Poesía ecuatoriana: Euler Granda

Presentamos una serie de textos del poeta ecuatoriano Euler Granda (Riobamba, 1935). En 1987 obtuvo el premio internacional de poesía Jorge Luis Borges (Lima, Perú). con Anotaciones del acabóse. En 2005, La Casa de Cultura de Quito publicó su Antología personal. En 2007 mereció la Condecoración al Mérito Cultural de Primera Clase otorgada por el Ministerio de Educación y Cultura. En 2009, la Casa de la Cultura Ecuatoriana le entregó la Presea Benjamín Carrión. Euler Granda es uno de los referentes básicos de la poesía ecuatoriana.

 

 

 

 

Poema sin llanto

 

Hoy mataron a Juan el huasicama,
lo mataron a palo en día claro,
lo mataron por indio,
porque trabajaba como tres
y nunca sació el hambre,
porque junto a los bueyes
arrastraba el arado,
porque dormía en el suelo
y con su <<mala suerte>> cobijábase,
porque amaba  a la tierra
como la aman los árboles;
lo mataron por bueno,
por animal de carga.
Se quedó
de los pies hasta el alma ensangrentado,
se quedó boca abajo
para que los trigales no le vieran
la cara destrozada,
quedo
como las hierbas
después que pasan los caballos
 y nadie dice nada;
lo mataron sin que lo notara nadie,
sin que a nadie le importara nada. 
El viento persistió en su erranza
como siempre las aves revolaron,
siguió impasible el soledoso páramo.
No hubo más
el patrón lo mató
porque le dio la gana.

 

 

 

SOLILOQUIO

 

Uñas contemporáneas,
uñas madrastras,
primas, vecinas o extranjeras,
uñas sin parentesco,
hambreadas uñas,
uñas en general atended un momento:
el mar y yo
éramos uña y carne,
pero suceden cosas
como si nada sucediese.
Orejas
sin orejas,
sin ojos
sin cabeza
_Paulina te detesto
porque me vienes
cuando voy a decir algo importante_,
orejas de la calle,
del club, de los chiqueros…
Hay en mi piel el ojo de una cerradura,
 podéis mirar por él.
Muelas omnipotentes,
vulgares muelas,
colmillos sin problemas,
os invito a  mirar,
porque ­–así como el arroz-.
os gusta comer intimidades.
Al unísono todos acercaos,
acercaos más,
más,
más,
tremendamente más,
hasta que entre vosotros y yo
no quepa ni una uña;
 oídme:
Yo maté al mar.
Porque todos los días
era un ojo de mar en las paredes,
era un brazo de mar siempre agarrándome,
El mar pescaba pescadores,
en cada puerta el mar;
cara de gato el mar,
cara de hueco;
hecha de mar estaba
la suela en mis zapatos.
No me dejaba en paz,
no pude con el mar,
hasta que un día
-a punto de reventar-
bajé  desaforado al mar
y en la boca del mar
al mar lo sumergí
hasta ahogarlo.

Os aseguro
yo vi boquear al mar
y sin embargo
en el cuarto de al lado
está bramando el mar.

Por eso,
sin pensarlo dos veces
abro de nuevo el mar,
busco,
rebusco,
escarbo en sus cajones;
me sumerjo en la sal,
viro las olas.
Necesito saber
dónde diablos estás,
asida a qué madrépora,
dónde la concha perla
y las Nereidas;
pero es inútil,
ayer tiraron bombas,
está quemado el mar,
y entre huesos de peces
y corales exangües,
siniestramente,
flota el agua muerta.

Ineludiblemente,
aburren las palabras,
llega un momento
que no cabe media palabra más.

Debo callarme ya,
darme la espalda,
cerrar los boquerones
porque donde se escurren las palabras;
quizá,
mejor sería
tirarme un arponazo;
pero me anega el mar,
sobre mi sangre vuelan los albatros
y cuando estoy buceando en el silencio
agua salada me raspa la garganta.
El mar y yo,
aunque no quiera el mar,
el mar mi casa,
mi esqueleto,
la verde sobrecama que me falta;
el mar hecho corbata,
el mar bajo mi terno,
el mar puesto mi nombre,
yo soy el mar.

Pero otra vez
de nuevo el sin embargo;
no quedaría dónde poner un pie,
donde una concha,
si de pronto
no hubiera un sin embargo…
A bordo de Noviembre,
mientras descámanse las horas,
sin que averigüe nadie,
sin que interese a nadie,
tranquilamente digo:
no estoy triste,
tampoco estoy alegre,
no mas
estoy como un lagarto.
Y otra vez
sin embargo,
sin saber por qué lo hago:
tal vez porque tal vez,
tal vez
por convencerme que estoy vivo
me muerdo la cabeza y me remuerdo,
desato un tiburón contra mi cuello;
porque nunca tal vez,
tal vez
por dar explicaciones
por última y primera vez
escúchame:
me queda solamente un camalote,
no hay puesto para ti,
es mejor que te marches a otra parte:
aquí la muerte está con hambre.
A propósito de mar,
más valiera decir:
a propósito de nada.
Hoy diré la verdad
aunque me cueste sangre.

