombre

alguien no querrá saberlo

creo que le gusta el anonimato

 

Se pierde en el canto de luces

que esconde mi voz,

y un crepúsculo que platica

con el humo de un trueno intransigente.

 

Me verá callar cuando anochezca

y muera el llanto

que no la reconoce;

me verá inventar en la pared una luna,

avergonzada,

con la memoria detenida

en mi cigarro.

 

Se acerca una tormenta, ……..avisan.

Quizá,

una noche que pierda el camino,

la llamaré olvido.

 

 

AMORTE

A Gloria

 

No despiertas en pedazos

o derrumbada en heridas

si dentro del espejo

rompes la muerte

y sus errores de tiempo;

tampoco es que caes

en el absurdísimo del paisaje forzado

de tu cuarto:

la visión

de la tú de humo

en la tierra.

 

Por eso,

te regalo tu vida

que resurge

en cada paso de mi pluma

por las letras de tu frente;

encontrando no la muerte

si no el relieve desigual

y perpetuo,

de tu cuerpo mutilado

sobre el papel.

 

 

DE ESTO HABLÁBAMOS AYER

 

Se trata de no esperar

a que se apaguen los ojos

de quedarse prendido de un canto

y de tomar de la boda de ayeres

las palabras alineadas

que no se queden las cosas

 

sin fuerzas

y la luz del vino reflejado en botellas

se apague al dormir solamente

 

de hacer de las horas

un exceso de la vida

 

y olvidar el tiempo

que no existe.

 

 

 

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