Poesía mexicana: Jorge Mejía Rivero

Leemos poemas del poeta mexicano Jorge Mejía Rivero (Ciudad de México, 2001).

Jorge Mejía Rivero (Ciudad de México, 2001). Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la UNAM. En 2021 obtuvo el segundo lugar en el Premio Nacional al Estudiante Universitario, en la categoría de poesía “José Emilio Pacheco”, de la Universidad Veracruzana. Algunos de sus poemas se han publicado en la antología​​ etc. Poesía joven en la ciudad de México​​ (Fe de ratas, 2024).​​ 

 

 

 

El esclavo

 

Mañana seré un dios del hoy​​ 

y sin embargo hoy solamente​​ 

soy un esclavo del mañana.​​ 

 

 

 

Para el que desconoce su historia

 

No importa si la ignoras,​​ 

hagas lo que hagas nunca podrás conocerla.​​ 

La pasarás de largo y sin saber cómo​​ 

sin darte cuenta​​ 

siempre​​ 

cometerás el mismo error toda tu vida.​​ 

 

 

 

 

Tu nombre le da nombre a lo innombrable,​​ 

tu nombre nombra el nombre que no nombra,​​ 

tu nombre nombra al hombre y a su sombra,​​ 

tu nombre nombra un mundo más nombrable.​​ 

 

Tu nombre como un dios es implacable,​​ 

destroza cada nombre y los escombra,​​ 

tu nombre dice todo y ya me asombra​​ 

que no sea el lenguaje con que yo hable.​​ 

 

¿Qué tanto es lo que dice una palabra?​​ 

Tu nombre dice todas y ninguna,​​ 

tu nombre significa cada cosa,​​ 

 

su mágico decir de abracadabra​​ 

hace que cambien nombre sol y luna,​​ 

agua y fuego, azor y amor, roma y rosa.​​ 

 

 

 

 

 

Para A. Hérrez​​ 

 

¿A dónde irá la muerte cuando muera?​​ 

¿Se olvidará de mí e irá contigo​​ 

o aquí se quedará, sin mí y conmigo,​​ 

la muerte de mi vida pasajera?​​ 

 

Pues no sabe vivir mi compañera​​ 

sin mí, de sus desdichas soy testigo:​​ 

mi muerte es su victoria y su castigo,​​ 

si muero será libre y prisionera.​​ 

 

¿Y qué se hará ella misma de su suerte?​​ 

¿Se quedará por siempre dividida?​​ 

Querrá morir, permanecer inerte​​ 

 

para sobrevivir su propia vida,​​ 

porque para alcanzar su sola muerte​​ 

hasta la misma muerte se suicida. ​​ 

 

 

 

 

Camino

 

yo le hubiera puesto el nombre de abedules a las caricias

Felisberto Hernández

 

Si acacio hayas tus ceibas en granado​​ 

cerezos y mil árboles te fuera,​​ 

la jacaranda, el arce, el nim, la higuera​​ 

que abeto ciprés de alerce tejado.​​ 

 

Pues cedro roblemente al encinado​​ 

flamboyán de tus naranjos, morera,​​ 

llora luz mi saúz y mi olmo espera,​​ 

colorín que secuoya su bambuado.​​ 

 

Y si tules o pinos por amores,​​ 

caobas y ahuehuetes como tálamos​​ 

que huizaches oyameles y pirules,​​ 

 

porque mangles fresnudos ciclamores​​ 

y al laurel de las palmas y los álamos​​ 

hacerte sicomoros y abedules.

 

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