Fuera de lugar: obra de teatro de Ricardo Pérez Quitt

Presentamos una pieza en dos tiempos del dramaturgo, crítico e investigador teatral Ricardo Pérez Quitt (Atlixco, 1958). Ha sido  merecedor de diversos premios en dramaturgia e historia. Ha dirigido una cuarentena de piezas teatrales y su teatro ha sido dirigido por Martha Luna, Xavier Rojas, Sandra Félix, Vera Milarka, entre otros. Sus piezas se han traducido al inglés y francés.

.

.

.

 

FUERA DE LUGAR

 

 

 

Pieza en dos tiempos

Derechos reservados y registro en SOGEM

Ricardo Pérez Quitt

 

Personajes:

 

RAMÓN, alias Garrincha

SONIA, su mujer

DON SABÁS, el D.T.

EL LIC. BEDOLLA

OBDULIO, el árbitro

CECILIA

6 jugadores de futbol soccer interpretan el total del equipo.

 

¡…Perder el aliento

con una y otra mudanza

y alcanzar, cuando se

alcanza

un cuero lleno de viento:

y cuando, una pierna rota,

brama el pobre jugador,

ver al compás del dolor

ir brincando la pelota!

 

Juan Ruiz de Alarcón

“Las paredes oyen”

 

(La puesta en escena pudiera ser en una cancha de futbol rápido. En el teatro tradicional el foro estará pintado de verde marcando las áreas dela jugada, es decir, de la acción.)

 

 

 

Sinopsis: Fuera de lugar permite tomar el rumbo de la crítica social sin concesiones: la infidelidad, el homosexualismo y la lucha por el poder apoyándose en reglas del juego que se ven violadas por la propia sociedad; siempre coptada por la corrupción. Destruye todo tipo de convención escénica (una cancha de futbol rápido) Un teatro que osa romper barreras y restaurar el tópico generacional del posmodernismo apocalíptico base de la conjunción de los errores existencialistas y la consternación propiciada por los personajes.

 (Gonzalo Valdés Medellín)

 

11 hombres 2 mujeres

 

 

ESCENA 0: EN EL VESTIDOR

 

(Ramón hace un calentamiento de piernas spring. Después se acerca lento al espejo, saca un estuche de maquillaje y se pinta en las mejillas los colores de su equipo. Oscuro súbito. Ambiente musical de pasión futbolera.)

 

 

 

PRIMER TIEMPO

 

ESCENA I: SAQUE INICIAL

 

(Tres silbatazos largos del árbitro. El juego principia en los suburbios del Distrito Federal. Seis amigos jóvenes de la clase social media-media, limpian un terreno baldío.)

 

 

DEFENSA: ¿Qué caso tiene limpiar el llano?

 

MEDIO: Chutamos mejor el balón. Corre con mayor fuerza.

 

PORTERO: Portereo bien. Me aviento. Me vuelvo araña.

 

DEFENSA: Sí, pero este terreno tiene dueño.

 

MEDIO: Tenía.

 

DEFENSA: Tiene. Es de un diputado.

 

RESERVA: Terrateniente y ganadero; terrenos de cafetales y toros de lidia, allá por la Marquesa.

 

DELANTERO: Es milloneta, ya ni se acordará que es suyo.

 

DEFENSA: Eso crees.

 

RAMÓN: (Dominando el balón.) Sesenta y siete, sesenta y ocho, sesenta y nueve…

 

PORTERO: Total, le hacemos un favor gratis.

 

MEDIO: Don Sabás ya habló con el “lic”, es probable que cuando vean limpio el terreno nos hagan el campo; hay nuevos programas de apoyo. Nosotros lo limpiamos, ellos lo pagan. Queda legalizado.

 

DELANTERO: Papelito habla.

 

DEFENSA: (Resbala.) !Ay, ya me zurré! (Se limpia.) Alguien se cagó Ya ni la hacen.

 

RESERVA: Esos cuates que viven en Barranca Abajo, no tienen water. Uno hace donde puede.

 

PORTERO: ¿Uno? Son como cien familias. Mínimo que hagan fosas sépticas y les echen cal.

 

MEDIO: Cal es la que vamos a necesitar para pintar el campo.

 

DELANTERO: (Calculando.) Aquí más o menos va la media luna; el área grande, el manchón de penalty.

 

DEFENSA: Pero el campo es chico.

 

RESERVA: Me prestas las medidas reglamentarias y lo hacemos de futbol rápido.

 

MEDIO: No alburees y apúrate.

 

DEFENSA: Eso díselo a este guevón. (Aludiendo a Ramón.)

 

RAMÓN: Noventa y ocho, noventa y nueve y !cien! Hice cien dominadas así que no limpio el campo.

 

PORTERO: Así deberías dominar a tu vieja.

 

RAMÓN: La domino y también a bola de patadas.

 

MEDIO: Eres puro puto. Te regaña a cada rato.

 

DEFENSA: Puto, mandilón y briago.

 

RAMÓN: Se les frunce porque soy el goleador. El Botín de Oro de los llanos. Promedio de tres punto tres goles por partido. Ya me quisiera en su ataque el América, el Santos de Brasil o el Barcelona.

 

DELANTERO: No contratan a pedotes.

 

RAMÓN: Ya no tomo. Entré a una terapia contra los alcoholes. Sigo los pasos de mi ídolo Garrincha.

 

DELANTERO: Garrincha no era borracho.

 

RAMÓN: (Irónico.) No ps, nomás cabaretero. La pura zamba.

 

DELANTERO: Fue el rey del dribling, la gambeta.

 

RAMÓN: Se enamoró de una rumbera buenísima.

 

PORTERO: Hocicón.

 

RAMÓN: ¿Pues qué crees? Los futbolistas son seres humanos.

 

PORTERO: ¿Quién te dijo que eran dioses?

 

DELANTERO: O animales.

 

RAMÓN: Son ídolos, y los ídolos son especímenes divinos.

 

MEDIO: Mamador, de que te pones a narrar los partidos en la tele de tu casa, te da por decir cada palabra.

 

RESERVA: Pendejada, yo diría.

 

MEDIO: Y dices bien.

RAMÓN: Luego-luego se ve que no leen. Hay futbolistas que se han vendido en partidos decisivos, otros hasta le han llegado a la coca.

 

DEFENSA: ¿Al patrocinador?

 

RAMÓN: A la cocaína, buey.

 

PORTERO: Por eso les hacen la prueba del doping.

 

RAMÓN: En un chorro de meados ven los anabólicos esteroides.

 

RESERVA: ¿Los qué?

 

RAMÓN: Los meados, orines, agua de riñón con residuos de droga.

 

PORTERO: (A Ramón.) Tú orinarías pura cebada como elefante.

 

MEDIO: Por eso te corrieron del Cuautitlán de la Segunda División; llegabas crudo a los entrenamientos, todo temblorino.

 

DELANTERO: Perdiste el chance de tu vida. De ahí hubieras saltado a la Primera. Le fallaste al árbitro que te recomendó.

 

RAMÓN: Ése cuate, se parece al dueño de estos terrenos; puro bla y bla… Mejor nos echamos un partidito.

 

PORTERO: Mejor échame a tu cuñada Malena para que le baje yo el mal carácter; siempre anda acelerada. (Echa un volado.) ¡Pide!

 

RAMÓN: ¡Sol! Sol, chingue. Tú y tú, vénganse conmigo. (Ponen piedras como porterías.) El que meta gol, gana.

 

(Juegan un buen momento. El defensa hace una entrada artera a Ramón.)

 

RAMÓN: ¡Ay! ¡Juega limpio, me vas a fracturar!

 

DEFENSA: ¡Apenas si te toqué, puto!

 

RAMÓN: ¡No me vuelvas a decir puto.

 

DEFENSA: ¡Puto!

(Ramón le da una bofetada y empiezan a darse patadas y puños.)

 

PORTERO: ¡Párenle! ¡Párenle!

 

 

ESCENA II: SAQUE DE BANDA

 

(Interior casa. Ramón ve el partido en el televisor.)

 

VOZ COMENTARISTA DE TV:

Saque de banda de Koeman, toma desprevenida a la defensa española…descolgada de Ruud Gullit por toda la banda izquierda ganándole por piernas a José Mari Bakero, que se queda rezagado… Gullit llega a la línea de meta y centra de aire en diagonal…¡Van Basten se tiende de palomita rematando certero cabezazo! ¡Zubizarreta se emplea a fondo y detiene espectacularmente la pelota! ¡Todo el mundo coreaba el gol de los holandeses! ¡El Bernabeu es un manicomiooo!