Mentira que fue amiga
La rosa de los vientos,
no es cierto que fui barco,
ni nenúfares hubo
cuando encalle esa tarde;
nunca jamás un muelle,
un ave,
un nada.
Es muy fácil decir
Tengo algas en el alma;
Otra es la realidad.
Quise cruzar el mar
a pie,
eso fue todo.
No conozco más mar
que el vaso de agua.

 

 

 

S.O.S.

 

Aquí Ecuador
lastimadura de la tierra,
hueso pelado
 por el viento y por los perros.
Aquí sangre chupándose en la arena,
piedras cayéndonos.
 Aquí
montañas con los vientres saqueados,
mar
con los peces ajenos.
 Aquí
hambre,
indios pateados como bestias,
páramos bravos,
piel a la intemperie.
Aquí
Ni nuestro propio suelo
es nuestro;
nada nos pertenece,
nuestra agua propia
nos venden en botellas,
el pan cuesta un ojo de la cara
ya hasta para morirse
hay que pagar impuestos.
A lo largo del aire,
a medio sueño,
en el interrumpido bocado
del almuerzo,
para que nos caigamos,
están cavando huecos.
Aquí,
pronto un fusil
para bajar los cuervos.

 

 

 

A VIVA FUERZA

 

Vas a cantar,
canta me gritaron,
me pusieron de cara a la pared,
me enmancaron los ojos,
me entuertaron las manos,
me martillaron
y yo con la boca cerrada;
si no cantas te jodes,
 si no cantas
 te sacamos la madre
y yo con la boca cerrada;
 si no cantas
no vivirás para contar el cuento,
si no cantas te mueres
y yo con la boca cerrada;
entonces me cayeron a patadas
en toda la cara del amor,
me dieron de leñazos en el hombre,
de los pulgares me colgaron en la noche
y me rompieron las costillas de la voz.
Mi viuda soledad quería lloriquear
y se atrancaba;
después me introdujeron
sacabocados,
llaves maestras, ganzúas
sacacorchos,
hasta que vomité
las manzanas podridas del recuerdo,
caminos por donde me arrastré.
camas donde dormí,
luciérnagas con las tripas afuera,
muñones de colibrí,
violines desollados como puercos,
nombres,
recetas médicas,
relojes desbocados;
ni más ni menos,
así me fueron sacando
palabra por palabra,
así me fueron sacando este poema

 

 

 

LA DROGA

 

La más inofensiva,
la más sana,
la que nunca produjo salpullido a nadie;
la que hasta ahora que yo sepa
a nadie le ha pasmado la alegría;
la pájara,
la pajarita
que nos hizo volar sin ser aviones;
la que a mansalva nos hizo sudar miel,
quedar absortos
hasta sacar en conclusión
que al mundo lo teníamos
cogido como a una lagartija por el rabo.
Ese licor,
o si usted lo prefiere
esa licora
que nos hizo espumear si ser cerveza,
que nos hizo calor en pleno frio.
La rica,
la pura gozadera
que no daba adicción
ni efecto de rebote
ni sueño dependencia
y así todo al respecto.
La bizca,
la bizcacha,
la tuerta,
la tuertacha
que nos hacía ver todo bonito y de colores.
Esa descabellada primavera,
ese frescor sin nombre,
ese aroma sin cara,
esa borracha borrachera
que nos exacerbaba el apetito
para que devoráramos las fechas y las calles.
Esa droga, ese placebo
que no era cocaína
ni peyote, ni crak, ni LSD, ni marihuana;
esa droga que en nada coincidía con un ave
Y sin embargo era más ave
que las aves.
Esa destartalada,
esa chúcara fruta
que nos hacía sufrir delirios de grandeza,
alucinaciones , vahídos
y sin embargo teníamos
más salud que los toros.
Esa recontramuerta,
esa enterrada viva droga de la juventud.