 

SONIA: Ramón… ¡Ramón! (El volumen alto no le permite escuchar.) ¡Idiota!

 

(Sonia baja el volumen de la tv, con el control remoto.)

 

RAMÓN: Y ahora, ¿qué quieres?

 

SONIA: No me has dado la quincena. Necesito comprar despensa; jabón, pañales, kotex…

 

RAMÓN: Pide fiado en la tienda a la noche paso a pagar. Súbele el volumen es un partido de preparación para la Copa.

 

SONIA: Sólo piensas en copas. Me da pena estar pide y pide en la tienda.

 

(Ramón se apropia del control remoto y sube el volumen al televisor.)

 

COMENTARISTA DE TV: ¡Es el minuto noventa y nueve…tiempo de compensación, España sigue ganando con el gol del catalán Goikoetxea…!

 

SONIA: Ramón… (Sonia se apodera del control y baja el volumen de la tv.)

 

RAMÓN: ¿Qué quieres? (Sin perder de vista la imagen.)

 

SONIA: Oí un rumor, un chisme.

 

RAMÓN: ¿Qué?

 

SONIA: Que eres maricón.

 

RAMÓN: (Molesto.) ¿Maricón?

 

SONIA: Joto, degenerado.

 

RAMÓN: ¿A quién le creíste eso?

 

SONIA: No lo creí pero me dio qué pensar.

 

RAMÓN: Pensar, ¿qué?

 

SONIA: En la actualidad ya no se sabe. Ves hombres que parecen hombres y no lo son.

 

RAMÓN: ¿Y el hijo que te hice?, ¿qué?

 

SONIA: (Molesta.) ¿Cuántos no, son hijos de maricones?

 

(Ramón la ignora y recupera el control de la tv., sube el volumen.)

 

RAMÓN: Déjame escuchar el resumen. (Esconde el control.)

 

VOZ COMENTARISTA TV: …El dominio de ambos equipos fue muy parejo…y aunque en ocasiones vimos muy debilitada a la defensa del equipo íbero, ésta supo recapitular a tiempo plantándose muy bien por atrás…

 

SONIA: (Desconecta la tv.) No sé, me gustaría que no fuera yo la de las decisiones en la casa. Que se impusiera tu carácter. Te has vuelto indiferente; todo te vale. Estás metido en tu cochino futbol.

 

RAMÓN: Del futbol estamos comiendo.

 

SONIA: Medio comiendo; te pagan una miseria por dar esas clases en el club. Si vendieras cervezas en los estadios, ganarías más.

 

RAMÓN: ¿Quién te entiende? Antes te molestaba que gritaba de todo. Me decías macho.

 

SONIA: ¿Macho? Uy sí, Vicente Fernández.

 

RAMÓN: Voy por otra oportunidad en el futbol.

 

SONIA: No te creo.

 

RAMÓN: Ahora va en serio.

 

SONIA: Fíjate en el “Burro” Flores, ahora es titular en el Puebla de la Primera División. Fueron juntos a probarse. Claro, él sí se disciplinó, tú agarraste la jarra. El domingo pasado que lo entrevistaron en la tele, no hablaba:¡rebuznaba! Dijeron que lo pretende un equipo de Argentina: el Boca Juniors.

 

RAMÓN: Ya no saben que inventar para subirle de precio a su carta.

 

SONIA: Lo que sea. Se veía feliz; lo entrevistaron en su casa con su esposa y su hijita. Se casó con una rubia el naco. Hubieras visto qué muebles bonitos tiene; su sala de terciopelo de jaguar. Y una de trofeos y banderines que ya ni cabían.

 

RAMÓN: ¡Cállate! Ya te dije, no pienso desperdiciar la próxima oportunidad.

 

SONIA: Sigue con tus sueños guajiros. Y yo aquí encerrada en este mugroso duplex de tres por tres.

 

RAMÓN: Déjame escuchar los comentarios. Te pones insoportable cuando ya te va a dar la regla; tú misma me has dicho que sientes hormigueos bochornos…lloras por cualquier cosita, si porque voló la mosca…

 

(Ramón conecta el televisor y lo prende.)

 

VOZ COMENTARISTA DE TV: …Una falla garrafal con el marco abierto…Regresamos en un momento…

 

(Sonia recupera el control remoto y lo acciona en “mute”. Sólo se ve la imagen.)

 

SONIA: Estoy tensa porque no me haces caso. (Lo acaricia.) Tócame…

 

RAMÓN: No ha pasado la cuarentena. Necesitas ponerte el dispositivo, el “diú”

SONIA: Anda, ponte un “globito”. Caliéntame, papá.

 

RAMÓN: Tus pechos están cargados de leche, dásela a Ramoncito.

 

SONIA: Ramoncito duerme en su cuna. Hazme caso, ¡Estoy muy tensa!

 

RAMÓN: ¡Échate agua fría! (Acciona el control, quitando el “mute”.)

 

VOZ COMENTARISTA DE TV: Y aquí el golazo de Goikoetxea, con la magia de la repetición…

 

SONIA: ¡Maricón! ¡Maricón! ¡Maricón!

 

 

ESCENA III: JUEGO PELIGROSO

 

(De nuevo el llano. Don Sabás y el “Lic”, inspeccionan el terreno.)

 

DON SABÁS: Los muchachos le echaron ganas y dejaron limpio el terreno, ¿qué le parece?

 

LIC: ¿Fueron al Registro Público de la Propiedad?

 

DON SABÁS: ¡Ah, claro! Y efectivamente, el dueño anda atrasadísimo con el pago predial. A lo mejor ya ni se acuerda de este terreno, como tiene muchas propiedades.

LIC: (Riendo.) Eso es lo que usted cree. Para eso tiene a su Contador. Mire don Sabás, este terreno no está de ocioso. Yo sé que ustedes han practicado aquí el futbol desde que se fundó la colonia, y por eso estamos dispuestos a apoyarlos para que les hagan un campo pequeño, digamos una cancha de futbol rápido, ¿no cree?

DON SABÁS: Ora sí que me pinta bonito el terreno, mi lic. Justo lo que necesitamos, un espacio digno para fomentar el deporte entre los llaneros. Esta colonia es muy futbolera; la familia completa asiste a los partidos los domingos para apoyar al equipo de casa. Por eso mismo ha bajado la delincuencia, hay menos pandillas.

LIC: Usted sabe que ahora los cargos públicos los ocupan gente joven; profesionistas egresados de Harvad. Se quiere fomentar en serio el deporte para que ya no hagamos numeritos en las competencias internacionales…empezar desde la raíz…alentar a los atletas. ¿Qué cómo vamos a corresponder?,  pues yéndole al tricolor, ¿qué? ¿no es el equipo de todos? ¡Ah, verdad! Hay que saber alinearse como en la Selección, para que no nos agarren en fuera de lugar. Usted me entiende.

 

DON SABÁS: Sí, claro. Aunque a mí la mera verdad la política no me gusta.

 

LIC: No me diga.

 

DON SABÁS: En serio. Un compadre me dijo que la política es comer mierda sin hacer gestos.

 

LIC: Su compadre sabe de manjares.

 

DON SABÁS: Pero tratándose del futbol y de usted, aquí estamos para servirle mi licenciado.

 

LIC: Mire, yo me comprometo a que en una semana están aquí las aplanadoras…después las revolvedoras; hacerles una cancha digna con gradas, y hasta con sus vestidores, sus regaderas y W.C.

 

DON SABÁS: (Entusiasmado.) Usted no está para saberlo pero de estos llanos han salido verdaderas estrellas, que digo estrellas… ¡constelaciones! Para muestra un botín: ai está el “Chivo” Viveros.

 

LIC: ¿No me diga que usted lo entrenó?

 

DON SABÁS: ¿Y a quién no? También entrené al Turbo Sánchez y a Paco Tolentino. Yo formé a esos malagradecidos, apenas triunfan un poquito y se vuelven unos patanes. Si te conozco ni me acuerdo. Los promocioné en el Torneo de los Barrios. De estos llanos tiene que salir un astro para el mundo; un Johan Cruyff, un Michel Platini, un Romario…

 

LIC: Usted es un hombre de mucha cancha.

 

DON SABÁS: De chamaco jugué en la liga profesional con los prietitos del Atlante, el equipo del pueblo. Chutábamos descalzos en los campos de Mixcoac, junto al río. Ahora eso es prolongación Insurgentes, no pasaba ni una méndiga bici. Antes jugábamos por amor a la camiseta, no nos pagaban más que los pasajes; ahora se juega por los millones que ganan; ya hay pocos futbolistas que sudan la camiseta, ahora son puros vedets, se creen artistas de teatro. El futbol es cosa de hombres, pierna fuerte, fibra.

 

LIC: Bueno, don Sabás, ¿entonces en lo que quedamos?

 

DON SABÁS: No me rajo.

 

LIC: El diputado es buena gente, hay que apoyarlo para que llegue a la senaduría, como se lo he dicho.

 

DON SABÁS: El candidato es de nuestro equipo. Mire licenciado, tengo pensado organizar un torneo llanero para que levantemos polvo.

 

LIC: Es buena idea. Yo me encargo de sacarle los uniformes a la refresquera.

 

DON SABÁS: Ya la hicimos.

 

LIC: Bueno, me voy porque tengo mucho quehacer.

 

DON SABÁS: Pero hoy es domingo, día de descanso, mi lic.

 

LIC: (Irónico.) Es que soy pentecostés. (Ríe.) Es broma.

 

DON SABÁS: Quédese a ver con nosotros el partido de la Selección. Le preparamos unas carnitas.

 

LIC: ¡Qué caray! Me lo hubiera advertido para traer a la familia.

 

DON SABÁS: Es una sorpresa de los muchachos.

 

PORTERO: (Llegando.) ¿Qué pasó? Los estamos esperando.

 

DON SABÁS: Ya vamos para allá.

 

LIC: ¿Quién va ganando?

 

PORTERO: México.

 

LIC: Entonces vamos ganando.

 

PORTERO: Y con diez hombres: expulsaron al “Camarón”

DON SABÁS: Y ahora, ¿qué hizo?

 

PORTERO: Pos nomás conmocionó al salvadoreño. Le enterró los tachones en la cabeza.

 

LIC: ¡Ah, bruto! Juego peligroso. Súbanse a mi auto, ahí vamos escuchando el partido en el estéreo.

 

(En el oscuro se escucha la máquina que arranca y el autoestéreo con sonido dolby.)

 

AUTOESTÉREO: ¡El juego es peligroso! ¡Pura dinamita! ¡Qué guerrilla la de estos hombres de México y el Salvador! ¡El comandante Marcos dispara el cañón y … la defensa se bate! La metralla aérea es peligrosa y la contra-ofensiva hace lo imposible para sofocar a los artilleros… atrincherados en la selva verde del campo de batalla… (Se escuchan metralletas, cañones, disparos, gritos, bombas.)¡Qué dispositivo tan más organizado, ni se la esperaban…les están dando una sopa de su propio chocolate! ¡Qué efectividad de tiro! ¡Escuche la algarabía! (Voces de heridos que piden auxilio.) ¡El comandante Marcos les manda un nuevo aviso y la defensa se luceee! ¡Quede como quede el marcador el resultado favorecerá al equipo de los Estados Unidosss!

 

 

ESCENA IV: TIRO DE ESQUINA

 

(Los amigos en el llano.)

 

MEDIO: ¿Se acuerdan cuando Carlos Reinoso metió un gol olímpico?

 

RESERVA: ¿En las Olimpiadas?

 

MEDIO: No, pendejo, así se dice cuando metes un gol desde el tiro de esquina, sin ángulo de disparo al marco.

 

PORTERO: También metió un gol desde media cancha.

 

DELANTERO: Y otro de palomita. Era cabrón. Qué centros, qué toque de pelota.

 

MEDIO: ¿A dónde dejan a Gerson, a Pelé, y a Zico?

 

DEFENSA: Palabras mayores.

 

RESERVA: Bueno, ¿a qué hora llegan las máquinas?

 

DEFENSA: No deben tardar, hay que estar buzos.

 

PORTERO: ¿Cómo va la inscripción de los equipos?

 

DEFENSA: ¡Uta, para ser el primer torneo no está nada mal. Ya se inscribieron veinte equipos, más los que se acumulen.

 

RESERVA: Se inscribieron tres equipos de fuera: los Lobos de Tlaxcala, los Venados de Sonora, y los Diamantes Negros de Chiapas.

 

DEFENSA: Vienen llaneros de Tuyehualco, Tenayuca, Nezita…los más broncudos.

 

DELANTERO: El año que entra podemos organizar un torneo nacional.

 

MEDIO: ¿Cuántos días faltan?

 

DEFENSA: Ciento ochenta días.

 

RESERVA: Don Sabás quiere escribirle a la FIFA para informarles del torneo. Imagínense, que podamos celebrar después un campeonato mundial de equipos llaneros.

 

MEDIO: No clasificarían los alemanes. Cuanta miseria no veríamos si vienen llaneros de todo el mundo, sobretodo de México, Centroamérica, y parte de África.

 

PORTERO: Se jugaría con uniformes, buey.

 

DEFENSA: La FIFA es el puro bisne. ¿A poco creen que le van a contestar su carta a don Sabás? Andan muy ocupados en los Continentes…la pura vida.

 

RESERVA: ¿Y por qué no? Contarían con nuestro voto en caso de que quieran reelegir a su presidente. Seríamos la borregada grande.

 

DEFENSA: Pinche amañado.

 

RESERVA: Amañados ellos.

 

DELANTERO: Van a venir buscadores de talentos para enrolarlos a la Primera División. Es el chance de Ramón.

 

MEDIO: Ni hablar, Ramón es un jugador completo; chuta con las dos piernas, resortea bien, cabecea, reparte juego y anota. !Es un crack!

 

RESERVA: ¿Un crack de heroína

 

MEDIO: No mam’s hijo.

 

DEFENSA: Don Sabás no quiere repechaje en los octavos de final, quiere sólo los mejores equipos. Que se vea calidad, no patadas a lo loco; que haya seso en las jugadas.

 

MEDIO: Como anfitriones debemos prepararnos bien. Hay que concentrarse. La bronca está en la chamba, para que nos den permiso económico lo veo verde.

 

DELANTERO: Vamos a estrenar uniformes bien padrotes: Propiedad de “Coca Cola Soccer” (Los amigos gritan “goooool”)

 

RAMÓN: (Entrando.) ¡Ya llegaron las máquinas y las revolvedoras, hijos!

 

RESERVA: ¿Dónde?

 

RAMÓN: Están en la esquina de la escuela.

 

PORTERO: Y yo que pensaba que ese licenciado era puro pico.

 

RAMÓN: Yo todavía tengo mis dudas.

 

DELANTERO: Santo Tomás, hereje.

 

PORTERO: Hereje y borracho, puro vino en sus barricas.

 

DEFENSA: Vamos para allá.

 

MEDIO: Ahora que se inaugure la cancha no estaría mal que invitáramos a una caca grande.

 

RESERVA: Va a venir el mero mero, el casi Senador.

 

MEDIO: No, yo me refería a una caca más grande, por ejemplo que invitáramos a Maradona.

 

PORTERO: ¡Mamón! (Lo agarran a patadas.)

 

 

 

ESCENA V: EL ÁRBITRO

 

(Ramón viste camiseta y short, está en la cancha de futbol casi terminada. Practica solo el tiro a gol valiéndose de una portería de tamaño oficial y portátil. Poco después aparece Obdulio, el árbitro, es de buen parecer y viste unos pants muy juveniles. La noche comienza.)

OBDULIO: Quedó bonita la cancha, ¿no?

 

RAMÓN: (Sorprendido.) ¿Y este milagro?

 

OBDULIO: Sabía que te encontraría aquí. Siempre te quedas a practicar quince minutos de más. Me enteré del torneo a través de la prensa.

 

RAMÓN: ¿En la sección de deportes?

 

OBDULIO: No, en la sección de política.

 

RAMÓN: De todo sacan partido.

 

OBDULIO: No es raro; el deporte siempre ha estado inmerso con la política.

 

RAMÓN: (Sigue practicando.) Ya lo veíamos en la Escuela de Educación Física, por eso marchábamos el 20 de Noviembre.

 

OBDULIO: Proselitismo. (Por el periódico que lleva.) Pero no te quejes el suplemento te lo dedican. Bonito reportaje con fotos tuyas. (Le da la prensa.)

 

RAMÓN: ¡Qué fotos! Hasta parezco estrella.

 

OBDULIO: Los hombres de pantalón largo están interesados en el torneo, los verán jugar muchos ojos. Quieren preseleccionar a juveniles para conformar la Selección Sub-23. Que sea base de la Selección Olímpica. Hay que hacer un buen papel; se está a buen tiempo para superar lo que se hizo hace cuatro años.