 

 

 

A LA COLA

                                                      Fiara venganza la del tiempo

                                                                                       tango

 

Lisiados,
el cuerpo con zurcidos,
despigmentados,
corta la vista,
bailando el mal del Parkinson,
entontecidas las orejas,
esquilmados, espantados de estar vivos;
de pie
no obstante las palizas de la vida.
En fila india
aguardando un mendrugo
en las escalinatas del Instituto Ecuatoriano
de Seguridad Social,
como si alguna vez
les hubiesen brindado algún servicio
y la inseguridad no hubiese sido
el pan de cada día.
Desde la madrugada
a la cola.
Antes mulas humanas
ahora desechos;
como si haciendo cola fueran a salvarse;
como si alguien
les fuese a perdonar  haber nacido.
 A la cola
sexo parapléjico,
hemorroides,
fémur cuello quebrado.
De qué sirvió el bien y el mal
y los masajes en el alma
 y la risaterapia
y el resucitador;
de qué las restricciones
de las frituras y el tabaco.
De qué
sirvió escribir
si se hacen humo las palabras.
por los cristales percudidos
pasa un mal pensamiento,
cruzan pelos pintados,
cruza un político
tragándose una tripa de la patria,
pasa un baldado
gangueando el <<dulce Jesús mío>>.
Cae la tarde,
las barrigas repican,
no cesa la carcoma,
bosteza el basurero de los viejos.
Pasan los vivos
y los muertos pasan,
lo que nunca ha pasado pasa
y hasta ahora no pasa
la tortuga que espero.

 

 

 

PAJARRACOS

 

Mañana sarmentosa
cielo candela
vuelos abortados
jilgueritos procaces,
pichones carroñeros
pájaros come niños
parrajacos
hipócrita paloma de la paz
te haces la sordomuda.
Paloma del diluvio de  basura
pájaro olvidadizo
por quien me escarbo la memoria
hasta sacarme sangre.
Ave del paraíso del consumo
de plásticos y latas
y gente desechable.
Ruiseñor desganado
águila con polillas.
Lora chiflada de la poesia
que me llenaste la cabeza
con piojos tornasoles
picaflores sin pico,
inocente palomita
que crees en la DEMOCRACIA, EL TLC el <<BIEN COMUN>> las ONGES
y el cielo de los curas pedófilos.
Pájaro marimacho de la muerte
que me haces repreguntas
y depositas tus huevos en mi puerta.

 

 

 

LOS VAGONES

 

Husmean las paredes.
En dónde están los rostros
que antaño se topaban con el mío.
La gente pasa, pasa.
No sé a quién espero, no sé qué hago aquí.
Ahora que recuerdo yo vine a despedirme de tu piel
 así ,“a lo bravo”.
Nada de “se me hizo tarde”, sin quejidos,
nada de quemar el tiempo.
Está preñada mi pereza
y sé que a abortar.
En este mismo instante me despido de tu piel.
Que jamás fue mi amiga,
de tu cintura me despido.
Nada de cálculo de posibilidades,
nada de juegos en la computadora
nada de esperando a Godot.
Creíste que éramos amor
pero never,
seco golpe de puño
que me partiste las narices
como cuando era niño,
de cuclillas estoy en el ocaso
sin estar estoy
tiznadamente frio.
Los vagones se van
yo aguardo al último del último,
tantos se han ido,
adiós tuya costilla
bella costilla que olía a perfumancias,
yo creí que era poeta
y fui un fiasco,
yo el analfabestia
que jamás aprendió a deletrear
los sobrenombres de la vida,
la voz del mudo
que aúlla en un hueco

 

 

 

BELLISIMAS

 

Los más escatológicos,
los más crudos epítetos
los más puercos insultos,
especialmente estaban adobados para ti,
la puta transformista,
la enferma contagiosa,
la pintarrajeada, la mojigata,
encima de todo eso, la más bella:
“Vida tetas de vaca”
entre las recontra bellas.
Todo lo que te decíamos
por una oreja te entraba,
por la otra te salía,
amor seco, tesorushco
para nosotros, pobres cojudos:
los palazos.
Nunca nos premiabas con zanahorias.
Bella a rabiar
entre las bellas,
nos enterraste vivos.

 

 

 

LAS GUARICHAS

 

Mujeres valerosas q acompañaron a los ejércitos de independencia, junto a los soldados con niño de pecho o cargo de todos los enseres necesarios para la alimentación, enfermería y batalla.

 

 

Con la boca seca
sudando hambre,
sudando sed,
arrastrándose.
Ellas iban detrás de los soldados,
cruzaban como sombras
cargándose, cargando;
solidarias con el polvo y las acémilas.
Acezando cruzaban los inviernos,
hipando,
enconchándose
cuando la muerte les tomaba lista,
ellas amamantaban los fusiles
para que estuvieran prontos
cuando llegara la hora,
casi seguro que mi tatarabuela estuvo
porque el aire me duele cuando la recuerdo.
Escondiéndose, abasteciendo,
haciendo de tripas corazón,
haciendo de las piedras balas,
allí estaban ayudando
para dejarnos la Patria que tenemos,
por dejarnos la Patria que desperdiciamos.
La patria de ustedes.
Guarichas, franco tiradoras, guerreras
lucharon por nosotros,
murieron por nosotros,
ellas y los pertrechos que llevaban,
ellas y los heridos,
ellas y los guaguas enfermos,
camina caminado
seguro hacia el olvido

 

 

 

Librería

También puedes leer