 

RAMÓN: El jugador amateur no gana lo que un profesional. Con la beca que te dan apenas alcanza para tragar. (Sigue tirando a gol.)

 

OBDULIO: Paciencia, necesitan ver tu talento. Si eres preselecionado, un equipo profesional compra tu carta, supón que sea el Cruz Azul o los Tecolotes de la U de G. En el diario reseñan la cantidad de goles que  metiste cuando jugaste en el Cuautitlán. Ya nadie recuerda tus parrandas. Hay que aprovechar la nueva imagen.

 

RAMÓN: Házmela buena. ¿Y ú? ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido?

 

OBDULIO: Bien, bien. Ya tengo gafete de FIFA, y fui abanderado en las eliminatorias de la CONCACAF. Mi meta es un Mundial, nada como un Mundial.

 

RAMÓN: Un Mundial es un Mundial. Hay la llevas, ya arbitreaste una final; la de América contra Pumas. ¡Qué bárbaro, ese balón nunca rebasó la línea de meta. Lo diste por bueno.

 

OBDULIO: Tengo videos que demuestran lo contrario.

 

RAMÓN: Fuiste lo más negro del arbitraje en esa semana.

 

(Obdulio ayuda a Ramón con las abdominales, sujetándolo de las rodillas.)

 

OBDULIO: Te ves en buena forma.

 

RAMÓN: Bajé cinco kilos. (Jadea.) En serio, ¿a qué has venido?

 

OBDULIO: Respondo a la solicitud de los organizadores. Pidieron árbitros a la Comisión y fui el primer voluntario.

 

RAMÓN: Ahora tú. (Cambian de posición, Obdulio hace abdominales.) Tú también te ves en estupenda forma.

 

OBDULIO: El ingeniero quiere regenerar el arbitraje, modernizarlo. Darle más oportunidades a los árbitros jóvenes con buena condición física; que estén cerca de la jugada. (Jadea.)

RAMÓN: Hay mucho árbitro panzón y viejo. Aunque supongo que los años les dan criterio.

 

OBDULIO: No a todos. Algunos quisieron ser jugadores profesionales y se amargaron. Otros son estupendos.

 

RAMÓN: Me acuerdo que en la Vocacional eras pésimo portero. ¡Cómo te metían las bolas!

 

OBDULIO: ¡Cabrón! Se te olvida que era el más parcial, a cada quien le daba lo que le correspondía.

 

RAMÓN: (Con intención.) Pues le diste y correspondiste mucho a César. Terminaste con él “empatado”.

 

OBDULIO: César sólo fue un buen amigo.

 

RAMÓN: Ahí muere. Ya estoy agotadísimo. (Se pone pants.) Nos pusieron baños, voy a darme un regaderazo.

 

OBDULIO: ‘Uta, sudé. Creo que también me baño.

 

RAMÓN: Sólo que no hay baños para damas.

 

OBDULIO: No se te quita lo guazón.

 

(Ramón coge un maletín y se dirigen al baño.)

 

RAMÓN: ¿Ya te casaste?

 

OBDULIO: (En broma.) Sí, con el dueño del Milán Fut Bol Club. ¿Y tú?

 

RAMÓN: Con Sonia. ¿Te acuerdas de ella?

 

OBDULIO: Cuerísimo. Le caía mal.

 

RAMÓN: Todavía le caes, dice que eres gay.

 

OBDULIO: Pues se va con la finta.

 

(Llegan al área de las regaderas y empiezan a desnudarse mientras platican. Se bañan.)

 

RAMÓN: Me da mucho gusto volver a verte. Que no has cambiado. Que no se te subió el humo a la cabeza.

 

OBDULIO: Te extrañé‚ mucho.

 

RAMÓN: Te quedé re mal con tu recomendación en el Cuautitlán. En serio, la regué. Pero ahora viene la mía.

 

OBDULIO: Ya lo pasado, pasado. Préstame el jabón…te enjabono la espalda.

 

(Obdulio lo enjabona mientras Sonia llega por otra área, viene bellísima. Los espía, la descubren y sale pronto enojada. Ramón enjabonado, le grita desde el manchón de penalty.)

 

RAMÓN: ¡Sonia! ¡Sonia!…

 

 

 

ESCENA VI: FUTBOL VIOLENCIA

 

(Entra estrépito la música de rock heavy, violento. De las tribunas, es decir, desde donde está sentado el público, salen los hooligans agresivos. Todos bailando una coreografía futbolera moderna; llevan cornetas, banderas, bolsas con líquido para arrojarlas, matracas, silbatos, botellas de licor, etc. Llevan la cara maquillada con los colores de su equipo.)

 

HOOLIGAN: Soy el “juligan” de los estadios y estos son mis porros, digo mi porra. Destrozo, violento, arremeto y remato. ¡El mundo es un balón que hay que agarrarlo a patadas!

 

CORO DE PANDILLA PORRA: ¡A patadas!

 

(La pandilla golpea a un aficionado que rueda fingiéndose balón.)

 

HOOLIGAN: (Micrófono en mano.) ¡Revivan la jugadaaa!

 

(Un futbolista se inyecta cocaína; lo retrata un periodista y lo corre a balazos. Después el futbolista es aprehendido por dos policías secretos y lo ponen tras las redes, atrapado. El periodista lo retrata cuando le cuelgan al cuello la matrícula de preso. Flashes que molestan al narco-futbolista. La acción sigue con el ritmo del rock pesado. Ahora el jugador trae guantes de boxeador y noquea a un aficionado, a un adversario de la cancha; lo cachetea, lo escupe, después hace señas obscenas al respetable. El árbitro aparece y le muestra tarjeta roja. Los hooligans bajan con violencia al terreno de juego enfrentándose a la policía. El Hooligan y su pandilla forman la “cámara húngara” con el colegiado.)

 

HOOLIGAN: ¡Arbitro de mierda! ¡Eso es pe-nal-ty!

 

(En la meleé, un delincuente saca un gran revólver caricaturesco y dispara en la cabeza del mártir. Con los impactos para de golpe la coreografía. Todos huyen, después un profundo silencio.)

 

AFICIONADO: (Con grito enardecido.) ¿Quién fue?

 

CORO: (Con aplausos rítmicos.) ¿Quién fue? ¿Quién fue?

 

AFICIONADO: ¿Fue un complot? ¿Un magnicidio? ¿Un atentado? ¿Quiénes están involucrados?

 

HOOLIGAN: (Enseña a un rapero.) ¡Este es el abrupto culpable!

 

AFICIONADO: ¡No es, no se parece!

 

HOOLIGAN: ¡Les parezca o no les parezca, éste es! Además no se hagan, tan sólo fue un petardo, una lucecita de bengala. ¡El partido tiene árbitro suplente! (Entra el nuevo árbitro que es Obdulio.) Será vetado el estadio, o pagan la multa y se liberan del agravio…(Regresa el rock más estridente.) ¡Arbitro vendido! ¡Por no marcar el offside, serás crucificado!

 

(El Hooligan mayor y su pandilla se colocan cascos de soldados romanos.)

 

CORO: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! (Aprehenden al árbitro.)

 

HOOLIGAN: (Señalando a los abanderados.) ¡Y a estos dos rateros hay que crucificarlos a su lado!

 

CORO: ¡Crucifícales! ¡Crucifícales!

 

HOOLIGAN: ¡Que carguen los maderos!

(Les dan a cargar los maderos de la portería. El árbitro carga el travesaño, y los abanderados los postes. Les dan de latigazos. Se dirigen a la otra portería, el condenado cae tres veces. Llegando los “crucifican”. Con una banderilla de corner, el Hooligan le pica un costado al árbitro quien sangra. Los escupen. El Hooligan se trepa al cuello de un pandillero, alcanza la punta de la cruz y clava un letrero que reza FIFA en vez de INRI.)

 

HOOLIGAN: Dime, nazareno… ¿por qué ese gol has anulado?

 

ÁRBITRO: (Moribundo.) ¡Agua…agua!

 

(El aguador le arroja un cubetazo de agua.)

 

HOOLIGAN: ¡Fanáticooosss… ¡He ah¡ el “arbitrio” !(Saca un cronómetro, checa el tiempo y da tres silbatazos largos.)¡El primer tiempo ha ex…pi…ra…do!

 

(Remate de rock violento.)

 

 

 

INTERMEDIO

 

ESCENA VII: A NIVEL DE CANCHA

 

(Venta de cerveza y botana. Después de cinco minutos seguimos con los comentarios a nivel de cancha.)

 

COMENTARISTA DEPORTIVO: Ha terminado el primer tiempo del partido inaugural con la tremenda hegemonía del equipo anfitrión, “Los Linces albicelestes de Tezozómoc” con nada menos la friolera de tres goles del ariete Ramón Domínguez, alias El Garrincha, por tan solo uno de los “Toros Rojos del Nezita” Y aquí tenemos para Radio Futbol FM, una entrevista a nivel de cancha con el licenciado Bedolla que vino en representación del candidato a inaugurar una cancha más del deporte amateur. Licenciado,  ¿qué le ha parecido este ambiente futbolero?

LIC: Antes que nada reciban un saludo del licenciado Ordóñez, que a pesar de múltiples esfuerzos que hizo, le fue imposible venir a dar la patada inaugural. Es hermoso este maravilloso colorido de fiesta. La solidaridad conque se han manifestado los familiares a los colores de su equipo. El ejercicio del…

COMENTARISTA: (Corta.) Muchas gracias, licenciado. Antes del corte tenemos ahora con nosotros ni m s ni menos que al ‚mulo del gran cascorvo, la reencarnación de Garrincha, la estrella de los linces del Tezozómoc: ¡Ramón Domínguez! Ramón, dile algo a los radioescuchas de Radio FM Futbol, ¿satisfecho con esos tres goles?

 

RAMÓN: (Jadea.) Lo más importante es que va ganando el equipo.

 

COMENTARISTA: ¿Qué hay de que te quiere fichar el Veracruz de la primera división?

 

RAMÓN: No puedo adelantar nada pero ya tuve el gusto de saludar de mano a su director técnico, y a su presidente, el contador público Urtusástegui. ¿A ver qué pasa? Hemos hablado pero todavía nada en concreto. El torneo dirá quién es quién, pero la pelota es redonda y somos once contra once, al menos que te expulsen a uno, o a dos… El futbol es así y la pelota como el mundo rueda. Quiero aprovechar para mandar un saludo a Sonia y a toda la colonia Tezozómoc…

COMENTARISTA: Ramón, te deseamos el mejor de los horóscopos. (Ramón sale corriendo.) Y ahora amigos de Radio FM Futbol, escuchemos la voz de la guapachosa Guanina, la pitirriqueña de guanabana que ha hecho un éxtasis de la salsa con su sensualidad caribeña… queda con ustedes…¡Guau!¡Guanina!

 

(Entra Guanina, mujer de cuerpo y labios sensuales. Lleva un vestuario de lentejuelas y muchas luces. Canta:)

 

GUANINA: Si me he de más-turbar…que sea con tu recuerdo…es lo único que tengo…no me vayas a fallar…(Bis y música de salsa.)

 

 

 

SEGUNDO TIEMPO

 

ESCENA VIII: SAQUE DE META

 

(Sale Obdulio, el árbitro, da tres silbatazos largos. Continúa el juego en casa de Ramón.)

 

SONIA: (Furiosa.) ¡Te pasaste de la raya!

 

RAMÓN: No es lo que piensas.

 

SONIA: (Burlándose.) Mira, me chupo la miel del dedo.

 

RAMÓN: Obdulio llegó de sorpresa, me ayudó a entrenar. Luego se metió a bañar también.

 

SONIA: ¡Y que buena entrenadota te metió! ¡Tú eres de los dos bandos! ¡Te hace agua la canoa! ¡Chutas en tu propia portería! Y yo pensé que estas cosas nomás se daban en la farándula. Ver para creer. Y tienes toda la facha de hombre…

 

RAMÓN: (Molestísimo.) ¡Soy hombre!

 

SONIA: ¡Eres un bisexualote! ¡Lo que más coraje me da es que prefieras al pito de ese silbante!

 

RAMÓN: (Sin control.) ¡Cállate o te pateo!

 

SONIA: ¡Te faltan pelotas!

 

(Es el colmo, Ramón no se contiene y le suelta tremenda bofetada. Sonia cae, queda enmudecida, después rompe a llorar histérica. Ramón respira profundo. Pausa larga. Habla en tono de reconciliación.)

RAMÓN: Sonia…Sonia…no puedo negar que tengo muchos amigos homosexuales, o que en el futbol no haya bisexuales. pero no es mi caso. No me consta si Obdulio lo es o no. Él es buen amigo…me recomendó al Cuautitlán, y ya. Sólo eso.

 

SONIA: ¡Cállate!

 

RAMÓN: ¡No me callo! Te quejas del poco caso que te hago. Al principio no era así, tú lo sabes. Fueron tus actitudes las que me transformaron, tuvo que haber un motivo, ¿no crees?  Cuántas veces me metí a la cama y te encontraba roncando, con la boca abierta, te cabía un enjambre de moscas.

 

SONIA: Llegabas después de las doce de la noche; ya había hecho el amor con mi imaginación.

 

RAMÓN: Empezabas a cambiarte de ropa escondiéndote atrás del ropero, o ibas al baño a probarte el vestido, o me dabas la espalda para cambiarte el brassier, o las pocas veces que hacíamos el amor apagabas la luz. ¿Sabes que esas son formas de rechazo? Y así lo entendí porque así es.

 

SONIA: Y tú le hacías más caso a la maldita tele y a tu futbol. También empezaste a rechazarme.

 

RAMÓN: Estaba fastidiado de tu conducta.

 

SONIA: No. Sangraste de celos cuando vino a visitarme Oscar, mi amigo de la secundaria, te enteraste que fue mi novio y desde entonces me trataste con la punta del pie.

RAMÓN: No. Fíjate que no. Lo superé aquí (señala la cabeza.) Cuando me dijiste que el había sido el primero. Antes me habías contado tres versiones de como perdiste la virginidad: “Me caí de una silla” “Me lastimé con un triciclo” “Me caí de un caballo” De tus tres caídas no te creí ninguna.

 

SONIA: Pues aunque no me creas, resbalé mal del tobogán de un balneario.

 

RAMÓN: Cuando nació Ramoncito, y fuiste al ginecólogo para checarte, ¿qué me dijiste? “Gocé de su tacto” ¿Con todo esto  quieres que te ame?

 

SONIA: ¡Te mentí! ¡El ginecólogo era un viejo horroroso y calvo! Quise verte celoso para saber si aun te importaba. Yo también tenía motivos.

 

RAMÓN: Sonia, Sonia, no le encuentro caso seguir lastimándonos; seguir viviendo así como pareja. No se vale. Mejor ai le paramos. Ya llegué tarde al entrenamiento. No vengo a dormir. (Coge un maletín y sale.)

SONIA: ¡Ramón! ¡Ramón! ¡Espérate! Ya empezamos a sacar lo que nos molesta. ¡Espérate mi vida! (Ramón sale. Sonia hace berrinche, el llanto del niño la hace reaccionar. Se dirige a la supuesta recámara.) ¡Tú! ¡Tú! ¡Tú eres el culpable! ¡Me has separado de tu padre! ¡Si lloras como marica!

 

 

ESCENA IX: PENALTY

 

(Don Sabás y los jugadores practican algunos ejercicios de calistenia; campanas, abdominales, yoguins, lagartijas, etc. Don Sabás viste traje y corbata, los demás están vestidos con arreos deportivos.)

DON SABÁS: ¡Muy bien muchachos! De aquí en adelante, en semifinales, en cada partido hay que darlo todo; a morir en la cancha. Como si cada juego fuera la final. Hay que estar mentalizados. Jueguen con filosofía; muchos que se las dan piensan que el gol es el táctico del juego y eso es una perogrullada. El táctico del juego lo es el balón, sin el balón no hay goles, no hay competencia, no hay nada. (Sujeta un balón.) Siéntanlo, está hinchado, es un hincha…tiene oxígeno, vida, bota y rebota; rueda y hay que ir a su encuentro en choque y contra choque. Échenle fibra, fuerza, futbol verdad. Hagan combinaciones, equipo: “Si Pepe pide la pelota, Lupe se la pasa, la pelota salta alto, la pelota es de todos”. Qué lección más fundamental del futbol asociación. Vamos a mentalizarnos; fuera problemas, sacúdanse, fuera todo lo que nos molesta. (Grito.) ¡Portero!

 

(Le lanza el balón y el portero lo atrapa, estirándose espectacularmente.)

 

PORTERO: Serenidad y sangre fría dentro del área. El portero actúa por reflejos, por instintos como el gato y la araña. (Regresa el balón.)

 

DON SABÁS: (Arroja el balón al defensa.) ¡Defensa!

 

DEFENSA: La defensa es una muralla; escudo y nervio. Napoleón decía que se pierde una batalla por una mala estrategia en la defensa.

 

DON SABÁS: (Mismo juego.) ¡Medio!

 

MEDIO: El medio es pulmón y corazón del equipo; suministra sangre y oxígeno al cerebro, el cerebro es el equipo y necesita de un 10, un 10 de perfección en la cancha. El medio nunca piensa en la derrota del contrario sino en la victoria de su equipo.

 

DON SABÁS: (Ídem.) ¡Delantero!

 

DELANTERO: El delantero define en la meta. Aprovecha los errores que siempre comete el contrario. La mejor defensa de un equipo es su delantero cuando anota.

 

DON SABÁS: ¡Eso es! ¡Mentalizarse! Ya lo saben, poco sexo, mucha verdura y buenos sueños. (Ramón entra con un diario.) Te estás indisciplinando, Ramón.

 

RAMÓN: No don Sabás, me retrasé por esto.

 

DON SABÁS: ¿Qué dice?

RAMÓN: Trae todo el alboroto del candidato.

 

DON SABÁS: ¿En la sección de política?

 

RAMÓN: No, en la sección de deportes. Escuchen: “El licenciado Ordóñez renunció a la senaduría por motivos de salud. Será relevado por el senador suplente, el licenciado Bedolla…

DON SABAS: ¡Qué jugada! El “lic” Bedolla es nuestro amigo. Pero a mi se me hace que a Ordóñez le metieron mano dentro del área. ¿A ver qué pasa? ¡Órale mis muchachos a practicar los penales!

 

(El equipo practica tiros penales mientras se hace el oscuro.)

 

 

ESCENA X: TARJETA ROJA

 

Área en casa de Obdulio. Él, está en bata china y pantunflas, juega en nintendo un programa de futbol. Después de algunas jugadas, reacciona. Sonia ya está a sus espaldas. Hace pausa con el nintendo, en la pantalla se repite la misma jugada del programa.)

 

 

OBDULIO: ¿Cómo entraste?

 

SONIA: Tienes el zaguán abierto.

 

OBDULIO: (Sorprendido.) ¿Gustas tomar algo?

 

SONIA: (Tajante.) ¿Qué te traes con mi marido?

 

OBDULIO: ¿Qué?

 

SONIA: Eso. Que lo atosigas, lo traes bien marcado, lo persigues como su sombra.

 

OBDULIO: Sólo son cosas del futbol.

 

SONIA: ¿Ahora le llaman así a las cosas de maricones?

 

OBDULIO: ¡No te permito…!

SONIA: ¡Yo tampoco te lo permito!

 

OBDULIO: Pareces su madre.

 

SONIA: Y tú su mujer. Lo traes esposado.

 

OBDULIO: No te sobrepases con tus prejuicios; Ramón es un amigo a quien estimo y punto.

 

SONIA: Lo estimas tanto que le enjabonas la espalda.

 

OBDULIO: Ramón no es un niño.

 

SONIA: Pues por eso, ¡sátiro! (Irónica.) Por si no te has dado cuenta, Ramón es un hombre; mírale sus músculos, sus manos…

 

OBDULIO: Qué machista eres, Sonia.

 

SONIA: Mira, Obdulio; si aceptaras, si tuvieras el valor de declararte gay, tal vez no me caerías mal. Pero me molesta tu cinismo enmascarado. ¿Crees que no me doy cuenta cuando hablas con Ramón en clave? Cuando le dices, “¿Te acuerdas de Bety, compañera muy mona de Educación Física, la de lentes y freno en la boca?” ¡Ah, pues te manda saludos! Cuando realmente sé que estás hablando de Roberto, de Guillermo o de Javier.

 

OBDULIO: (Molesto hace que se enreda un hilo en el oído.) Se te bota, alucinas.

 

SONIA: El alucinado eres tú. El domingo pasado en el partido contra el “Bancomer”, por no sé qué carajos te ensañaste con mi marido, le anulaste un gol bien anotado, señalaste que se llevó el balón con la mano, sólo tú lo viste, alucinado. En cada jugada, le entraban a rajatabla, le marcaron un claro pe-nal-ty. Te hiciste el loco, “clavado”, dijiste. Terminaste expulsándolo nomás porque creíste que te mentó la madre.

 

OBDULIO: Sonia, Ramón es mi amigo y como jugador debe rescatarse.

 

SONIA: ¿Rescatarse de qué? ¿de la borrachera? Nunca tomó por ti, imbécil. Ramón es un hombre que tiene los pantalones bien puestos.

 

OBDULIO: Baja la voz.

 

SONIA: ¿Bajar la voz? Si toda la tribuna sabe que algo te traes contra el equipo. Tu misión es acabarnos para no quedar campeones. No sé si estás vendido o actúas por despecho.

 

OBDULIO: ¡Fuera! (Le señala la salida, mostrándole la tarjeta roja.)

 

SONIA: ¿Me expulsas, moralista reprimido? ¿Qué clase de moral tienen los jueces? Moral de mercaderes, niégalo. Cuando en la final de la Copa Jules Rimet, en Inglaterra, Hurst metió un “gol” que nunca rebasó la meta; los jueces y la Reina lo dieron por bueno. Después de treinta años seguimos dudando de ese gol y de ese campeonato.

OBDULIO: (Tarjeta roja en alto.) ¡Fuera!

 

SONIA: (Obcecada.) En el Mundial de Argentina, su Selección necesitaba golear por seis goles a Perú para pasar a la final, y los metió con la ayuda del árbitro y del portero. Brasil invicto quedó eliminado. ¡Transa del dictador argentino y del árbitro!

 

OBDULIO: (Gesticula exagerado. Tarjeta Roja.) ¡Fuera!

 

SONIA: (Fanática.) En México ’86, un puto árbitro colombiano anuló un gol al “Abuelo” Cruz para que Alemania pasara a semifinales. ¡Y ahora tú, pedazo de tarado! ­No sólo quieres que perdamos el campeonato sino que también quieres quedarte con Ramón Domínguez, estrella de los linces albicelestes de Tezozomoc!

 

(Sonia, toda histeria telenovelesca sale enfurecida del área.)

 

 

ESCENA XI: TIRO DIRECTO

 

 

(Don Sabás y el ahora muy serio Licenciado Bedolla.)

 

LIC: Usted sabe que ahora ando muy ocupado don Sabás. No estoy recibiendo a nadie. Usted es una excepción. Sólo dispongo de un minuto, dígame.

 

DON SABÁS: Estamos muy sorprendidos con la circular que nos llegó. Resulta que ahora no podemos jugar la gran final en nuestra cancha. ¿Por qué?

 

LIC: Un cambio táctico. Usted sabe, con la sorpresiva renuncia de don José Ordóñez, algunas cosas han tenido que detenerse. Sin embargo un amigo mío, el padre Arellano, sacerdote jesuita, nos ofrece en su carácter de Rector, jugar la final en los campus del Seminario. El padre Arellano es un hombre que ama el deporte, fue futbolista en su juventud, jugó el ¡ala derecha!

 

DON SABÁS: No, licenciado. Queremos jugar en nuestro terreno.

 

LIC: Hablemos derecho don Sabás, sin tapujos…usted merece mis respetos. Sabe que el terreno no había quedado legalizado, y debemos estar en el marco de la ley.

 

DON SABÁS: ¡Naranjas! Es nuestro campo y ai vamos a jugar.

 

LIC: Alíniese. Ya estoy girando instrucciones para buscar un espacio m s adecuado; mejores condiciones de terreno, amplio, para sembrarle pasto de importación…

 

DON SABÁS: Ahora sí no me late.

 

LIC: Tengo planes para usted. Conseguirle una beca para que asista al colegio de directores técnicos, que obtenga su diploma y pueda entrenar profesionalmente, en la Tercera División, por ejemplo. Ahí se hicieron los buenos: el Güero Cárdenas, Roca…

DON SABÁS: Mancuerna de fracasos.

4

LIC: Por algo se empieza, don Sabás.

 

DON SABÁS: Quiere darnos madruguete a balón parado, pero estamos muy atentos a la jugada, “lic”. Usted sabe bien que nosotros si tenemos equipo y con toda la colonia somos mucho más que once jugadores. Tenemos buenos tocadores de pelota y jugamos muy bien el ¡ala izquierda!

 

 

 ESCENA XII: EL PRESSING

 

(Casa de Sonia y Ramón. Noche. Ella está en pijama holgada.)

 

SONIA: (Besándolo pasional.) ¡…Qué golazo de chilena metiste, mi amor!

 

RAMÓN: Ese día quedamos campeones en el Torneo Independencia.

 

SONIA: Me enamoré de ti; de tu fuerza, de tus piernas. (Sonia lo besa. Se quita la pijama y descubre abajo el uniforme de futbol que le queda muy entallado.) ¿Te gusta mi baby doll?

RAMÓN: Te pusiste mi uniforme del Peñarol. Con este uniforme fuimos tricampeones. Ahora te queda muy ajustado. (La acaricia.) Te ves bonita. (Empieza a excitarla sobre la mesa.)

 

SONIA: ¡No! Tienes que cuidarte para la final. ¡Espérate, ahora no!

 

RAMÓN: (Serio.) ¿Quién te entiende?

 

SONIA: (Cariñosa.) Loquito. Te crees todo. Es que antes te quiero hacer un strep tease. No seas goloso.

 

(Sonia empieza a desnudarse sobre la mesa con el ritmo de una batucada brasileña.

 

 

ESCENA XIII: ZANCADILLA

 

(Los futbolistas se encuentran muy enardecidos.)

 

PORTERO: Ya ni la chingan. El terreno de juego está cercado con alambre de púas: “Propiedad Privada”

 

DEFENSA: A mí ese tinterillo nunca me cayó bien. Cuando fue juez del Juzgado, ¿cuántas transas no cometió?

 

MEDIO: Vamos a quejarnos a los periódicos.

 

DELANTERO: Los periódicos nos han apoyado.

 

RESERVA: No todos.

 

PORTERO: Hay revistas que sí lo harían.

 

DEFENSA: ¿Cómo cuáles?

 

MEDIO: “Proceso”

 

DELANTERO: No es revista especializada.

 

MEDIO: También habla de fut.

 

DEFENSA: Y de política.

 

PORTERO: Hay programas en la televisión, el radio.

 

MEDIO: Están vendidos y dicen cada pendejada.

 

DELANTERO: Deberíamos mejor escribirle un fax al presidente.

 

PORTERO: ¿Al presidente de la República?

 

DEFENSA: ¡No!, al presidente de la FIFA.

 

MEDIO: ¿Qué te pasa? Ahí no hay democracia.

 

DEFENSA: Aquí tampoco.

 

DELANTERO: El de la FIFA, ya se reeligió cinco veces.

 

PORTERO: Por qué no tomamos los estadios? El Azteca, El Cuauhtémoc, La Corregidora, Estadio de la Revolución Mexicana, El Morelos. Puros nombres del pueblo.

 

DELANTERO: Cuando menos hay que tomar el Estadio Azteca.

 

DEFENSA: ¿Y si nos saca el ejército?

 

MEDIO: Eso.

 

 

ESCENA XIV: TANTO MARCADO

 

 

(En cierta área: Obdulio y Ramón.)

 

RAMÓN: La cita es a las siete con quince. ¿Para qué quieres hablar antes conmigo?

 

OBDULIO: (Ofrece un cigarro.) ¿Fumas?

 

RAMÓN: (Tajante.) No.

 

OBDULIO: Si que te has retirado de los vicios.

 

RAMÓN: ¡Cabrón! Necesito buenos pulmones, fúmatelo tú.

 

OBDULIO: No te encabrites. Es de chocolate. (Lo chupa.) Energético, ¿gustas?

 

RAMÓN: Gracias, no. Bueno…”a la olla”, ¿qué te trae ahora?

 

OBDULIO: Dos cosas: la primera, devolverte el álbum de los Mundiales que me prestaste hace años (Se lo da.) Está como me lo diste: nuevecito.

 

RAMÓN: (Sonríe.) Lo daba por perdido.

 

OBDULIO: Pues ya ves que no. ¿Te acuerdas?, de chamacos gastábamos todo el dinero en estampas.

 

RAMÓN: Te sabías todo el álbum de memoria. (Lo abre.) A ver, dime, ¿jugador de los Pumas, 24 años de edad, 33 veces internacional, marcó el único gol de México en el Mundial de Inglaterra, después fue vendido al América?

 

OBDULIO: Enrique Borja.

 

RAMÓN: (Hojea.) ¿Jugador argentino, jugó con el Real Madrid, se nacionalizó español, jamás jugó una Copa del Mundo y le apodaban “La Saeta Rubia”?

 

OBDULIO: Alfredo Di Stefano.

 

RAMÓN: ¨¿Estrella del Lisboa, jugador de color, seleccionado portugués, goleador en el Mundial de 1966. Vino ya veterano a jugar con el Monterrey de México?

 

OBDULIO: Eusebio. “La Pantera Negra” de Mozambique.

 

RAMÓN: ¡Qué bárbaro! Aún te lo sabes. (Amable.) Quédatelo, si quieres.

 

OBDULIO: No, gracias. Ya lo fotocopié en color; fotocopias lasser. Ni sabes cuál es el original.

 

RAMÓN: ¡Ya me chingaste! Bueno, ¿cuál es la segunda?

 

OBDULIO: La segunda razón que me trae aquí, eres tú.

 

RAMÓN: Ya empezaste el acoso.

 

OBDULIO: No es cierto, tu serías la primerísima razón.

 

RAMÓN: No friegues.

 

OBDULIO: La verdad, vengo en relación al problema del futbol llanero que se ha desatado. Vengo como representante. ¡Si que se han ganado a la opinión pública! De todos lugares les muestran solidaridad; jugadores y árbitros llaneros. Sin embargo hay otras formas de manifestarse, el tomar un estadio es un delito, así como provocar caos viales, plantándose en la Calzada Zaragoza y el monumento al Ángel de la Independencia, ¡qué chinga le han acomodado! Deben desalojar a sus simpatizantes de esos sitios. Tu imagen se puede estropear. El Campesinos Soccer de los Ángeles se interesa por ti, un contrato en dólares.

 

RAMÓN: ¿Yo qué puedo hacer? No soy el líder, lo es don Sabás.

 

OBDULIO: Eres el ídolo, puedes influir para que lo hagan.

 

RAMÓN: En esas cosas no meto mano.

 

(Don Sabás, entra al área.)

 

DON SABÁS: ¿Poniéndose de acuerdo?

 

OBDULIO: Lo esperábamos, don Sabás. Vengo para saber su propuesta y acabar con el conflicto.

 

DON SABÁS: Decidimos que el problema se resuelva deportivamente; es decir, mediante un partido de futbol rápido: la Selección de los Llaneros contra la Selección que ustedes designen. Por medio de un escrito convengamos en que, si ganamos, ustedes nos devuelven el terreno legalizado. Si perdemos, perdimos y de inmediato, desalojaremos el estadio para que el “tri” pueda jugar las eliminatorias rumbo al Mundial. ¿Qué le parece?

OBDULIO: ¿Y por qué no lo simplificamos con tandas de penaltis?

 

DON SABÁS: Eso sería tanto como echar un volado. Queremos que haya futbol.

 

OBDULIO: Una propuesta deportiva. Déjeme consultarlo con la almohada. (Saca un teléfono celular y marca. Se dirige a un rincón.) ¿Bueno? ¿Ingeniero? Mire, parece que hay buena disposición para negociar mediante el diálogo. Proponen que el problema se resuelva en la cancha a través de un partido amistoso. Su Selección contra una que designemos. Sí, sí, ya lo intenté. Tienen buen equipo, buen pressing. Pero ingeniero, se nos achica el ángulo de tiro…no, no, ese es tiro chorreado…Saben jugar el  rea de los 9.15, y el fuera de lugar. ¿El arbitraje? Por supuesto que la Comisión lo designa…Eso, que haya un trofeo por la paz, el fair play, o juego blanco…estupendo. En ese caso muerte súbita…el draft es mucho antes. No, eso es de la pasada administración. Firmamos un convenio y desalojan. Eso es: fuerte, raso y colocado, no tirititito. ¿Mande? Por cablevisión, inge…(Le cuelgan. Se dirige a don Sabás y Ramón.) Trato hecho. Yo les llamo más tarde para precisar la fecha. Compermiso. (Medio mutis.)

 

RAMÓN: Espérate. (Le da el cigarro de chocolate y le dice irónico.) Olvidas tu “golosina”

 

 

ESCENA XV: EL PARTIDO DE FUTBOL

 

(Se lleva a efecto un partido de futbol rápido, o cuando menos se jugarán los dos últimos cuartos de tiempo. Deber ser un partido real. La teatralidad se verá ambientada por las decisiones arbitrarias del árbitro y provocando a los espectadores a quienes se les invitará a hacer la “Ola” cuando se escuche “Sobre las Olas”, vals de Juventino Rosas. Algunos actores claques, disimuladamente ambientar n con porras y rechiflas, según las circunstancias del partido. No estaría mal que se vendieran cervezas en vaso, refrescos y botanitas, y que uno u otro aficionado fanático y exhibicionista (Hooligans), se dejara notar.)

 

 

ESCENA XVI: FUERA DE LUGAR

 

(Esta escena final se representará no importando como haya quedado el marcador. Los parlamentos “ganamos” o “perdimos” se modificar n según pierdan o ganen las respectivas selecciones en cada representación de la obra. El juego termina en la casa de Sonia que carga a su hijo de seis meses. Aparece en el umbral Cecilia, mujer guapa bastante jovencita que carga a otra criatura.)

CECILIA: ¿Sonia?

 

SONIA: ¿Si? (Extrañada.) ¿Quién eres?

 

CECILIA: Fue difícil presentarme con usted, finalmente me atreví. Claro, no lo sabe Ramón, pero es que me encuentro tan necesitada.

 

SONIA: Te pregunté ¿quién eres?

 

CECILIA: Soy…como decirle…Soy…la “otra”

 

SONIA: ¿Qué? ¿La otra? ¿Y te presentas con este cinismo? ¡Ah, no, Ramón no me va a ver la cara con esta broma de cámara escondida!

 

CECILIA: No es broma, señora. Bueno fuera. Y este hijo también es suyo, digo, de él.

 

SONIA: ¡Desgraciado! ¡Trae el mismo uniforme de futbol que mi hijo: el de las chivas rayadas!

 

(Cecilia observa al hijo de Sonia que viste igual que el suyo.)

 

CECILIA: Yo podría decir lo mismo, pero es difícil saber en quién pensó primero.

 

SONIA: ¡Por supuesto que en mi hijo, imbécil!

 

CECILIA: ¡Mira, no te alteres!

 

SONIA: ¡No me tutees!

 

CECILIA: Tú tampoco. Legalmente tenemos el mismo derecho. Tenemos un hijo de la misma persona. También tengo un acta de matrimonio que supongo vale. (Cecilia mete a su hijo en el cesto donde se encuentra el hijo de Sonia.) ¡Mira que lindos se ven! ¡Inocentes! ¡La sangre llama! Queramos o no, son hermanitos.

 

SONIA: ¡Vieja desgraciada! ¡Lárgate con tu estorbo a otra parte!

 

CECILIA: (Indignada.) ¡Vámonos, hijo!

 

(Cecilia toma a su hijo y trata de salir apresurada. Sonia responde a un impulso, deteniéndola.)

 

SONIA: ¡Espérate! (Tono tranquilo.) ¿A qué has venido? (Cecilia rompe a llorar.) ¿Ocurre algo? Dime.

 

CECILIA: Desde que Ramón ganó (perdió) el torneo, no lo he vuelto a ver. Vivo con mi mamá, nos presta un cuarto…Él casi nunca faltaba a la casa, iba al final o entre semana. Yo sabía desde un principio que estaba casado…

SONIA: ¡Qué poca! ¡Si la engañada soy yo! Y pensé que era puto.

 

CECILIA: No, de puto no tiene nada. Tiene muchos amigos que s¡ lo son, pero el es muy mujeriego.

 

SONIA: Lo conoces bien. Ahora comprendo sus constantes faltas a la casa. ¿Desde cuándo se ven?

 

CECILIA: Lo conocí en el parque, yo corría todos los días en la mañana, haciendo ejercicio, él también. Después nos enamoramos, tuvimos relaciones. Me contó su vida pero Ramoncito ya venía en camino… (Llora.)

SONIA: ¿Ramoncito? ¡Los llamo igual! ¡Yo mato a ese degenerado!

 

CECILIA: La última vez que lo vi, hace tres meses, me dijo que ganara o perdiera la final, se iba a los Estados Unidos a jugar con el Campesinos Soccer…que me iba a mandar dinero, pero nada de nada…y la situación está difícil. Tengo una cuñada que se separó de mi hermano, ella tiene a sus hijas y la pretenden muchos hombres, me dice que me quiere presentar a un señor que está interesado en mí…pero como que eso no ¿verdad? Y ahora he tenido que venir porque…porque…

 

(El llanto no le permite terminar la frase.)

 

SONIA: (Comprensiva.) ¿Necesitas dinero?

 

CECILIA: ¡No, no! Sé que cometí una brutalidad, ¿a quién se le ocurre? Pero Ramoncito, mi hijo, se me ha visto muy enfermo. Dios no lo quiera y sea la polio…en el Seguro me dicen que tiene que ir el padre a firmar porque la concubina no puede hacerlo. Yo espero todos los días a que se presente Ramón y ni sus luces. No s‚ si está vivo o muerto. Entonces me dio mucho coraje y me dije “Voy a su casa y cuento toda la verdad” Me decidí, lo hice para vengarme de él pero veo que soy una pendeja, que hice lo que no debía. ¡Sólo quería vengarme de ese hijo de la chingada! (Llora.)

 

SONIA: ¿Cómo me dijiste que te llamas?

 

CECILIA: No. No te dije. Me llamo Ceci.

 

SONIA: Ceci…Cecilia, muchacha pendeja… ¡Ay, no sé si matarte a ti también! (Pausa.) Después de que se perdió (ganó) el partido de la final, vinieron muchos problemas para legalizar el terreno. El dijo que estaba perdiendo mucho tiempo en eso y se fue a los Ángeles California a jugar futbol de paga. Regresó hace una semana. No tarda en llegar… ¡Te juro que le voy a cortar los güevos! ¡Se los voy a cortar. (Rompe el llanto de coraje.)

 

CECILIA: Ya me voy, parece que va a llover. ¡Si me encuentra aquí Ramón, me vuelve a agarrar a patadas! ¡Le tengo miedo! Ay, ¿qué hice? ¡No doy pie con bola!

 

SONIA: (Busca algo.) Toma. Es la credencial del seguro social de Ramoncito. Se parecen mucho en la foto…ni se fijarán. Y Llévate estos dólares que trajo.

 

CECILIA: No. Dinero no ¿cómo crees?

 

SONIA: Es dinero del trabajo de su padre, tú hijo tiene derecho, ¿no?

 

CECILIA: No. Sólo me llevo la credencial. Gracias, Sonia. Sonia, ¿verdad?

 

SONIA: Sí, Sonia. (Cecilia carga a un niño.) ¡Oye, espérate! ¡Ese es mi hijo!

 

CECILIA: ¡Ay, perdón! Son como dos gotas de agua. (Cambia de bebé y le baja el short.) Este es el mío, tiene el lunar mongólico en la nalga. Dice mi mamá que es la unión de razas.

 

SONIA: Menos mal. Mi Ramoncito lo tiene en la muñeca. ¿Cuántos meses tiene tu hijo?

 

CECILIA: Seis meses.

 

SONIA: ¡Nos tuvo panzonas al mismo tiempo!

 

(Después de una pausa tensa, Cecilia dice en tono sincero.)

 

CECILIA: Sonia… ¡Perdóname! (Se abrazan. Mutis de Cecilia.)

 

SONIA: (Llena de rabia.) ¡Esto no te lo perdono, Ramón! ¡Te voy a capar puto desgraciado! ¡Te voy a rebanar los güevos!

 

(En ese momento suena el timbre de la casa. Ramón espera bajo la lluvia e insiste. Sonia coge un cuchillo, lo tira. Llena de coraje patea un balón contra la puerta. El timbre se repite.)

 

RAMÓN: (Borracho y en tono macho.) ¡Sonia! ¡Sonia! ¡Ábreme con una chingada! ¡Ábreme!

 

(Ramón patea la puerta. Sonia Desfoga el llanto con su hijo. La noche se va oscureciendo, apenas la media luna del cielo, ilumina la media luna del terreno; en ese círculo está el árbitro (Obdulio), que mira su cronómetro y da uno, dos, y el:

 

SILBATAZO FINAL

 

Sala Beckett. Barcelona, 1993.

 

Librería

También puedes leer